España – Guerra Civil – 1ª parte
Nota del editor del Blog: Hemos dedicado varios Capítulos a la II República Española, al tema del Oro de Moscú y a saber quién era Franco. Habrán visto que “cada uno cuenta la Historia según sus ideas”. Lo que sí es verdad que, en ese ambiente de odio entre hermanos, la República ostentaba el poder y el Gobierno establecido, y Franco se alzó militarmente contra ella. Estos son los hechos.
De: La Guerra Civil Española – Tomo III – Hugh Thomas – Ediciones Urbión – 1983
El 23 de junio de 1936 el general Francisco Franco escribió al jefe del Gobierno, Casares Quiroga. La carta mostraba su preocupación por las divisiones existentes dentro del cuerpo de oficiales, reflejo de la nación dividida. Franco protestaba contra las privaciones de mando a militares de derechas … El jefe del Gobierno no contestó a su carta … Parece ser que el alzamiento militar estaba decidido, pero Franco vacilaba … A finales de junio llegó la fusión entre los movimientos juveniles socialista y comunista, que dio lugar a la JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) … El 8 de julio fueron detenidos en Madrid setenta falangistas, y varios centenares en provincias, acusados de sedición
En Londres, Luis Bolín, corresponsal en aquella ciudad del diario monárquico ABC, había Alquilado un Dragón Rapide al Olley Air Service para trasladar a Franco desde Canarias hasta Marruecos, con parada previa en Lisboa, Casablanca, Cabo Yuby y Las Palmas, donde se estaban realizando maniobras de La Legión y Los Regulares, y donde el plan preveía que asumiría el mando del ejército de África desde Tenerife… El 11 de julio, el jefe del Gobierno fue advertido de lo que iba a ocurrir: “¿Con que aseguran ustedes que van a levantar a los militares? Muy bien, yo, en cambio, me voy a acostar” …
El 12 de julio fue asesinado el socialista Teniente Castillo, de la Guardia de Asalto, por cuatro hombres armados con revólveres, en plena calle … El 13 de julio fue asesinado el líder de la oposición parlamentaria José Calvo Sotelo a quien dos días antes La Pasionaria le había gritado en Las Cortes: “Este es su último discurso”, aunque esta expresión no consta en el Diario de Sesiones. El asesino fue el joven socialista Luis Cuenca, miembro de la policía regular … El gobierno suspendió los periódicos derechistas YA y Época del 14 de julio por publicar relatos sensacionalistas del asesinato de Calvo Sotelo, sin haber sometido previamente los originales a la censura …
El general Amadeo Balmes, gobernador militar de Las Palmas, se mató accidentalmente en unas prácticas de tiro, lo que dio una excusa a Franco para acudir desde Tenerife a Las Palmas al entierro. A las 12:30 de la madrugada, en la noche del 16 al 17 de julio, el general Franco subía a bordo del pequeño barco que hacía el servicio entre las islas, acompañado de su esposa y su hija, en la primera etapa de un viaje que le llevaría al supremo poder en España.
De: Guerra Civil Española | Historia de España – https://historiaespana.es › Edad Contemporánea
En respuesta a la muerte del teniente José Castillo, los izquierdistas asesinaron a José Calvo Sotelo, líder de la oposición derechista. Esta fue la chispa que incendió la guerra civil española.
El 17 de julio de 1936, cuatro días después del asesinato de Calvo Sotelo, el General Francisco Franco, encabezo un levantamiento general en las Islas Canarias, para luego pasar a Marruecos español, siendo secundado por otras guarniciones en la península.
El alzamiento militar fue considerado por sus protagonistas como un pronunciamiento del ejército, “unido a las demás fuerzas de la nación”, para restablecer el orden público, el principio de autoridad y para defender la unidad de España.
Así se inició una sangrienta guerra civil entre dos frentes. Por un lado, los izquierdistas, apoyado por Rusia, Francia e Inglaterra y, por otro lado, los derechistas, con el respaldo de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler.
Los militares golpistas de África atravesaron el Estrecho de Gibraltar, en agosto de 1936. En setiembre conquistaban Toledo, liberando a los soldados franquistas, que se encontraban sitiados en el Alcázar de Toledo. Poco después, el 1º de octubre del mismo año, Franco fue designado Jefe de Estado.
Desde los momentos iniciales, los insurrectos encontraron dura resistencia en los izquierdistas, pero el auxilio de Alemania e Italia, que acudieron con cerca de 100,000 soldados en favor de Franco, inclinaron la balanza en beneficio de los derechistas. En esa oportunidad la aviación nazi bombardeó pueblos indefensos, como Guernica, inmortalizado más tarde en el famoso óleo pintado por el genio de Pablo Picasso (*).
Contra la intervención de los gobiernos fascistas lucharon voluntarios de todo el Mundo, agrupados en las “Brigadas Internacionales”. Sin embargo, fueron doblegados después de acciones heroicas en Brúnete, donde sucumbieron 40 mil soldados de los ejércitos contendientes, Teruel, Río Ebro, Santuario de Santa María de la Cabeza y Barcelona.
Las sucesivas derrotas republicanas obligaron a dimitir al presidente Azaña. Seguidamente cayó Madrid y sus bravos defensores. El 1º de abril de 1939, el General Francisco Franco anunció oficialmente el fin de la guerra, tras haber sido nombrado Jefe del Estado español y Generalísimo de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire. Se inicia así la dictadura franquista en España, que había de durar hasta 1975, en que le sucedió el príncipe Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII.
(*) En la actualidad hay autores que mantienen que este cuadro fue un homenaje al torero Sánchez Mejías, muerto antes del inicio de la Guerra Civil, en la plaza de toros de Manzanares (Ciudad Real).
