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SEIS HUESOS

Autor: Juan Manuel Jimenez Muñoz – Médico y escritor malagueño

El Partido Socialista ha abierto su campaña electoral con la tradicional pegada de carteles. Perdón. Quiero decir con la tradicional encomienda al espantajo de Franco.

Disfrazado de forense, en una lección magistral de anatomía patológica, Sánchez se ha fotografiado en Cuelgamuros junto a una calavera, una pelvis, un omóplato y tres fémures: restos mortales, con toda seguridad, de víctimas de nuestra guerra civil: una guerra que todos, salvo él, pretendemos olvidar. Y es que, si echamos cuentas exactas, hace ochenta y siete años que los dueños, las dueñas y los dueñes de esos seis huesos fueron facturados al otro barrio por el simpático y expeditivo método que usaban entonces los «hunos» y los «hotros»: cuarto y mitad de plomo.

Ha sido lo de Sánchez, sin duda alguna, un publirreportaje con un mensaje muy claro: ETA ya es el pasado, pues dejó de matar hace once años. No como Franco, que compra en el Mercadona cada fin de semana. Cagoensanpitopato.

Sin embargo, el necrófilo que nos gobierna olvidó preguntar a los fotógrafos a qué mortuorio concreto lo conducirían. Y resulta que, en sus prisas por la propaganda, fue a parar inadvertidamente al mortuorio del bando franquista. Sí, sí, lector. Lo que oyes. Palabrita del Niño Jesús: Sánchez fue a parar al mortuorio de los del «otro lado del muro», de ese muro que el sociópata está levantando ahora. En otras palabras: el forense más guapo de España acabó rindiendo honores a seis huesos de la fachosfera, a seis huesos de los asesinados por el Frente Popular de la Segunda República. Madre del amor hermoso. Qué cositas tiene el karma. Si lo sé, no vengo.

Ha sido tan obscena la chapuza propagandista de Sánchez, y tan macabra la foto de los seis huesos, que ni el Boletín Oficial del Partido Socialista (antes llamado «El País») se ha atrevido a publicarla. Sin embargo, ya que me ponen el toro en suerte de banderillas, no desaprovecharé la ocasión de especular sobre los posibles dueños, o dueñas, o dueñes, de esos respetables seis huesos de la fachosfera de entonces, la de 1936-1939. Porque si no querías caldo, Presidente, vas a tomarte tres tazas. De caldo con hueso añejo, por supuesto.

El cráneo de la foto, tal vez, pudo pertenecer a don Ricardo Muñoz Ortega, el cura de mi pueblo, un sacerdote con demencia precoz al que miembros del partido comunista local torturaron en la iglesia y asesinaron a las afueras de Canillas de Aceituno. Un poner.

El primer fémur de Sánchez, digo yo, pudo ser de cualquiera de los 500 civiles asesinados por el progresista André Marty, «el Carnicero de Albacete», diputado comunista francés a quien Stalin había encomendado la jefatura política de las Brigadas Internacionales en España, un tipo que jamás se acercó a menos de tres kilómetros de un frente de batalla, pues además de sádico era cobarde.

El segundo fémur de Sánchez, quizá, pudo pertenecer a cualquier asesinado en Paracuellos, idílico lugar donde, tras un agradable paseo con grilletes, milicianos de colores variados, con la firma del comunista Carrillo y el visto bueno del socialista Largo Cabronazo, dieron matarile a miles de seres de la fachosfera, entre ellos a don Pedro Muñoz Seca, autor de la desternillante obra «La venganza de don Mendo». Otro poner.

El tercer fémur de Sánchez, tal vez, pudo ser de alguna de las muchas víctimas de Agapito García Atadell, dirigente socialista, torturador y ladrón, el cual, en octubre de 1936, tras cuatro meses de continuas fechorías, y ya en busca y captura por el propio Gobierno de la Segunda República, intentó fugarse de España con el botín en joyas que había amasado en las semanas previas: unas joyas propiedad de los fachosféricos que el susodicho Agapito había torturado y asesinado en su checa madrileña. En otras palabras: otro progresista que logró progresar progresivamente.

La pelvis que está con Sánchez, digo yo, pertenecería a don Melquiades Álvarez, político republicano, amigo y mentor de don Manuel Azaña, a quien asesinaron en 1936 los milicianos anarquistas, unas magníficas personas a quienes no convencía del todo el pedigrí republicano de don Melquiades, ya que lo asociaban, más bien, al ámbito de la fachosfera.

Y el omóplato de la foto, de esa foto inmoral con que Sánchez nos deleita, pertenecería, quizá, a alguna de las 14 monjas concepcionistas torturadas, violadas y asesinadas en Madrid por milicianos socialistas y anarquistas. Incluso, echando imaginación al hueso, cabe la posibilidad de que, concretamente, el susodicho omóplato perteneciera a la octogenaria monja que los milicianos tiraron por el hueco de la escalera con su silla de ruedas incluida. Los muy valientes.

Y no sigo, lector, porque me enciendo

LOS CANDIDATOS ETARRAS Y LA BANALIDAD DEL MAL

Por Nicolás González-Cuéllar Serrano – Catedrático de Derecho Procesal. Abogado

La reciente polémica acerca de la inclusión en las listas electorales de EH Bildu de cuarenta y cuatro etarras condenados por terrorismo, siete de ellos por asesinato, merece una reflexión que se sitúe más allá de la estrategia política de los partidos, de las manidas exhortaciones al decoro y a la dignidad y se coloque en el terreno de la comprensión de la ley vigente y de cómo los españoles y nuestros tribunales de justicia entendemos el Estado de Derecho, como un sistema capaz de proteger nuestra libertad.

Al analizar la cuestión del derecho del Estado de Israel a perseguir, enjuiciar y condenar al jerarca nazi Adolf Eichmann, Hannah Arendt se centró en el problema de la “banalidad del mal”, como bálsamo purificador de conciencias, que ocultan para sí o no quieren ver en los suyos el odio, como motivo de sus actos o como causa para exculpar los ajenos. Negar la culpa por los hechos más atroces, desviar la atención hacia supuestas faltas de quienes los denuncian, inventadas o con base más o menos consistente, constituye la ancestral táctica de quienes no quieren o no saben cómo responder a las exigencias del pasado, ni desean afrontar el futuro desde la verdad y la justicia, condiciones básicas para la auténtica paz.

Un homicida, cumplida su condena tiene derecho a la participación política, desde que supera la inhabilitación como condición para el sufragio pasivo. El mismo Caín, tras matar a su hermano Abel y andar errante por el mundo, pudo fundar la ciudad de Enoch, según relata el Capítulo Cuarto del Génesis. Marcado por Dios, tras su confesión y arrepentimiento, pudo obtener la redención. Se convirtió -sea revelación o mito- en el primer delincuente en ocupar un cargo público. El caso de los etarras aupados por EH Bildu a los altares políticos de las listas electorales -como referentes para la ciudadanía- es bien distinto. NI siquiera pueden cobijarse en la sombra de Caín.

Más allá de la mayor o menor salpicadura de sangre en las manos de los propuestos como elegibles por la citada organización política, el hecho de su selección como protagonistas del discurso social merece la realización de una lectura integradora, en clave jurídica, de la transcendencia del acto de comunicación efectuada por EH Bildu al público al que se dirige -en la lógica dicotómica de reafirmar en la complicidad al considerado amigo y en desafiar, con tanto amedrentamiento como desprecio, al rechazado como enemigo, siguiendo la totalitaria dialéctica preconizada por Carl Schmitt, teórico del nacionalsocialismo-. 

Se ha debatido en los medios el alcance de la Ley de Partidos Políticos al respecto, ciertamente discutible. Pero poco o nada se ha dicho sobre lo más obvio. Una vez más la “banalidad del mal” ofusca los sentidos y distrae el intelecto para eludir lo evidente, que consiste en la posible subsunción de la actuación de los que han demostrado merecer una calificación más precisa que su designación como “filoterroristas” en el delito previsto y penado por el art. 578.1 del Código Penal.

El referido precepto tipifica como delito la justificación del terrorismo y la humillación de las víctimas, hechos punibles que, obviamente, solo pueden realizarse mediante actos de comunicación que posean tales significados, susceptibles de difundirse entre el público mediante palabras u otras acciones humanas simbólicas. Precisamente son los hechos efectuados por políticos, con relevancia política, los que más interesan a la norma penal, según se desprende de la Sentencia del Tribunal Europea de Derechos Humanos relativa a Taso Erkizia, que no incurrió -según el citado tribunal- en enaltecimiento del ETA el 21 de diciembre de 2008, pese a haber puesto flores ante la foto de Argala en un acto público y haber llamado a hacer todo el daño posible el Estado, por no ocupar cargo publico como argumento principal. Ello después de haber invocado su defensa la cobertura de las acciones del citado militante de la organización terrorista por la Ley de Amnistía, que actualmente EH Bildu, entre otros socios del actual Gobierno, denosta.

El delito del art. 578.1 del Código Penal no tutela situaciones de confort. No protege relatos míticos ni verdades incontestables. Penaliza, en el contorno externo de los actos de incitación a la violencia y la intimidación, hechos inadmisibles en una sociedad democrática, distintos al uso de las armas o la amenaza con la violencia directa, pero vinculados a ellos en la vida social: la banalización del mal convertida en el encumbramiento político de los malvados, por sus perniciosos efectos par la convivencia.