De: https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_civil_española
A las partes del conflicto se las suele denominar bando republicado y bando sublevado:
- El “bando republicano” estuvo constituido en torno al Gobierno, formado por el Frente Popular, que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos – Izquierda Republicana y Unión Republicana- con el Partido Socialista Obrero Español, a la que se habían sumado los marxistas-leninistas del Partido Comunista de España y el POUM, el Partido Sindicalista de origen anarquista y en Cataluña los nacionalistas de izquierda encabezados por Esquerra Republicana de Cataluña. Era apoyado por el movimiento obrero y los sindicatos UGT y CNT, los cuales también perseguían realizar la revolución social. También se había decantado por el bando republicano el Partido Nacionalista Vasco, cuando las Cortes republicanas estaban a punto de aprobar e Estatuto de Autonomía para el País Vasco.
- El bando sublevado, que se llamó a sí mismo “bando nacional”, estuvo organizado en torno aparte del alto mando militar, institucionalizado inicialmente en la Junta de Defensa Nacional sustituida tras el nombramiento de Francisco Franco como Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado. Políticamente, estuvo integrado por la Falange Española, los carlistas, los monárquicos alfonsinos de Renovación Española y gran parte de los votantes de la CEDA, la Liga Regionalista, y otros grupos conservadores. Socialmente fue apoyado por aquellas clases a las que la victoria en las urnas del Frente Popular les hizo sentir que peligraba su posición; por la Iglesia Católica, acosada por la persecución religiosa desatada por parte de la izquierda nada más estallar el conflicto y por pequeños propietarios temerosos de una “revolución del proletariado”. En las regiones menos industrializadas o primordialmente agrícolas, los sublevados también fueron apoyados por numerosos campesinos y obreros de firmes convicciones religiosas.11
Víctimas de la Guerra Civil
El número de víctimas civiles aún se discute. Algunos afirman exageradamente que la cifra se situaría entre 500 000 y 1 000 000 de personas.2 Muchas de estas muertes no fueron debidas a los combates, sino a la represión en forma de ejecuciones sumarias y paseos. Esta se llevó a cabo en el bando sublevado de manera sistemática y por orden de sus superiores, mientras en el bando republicano se produjo de manera descontrolada en momentos en que el gobierno perdió el control de las masas armadas.319 Los abusos se centraron en todos aquellos sospechosos de simpatizar con el bando contrario. En el bando sublevado se persiguió principalmente a sindicalistas y políticos republicanos (tanto de izquierdas como de derechas), mientras en el bando republicano esta represión se dirigió hacia simpatizantes de la reacción o sospechosos de serlo y sacerdotes de la Iglesia Católica, llegando a quemar conventos e iglesias y asesinando a obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. Es incalculable la pérdida en el patrimonio histórico y artístico de la Iglesia católica, pues se destruyeron unos 20 000 edificios —entre ellos varias catedrales— incluyendo su ornamentación (retablos e imágenes) y archivos.
El número de muertos en la guerra civil española solo puede ser estimado de manera aproximada. El bando sublevado estableció una cifra de 500 000, incluyendo además de los muertos en combate, a las víctimas de bombardeos, ejecuciones y asesinatos. Estimaciones recientes arrojan esa misma cifra de 500 000 muertos o algo menos, sin incluir a quienes murieron de malnutrición, hambre y enfermedades engendradas por la guerra. La cifra de un millón de muertos, a veces citada, procede de una novela de Gironella, que la justifica entre los 500 000 reconocidos y otros tantos cuya vida resultó irremediablemente destrozada.
De: Javier Paredes – Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Alcalá de Henares
Franco fusiló a 22.642 personas, el Frente Popular a 70.000
Y ojo: los condenados a muerte por el franquismo lo fueron por sentencia de un tribunal y por delitos de sangre, nunca por disidencia política. En ese caso, les caían penas de prisión. Javier Paredes 02/09/18 09:00 en hispanidad.com
Franco fusiló a 22.642 personas, el Frente Popular a 70.000
“En ocasiones veo muertos…”. Yo, no. Yo, todavía, no. El que los ve es Haley Joel Osment, el niño de la película titulada El sexto sentido, que hasta llegó a estar nominado para un Óscar por su actuación. Pero tan cierto como que yo no los he visto, es que hace años sí que tuve una cierta relación con los difuntos y, por lo tanto, parafraseando al niño actor puedo afirmar con toda propiedad:
“¡En ocasiones he contado muertos!”.
Fuera miedos, que lo mío no es de suspense. Se lo cuento. Hace ya muchos años, muchos más de los que a mí me gustaría, andaba yo por tierras del norte ocupándome en escribir mi tesis doctoral, a la vez que me ganaba la vida dando clases de Historia Contemporánea en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Navarra.
Y resultó que uno de los días nublados de Pamplona, que son unos cuantos al año, apareció por aquella ciudad Ramón Salas Larrazábal. A Don Ramón —como naturalmente yo le llamaba— le sorprendió la Guerra Civil siendo estudiante de Ciencias y se alistó en El Requeté. Terminada la contienda ingresó en el Ejército del Aire, formó parte de la Escuadrilla Azul en la guerra contra Rusia y como militar hizo una brillantísima carrera.
Pero Ramón Salas Larrazábal, además de militar, buena persona y gran conversador, era un historiador como la Plaza del Castillo que, si no es la más grande, desde luego es la más famosa de las plazas de Pamplona. Por entonces, preparaba su libro sobre las cifras de la Guerra Civil. Así es que a mí, que era un niñato que estaba empezando, todo esto me animaba a saludar a un historiador consagrado.
Nunca había coincidido personalmente con Salas Larrazábal, pero me di maña para llegar hasta él y presentarme. Y nos caímos tan bien desde el primer momento que los dos días que Don Ramón permaneció en Pamplona, le acompañé a todos los lados. Bueno, a decir verdad, realmente todos los sitios por los que anduvimos se redujeron a dos, porque no fuimos a ningún otro. Solo estuve con él en el hotel donde se alojaba y en el Registro Civil.