Como el Parlamento Europeo ha dictaminado, el terror de ETA constituyó un crimen de lesa humanidad. Ha instado a España a aplicar nuestras leyes desde tal perspectiva, usualmente calificada como transicional (o post transicional). Centenares de crímenes de ETA siguen sin ser esclarecidos. Ni EH Bildu ni los terroristas condenados, que tiñen de luto y horror sus listas -por su propia decisión y no por la voluntad de los que lo denuncian-, han colaborado un ápice por esclarecerlos. Los cuatro que actuaron de forma más sanguinarias -aparentando hacer un favor a la sociedad (quizás al Gobierno)- han manifestado ahora su disposición a renunciar a los cargos públicos en liza si son elegidos. La transcendencia penal del gesto parece reducida. La relevancia de la expresión de odio y desafío al sistema democrático del hecho de la presentación masiva de condenados por terrorismo a las elecciones, por el contrario, no debería pasar inadvertida a la Fiscalía General del Estado. ¿Pero de quien depende? Pues eso -Pedro dixit-.

Escrito al viento

LA MEMORIA HISTÓRICA – Blog de internet

Tras cuatro décadas en la Policía Nacional, hoy tengo que decir lo mismo que dijo Juan Carlos I, «lo siento me he equivocado, no volverá a suceder» .Me equivoque como lo hicieron decenas de miles de policías y guardia, los que yo llamo «ángeles azules y verdes», si nos equivocamos de bando, creímos ciegamente en nuestro Gobierno y cuando aún no era un hombre, junto a otros muchos jóvenes no dudamos en defender la Constitución, que tontos fuimos… Creíamos que el honor estaba en «defender al inocente», en «reforzar la Ley», en proteger al ciudadanos», en ser los escoltas de un estado de derecho y que estúpidos fuimos, fíjense que estábamos dispuestos a dar la vida por ello, muchos hermanos azules y verdes la dieron, desdichadas esposas, desamparados huérfanos, madres que sufrían en silencio, escuchando el parte diario de los ángeles azules y verdes que caían a diario…

Los que sobrevivimos al genocidio de policías y guardias, ingenuamente creíamos que había valido la pena derrotar ETA, lograr la paz ciudadana, una España más segura y libre… !Cuánta ingenuidad en tan recias espaldas¡. «Lo siento, me he equivocado, no lo volveré a suceder», me equivoque porque al parecer el cuento no era como mi gobierno me dijo, pues quienes asesinaban cobardemente, por la espalda a los ángeles azules y verdes, lo hacían  en realidad dentro de una lucha por la libertad de todos los españoles, es por ello que ahora el gobierno de mi país los saca de las cárceles, les hace homenajes con honores de héroes. Dejaron las capuchas con las que se ocultaban y con las manos aún manchadas de sangre juraron por imperativo legal y mi gobierno lo permitió. 

Hoy aquellos heroicos ángeles azules y verdes, somos ya mayores, aunque no lo buscábamos, tampoco encontramos nunca el reconocimiento a nuestra dura y peligrosa labor y somos ángeles nunca caídos, pero si arrojados a la miseria como premio a nuestra entrega y sacrificio. 

Los ángeles azules y verdes, no buscamos recompensas, ni agradecimientos… buscamos honor y dignidad, pues no se trata de que mi gobierno permita que la Policía Nacional y la Guardia Civil tengamos  los peores sueldos y pensiones de todas las Policías de Europa, lo que es insufrible es ver todos los días el mal trato miserable que da nuestro gobierno a nuestros ya viejos ángeles azules y verdes en comparación con el que mi gobierno dispensa a los asesinos de mis hermanos azules y verdes, unos asesinos que nunca se han arrepentido, ni lo harán jamás.

«Me equivoque», ser un cobarde asesino, un carnicero despiadado, hubiera sido un mejor oficio, buena paga, mejor jubilación como diputado, además seríamos agasajado y hasta el gobierno, mi gobierno me trataría como un igual. 

«No, no volverá a suceder » sobre todo porque ya mi pulso tiembla y los años han ralentizado mis pasos…Solo me atormenta una pregunta ¿valió la pena? ¿de verdad tanto miedo, tanto sacrificio, tantas vidas destrozadas, tanto años de duro trabajo sirvió para algo?. ¿No hay nadie entre los ciudadanos más jóvenes que diga basta ya? ¿Están ustedes esperando que nuevamente seamos los sexagenarios ángeles azules y verdes, los que volvamos a luchar por la libertad?

España – ETA

En el año 2019 escribí una “Historia de España”, durmiendo aún el sueño de los justos en un cajón de mi despacho, que abarca desde la España romana al año citado, un trabajo de documentación bibliotecaria basado en libros, estudios y artículos de prestigiosos historiadores e investigadores, de todas las ideologías políticas y sociales.

Una de las Leyes de Murphy dice: “Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más perjuicios será la que salga mal”. A nuestro presidente Pedro Sánchez ya no le respeta nadie y todo el mundo quiere sacar tajada de su debilidad política, más aún cuando dirham lo que dirham los demás, como cantó Raphael.

La decadencia democrática iniciada por Rodríguez Zapatero -verdadero culpable de los aberrantes pactos políticos actuales- ha tocado techo con la Ley de Memoria Democrática de Pedro Sánchez por la que la historia de los últimos ochenta años va a ser reescrita por asesinos convictos y confesos, golpistas declarados, y enemigos de la libertad y la democracia, de tal manera que aparezcan como salvadores de lo que, para bien o para mal, es hoy España.

Abortos interruptus de la Generación de Cristal se están apoderando de la verdad absoluta en función de la situación definida por Ley de Leahyn: “Si se hace mal algo con bastante frecuencia, se convierte en correcto”.

Los nacidos en democracia deben saber qué era ETA, documentarse sobre el reguero de sangre que dejó, las lágrimas que produjo en la ciudadanía de todo tipo, el compromiso, madurez y sentido de debida obediencia de las Fuerzas Armadas de aquella época, que soportó la muerte de cientos de sus miembros sin mover un músculo, y el esfuerzo que hicieron los líderes políticos de entonces, cuya brillantez, lucidez y responsabilidad queda a años luz de los que ahora nos gobiernan.

Tomo nota, y se lo recordaré insistentemente si no lo cumple, del compromiso de Núñez Feijóo realizado en Ermua (Vizcaya) el pasado nueve de julio de derogar la Ley de Memoria Democrática si llega al Gobierno de España, sin contemplaciones ni complejidades jurídicas, recuperando la vigencia de las normas que esta ley ha derogado y sin derecho a acciones, compensaciones ni indemnizaciones que se pretendieran por los derechos o expectativas de derechos que se invocarán amparados por las normas derogadas, aunque ha añadido un frase muy gallega de no saber si sube o si baja, de querer quedar bien con todo el mundo, asegurando que “trabajará no solo por conseguir los votos del PP y de otros grupos parlamentarios, sino también los votos del próximo PSOE para que juntos restablezcamos la memoria y la justicia». Y a los hechos me remito: O es muy tonto -cosa que no creo- o es muy peligroso, porque “se equivocó” el día que hubo que votar en el Senado la reforma que hizo Pedro Sánchez del Tribunal Constitucional.

Al día siguiente, en el mismo lugar, el Rey dijo que “No podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó”, a cuyas palabras siguieron las del maléfico Pedro Sánchez: “Hoy Euskadi y España son países libres”, tratando al País Vasco como si fuera un país independiente, él, que no da una puntada sin hilo, poniendo de manifiesto, de forma subterfugia, su ataque a la monarquía y a la unidad de España como nación.

Posturas encontradas, una vez más, en la historia de España. Recordando la película “Casablanca”, presiento que es el inicio de una hermosa enemistad.

ETA

ETA. ORÍGEN E IDEOLOGÍA

Víctor Manuel Javato González – Licenciado en Historia (UAM)

El nacionalismo vasco surge en la década de 1890 en Vizcaya como reacción a los síntomas de modernización e industrialización que caracterizan a la España, y muy especialmente, al País Vasco, de fines del s. XIX. La masiva llegada de obreros inmigrantes a la emergente industria vizcaína se mezcló con el caldo de cultivo que el carlismo y el fuerismo venían, desde hacía varias décadas, alimentando.

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Hemos de recordar que Sabino Arana, el ideólogo del nacionalismo vasco, procedía de las filas del carlismo. Y es que el carlismo y el resultante nacionalismo vasco, “compartían una misma concepción religiosa del mundo y un mismo orden de valores. Procedían de la misma tradición antiliberal e integrista. La diferencia se reducía al marco de aplicación. La misma situación de partida: una nación esencial y providencialmente católica, sumida en un proceso de decadencia moral y religiosa por el contagio de ideas y costumbres corruptas extranjeras. También la fórmula salvadora era la misma: aislamiento para evitar el contagio, purificación de elementos impuros y recuperación de viejas esencias”.

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Cánovas del Castillo no se propuso abolir los Fueros, sino que los concilió con la Constitución de 1876 y con la igualdad de derechos y obligaciones entre los españoles. De esta forma, se fue consolidando una autonomía fiscal y administrativa que satisfizo al fuerismo moderado …

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De la defensa de los Fueros bajo tintes españolistas a la ruptura con la soberanía española sólo había ya un paso, el que dio Sabino Arana …..  Esta modernización, como ya se ha esbozado con anterioridad, provocó la masiva llegada de inmigrantes (maketos, para el posterior nacionalismo sabiniano) obreros desde otros puntos de la península, lo que generó una profunda conmoción en una buena parte de los colectivos sociales vascos más afincados en la cultura tradicional. Estos obreros no tardaron en sindicalizarse y en formar secciones de la UGT y el PSOE en Vizcaya, organizaciones marxistas anticlericales, consideradas peligrosas e inmorales por parte de la población católica vasca. Entre uno de esos vascos conmocionados por la “invasión” y por las transformaciones que Vizcaya estaba atravesando, se encontraba Sabino Arana Goiri (Vizcaya, 1865 – Vizcaya, 1903).