Don Ramón, por aquellas fechas, había visitado ya la casi totalidad de los Registros Civiles de España, contando, uno a uno, los muertos de la Guerra Civil de los dos bandos y los fusilados de la postguerra. Me pidió que le ayudará, lo que fue todo un honor para mí durante los dos días que estuvimos trabajando juntos.
Él me explicó que en el Registro Civil no se puede hacer constar los motivos infamantes de la muerte de los reos, de manera que Don Ramón ya me advirtió que nunca me encontraría un registro que dijera que una determinada persona había sido fusilada. Pero tampoco era difícil descubrirlo, porque los que nosotros teníamos que contar no se morían ni de cáncer, ni de pulmonía con los fríos de Pamplona, sino que fallecían de hemorragia en las tapias de la Vuelta del Castillo (no es coña). Y no hace falta haber vivido en la capital de Navarra para saber que ese no es el nombre de ningún hospital.
Don Ramón me contagió su paciencia benedictina, lo que me permitió aguantar sin desfallecer y llevar a cabo aquella tarea tan rutinaria y tan pesada. Y nos dimos una soberana paliza a trabajar, hasta que revisamos todos los tomos de defunciones del Registro Civil. Por lo tanto, no miento: “Yo, en ocasiones, he contado muertos”.
Así es el trabajo del historiador: silencioso, humilde, minucioso y muy largo, y todo para, al final, obtener un dato o una cifra exacta. Todo lo contrario del método del toca-memorias Pedro Sánchez, al que después de pasarme más de cuarenta años desatando el balduque de los legajos en archivos no puedo menos que decirle, para mi desahogo, lo mismo que le soltó el labriego al vecino inoportuno: “no me toques las memorias…, que vengo de vendimiar”. Aunque ahora que lo pienso, ya no recuerdo si el aldeano dijo exactamente eso, o dijo otra cosa.
Me llevan los señoritos cuando oigo las cifras que se están dando sobre los represaliados por Franco, las llamadas por el toca-memorias “víctimas del franquismo”. No pocos políticos, periodistas y contertulios repiten los tópicos y las mentiras de siempre, sin documentarse, sin haber leído nada, despreciando a Ramón Salas Larrazábal y a otros tantos que, como él, se dejaron la vida en la recolección de la uva histórica.
Pues bien, veamos, en esta ocasión, la mentira y la verdad sobre el número de los fusilados después de la Guerra Civil, que de los penados con cárcel me ocuparé en otra ocasión, en algún próximo domingo.
Conviene aclarar que todo lo de la Guerra Civil y sus secuelas es deseable que no hubiera pasado pero, puesto que pasó, contémoslo como fue. Los condenados a muerte después de la guerra lo fueron por sentencia de un tribunal y en todos los casos fueron condenados a la pena capital por haber cometido delitos de sangre, nunca por disidencia política, porque en ese caso, les caían penas de prisión.
Javier Paredes Alonso
Es decir que, en principio, estos condenados tuvieron más garantías que las dispensadas por los socialistas que asesinaron a Calvo Sotelo, y, desde luego, mayor culpa que la del jefe de la oposición de la derecha durante la Segunda República.
Además, es de justicia reconocer que no es lo mismo juzgar y fusilar a un asesino, que matar y violar a monjas y laicas católicas como hicieron los socialistas y sus aliados del Frente Popular. Sin duda, y a pesar de todos los defectos que se quiera, tuvieron muchas más garantías los tribunales militares de la postguerra, que las actuaciones de los matones de las checas, regentadas por socialistas, comunistas y anarquistas.
Además, cuando se habla de los fusilados de la postguerra por cometer delitos de sangre, conviene recordar que, por entonces, la pena de muerte estaba vigente en muchos países con regímenes democráticos. Sin ir más lejos, nuestros vecinos, los franceses, abolieron la pena de muerte en 1975.
La primera cifra de los fusilados la proporcionó Heriberto Quiñones, un comunista que fue detenido en 1941, cuando intentaba reorganizar el partido, al que se le incautó un informe en el que afirmaba que, desde abril de 1939 hasta 1941, se había asesinado a medio millón de personas en paseos y ejecuciones.
Y esa fue la cifra oficial para la izquierda durante un tiempo, hasta que Gabriel Jackson, en 1967, la rebajó a 200.000. Ocurrió que Jackson había visto una estadística que hablaba de 213.843 muertes violentas. Él redondeo hasta los doscientos mil, pero su sectarismo le impidió ver que esa violencia de la estadística se refería a muertes que incluían homicidios, envenenamientos, incendios, epidemias, hambre, frío, etc… Y lo increíble es que todavía algunos siguen a cuestas con la cifra de los 200.000 fusilados.
En mis años de estudiante, Ramón Tamames nos comía el coco a los que cursábamos la carrera de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid y nos daba la cifra de 105.000 fusilados. Eran otros tiempos para el comunista Tamames de entonces, aunque las malas lenguas ya decían que le seducía el capitalismo, porque le gustaba el dinero más que comer con los dedos y que cobraba hasta por dar los buenos días.
A día de hoy, la cifra más creíble es la que proporciona Carlos Fernández Santander, que da un total de 22.642 fusilados en doce años, de 1939 a 1950. Cifra a la que si se quiere se puede añadir las 1.362 muertes violentas por causas desconocidas del año 1939 y las 1.474 muertes del año siguiente, lo que sumaría un total 25.477, un total bien alejado de los que han dado los autores citados anteriormente.
Y sin el propósito ni de entrar en una guerra de cifras ni de justificar lo injustificable, pero por situarnos en las coordenadas de aquel tiempo, debo decir, que los ejecutados por el Frente Popular en los tres años de Guerra fueron 70.000, y que después de la Segunda Guerra Mundial las represalias en Italia provocaron 67.000 ejecutados. En Francia todavía fueron muchos más, casi el cuádruple que en España: nuestros vecinos fusilaron a 85.000 franceses.
De: la batalla final de la guerra civil española – www.grandesbatallas.es/batallafinalguerracivil.html
- Resumen de la batalla final de la Guerra Civil Española
En la noche del 5 al 6 de marzo de 1939, el coronel Segismundo Casado jefe del Ejército del Centro que defiende Madrid, habló por teléfono con Negrín, presidente del gobierno de la Zona Republicana y le comunicó que se ha sublevado contra él; Negrín, se lo piensa y decide no resistir, sino huir de España. Cuando recibió esta llamada, Negrín se encontraba en Elda (Alicante), decide informar al ministro comunista Álvarez del Vayo, en el cuartel general del Partido Comunista en Elda, cuyo presidente era el ministro de Agricultura Vicente Uribe. El Dr. Negrín, presidente del gobierno de la República, tiene que ir en persona a dar cuenta de lo que pasa al Partido Comunista y recomendarles que se protejan, ya que el final de la Guerra Civil está cerca.
Madrid se convirtió entre el 5 y el 13 de marzo, en el centro de una pequeña guerra civil, dentro de la Guerra Civil. Casado se había negado a ir a Elda, cuando Negrín le convocó a una reunión en el Cuartel General Comunista. Durante estos días, la obstinación de Negrín por continuar con la sangrienta e inútil Guerra Civil y la firme decisión de Casado y Besteiro, para pararla, convirtió el centro de Madrid en la primera línea de fuego del frente de guerra. Casado quería iniciar negociaciones de capitulación con el Cuartel General de Franco y los comunistas se oponían.
Por las calles del centro de Madrid, se disparaba unos a otros, todos eran soldados del Frente Popular. Tanques y piezas de artillería disparando por la Castellana, Recoletos, José Abascal, eran ejércitos el mismo bando: los comunistas de Negrín contra los socialistas y anarquistas de Casado, Besteiro y Cipriano Mera.
Durante las negociaciones de la Junta del coronel Casado con el Cuartel general de Franco se habló de la evacuación al extranjero de cuantos quisieran marcharse, especialmente los que más tuvieran temor de ser castigados por sus actividades durante la guerra. El plan disponía que los fugitivos se reunieran en los puertos del Mediterráneo para ser posteriormente evacuados en barcos franceses e ingleses. Desgraciadamente, aquel sueño no se realizó, ni los que quería pudieron llegar a los puertos de Alicante y Cartagena, ni los esperados barcos llegaron a nuestros puertos. Sólo algunos elegidos pudieron salvarse de los campos de concentración o del pelotón de fusilamiento
Lo derrotados por lo nacionales, dispusieron de 20 días para huir, pero lo hicieron muy pocos por falta de medios. En los aviones se fueron los altos cargos comunistas, algunos lo hicieron por mar y la gran mayoría de los soldados y mandos intermedios, se quedaron esperando en los puertos los barcos que nunca llegaron.
Habla Julián Besteiro por la radio:
«¡Ciudadanos españoles! Después de un largo y penoso silencio, hoy me veo obligado a dirigiros la palabra, por un imperativo de la conciencia, desde un micrófono de Madrid».
«Ha llegado el momento en que irrumpir con la verdad y rasgar la red de falsedades en que estamos envueltos, es una necesidad ineludible, con deber de humanidad y una exigencia de la suprema ley de la salvación de la masa inocente e irresponsable».
«Tras la Batalla del Ebro, los ejércitos nacionales han ocupado Cataluña y el Gobierno republicano ha andado errante durante largo tiempo en territorios franceses . Por tanto, el Consejo Nacional de Defensa viene a llenar un vacío de poder ante el panorama de ministros ausentes y, peor aun, ante una cabeza decapitada, pues el presidente de la República también ha dejado su cargo».
«El Gobierno del señor Negrín no puede aspirar a otra cosa que a ganar tiempo.».«Y esa política de aplazamiento no puede tener otra finalidad que alimentar la morbosa creencia de que la complicación de la vida internacional desencadene una catástrofe de proporciones universales, en la cual, juntamente con nosotros, perecerían las masas proletarias de muchas naciones del mundo ».El socialista, 7 de marzo de 1939.
De: ABC 02-04-2014
La voz de Fernando Fernández de Córdoba, actor de profesión, sonó a través de las ondas poco después de las 10.30 con el habitual énfasis y engolamiento, pero también especialmente emocionada. Era un momento muy especial y eso pesaba en el ambiente. Fue entonces cuando se escucharon en todo el país las famosas palabras: «Parte oficial de guerra, del cuartel general del generalísimo, correspondiente al día de hoy, primero de abril de 1939, tercer año triunfal. En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Burgos, primero de abril de 1939, año de la victoria. El generalísimo Franco».
Publicado en el Blog de Campos el 29-11-2018
Nuevas hipotecas
Los grupos parlamentarios del Congreso han aprobado un proyecto de Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, la nueva Ley Hipotecaria. Esta nueva ley, que llega con más de dos años de retraso y que pretende evitar futuros litigios, se tramitará por vía urgente y pasará al Senado a finales de mes, previsiblemente.
Los grupos parlamentarios incluirán la distribución de los gastos en la nueva ley hipotecaria. El banco asumirá los gastos de notaría, registro, gestoría y el impuesto de AJD. El cliente pagará el gasto de tasación, así como los derivados por la compra.