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Hacia 1892, como bien nos indica Antonio Elorza, el fundador del nacionalismo vasco difunde una serie de escritos que comienzan a plantear la legitimad del antagonismo entre España y el País Vasco, entre los que destaca “Bizcaya por su independencia, visto por sus seguidores como el libro despertador de la conciencia nacional vasca. Arana aspira a poner ante los ojos de los vizcaínos los elementos de una memoria histórica que resulta borrada por la presencia española”.

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Para Sabino la nación vasca se fundamenta en una serie de caracteres: “primero, la raza; segundo, la lengua; tercero, el gobierno y las leyes; cuatro, el carácter y las costumbres, y quinto, la personalidad histórica”, configurando, así, un nacionalismo de raíz herderiano fundamentado en la tradición, la raza y la religión. Arana elabora un imaginario doctrinal que se apoya en la pureza racial de los vascos, manifestada en la ausencia de corrupción de la raza ancestral euskalduna con respecto a otras etnias inferiores, como la judía o la mora; y en la pervivencia del euskera. De esta forma presenta un panorama en el que los puros, los vascos, se ven sometidos a la tiranía de los españoles, definidos como un pueblo inferior, degenerado y corrupto que ha traído la perdición a Vizcaya.

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Siguiendo los patrones jesuitas, de los que Sabino es claramente deudor, consistirá en cerrarse a toda influencia exterior configurándose un proyecto cultural que conseguirá identificar a este movimiento, que derivará en la formación de un partido político en julio de 1895, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), con toda manifestación vascuence.

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Cuando el 18 de julio de 1936 se subleva una parte de los mandos militares contra el gobierno republicano, el nacionalismo vasco todavía no había logrado el deseado Estatuto de Autonomía, por lo que se planteó en su seno una amarga contradicción. Los rebeldes, que habían triunfado en Navarra y Álava, se presentaban, entre otras cosas, como los guardianes de la fe católica pero defendían a ultranza la unidad territorial y administrativa del Estado, siendo la cuestión de las autonomías y los nacionalismos periféricos una de las puntas de lanza de su discurso. Por ello, el PNV, fuerza mayoritaria del nacionalismo vasco, se vio obligado a tomar partido en la contienda, aún a su pesar, como bien lo demuestran las reacciones de algunos de sus militantes como las del mismísimo hermano de Sabino Arana, Luis, quien más próximo a los radicalistas Jagi-Jagi, abogaba por la neutralidad. La alianza del nacionalismo vasco con la República se caracterizaba, pues, como una alianza “sin mucho entusiasmo”, como bien expresó Juan Ajuriaguerra

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Perdido Bilbao (19 de junio de 1937) y con él su autogobierno, el nacionalismo vasco cumplió el vaticinio que con anterioridad había expuesto Manuel Azaña, con la caída de Bilbao los nacionalistas vascos arrojaron las armas, puesto que estos no luchaban “por la causa de la República ni por la causa de España, a la que aborrecen, sino por su autonomía y semi independencia”.

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El pacto de Santoña (agosto de 1937), por el que el gobierno vasco acordó el fin de la resistencia con los mandos italianos, acabó en un estrepitoso fracaso. Según el acuerdo, el ejército vasco se retiraría bajo la condición de que se respetara la retirada de los gudaris (soldados vascos); sin embargo, esto no fue así, y las detenciones y los fusilamientos se fueron desarrollando como en el resto del territorio peninsular.

La represión se extendió al País Vasco siguiendo el modelo del resto de territorios ocupados por los rebeldes. Miles de nacionalistas murieron o fueron apresados. “El gobernador de San Sebastián decretó la prohibición del uso del euskera y hasta diecisiete sacerdotes afines al nacionalismo fueron ejecutados, cientos de ellos encarcelados, y muchos fueron trasladados a otras parroquias al no garantizar su lealtad a los nuevos gobernantes”.

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La década de los años cincuenta fue sumamente importante tanto para el régimen franquista como para el nacionalismo vasco. El desarrollo industrial del País Vasco, especialmente de Vizcaya, incrementó la demanda de mano de obra y aumentó el flujo de inmigrantes en busca de trabajo desde otros puntos de España. Sin embargo, este no era un problema nuevo, puesto que, como ya hemos visto, el origen del nacionalismo vasco tuvo una vinculación especial con este fenómeno ante las inevitables tensiones culturales y sociales que provoca. Nos encontramos, pues, ante los elementos que formulan un nuevo nacionalismo vasco que vuelve a mirar hacia aquellos primitivos principios radicales poniendo el acento en el antagonismo entre España y Euskadi. La masiva llegada de maketos (inmigrantes), la opresión de la dictadura que permite una percepción real de dicho antagonismo, la amenaza de la cultura y los principios tradicionalistas vascos, han tendido puentes con la “enemiga” administración española; el escepticismo de la generación que vivió la guerra civil, todo ello provoca el surgimiento de un grupo juvenil radical que, siguiendo los antecedentes de las facciones aberriana y jagi-jagi, se retrotrae a los primeros dogmas sabinianos y decide pasar a la acción.

Hacia 1952, un grupo de estudiantes universitarios, mayoritariamente procedentes de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Deusto, entre los que se encuentran José María Benito del Valle, José Manuel Aguirre Bilbao, José Luis Álvarez Enparantza (“Txillardegi”), Julen Madariaga, Alfonso Irigoien, Iñaki Gainzarain, Rafael Albizu e Iñaki Larramendi, comenzarán a mantener reuniones semanales tratando temas fundamentalmente culturales. Algunos habían llegado a participar en la ilegalizada agrupación juvenil EIA (Eusko Ikasle Alkartasuna, Agrupación de Estudiantes Vascos), vinculada al PNV. Provenían casi todos de familias burguesas en las que predominaba el sentimiento nacionalista, del que tenían, sin embargo, una vaga concepción ideológica debido a la dificultad de obtener obras y acceder a publicaciones ante la férrea censura del régimen. Sin embargo, y pese a ello, consiguen hacerse con una colección de obras nacionalistas, la mayoría anteriores a la contienda civil, así como libros publicados por la editorial argentina EKIN, de la cual toman su denominación …… El PNV va a facilitar al grupo EKIN las infraestructuras necesarias para desarrollar sus actividades (imprentas, tránsito por la frontera, etc.)

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De esta forma, en una fecha especialmente significativa, el 31 de julio de 1959 (aniversario de la fundación del PNV y festividad de San Ignacio de Loyola) nace Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), ETA.

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ETA, como continuadora del proyecto culturalista EKIN, considera que su objetivo fundamental es el regreso a las esencias del nacionalismo histórico representado por el pensamiento de Sabino Arana, por lo que tratará de impulsar una importante labor de estudio e investigación de la historia vasca y del nacionalismo originario. De esta forma, durante estos primeros años de vida de la organización, predominará la labor formativa de sus militantes permitiéndole redescubrir los mitos tradicionalistas que asume sin complejos: “igualitarismo y nobleza universal de los vascos; independencia absoluta del País Vasco hasta la pérdida de los fueros; ocupación actual del país por parte de dos Estados extranjeros”, sólo discrepándole las connotaciones raciales, sustituyéndolas por los principios de superioridad lingüístico-cultural, y el determinismo religioso al aceptar la libertad de culto y la estricta separación entre religión y política. ETA no se definirá como partido, sino que irá más allá asumiendo su labor como movimiento de liberación patriótica y proclamó sus principios políticos en su I Asamblea donde se caracterizó como “movimiento revolucionario vasco de liberación nacional”.

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El clero vasco se convirtió en un elemento más de oposición al régimen, fomentando publicaciones y creando escuelas clandestinas (ikastolas) en las que se promovía el estudio del euskera. Ante tal oposición al régimen, y pese a los planteamientos laicistas de la organización, “ETA no sólo va a contar con el apoyo de numerosos sacerdotes, sino que además un gran contingente de sus futuros militantes va a proceder de seminarios o casas religiosas e, incluso, se van a dar algunos casos de sacerdotes que militen en ETA”.

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De: https://www.elmundo.es/eta/historia/index.html

Bilbao, 31 de julio de 1959. Un grupo de estudiantes radicales disidentes del colectivo EKIN –nacido en 1952 para reaccionar contra la pasividad y el acomodo que en su opinión padecía el PNV– funda Euskadi Ta Askatasuna (Euskadi y Libertad). Es el nacimiento de ETA, una alternativa ideológica a los postulados del PNV con cuatro pilares básicos: la defensa del euskara, el etnicismo (como fase superadora del racismo), el antiespañolismo y la independencia de los territorios que, según reivindican, pertenecen a Euskadi: Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra (en España), Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa (en Francia).

Su primera acción violenta se produce el 18 de julio de 1961: el intento fallido de descarrilamiento de un tren ocupado por voluntarios franquistas que se dirigían a San Sebastián para celebrar el Alzamiento.

En estos primeros años, la policía persigue a sus miembros, que se dedican a colocar pequeños artefactos sin apenas consecuencias, hacer pintadasde «Gora Euskadi» (Viva Euskadi) y colocar ikurriñas. Las bases de la organización se consolidan en mayo de 1962, en la celebración de su I Asamblea en el monasterio de Belloc (Bayona, Francia), donde se presenta como «Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación Nacional». El grupo rechaza cualquier colaboración con partidos o asociaciones no nacionalistas vascas y apuesta por una fuerte campaña proselitista. Es aquí cuando se autodefinen como una «organización clandestina revolucionaria» que defiende la lucha armada como el medio de conseguir la independencia de Euskadi.

A mediados de los 60, se inician los contactos con vascos exiliados en Francia y con grupos antifranquistas. El aumento del debate interno provoca los primeros enfrentamientos ideológicos: en la V Asamblea (1966-67) entra en escena «el nuevo nacionalismo revolucionario» del núcleo duro, que hace hincapié en que Euskadi es una «nación ocupada» militarmente por una potencia extranjera, España, y en la necesidad de utilizar la violencia para lograr la descolonización.

Su primera víctima mortal se produce el 7 de junio de 1968. El guardia civil José Pardines Arcay muere en un control de carretera, tiroteado por Txabi Etxebarrieta, que fue abatido durante la persecución posterior. En respuesta a la muerte del “compañero perdido”, el 2 de agosto la banda asesina al policía franquista Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social de Guipúzcoa, en la puerta de su casa. ETA proclama que ha «ejecutado una sentencia del pueblo».

La represión policial tras estos dos primeros atentados consigue neutralizar las actividades terroristas durante 1969. Y en diciembre de 1970, se celebra el Juicio de Burgos contra 16 miembros de la banda, entre huelgas y manifestaciones de solidaridad con los acusados, al mismo tiempo que ETA secuestraba al cónsul alemán Eugen Beihl.

Durante el juicio, los procesados reconocen su pertenencia a ETA, exponen sus planteamientos marxistas y obreros y culminan sus intervenciones entonando el «Eusko Gudariak», el himno del soldado vasco. Seis de los procesados fueron condenados a muerte y las penas impuestas al resto sumaban un total de 519 años de prisión. Ante la presión internacional, Franco conmutó las penas de muerte por reclusión mayor.

(*) Según datos el Ministerio del Interior. Algunas fuentes señalan que la primera víctima mortal de ETA fue la niña de 18 meses María Begoña Urroz Ibarrola, alcanzada por una bomba colocada el 28 de junio de 1960 en la estación de Amara, de San Sebastián.

La banda terrorista logra su mayor golpe de efecto con el asesinato del almirante Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973, en un espectacular atentado en la calle Claudio Coello de Madrid. El primer atentado masivo se produjo al año siguiente: el 13 de septiembre de 1974, 12 civiles morían y otros 80 resultaban heridos en la explosión de un artefacto en la cafetería Rolando, en la calle Correo de Madrid, situada junto a la Dirección General de Seguridad.

El debate interno sobre este atentado masivo provoca la primera escisión importante en la organización: los «milis» de ETA militar, partidarios de la insurrección popular, se desmarcan de los «polimilis» de ETA político militar, que apuestan por la violencia selectiva.

La actividad terrorista no cesa con la muerte de Franco. A pesar de que las ilusiones democráticas renacen con la muerte del dictador, los últimos años de la década de los 70 fueron especialmente sangrientos, con atentados indiscriminados que se cobran la vida de más de un centenar de personas.

La amnistía decretada el 15 de octubre de 1977 afecta a los presos etarras encarcelados durante la dictadura franquista.

En la década de los 80, ETA recrudece su ofensiva para forzar las negociaciones con el Gobierno y los atentados masivos e indiscriminados azotan a la sociedad española como no lo había hecho hasta entonces.

El 15 de julio de 1986, 12 agentes de la Guardia Civil mueren al explosionar un coche bomba en la Plaza de la República Dominicana de Madrid. Al año siguiente, el 18 de junio de 1987, otro coche bomba sembraba el terror en el parking del centro Hipercor de Barcelona, provocando 21 muertos y 45 heridos. El 11 de diciembre de ese mismo año, un coche bomba con 250 kilos de explosivos hacía explosión frente a la Casa Cuartel de Zaragoza, dejando un balance de 11 muertos y 40 heridos.

Antes, había desaparecido ETA político-militar (en 1982) y comenzado la «guerra sucia» de los GAL. El 23 de septiembre de 1984, Francia concede, por primera vez, la extradición de tres presuntos miembros de ETA a España, sentando precedente para futuras colaboraciones. Los partidos políticos también mueven pieza en su terreno. Se firman el Pacto de Madrid (1987), el Pacto de Ajuria Enea (1988) y el Pacto de Navarra (1988).

En esta década se produce uno de los episodios más destacados de las disidencias internas en el seno de la banda terrorista: Dolores González Cataraín ‘Yoyes’, que abandonó la organización en 1980 por su desacuerdo con la línea dura, fue asesinada el 10 de septiembre de 1986 mientras paseaba con su hijo. La reinsertada más significativa, uno de los miembros de ETA más buscados durante los años 70, se había instalado en San Sebastián en 1985 tras 11 años de exilio en México.

En 1989, ETA y el Gobierno intentan dialogar y acercar sus posturas en las conversaciones de Argel, tres meses de contactos que estuvieron acompañados de una tregua de la banda terrorista, que retomó las armas tras la ruptura del diálogo.

El 29 de marzo de 1992, pocos meses antes de la Expo’ 92 y de los Juegos Olímpicos de Barcelona, se produjo una de las mayores operaciones contra ETA. Después de una minuciosa investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, la policía francesa detuvo a la dirección de la banda terrorista, en un chalé de la localidad de Bidart. La cúpula etarra estaba integrada por José Luis Álvarez Santacristina ‘Txelis’, José Javier Zabaleta Elósegi ‘Baldo’, Francisco Múgica Garmendia ‘Paquito’ y José Arregi Erostarbe ‘Fitti’. 

Esta actuación policial provocó la mayor crisis registrada hasta entonces en el seno de la banda criminal. El golpe de Bidart obligó a ETA a recomponer su dirección, reorganizar su entramado civil y extremar las medidas de seguridad.

Ante esta situación, el 11 de julio de ese mismo año, la nueva dirección de ETA (Ignacio Gracia Arregi ‘Iñaki de Rentería’, Mikel Albizy ‘Antza’ y Feliz Alberto López de la Calle ‘Mobutu’) propuso una tregua de dos meses. Como condición para silenciar las armas, exigió que el entonces secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, se traladara a Santo Domingo para negociar con Eugenio Etxebeste’Antxon’, en un intento de recuperar las conversaciones de Argel. Pero el diálogo no se materializa y el 21 de junio de 1993 ETA vuelve a atentar contra seis militares en Madrid, cerrando la puerta a cualquier posible negociación.

En medio de la inestabilidad provocada por el descabezamiento de la banda, la violencia callejera se convirtió en su mejor arma. Se organizaron grupos violentos que actuaban en distintos niveles:

  • Grupos ‘X’, formados por jóvenes radicales encargados de realizar destrozos callejeros.
  • Grupos ‘Y’, compuestos por un máximo de cinco personas, se dedican a cometer pequeños atentados.
  • Grupos ‘Z’, integrados por miembros especializados, son los responsables de los coches bomba y de los asesinatos.

Financiación: Extorsión y chantaje

  • Armas, municiones, explosivos, comandos… La maquinaria criminal de ETA requiere importantes cantidades de dinero para costear el material necesario para sus actividades, mantener su infraestructura y apoyar tanto a los etarras liberados como a sus miembros deportados, refugiados o huidos. Para ello, necesita 15 millones diarios y más de 5.400 anuales, según un informe confidencial de la Ertzaintza conocido en 1996.
  • En sus inicios, la banda terrorista consiguió financiarse mediante atracos a entidades bancarias, técnica que fue abandonando progresivamente para centrarse en los secuestros y la extorsión a empresarios a través del cobro del ‘impuesto revolucionario’, sus dos principales fuentes de financiación. Muchas actuaciones policiales han intentado desmantelar el entramado financiero que utiliza la banda para blanquear el dinero recaudado mediante prácticas mafiosas e ilegales.

Secuestros

A lo largo de su historia, ETA ha secuestrado a 77 personas, método utilizado como vía de financiación y medida de presión y chantaje frente al Gobierno. Algunas fueron liberadas tras el pago de los rescates o gracias a la intervención de la Fuerzas de Seguridad. Otras corrieron peor suerte y fueron asesinadas por los terroristas. La banda empezó a utilizar esta técnica el 1 de diciembre de 1970, con el secuestro del cónsul alemán Eugenio Behil, que duró 25 días. El secuestro más largo de ETA ha sido el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado el 1 de julio de 1997 por la Guardia Civil tras 532 días de cautiverio. Ese mismo día, la banda terrorista había puesto en libertad a Cosme Delclaux.

Pocos días después, ETA recurría una vez más al secuestro para demostrar su fuerza e intentar chantajear al Gobierno. El 12 de julio, Miguel Ángel Blanco, diputado del PP en la localidad vizcaína de Ermua, apareció maniatado y gravemente herido en una zona rural de Lasarte, una vez cumplido el ultimátum de 48 horas dado por la banda terrorista al Gobierno para que cediera en su política de dispersión de presos y trasladara al País Vasco a los etarras repartidos en prisiones de todo el país. Blanco murió en el hospital, pocas horas después de ingresar en estado de muerte cerebral tras recibir dos disparos en la nuca.

En los últimos años, los responsables de la lucha antiterrorista han considerado que ETA no secuestra porque tiene sus necesidades financieras cubiertas con el cobro del ‘impuesto revolucionario’.

  • LOS SECUESTROS MÁS LARGOS
  • José Antonio Ortega Lara, 532 días. Funcionario de prisiones. Secuestrado el 17-01-1996 (RIP)
  • José María Aldaya, 342 días. Empresario. Secuestrado el 08-05-1995
  • Emiliano Revilla, 249 días. Empresario. Secuestrado el 24-02-1988.
  • Cosme Delclaux, 233 días. Empresario. Secuestrado el 11-11-1996 (RIP)
  • Julio Iglesias Zamora, 116 días. Ingeniero. Secuestrado el 05-07-1993
  • Luis Suñer, 91 días. Empresario. Secuestrado el 13-01-1981
  • Adolfo Villoslada, 85 días. Ingeniero. Secuestrado el 24-11-1989.
  • Diego Prado y Colón de Carvajal, 73 días. Ingeniero. Secuestrado el 24-11-1989.