Veamos un ejemplo práctico: Para la compra de una vivienda de 250.000 euros, financiada al 80%, cuya cuota mensual a pagar sería de 847,71 euros, a 25 años, a un tipo del 2%, y en el que cliente debería aportar en efectivo los 50.000 mil euros de diferencia, más el 10% de IVA sobre el total si es primera transmisión (25.000€), más los gastos notariales de la compra-venta (850€), más la tasación (500€), más el Registro de la Propiedad de la compra-venta (400€), total a aportar en efectivo inicialmente por el comprador 76.750 euros, más de doce millones y medio de pesetas de ahorro propio. Todo lo que no sea así, no será considerado “hipoteca pata negra”, no se podrán paquetizar en el mercado mayorista, y la posibilidad de acabar en situación de morosidad sería elevada y forzada la entidad bancaria a negociar un alquiler a bajo precio obligatorio, cuya rentabilidad sobre el principal prestado sería ridículo y haría inviable cualquier operación de este tipo.
El banco tendrá que pagar:
– Gastos notariales. De la escritura hipotecaria. En función de la responsabilidad hipotecaria más el coste por hoja de las escrituras. Estimado unos 1.500 euros.
– Copias. Será el banco el que tenga que pagar los costes de la primera copia del contrato (otros 100 euros aproximadamente), aunque en caso de que el cliente solicite una copia, deberá asumir su coste.
– Registro. De la hipoteca. Aproximadamente, 400 euros
– Gestoría. Suele rondar aproximadamente otros 400 euros.
– Impuesto AJD. El coste depende de cada comunidad autónoma y oscila entre el 0,5% y el 1,5%. Pongamos una media del 1%, importe a pagar de 2.500 euros
Total a pagar por el banco, 4.900 euros, el 2,45% al tirón del principal de la hipoteca.
Queda por dilucidar un tema muy importante y es la cláusula de vencimiento anticipado y que permite ejecutar la hipoteca y adjudicarse la vivienda según la deuda que tenga pendiente el prestatario. Podemos ha propuesto que sea el 10% del principal el importe impagado para poder proceder judicialmente contra el moroso. Y otra también de máxima importancia, si este tipo de operaciones son hipotecarias puras en las que únicamente responde de la deuda el bien hipotecado, o siguen siendo préstamos personales y garantía reforzada hipotecaria.
Además, los notarios realizarán, sin coste alguno, un cuestionario al prestatario para asegurarse que entiende todas las cláusulas del contrato hipotecario. Es igual, la práctica de muchos años de ejercicio profesional me dice que cuando un cliente llega a un banco a solicitar un préstamo, igual da que sea para comprarse una vivienda, un coche o para irse de vacaciones al Caribe, después de mucho pensarlo y darle muchas vueltas, la decisión final es por impulso, y quiere ese bien como sea, ya, de inmediato, y en las condiciones que sean. Los remordimientos vendrán después, si no puede pagarlo.
Lo dejé escrito la semana pasada, pero quiero reafirmarme en que un banco es una empresa privada, cuyo principal objetivo es ganar dinero para retribuir a sus dueños, al accionista. Esto es igual en un banco, en un comercio, en un supermercado o en cualquier actividad económica privada, en donde el dinero es un bien escaso y en donde, en el 99,9% de los casos, no se derrocha el dinero como en la administración pública española.
Si a los precios actuales de mercado los bancos tienen que restarles los gastos de formalización, inscripción, impuestos y resto de condicionantes de las hipotecas, además de las amortizaciones de inmuebles, gastos de personal y gastos generales, y siguen dando malas operaciones pues una vez amortizadas o vendidas las “carteras malas” de los años de crisis, los ratios de Mora se sitúan entre el 5 y el 8 por ciento; como la contabilización en esta situación lo ha de ser con antigüedad de un año, está claro que esta Mora es nueva. Este es otro tema a resolver, pues si se aprueba lo del 10% del principal propuesto por Podemos, en el supuesto indicado en párrafos anteriores, el periodo para poder iniciar la ejecución judicial sería de al menos cuatro años, más el tiempo hasta el lanzamiento del deudor, lo que aumentarían los índices de Mora y disminuirían los de solvencia de nuestros bancos, mientras el moroso estaría viviendo gratis cinco años.
¿Qué pasaría si los bancos analizaran seriamente, sin pretensión de ser mejores por ser más grandes, la rentabilidad real y los problemas reputacionales y sociales de este tipo de operaciones y tomaran la decisión de abandonar la financiación del mercado hipotecario? Paralización de la promoción y construcción de viviendas, paro y más paro, y nadie podría acceder a una vivienda, por mucho que ahora haya gente que se queje que “los bancos son unos ladrones”, ignorancia parecida a lo de “España nos roba”.
En los años sesenta, setenta y principios de los ochenta, las hipotecas solo las concedían las Cajas de Ahorro, para lo que exigían dos avalistas adicionales de reconocida solvencia, además de la del deudor principal, normalmente honrados cuentacorrentistas que habían venido ahorrando durante muchos años y conocían en su oficina cómo se habían comportado económicamente en el tiempo.
Fuera de ahí, las hipotecas no existían; se sustituían por venta aplazada con reserva de dominio, que era como se vendían los pisos; el promotor corría con el riesgo (porque eran muy solventes y construían con sus propios medios económicos; ahora, salvo excepciones, es al revés, han venido aportando cero o tendente a cero euros, constituyendo una sociedad limitada para cada promoción y declarándose en Concurso una vez subrogadas las hipotecas a los compradores), se firmaban en contratos notariales en el momento de su adquisición, entre comprador y vendedor, y se documentaban en letras de cambio, que se llamaban “persianas” por tener vencimiento mensual durante toda la vida de la operación, máximo diez años, con el timbre a cargo del comprador, y que como tales documentos ejecutivos por sí mismos, se protestaban notarialmente a su impago y se procedía judicialmente contra los morosos.