El impuesto revolucionario

Los métodos de extorsión de ETA incluían el envío de cartas amenazantes a empresarios vascos, en las que se exigía el pago de una determinada cantidad de dinero a cambio de que su patrimonio e incluso su integridad física no corrieran peligro. Aunque muchos amenazados denunciaron estas prácticas mafiosas, es difícil determinar cuántos llevaron el ‘aviso’ en silencio sobre sus espaldas, ante el terror psicológico impuesto por la banda terrorista, que llegó a aplicar ‘intereses de demora’ a quienes que se retrasaban en el pago.

El miedo y la indefensión de los amenazados fue en en aumento con el envío de cartas marcadas con un código especial. Una serie de números y letras en la parte superior de las misivas donde se indicaba la cantidad a pagar y cómo hacerlo, con la posibilidad de que los terroristas reconocieran la carta con el código en el caso de que alguna de ellas fuera reproducida en los medios de comunicación.

En marzo de 2011 la banda anunciaba a los empresarios que cancelaba su extorsión. José Antonio Sarría, presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra fue el destinatario de la misiva para que comunicara “a los empresarios y a la sociedad”que había «quedado cancelada la exigencia» del conocido como pago del impuesto revolucionario.

La trama empresarial

Durante años, la lucha antiterrorista dio por segura la existencia de un entramado empresarial que permitía a ETA financiar sus actividades y blanquear el dinero recaudado mediante la extorsión y el chantaje.

En los años 80, no se pudieron demostrar las sospechas de que la banda terrorista utilizaba una empresaintermediaria de seguros y el negocio de las tragaperras como fuente de financiación. Las investigaciones que siguieron a la detención de la cúpula de ETA en Bidart, en 1992, aportaron las primeras pruebas decisivas sobre el “Proyecto Udaletxe”, un entramado empresarial diseñado por ETA para permitir la autofinaciación de las organizaciones de su entorno y el soporte económico de sus militantes huidos. Para ello, la red, que movía cerca de 2.000 millones de pesetas al año, se extendía desde el País Vasco hasta Cuba, Panamá, Venezuela y Cabo Verde.

Fue ya en 1998 cuando una operación dirigida por el juez Baltasar Garzón asestó el primer varapalo al entramado financiero de ETA. Primero, en el mes de mayo, con el desmantelamiento de una red de empresas paralelas de la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) que financiaba a ETA. Después, en el mes de julio, con el cierre del diario Egín y de la emisora Egin Irratia y la intervención de empresas relacionadas por ser «instrumentos operativos» de la banda terrorista y de la «difusión de los planteamientos de su estrategia». A finales de año, el juez Garzón procesó a 26 personas por su relación con el caso y declaró ilícita a la Koordinadora Abertzale Socialista (KAS) «como parte integrante de la misma organización terrorista que ETA encabeza».

En el año 2000, una operación contra Xaki, considerado el aparato de relaciones internacionales de ETA, aportó datos relevantes sobre las finanzas de la banda terrorista en Latinoamérica.

Una nueva actuación del juez Garzón, ya en 2002, golpeaba de nuevo a la financiación terrorista, desmantelando el entramado constituido en torno a las “herriko tabernas”, las sedes de Batasuna que, durante años, funcionaron como centros operativos de recaudación del “impuesto revolucionario”.

De: https://elpais.com/politica/2018/05/03/actualidad/1525374369_414522.html

Asesinatos

ETA ha dejado un balance atroz, lleno de dolor y de familias rotas: 854 personas asesinadas (853 según los datos del Ministerio del Interior más el policía Jean-Serge Nèrin, asesinado en Francia el 10 de marzo de 2010) y varios miles de heridos y amenazados.

Foto: Uly Martín para El País

Más de la mitad eran guardias civiles, policías y militares

De los muertos, en torno a 500 eran miembros de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (fundamentalmente, y por este orden, guardias civiles, policías nacionales y militares). El resto, políticos, periodistas, jueces, empresarios, gente que pasaba por allí…

Las estadísticas de víctimas mortales van mostrando los cambios estratégicos en la historia criminal de ETA. Antes de la muerte de Franco, entre 1968 y 1975, ETA mató a 44 personas (solo el 5% del total de su historial de asesinatos). Poco después, y tras dos años relativamente similares en número de víctimas mortales (18 en 1976 y 12 en 1977), en 1978 —el año en el que se aprueba la Constitución— el número de asesinatos se multiplicó brutalmente: 65 en 1978, 77 en 1979 y 95 en 1980 (el año con mayor número de muertos). En tan solo tres años perdieron la vida 237 personas.

El ex guardia civil Javier López, hoy vicepresidente de la asociación de víctimas de las fuerzas y cuerpos de seguridad, recuerda: “En el País Vasco estábamos solos y marginados. Nuestras familias tenían que ocultar dónde trabajábamos. Nuestras mujeres temían que reconocieran su acento en las tiendas porque entonces tenían que dar explicaciones. Nuestros hijos, en las escuelas, tenían que decir que su padre trabajaba en alguna gran empresa, como Telefónica, y que por eso vivíamos allí. Después, cuando sufrías un atentado, para la sociedad española tampoco existías. Sí para tu entorno más próximo, pero el resto de la gente daba la espalda al terrorismo. Solo tras las grandes masacres, como el atentado de Hipercor o el de la casa cuartel de Zaragoza, y cuando ETA empezó a matar a personas con relevancia social y política, la sociedad cambió. El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP de Ermua (Bizkaia), de 29 años, en agosto de 1997, logró el reconocimiento social definitivo de la brutalidad del terrorismo”.

De:  https://es.wikipedia.org/wiki/Euskadi_Ta_Askatasuna

La lista de organizaciones terroristas de la UE

En la reunión del Consejo Europeo del 5 de junio de 2003, se acordó​ la ampliación de la lista de personas y organizaciones terroristas. En esta ampliación, se incluyó a Batasuna (y como alias de ella a Herri Batasuna y Euskal Herritarrok), y a Jarrai-Haika-Segi, consideradas como un bloque común, y algunas otras organizaciones de la izquierda abertzale, todas ellas consideradas por la UE parte «del grupo terrorista ETA».

Alto el fuego de 2010

Tras la petición por parte diversos mediadores internacionales en marzo de 2010​ y de Eusko Alkartasuna (EA) y Batasuna (que continuaba siendo legal y activa en Francis) el 3 de septiembre de 2010 dentro del acuerdo firmado por ambas organizaciones​ de un alto el fuego, el 5 de septiembre de 2010, ETA lo anunció en un comunicado a la cadena de televisión británica BBC​ sin especificar su alcance. En el comunicado, señaló primero que:

[…] La lucha de años ha sembrado nuevas condiciones políticas. Agotado el marco autonómico, al Pueblo Vasco le ha llegado la hora de realizar el cambio político, el momento de construir para Euskal Herria el marco democrático, siguiendo el deseo de la mayoría de la ciudadanía vasca.

Después se manifestó a favor de un proyecto independentista a través del diálogo y la negociación: ​

Es tiempo de asumir responsabilidades y de dar pasos firmes: en la articulación del proyecto independentista; en el camino de crear las condiciones para construir el proceso democrático; en la respuesta a la represión y en la defensa firme de los derechos civiles y políticos. El cambio político es posible. Pero en ese camino no hay atajos. El camino de la libertad hay que andarlo paso a paso, aunque sea con flexibilidad. Pero, necesariamente, hay que luchar y hacer el esfuerzo al nivel del objetivo que se persigue. Sin confrontación no se puede superar la negación y la cerrazón. En ese esfuerzo ha estado y está la mano de ETA tendida, siempre. ETA se reafirma en el compromiso con una solución democrática, en el compromiso con una solución democrática para que, a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos decidir nuestro futuro de forma libre y democrática.

Desarme unilateral e incondicional y anuncio de disolución

El 17 de marzo de 2017 ETA anunció su desarme definitivo de manera unilateral y sin condiciones.​ Este se produjo en la mañana del sábado 8 de abril de ese mismo año en la ciudad de Bayona, en el País Vasco Francés, cuando intermediarios civiles comunicaron a las autoridades judiciales francesas la localización de ocho zulos de la banda para proceder a su desarme, incautándose 118 armas, 25.000 balas y casi tres toneladas de explosivos. ​

El 2 de mayo de 2018 se dio a conocer una carta de ETA remitida a diversas organizaciones y agentes vascos, fechada el 16 de abril del mismo año, en la que comunicaba su decisión de disolver «completamente todas sus estructuras y daba por terminada su iniciativa política».26​ En la misiva manifestaba que daba por terminado su ciclo histórico y que había disuelto completamente todas sus estructuras. 

Bibliografía

  • Bruni, Luigi (1987). ETA: Historia política de una lucha armada. Vol. 1 -Tafalla (Navarra): Txalaparta. p. 353. 
  • Leonisio Calvo, Rafael (2012). Izquierda abertzale, de la heterogenidad al monolitismo. III Congreso Internacional de Historia de Nuestro Tiempo. Logroño: Universidad de La Rioja. pp. 377-388. 

Por Pablo Gea, 01 marzo 2019.

Ha fallecido Xavier Arzalluz. Un gigante. No cabe duda. Tan gigante como el sufrimiento que la banda terrorista ETA ocasionó a España y al País Vasco en particular. Ahora quizás parece lejano. Pero, para algunos, los disparos que asesinaron a Miguel Ángel Blanco o a Francisco Tomás y Valiente resuenan todavía. Era la época en la que la banda mataba casi a diario.

Aquel tiempo en el que había que hablar en voz baja según dónde se estuviera, y en el que los exiliados en Democracia debieron de contemplar impotentes cómo el Terrorismo era utilizado insensiblemente como arma electoral.

El dirigente del PNV nunca ocultó sus sentimientos, aunque sí sus cartas

Cuidándose mucho del apoyo explícito a los comandos etarras, su sensibilidad siempre estuvo con los verdugos, nunca con las víctimas. Y cuando hubo de torcer el gesto, fue porque la ola de indignación por los asesinatos indiscriminados puso en jaque a la hegemonía abertzale que siempre encadenó a las Vascongadas.

Si algo representa Arzalluz no es altura política. Porque reconocérsela a un actor que otorgó su comprensión a quienes con las armas combatieron contra el Estado de Derecho se antoja de un cinismo y de una hipocresía más allá de lo tolerable. Representa, más bien, esa línea política cobarde que premia contemporizar con los delincuentes y que condena a las víctimas al ostracismo, sacrificadas ritualmente en el altar del pragmatismo político. 

No es casualidad que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se hayan apresurado a ensalzar su figura en Twitter. Son los máximos exponentes a día de hoy de esta política, agravada la pesada mochila de los cientos de asesinatos cometidos por ETA, de blanquear el terrorismo a la vez que se habla de Memoria Histórica. Comidas con Otegui aparte, uno no acaba de entender cómo es posible que sus bases -al menos las del PSOE, habida cuenta de los miembros de este partido muertos por la banda criminal- ni se revuelvan ni se quejen, más allá de aislados gestos simbólicos.

Algo importante a retener en la memoria cuando el problema del independentismo catalán llama de nuevo a la puerta con fuerza y el Juicio a los políticos presos por el 1-O es utilizado sin medias tintas por partidos españoles para denigrar a España.

¿O es que nadie se acuerda ya, después de que mataran a Miguel Ángel Blanco, de lo que Arzalluz, el líder de ese PNV complaciente y comprensivo con Herri Batasuna, espetó al líder del PP vasco Carlos Iturgaiz?

Ahora estamos todos juntos montados en la ola, pero cuando ésta baje, cada uno nos iremos por nuestro camino y nosotros ya sabemos lo que tenemos que hacer”

Toda una declaración de intenciones que se materializaría más tarde en el Pacto de Estellacon ETA, junto con Izquierda Unida, para echar de la política vasca al PSOE y al PP porque, según sus propias palabras, ‘no podemos dejar el control de las instituciones en manos de quienes no son abertzales’.

Su catadura moral quedó, por si alguien albergara sentimientos encontrados para entonces, totalmente al desnudo cuando despreció públicamente a Pilar Ruiz, madre de Joseba Pagazaurtundua, el jefe de la policía local de Andoain (San Sebastián), asesinado también por ETA. 

Las condolencias hay que darlas a la familia.Por imperativo de Educación y de Humanidad. Aquella que no tuvieron los terroristas. Pero que se sepa: quien fallece ni fue un Estadista ni una figura política que contribuyera lo más mínimo a la paz o a la disolución de ETA. Todo lo contrario. Hizo cuanto estuvo en su mano por aprovecharse políticamente del sufrimiento de sus conciudadanos para apuntalar su poder personal y alcanzar sus objetivos ideológicos.

Pero este es el país en el que vivimos ahora, a causa de la felonía de haberle entregado a los herederos de ETA el monopolio del relato de lo sucedido. Un país donde censurar a los asesinos y a quienes les apoyaron está castigado, y en el que justificarles, blanquearles y ensalzarles es un derecho incuestionable.

NOTA DE AUTOR

  1. Las fotografías y pictogramas que se incluyen en el presente, están obtenidas de internet. Agradezco a sus autores su condescendencia con su inclusión en este artículo, del que el autor no percibe emolumento de ningún tipo, y el único objetivo que se persigue es el conocimiento de los hechos por parte de esa generación de españoles que no vivió en primera persona la crueldad de aquellos años.
  2. Vivimos en una sociedad del miedo … al poderoso. Ninguno de los medios de comunicación en los que colaboro habitualmente se ha atrevido a publicar estas líneas que anteceden al presente comentario.

Nuevo fiscal general de Estado

El nuevo Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, ha tardado poco tiempo en mostrar sus credenciales de presentación sanchista, adicto a la causa del régimen imperante y cuya misión principal, de forma subterfugia, es allanar los problemas que tiene o pudieran presentar a su jefe mentor, Pedro Sánchez.

Le ha faltado tiempo para dar orden de considerar prescrito el asesinato de Miguel Ángel Blanco y, por tanto, de no acusar a los jefes de ETA de la autoría moral de haber dado la orden, modificando el criterio mantenido a que la prescripción que se establece a los 20 años empezaría a contar desde el momento del asesinato, mientras que hasta ahora el Ministerio Público había defendido que esa cuenta comenzase en el momento de la detención de los distintos jefes de ETA. A la vez, el ministro Marlaska traslada al País Vasco y Navarra a 11 etarras con 40 asesinatos a sus espaldas.

Esa razón no afecta a los hechos acaecidos durante el franquismo, que solo tienen una antigüedad de un par de años.

La democracia imperfecta que vivimos en España, escala, día a día, peldaños hacia su putrefacción total. Las ansias de poder napoleónico que tiene Pedro Sánchez se sostienen en la izquierda radical e independentistas, poniendo el yugo -de momento, sin flechas- al resto de españoles, que callan y malviven ante los flagrantes abusos de poder que diariamente se producen.

Fue Emiliano Zapata, símbolo de la revolución mexicana, el que dijo “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”, frase que se usaba mucho cuando “vivíamos contra Franco” pero que las nuevas generaciones han olvidado, o no conozcan, a cambio de subvenciones perpetuas y coberturas sociales que pagan los de siempre, los que se levantan todos los días a las siete de la mañana para ir a trabajar que, me temo, son los que van a pagar los platos rotos de nuestra economía y las restricciones que va a imponer la Unión Europea si el Gobierno quiere que sigan comprando Deuda Española, impagable, perpetua, para que a su vez, como pescadilla que se muerde la cola, se sigan callando bocas con más subvenciones a los adictos al régimen imperante.

Antonio CAMPOS

Pedro Sánchez debe dimitir antes que la situación sea insostenible

Una de las Leyes de Murphy dice: “Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más perjuicios será la que salga mal”. A nuestro presidente Pedro Sánchez ya no le respeta nadie y todo el mundo quiere sacar tajada de su debilidad política, más aún cuando dirham lo que dirham los demás, como cantó Raphael.

Bildu exige a Sánchez una excarcelación masiva de presos de ETA, que alcanzaría a más de la mitad de esos presos porque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha rechazado el recurso que presentó España, a través de la Abogacía del Estado, y que no se ha recurrido, contra la sentencia de Estrasburgo que condenó al Estado español por vulnerar el derecho del etarra Xavier Atristain, ya que mientras estuvo incomunicado en prisión preventiva se le negó el acceso a un letrado de su elección y fue interrogado por la Policía sin la presencia de un abogado. ¿Somos tontos, incapaces, o pensamos mal y creemos que se ha actuado así a propósito y se han dejado correr los tiempos buscando este resultado final?

Seguimos a lo escrito por Javato González en “ETA – Origen e ideología”: El nacionalismo vasco surge como reacción a los síntomas de modernización e industrialización en el País Vasco, con la masiva llegada de obreros inmigrantes a la emergente industria vizcaína … con la siguiente situación de partida: una nación esencial y providencialmente católica, sumida en un proceso de decadencia moral y religiosa por el contagio de ideas y costumbres corruptas extranjeras, y una fórmula salvadora: aislamiento para evitar el contagio, purificación de elementos impuros y recuperación de viejas esencias.

Hacia 1892, Sabino Arana Goiri (Vizcaya, 1865 – Vizcaya, 1903), fundador del nacionalismo vasco, difunde una serie de escritos que comienzan a plantear la legitimad del antagonismo entre España y el País Vasco, por el que la nación vasca se fundamenta en una serie de caracteres: “primero, la raza; segundo, la lengua; tercero, el gobierno y las leyes; cuatro, el carácter y las costumbres, y quinto, la personalidad histórica”, configurando, así, un nacionalismo fundamentado en la tradición, la raza y la religión. Arana elabora un imaginario doctrinal que se apoya en la pureza racial de los vascos, manifestada en la ausencia de corrupción de la raza ancestral euskalduna con respecto a otras etnias inferiores, como la judía o la mora; y en la pervivencia del euskera. De esta forma presenta un panorama en el que los puros, los vascos, se ven sometidos a la tiranía de los españoles, definidos como un pueblo inferior, degenerado y corrupto que ha traído la perdición a Vizcaya. No sé a ustedes, pero a mí me suena esto a algo parecido a lo que pregonaba Hitler.

Siguiendo ese postulado, el 31 de julio de 1959 (aniversario de la fundación del PNV y festividad de San Ignacio de Loyola) nace Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), ETA, formada mayoritariamente por estudiantes de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Deusto procedentes casi todos de familias burguesas en las que predominaba el sentimiento nacionalista.

Organizados como grupo terrorista, actuaban en distintos niveles:

•Grupos ‘X’, formados por jóvenes radicales encargados de realizar destrozos callejeros.

•Grupos ‘Y’, compuestos por un máximo de cinco personas, se dedican a cometer pequeños atentados.

•Grupos ‘Z’, integrados por miembros especializados, son los responsables de los coches bomba y de los asesinatos.

Cometen su primer asesinato el 7 de junio de 1968 y desde entonces ETA ha dejado un balance atroz, lleno de dolor y de familias rotas: 854 personas asesinadas (853 según los datos del Ministerio del Interior más el policía Jean-Serge Nèrin, asesinado en Francia el 10 de marzo de 2010) y varios miles de heridos y amenazados. De los muertos, en torno a 500 eran miembros de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (fundamentalmente, y por este orden, guardias civiles, policías nacionales y militares). El resto, políticos, periodistas, jueces, empresarios, gente que pasaba por allí…

Las estadísticas de víctimas mortales van mostrando los cambios estratégicos en la historia criminal de ETA. Antes de la muerte de Franco, entre 1968 y 1975, ETA mató a 44 personas (solo el 5% del total de su historial de asesinatos). Poco después, y tras dos años relativamente similares en número de víctimas mortales (18 en 1976 y 12 en 1977), en 1978 —el año en el que se aprueba la Constitución— el número de asesinatos se multiplicó brutalmente: 65 en 1978, 77 en 1979 y 95 en 1980 (el año con mayor número de muertos). En tan solo tres años perdieron la vida 237 personas.