Eran años en los que un contrato se cerraba con un apretón de manos, si aparecías en RAI o Asnef era una vergüenza para cualquier persona y tenía cerradas todas las puertas a cualquier financiación de cualquier tipo, e incluso para encontrar trabajo, pues nadie se fiaba de quien no pagaba sus deudas, por aquello de que “quien la hace una vez, la hace ciento”, y en el que la gente se quedaba sin comer si hacía falta para pagar la letra del piso. Evidentemente los tiempos han cambiado, para bien en algunas cosas, no en todas, y ya veremos cómo sale este órdago a los bancos que, en el fondo, es uno de los objetivos contra el capitalismo con el que quieren acabar marxistas y comunistas en el poder.
Antonio CAMPOS
http://www.es.ancamfer.wordpress.com
Publicado en PUERTA DE MADRID de Alcalá de Henares el 23-11-20.18
Publicado en el Blog de Campos el 24-11-2018
Tic dictatoriales
Desde hace unos meses, se hacen más evidentes ideas dictatoriales en España, pequeñas cosas a las que la mayoría de las personas no dan importancia pero que, en su conjunto, son indicativos de un verdadero peligro para la convivencia entre españoles.
La Ministra de Justicia cesa al jefe del departamento Penal de la Abogacía del Estado, Edmundo Bal, por negarse a cambiar su calificación de los hechos del proceso separatista catalán a los procesados de sedición y de malversación, y no de rebelión. Para ello, han desaparecido párrafos enteros del documento original de acusación que, en teoría, modifica el alcance penal de la misma. Una intrusión inadmisible del poder político en el poder judicial, de un hombre honesto e íntegro que ya trajo de cabeza al Partido Popular en su día. Menos mal que quedan Llarenas, Bel y Marchenas en las puñetas de la judicatura nacional.
El presidente del Comité de Ética del PSOE es procesado por un presunto delito de prevaricación administrativa. Solicita a la juez que instruye su caso un trato especial para evitar el juicio y no dimitir, “ya que el daño que se le pueda ocasionar es previo al proceso”, solicitando el sobreseimiento y archivo de la causa. Denegada la solicitud, el PSOE argumenta que no es uno de los supuestos que recoge su código ético para que dimita. Una vez más, no es lo mismo predicar que dar trigo.
La Ministra Isabel Celaá del PSOE y Luis Alegre de Podemos: “El derecho a la educación no recae en las familias”. Lo que es lo mismo, el Estado es quien tiene el derecho a educar a los niños, con las ideas del gobierno de turno, exactamente igual que la educación comunista y el Cara al Sol diario de mi infancia en la España franquista. Retrocedemos de golpe sesenta años para que se perpetúe en el poder el marxismo y el comunismo.
Frases y eslóganes de contramanifestación a otra de la derecha recientemente en Murcia: “Sin piernas, sin brazos, fascistas a pedazos. Hetero muerto, abono “pa” mi huerto. Ortega Lara, de vuelta al zulo. Os mataremos como en Paracuellos”. Todo muy democrático, ejemplo de paz y concordia entre españoles.
Pablo Iglesias: “La monarquía no debe formar parte del futuro de España”. Más claro no se puede decir. España, dos Repúblicas, dos guerras civiles. ¿Vamos a por la tercera?
El Centro Cultural del Ejército, como transmisor del Ministerio de Defensa en Madrid, deniega la autorización para la presentación en Valencia del libro “Las redes del terror – Las policías secretas comunistas y su legado”, de Carlos Flores Juberías, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia. ¿Alguien se Acuerda de los libros con el nihil obstat?
Fernando Alonso pasea la bandera de España en los entrenos del Gran Premio de Abu Dhabi de Fórmula 1, orgulloso de ser español, y los independentistas le insultan y vilipendian. Luego, piden respeto para ellos.
Joan Tardá se confunde y cree que llama fascista a Albert Rivera mientras tenía un espejo delante de sus ojos, pensando en la repetición que están haciendo en Cataluña de las marchas con antorchas, del adoctrinamiento en las escuelas, de poner en primera fila de las manifestaciones a niños y viejos, de señalar a los españolistas, de no pagar la sanidad pública y gastarse el dinero en embajadetas y TV3 de pensamiento único separatista. Golpista.
El Senado ha aprobado la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales -ya ratificada por unanimidad en el Congreso- que modifica la Ley electoral para permitir a los partidos la recopilación y usos de datos personales «para la realización de actividades políticas durante el periodo electoral», para “elaborar perfiles ideológicos”. Nos estamos volviendo locos. Los ciudadanos espiados, segmentados por ideas políticas, edades, aficiones y todo tipo de información en manos de cualquier formación política, que puede utilizarlo en sepa Dios qué, como los ahora perseguidos, insultados y amenazados por sentirse españoles en Cataluña o en Euskadi; solo les faltaría ponernos un distintivo en la espalda, o en la frente, tipo Hitler con los judíos o en el gulash soviético.
El Senado, con mayoría del Partido Popular, aprueba condenar el franquismo. Pero no se atreve a abrir la boca acerca del comunismo, que mató más de cien millones de personas durante el siglo XX. Es buen momento para recordar lo escrito por Javier Paredes – Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Alcalá de Henares:
Franco fusiló a 22.642 personas, el Frente Popular a 70.000.- Conviene aclarar que todo lo de la Guerra Civil y sus secuelas es deseable que no hubiera pasado pero, puesto que pasó, contémoslo como fue. Los condenados a muerte después de la guerra lo fueron por sentencia de un tribunal y en todos los casos fueron condenados a la pena capital por haber cometido delitos de sangre, nunca por disidencia política, porque en ese caso, les caían penas de prisión.
Es decir que, en principio, estos condenados tuvieron más garantías que las dispensadas por los socialistas que asesinaron a Calvo Sotelo, y, desde luego, mayor culpa que la del jefe de la oposición de la derecha durante la Segunda República.
Además, es de justicia reconocer que no es lo mismo juzgar y fusilar a un asesino, que matar y violar a monjas y laicas católicas como hicieron los socialistas y sus aliados del Frente Popular. Sin duda, y a pesar de todos los defectos que se quiera, tuvieron muchas más garantías los tribunales militares de la postguerra, que las actuaciones de los matones de las checas, regentadas por socialistas, comunistas y anarquistas.
Además, cuando se habla de los fusilados de la postguerra por cometer delitos de sangre, conviene recordar que, por entonces, la pena de muerte estaba vigente en muchos países con regímenes democráticos. Sin ir más lejos, nuestros vecinos, los franceses, abolieron la pena de muerte en 1975.
La primera cifra de los fusilados la proporcionó Heriberto Quiñones, un comunista que fue detenido en 1941, cuando intentaba reorganizar el partido, al que se le incautó un informe en el que afirmaba que, desde abril de 1939 hasta 1941, se había asesinado a medio millón de personas en paseos y ejecuciones.
Y esa fue la cifra oficial para la izquierda durante un tiempo, hasta que Gabriel Jackson, en 1967, la rebajó a 200.000. Ocurrió que Jackson había visto una estadística que hablaba de 213.843 muertes violentas. Él redondeo hasta los doscientos mil, pero su sectarismo le impidió ver que esa violencia de la estadística se refería a muertes que incluían homicidios, envenenamientos, incendios, epidemias, hambre, frío, etc… Y lo increíble es que todavía algunos siguen a cuestas con la cifra de los 200.000 fusilados.
A día de hoy, la cifra más creíble es la que proporciona Carlos Fernández Santander, que da un total de 22.642 fusilados en doce años, de 1939 a 1950. Cifra a la que si se quiere se puede añadir las 1.362 muertes violentas por causas desconocidas del año 1939 y las 1.474 muertes del año siguiente, lo que sumaría un total 25.477, un total bien alejado de los que han dado los autores citados anteriormente.
Y sin el propósito ni de entrar en una guerra de cifras ni de justificar lo injustificable, pero por situarnos en las coordenadas de aquel tiempo, debo decir, que los ejecutados por el Frente Popular en los tres años de Guerra fueron 70.000
Por mi parte, sin acritud, pero alzando siempre la voz en defensa de la libertad y la democracia.
Antonio CAMPOS
http://www.es.ancamfer.wordpress.com
Publicado en el Blog de Campos el 23-11-2018
España – Franco
De: https://historiaespana.es/biografia/francisco-franco-bahamonde
- Resumen
Francisco Franco Bahamonde (1936-1975). Nació el 4 de diciembre de 1892 en El Ferrol (La Coruña). El 29 de agosto de 1907 ingresó en la Academia de Infantería, donde llegó a segundo teniente el 13 de julio 1910, primer teniente en 1912, capitán en 1914, y así fue ascendiendo hasta llegar a general de división en marzo de 1934. Cuando el comandante Millán Astray fundó la Legión, lo llamó para que mandara la primera bandera en 1920. Muchos de sus servicios fueron prestados en Marruecos. Fue nombrado director de la Academia General Militar de Zaragoza, en donde permaneció hasta que esta Academia fue clausurada en la primavera de 1931 por un decreto de Manuel Azaña (que entonces era ministro de la Guerra en el Gobierno de la II República). El 14 de mayo de 1935, fue nombrado jefe del Estado Mayor Central por José María Gil-Robles (ministro de la Guerra y jefe de la CEDA).
Tras la llegada al poder del Frente Popular en febrero de 1936, un grupo de militares planeó un levantamiento del ejército contra el Gobierno de la República; pero, en cuanto llegó Azaña a la presidencia de la República el 10 de mayo de ese mismo año, alejó de Madrid a ciertos generales sospechosos, entre los cuales estaba Francisco Franco, que fue enviado a Canarias; más el plan, para el levantamiento militar, ya estaba trazado. El orden público fue de mal en peor: saqueos, incendios, asesinatos, etc.; el teniente José del Castillo fue asesinado el día 12 de julio de 1936, y José Calvo Sotelo al día siguiente; pero, desde el día 11, ya estaba esperando a Franco, en Las Palmas, un avión civil inglés, el Dragón Rapide (pilotado por el capitán Bebb).
El día 17 de julio de 1936, Franco salió de Santa Cruz de Tenerife y llegó a las Palmas. El día 18, el ejército se sublevó contra el Gobierno de la República en varios puntos de la Península: el general Mola en Navarra, Queipo de Llano en Sevilla, Cabanellas en Zaragoza, etc. El general Franco salió en este día de Las Palmas en el Dragón Rapide e hizo escala en Casablanca; el día 19, continuó su vuelo hasta Tetuán, donde tomó el mando de las tropas de África (la Legión y los Regulares).
El general Franco cruzó el Estrecho de Gibraltar con su ejército el 6 de agosto siguiente y controló la Baja Andalucía y enseguida también Badajoz; así que, en la primera quincena de agosto, quedó repartido el territorio español entre republicanos y sublevados, éstos controlaban las siguientes capitales de provincia: Cádiz, Huelva, Sevilla, Granada Córdoba, Badajoz, Cáceres, Ávila, Salamanca, Zamora, Orense, Pontevedra, Lugo, La Coruña, León, Palencia, Valladolid, Segovia, Burgos, Vitoria, Pamplona, Logroño, Soria, Huesca, Zaragoza, Teruel, Palma de Mallorca, las islas Canarias y todos los territorios españoles en África; el resto quedó bajo el control del Gobierno de la República, que entregó armas a las organizaciones sindicales y a las masas populares; pero sólo le quedó un 20 % de los mandos militares (una parte de ellos se pasó a la zona de los sublevados).