El 17 de marzo de 2017 ETA anunció su desarme definitivo de manera unilateral y sin condiciones.

Estos son, de forma muy resumida, los actuales amigos de nuestro presidente Pedro Sánchez, con quienes dijo por activa y por pasiva que no iba a pactar -“le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar, si quiere lo digo 5 veces, o 20. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar”-y que, al poco tiempo, no hace otra cosa que “blanquear” la historia bilduetarra, cambiar la forma de contarlo en los libros de enseñanza de nuestros menores, que desconocen el sufrimiento que unos asesinos confesos y convictos infringieron a los españoles, pero lo que no puede ni podrá nunca, es engañarnos a todos los que vivimos en primera persona aquellas luctuosas etapas de muerte y duelo en toda España.

Y como “a perro flaco, todo son pulgas”, ERC exige al presidente un indulto general a todos los relacionados con el independentismo catalán, en especial a los CDR-Comités de Defensa de la República, grupos de activistas organizados surgidos en Cataluña en 2017 con el objetivo inicial de facilitar la realización del referéndum de independencia del 1 de octubre,​ suspendido por el Tribunal Constitucional, y cuyo/os líder/es eran controlados por el CNI con autorización judicial, y anular la causa contra Tsunami Domocràtic creada con el mismo objetivo.

Pero hay más. Podemos quiere despenalizar las injurias a la Corona española y el enaltecimiento del terrorismo, la difusión de imágenes de los agentes policiales, legalizar las manifestaciones espontáneas y sin comunicación previa a la autoridad competente y eliminar la presunción de veracidad de los atestados policiales, en resumen, legalizar la algarabía y altercados callejeros al albur de una nueva ley de Seguridad Ciudadana que ellos dicen será de “regeneración democrática” para, cuando sean desalojados del poder, campar a sus anchas en piquetes y milicias como en los años 30 del siglo pasado, aunque me da a mí que van a cambiar las leyes y que tras la aprobación del aborto a las menores -aquí sí que solo hay un género por más que se empeñen las iletrades del reino- de dieciséis años, vendrá el voto a partir de esa edad para intentar prolongar su estancia en la política. Todo ello con el Partido Popular como cooperante necesario para aprobar esta ley.

En España estamos atravesando una situación definida por Ley de Leahyn: “Si se hace mal algo con bastante frecuencia, se convierte en correcto”. Y los socialistas que siguieron y votaron la socialdemocracia de Felipe González lo siguen haciendo con el social comunismo de Pedro Sánchez, cuando nada tiene que ver una cosa con la otra. Aquellos querían el bien y la riqueza para todos los ciudadanos; estos quieren la pobreza, la sumisión y la revuelta radical para perpetuarse en el poder. Y como no son bastantes por sí mismo, tienen que apoyarse en quienes quieren destruir España como nación e implantar una sociedad de subvencionados en primer tiempo de saludo con quien les llena el plato de sopa (boba). Lo más grave de todo ello es que los socialistas históricos que votaban a Felipe González y ahora lo hacen con Pedro Sánchez, o eran unos falsos entonces o lo son ahora, o estómagos agradecidos que no tienen dónde caerse muertos fuera del ámbito de la canonjía política que ocupan.

En cualquier caso, a un jefe se le obedece porque se le quiere o porque se le teme. A Pedro Sánchez no lo quiere nadie, y para mí que ahora tampoco nadie le teme, pues sus últimas actuaciones más que de política nacional han sido de toma de decisiones a título personal y huelen peor que el barrio viejo de curtidores de pieles de Fez.

Si Pedro Sánchez antepone España a su narcisismo personal, debería dimitir por las mismas razones que lo hizo Rajoy, unas públicas y otras ocultas, pero, en todo caso, para que perdure la democracia en esta nación que se llama España.

Antonio CAMPOS

Hemos matado a 001

El cese de Paz Esteban López, directora del CNI, en los Servicios de Inteligencia Españoles desde 1983, experta en islamismo, que ha vivido desde dentro momentos cruciales en la historia reciente de España, conocedora de los secretos más insondables como el 23-F, el 11-M, todo lo relacionado con ETA, con el golpe de Estado de los independentistas catalanes del que ahora se ha sabido que hasta el mismo Ministro de Justicia que firmó el indulto se oponía a ello, financiación de partidos políticos, comisiones y portazgos reales y de otros muchos venidos arriba desde la nada, piezas transmitidas desde otros servicios secretos del espionaje de los teléfonos con conversaciones personales y oficiales que podrían hacer mucha sangre, todo ha sido inútil. Ha sido inmolada, sacrificio humano en ara a la tradición cananea y fenicia para aplacar a Baal Melgart, su divinidad principal, para la protección de la ciudad, menguar la ira y favorecer los vientos y el ambiente propicio para la navegación.

Y ¿qué mal ha hecho esta mujer? Ser fiel patriota y defensora de la nación española, cumplidora de la Constitución y salvaguardar, bajo amparo judicial, al país de traidores con ánimo de reincidencia, y dar información de ello al organismo máximo de secretos oficiales del Estado, en dónde se sienta el último jefe de ETA detenido en 2015 y golpistas catalanes. Este es un país de locos.

En el mismo día he escuchado una entrevista a un socialista histórico, Francisco Vázquez, exalcalde de La Coruña y exembajador ante la Santa Sede, entre otros muchos servicios a España, en la que ha dicho que “el PSOE en el que yo milité no existe; ahora hay algo, que yo no sé lo que es …..” evitando así, con diplomacia, nombrar a Pedro Sánchez como la amalgama del uso del poder por egocentrismo, vicio o enfermedad y no como servicio público a los ciudadanos.

Siguiendo con las coincidencias, el General Jefe del Mando de Personal del Ejército de Tierra manifiesta que no se cubren las vacantes para ascenso para desempeño del mando de importantes brigadas y batallones. Ahí lo ha dejado, pero evidentemente calla porque el ascenso a general lo tienen topado si no los señalan con el dedo índice de su militancia ciega a la causa del momento.

Tres mil personas que trabajan oficialmente para el CNI y cerca de otros dos mil colaboradores extraoficiales, no solo temen por su seguridad e identificación por parte de quienes en cualquier momento podrían proporcionarles un ataque o atentado personal, sino que ven que su labor profesional diaria, la verdad que algún día contará la historia, queda subyugada por intereses espurios personales que se anteponen al general de todos los españoles.

Dejo al margen en estos momentos una figura muy discutida y discutible, nombrada en el Expediente Royuela repetidamente -he escrito en varias ocasiones que acusados o acusador tienen que estar en la cárcel dada la gravedad de los hechos relatados- que ha aparecido siempre como defensora de España en su conjunto y del Ejército en concreto, pero que debería haber dimitido si no quiere que se la vea como colaboradora necesaria en el cese, por defender a España y decir la verdad, de la directora del CNI, que depende de ella.

Una vez más, otra triste historia que servirá de escarnio en los servicios secretos de los países democráticos, que así aumentarán su infraestructura en territorio español y evitarán en lo posible el intercambio de información.

Antonio CAMPOS

Todo a un euro – 020

020 – Traición socialista  

El Parlamento Europeo ha aprobado el 21 de abril que se investiguen los crímenes de ETA como delitos de lesa humanidad, con la oposición del PSOE durante el periodo de enmiendas y hasta el último momento que, constatando que iba a perder la votación de una forma clara y quedar en evidencia ante todo el mundo democrático, lo hizo a favor.

ETA, por mucho que ahora se quiera blanquear por ser una de las fuerzas políticas que mantienen a Pedro Sánchez en el poder, fue una organización terrorista nacionalista vasca, independentista, abertzale, socialista y revolucionaria, que asesinó a 864 personas, entre ellas 22 niños, policías, guardias civiles, militares y personal civil. De todos esos atentados, siguen sin esclarecerse 379 muertes. Y ha quedado recogido por respetadas plumas periodísticas la colaboración, en muchos casos por omisión, de miembros de la iglesia católica, del PNV y de muchos aldeanos y personal civil que eran informadores de los terroristas.

Víctimas de ETA fueron los políticos socialistas: Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente, Fernando Buesa, Juan María Jáuregui, Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede y Joseba Pagazaurtundua. Todos ellos deben estar retorciéndose de dolor en sus tumbas al ver como un personaje ruin, hipócrita, mentiroso y con insaciables deseos de poder, traiciona el socialismo de la transición democrática por el que ETA cercenó sus vidas, a cambio de acabar con España como nación e implantar un marxismo anquilosado en el siglo XIX que, como las meigas, que yo no las he visto pero dicen que existen, es el inicio del caos para que un nuevo orden mundial se presente como salvador.

Y el pueblo español, una vez más, clama:

“¡Cuántos ojos que lloraban de grande que era el dolor!

Y de los labios de todos sale la misma razón:

¡Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor!”

11-M

Por Isaac Palomares

Dia 11 de marzo de 2022, 18 años después de uno de los atentados más duros y sangrientos de nuestra Historia.

Esta noche quiero hacer una reflexión que sé que a muchos no va a gustar.

Hoy escuchaba una frase: «pacto de la infamia» por el acuerdo entre PP y VOX en Castilla y León.

Ya sé que en estos tiempos lo más fácil es seguir la corriente de los tiempos, de los que tienen el poder, pero yo no pienso hacerlo.

Pacto de la infamia es única y exclusivamente el que existe con Bildu, con los amigos y compañeros de los etarras, con los independentistas golpistas que en 2017 intentaron destrozar nuestro país.

Es muy fácil para muchos de vosotros llamar nazis a los integrantes de VOX, pero os voy a decir que no se han comido ni se comen a nadie.

Los únicos que han asesinado son los etarras, los únicos que han dado un golpe de Estado son los independentistas catalanes.

Sinceramente, muchos de vosotros, independientemente del color político, siempre dentro de la democracia, tenéis amigos, tenéis familiares, tenéis paisanos que han muerto bajo las balas y las bombas de ETA, y aun así os dejáis seducir por esa frase de pacto de la infamia.

Lo más fácil es callar, lo más fácil es seguir el dictado de los que hoy por hoy nos llevan al desastre.

Me siento triste de que no pase nada ante una foto con bilduetarras , con los golpistas independentistas que intentaron romper España, que arrojaban piedras y todo tipo de objetos a los Mossos de Escuadra, a la Policia Nacional y a la Guardia Civil.

Muchos de vosotros que ahora calláis o aplaudís, en aquél momento aplaudíais a nuestros miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad cuando iban a Cataluña a luchar contra un referendum ilegal que nos quería hurtar la democracia y el Estado de Derecho. Muchos de vosotros llorabais cuando asesinaban a más de ochocientos sesenta seres humanos, entre ellos 22 niños, muchos de vosotros os manchabais las manos de blanco cuando ejecutaron de forma vil y cruel a Miguel Angel Blanco….

Yo siempre estaré con las víctimas, yo siempre estaré con la Guardia Civil, con nuestra Policía Nacional, nuestros militares, porque ellos son los garantes de nuestra democracia, son los que cuando hay problemas o la cosa se pone fea , están ahí dando la cara y la vida por los demás sin preguntar por la ideología.

Sinceramente os pido que os lo hagáis mirar, y quiero decir alto y claro que siempre estaré con Maite Araluce, con MIguel Folguera, con Angeles Pedraza, con Marimar Blanco Garrido, con Consuelo Ordoñez, con todos los que siguen luchando por los  que merecen la pena. MEMORIA, VERDAD, DIGNIDAD Y JUSTICIA. ¡¡¡VIVA ESPAÑA¡¡¡¡ VIVA EL REY¡¡¡

La prevalencia de la mentira sobre la verdad

Artículo de Jaime Mayor Oreja publicado en El Mundo, 20 de octubre de 2021

Les aseguro que no tenía intención alguna de escribir artículo alguno en esta fecha aniversario de la declaración solemne del final de ETA. Reconozco que viendo en estas horas reiteradamente la prevalencia de la mentira sobre la verdad, contemplando la presencia exhaustiva del portavoz del proyecto de ETA, y de otros dirigentes socialistas, he considerado que mi silencio total sería cómplice de la situación y, por ello, culpable.

No hay novedad alguna en el contenido de las palabras de Otegi y de Rodríguez Zapatero estos días, pero sí la confirmación de un proceso, que al inicio negaron radicalmente, y que hoy incluso ellos van desvelando al menos en parte.

Tras la llegada al poder de los socialistas, después del atentado del 11-M, se produjo un acuerdo marco entre ETA y Rodríguez Zapatero, en virtud del cual se acordó una colaboración entre ambos. ETA, muy debilitada por la actuación de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Justicia, dejaba de matar, y Rodríguez Zapatero ofrecía la destrucción no solo del orden constitucional del 78 y del espíritu de la Transición sino también la de un orden social asentado en los fundamentos cristianos.

Esta colaboración y este proceso darían lugar años después a un Gobierno Frentepopulista, no solo a lo que algunos dicen que es un Gobierno Frankenstein.

Este acuerdo no cambiaba un centímetro la naturaleza de ETA, que más que una estricta organización terrorista ha sido siempre esencialmente un proyecto de ruptura de España, tanto de la nación como de sus fundamentos históricos.

Por el contrario, provocó una metamorfosis profunda del partido socialista, que repetía e imitaba una transformación similar a la que se produjo en su seno en la mitad de la II República española, cuando tras la victoria de las derechas apuntó a la revolución social y al Frente Popular de 1935.

La moción de censura de mayo del 2018 contra Mariano Rajoy era una pieza, un instrumento, un estadio necesario de este proceso, en el que ya era indispensable configurar un frente popular o un frente de ruptura en el Gobierno.

La presencia de ayer tan protagonista del portavoz del proyecto político de ETA vuelve a poner de manifiesto la mentira de la derrota de ETA, sin paliativo alguno. Se ha negociado un proceso con ETA, no se ha derrotado a ETA. Y los que hablan todos los días de derrota de la misma ni entienden ni comprenden el carácter, la naturaleza, los objetivos de ruptura y de fractura de su proyecto.

No son los herederos de ETA; Bildu nunca ha existido como tal, Bildu nunca se ha rebelado contra ETA, porque en términos de proyecto político solo ha existido, existe y existirá ETA. Lo demás son subterfugios, falsos relatos en determinados momentos para evitar su ilegalización, en otros para justificar la aproximación del partido socialista a ETA, para que el proceso se hiciese realidad.

Por el contrario, la pregunta que al menos yo me hago, y no creo equivocarme en que muchos de los dirigentes de ese entorno se la hacen, es cuándo van a volverse a llamarse como lo que realmente son: ETA.

No nos engañemos, no tienen sentimiento de derrota, porque están ganando por goleada.

Puede ser una imagen de texto que dice "ETA ASESINA 864 asesinatos"

¿Cómo van a estar en la derrota si tienen miles de concejales y cargos electos en el País Vasco, si cogobiernan España a través del proceso referido, si son permanentemente protagonistas en la política española, si se han convertido en un eje esencial de una alternativa de izquierdas en el País Vasco, si están avanzando en la exclusión y en la derrota del Partido Nacionalista Vasco, por ejemplo, en gobiernos municipales como los de Irún y Eibar? ¡Ya me gustaría a mi sufrir esta derrota!

Los frentes, como los que nos malgobiernan, se aproximan a lo que denominamos «democracias populares », que han sido y son siempre la antítesis de la democracia. Los frentes son tan perversos que nos anestesian a los que no formamos parte del mismo.

Nos dividen, nos separan, nos confrontan, debido a la excepcionalidad y anomalía de este instrumento para una democracia occidental consolidada.

Cambian las reglas de juego, embarran el terreno hablando, eso sí, todos los días de diálogo y concordia, y de ahí que el mayor error que pueden cometer los partidos políticos que no estén en el frente, esto es, aquellos que tratan de diseñar una alternativa política y social, es que no comprendan su auténtica naturaleza.

El mayor error es que piensen que enfrente tienen a un Gobierno de coalición, dentro de las coordenadas de normalidad de una democracia.

Un frente es cualquier cosa menos un Gobierno de coalición.

Es verdad que la crisis económica expulsó del poder a Rodríguez Zapatero en 2011, pero en aquella fecha aquel Gobierno representaba y significaba solamente un proyecto que sin duda había comenzado, pero que esencialmente era para el futuro.

Perdieron las elecciones, pero mantuvieron el proyecto y consolidaron el frente.

En la fecha de hoy, no nos enfrentamos solo a un proyecto sino que nos gobierna un frente, una realidad, no solo un proyecto. Quienes están en la cabeza son la extrema izquierda del País Vasco, ETA y Esquerra Republicana de Cataluña. Más aún, ERC, que había acordado en el año 2003 en Perpiñán una tregua de ETA en Cataluña, se fue convirtiendo a través de las instituciones catalanas en la vanguardia del movimiento nacionalista, sustituyendo al crimen de ETA.

Podemos juega el papel de embajador de ambas formaciones y, sin duda, el líder principal en el seno del Gobierno es su presidente, Pedro Sánchez.

Los frentes no tienen límites, ni morales ni demo Democráticos ni legales. Se resistirán a la pérdida del poder; desde el extremo harán todo lo que tengan que hacer para evitar esa situación, ilegalizarán todo lo que impida su mantenimiento y su presencia en el mismo.

Puede que no sea necesario, pero, si lo fuese, no les temblará el pulso, porque en los frentes nunca gobiernan los moderados sino que se imponen siempre los extremos.

Este frente ya ha definido su avance en una doble dirección en estos meses. En primer lugar, la sustitución, el reemplazo, la destrucción de un orden social, asentado en fundamentos cristianos: la vida, la familia, la naturaleza de la dignidad de la persona.

Avanzan en este ámbito como elefante en cacharrería, con enorme facilidad, sin resistencia, y es un proyecto global, total, de ingeniería social. Están reinventando la naturaleza humana, la familia, la historia, la biología.

La segunda dirección significa un avance para la aproximación con nacionalistas vascos y catalanes.

Es más difícil este ámbito que el primero, pero ya claramente apuntan a la reforma constitucional, que en su opinión es el mejor envoltorio de los posibles para la destrucción del orden constitucional de 1978.

Se aproximan, por difícil que parezca, a la autodeterminación, que es el único objetivo que daría satisfacción a todos los nacionalistas. No es fácil pero lo van a intentar sin admitir que se aproximan a la autodeterminación, pero imitando la mentira que también han puesto de manifiesto negando la negociación con ETA. En definitiva, dejémonos de relatos.

Simplemente busquemos, defendamos la verdad de nuestro pasado inmediato y de nuestro presente.

Si no somos capaces de defender lo que hemos vivido, en directo y en vivo, ¿cómo vamos a hacer frente a la leyenda negra, a la distorsión de la historia lejana de España? Y especialmente, ¿cómo vamos a afrontar nuestro futuro desde la mentira como proyecto?

No hay novedad, hay confirmación de que el proyecto al que hacemos frente se asienta no solo en la mentira, sino en el desprecio brutal de la inteligencia de millones de españoles.