El general Sanjurjo, jefe del ejército sublevado, murió en un accidente de aviación (algunos piensan que fue un atentado) en los mismos inicios de la contienda, el 20 de julio de 1936; por lo que los jefes del ejército sublevado, reunidos en Burgos, nombraron a Franco “Generalísimo y Jefe del Estado”, nombramiento publicado en el Boletín Oficial del Estado el 20 de septiembre de ese mismo año. Así asumió, el general Franco, la dirección de la guerra y del gobierno en la zona controlada por su ejército; ésta se fue ampliando hasta que controló todo el territorio de España.
Tomó la ciudad de Madrid el día 28 de marzo de 1939; la última capital de provincia tomada fue Alicante el día 31 del mismo mes, con lo cual se anunció el fin de la guerra el día 1 de abril de 1939; entonces, la II República, que había comenzado con unas elecciones municipales, terminó mediante una guerra civil de casi tres años de duración.
- Resumen
Militar y estadista español nacido en El Ferrol (La Coruña) el 4 de diciembre de 1892 y fallecido en Madrid el 20 de noviembre de 1975. Gobernó encabezando una larga y férrea dictadura que persistió hasta su muerte. Nacido en el seno de una familia de tradición militar, su primera intención fue ingresar en la Academia Naval.
El cierre temporal de ingreso en ésta hizo que el joven Franco dirigiera sus pasos hacia infantería, en cuya Academia de Toledo ingresó en 1907. Su paso por la academia marcó profundamente su personalidad, tanto en la instrucción técnica y la influencia filosófica recibida, como por el trato con los otros cadetes. Su escasa estatura, la voz aflautada y una mínima brillantez académica le hicieron objeto de algunas bromas que, lejos de apaciguar su inquieta y ambiciosa vida interior, sirvieron de acicate superador.
Al ser graduado en la Academia solicitó como destino Marruecos, donde, de hecho, acabó formándose como soldado y donde consiguió buena parte de sus ascensos, tanto por antigüedad como por méritos de guerra, además de ser herido de gravedad.
Al alcanzar el grado de comandante fue destinado a Oviedo (1916), donde tuvo un puesto destacado en la represión de la huelga revolucionaria del año siguiente. Su estancia en la capital asturiana le permitió alternar por primera vez con la alta burguesía local, entre la que encontró a la que sería años después su esposa: Carmen Polo. La creación del famoso Tercio de la Legión Extranjera (1920) al mando de Millán Astray hizo que éste solicitara el concurso de Franco, quien en su segundo destino en Marruecos dirigió la primera bandera del Tercio. De su experiencia bélica en el Protectorado dejó constancia en su obra Diario de una bandera (1922).
Sus actuaciones en maniobras militares despertaron el interés del rey Alfonso XIII, quien lo nombró «gentilhombre de cámara» y apadrinó su boda en 1923. Este acercamiento a la corona le posibilitó un destino en la Península, pero tras alcanzar el grado de teniente coronel y ante la grave situación del ejército en Marruecos retornó al mando del Tercio. Las intervenciones para derrotar la oposición cabileña emprendidas por el nuevo gobierno de Primo de Rivera (desembarco de Alhucemas …) tuvieron en Franco uno de sus más brillantes y fríos ejecutores, lo que le catapultó al grado de general de división a la corta edad de treinta y tres años, el más joven militar europeo de su época. Pacificado el Protectorado y dada por concluida la guerra, Primo de Rivera le designó director de la Academia de Zaragoza (1928) con el encargo de reorganizar y tecnificar la carrera militar. En ese puesto le sorprendió la proclamación de la II República Española.
El ministro de la Guerra, Manuel Azaña, clausuró la Academia en su programa de reforma militar (1931); en su significativo discurso de cierre Franco evidenció (contrariamente a la mesura y precaución que siempre utilizó) el profundo malestar que le producía la medida, los nuevos dirigentes y el mismo régimen. Esto hizo que permaneciera durante un año en expectativa de destino hasta que fue finalmente emplazado primero en La Coruña y posteriormente a la comandancia de las Baleares (1933).
La pérdida de las elecciones posibilitó el acceso al gobierno del bloque radical-cedista, lo que permitió el inicio de una contrarreforma militar. Fue nombrado asesor militar del gobierno de Lerroux y en calidad de ello dirigió la represión de la revolución de Asturias (octubre de 1934) y fue nombrado Comandante en Jefe del ejército en Marruecos. De allí fue llamado por el nuevo ministro de la Guerra, Gil Robles, para ponerlo al frente del Estado Mayor Central (1935). Tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, las nuevas autoridades tuvieron noticias de conjuras militares golpistas, por lo que practicaron una política de traslados de los principales jefes sospechosos. Franco fue destinado a la comandancia de Canarias, desde donde participó, si bien de modo secundario, en la preparación de un golpe militar.
Las dudas de Franco sobre sumarse o no de modo activo al movimiento conspirador persistieron hasta fechas muy avanzadas: a finales de junio de 1936 envió una carta al presidente Casares Guiroga exhortándole a que utilizara el ejército para frenar la descomposición de la grave situación social.
El asesinato del dirigente ultraderechista Calvo Sotelo sirvió de pretexto y señal definitiva para poner en marcha el golpe de estado. El papel reservado a Franco era trascendental: un avión fletado en Londres debía llevarlo al frente del ejército en Marruecos. El 17 de julio las tropas en Melilla se alzaron en armas e inmediatamente, tras sumarse desde su comandancia al pronunciamiento, voló clandestinamente hasta Tetuán y en el Protectorado se puso al mando del cuerpo del ejército más determinante en los comienzos de la guerra: la Legión.
El primer obstáculo fue el traslado de los efectivos a la Península, lo que consiguió con la ayuda logística alemana e italiana, iniciando a continuación un rápido despliegue por la vega del Guadalquivir y Extremadura en el que consiguió liberar la asediada Academia de Infantería en el Alcázar de Toledo y llegar a las puertas de Madrid.
Pero lo que debía ser un rápido y contundente golpe de estado se convirtió en una larga guerra civil. El llamado a ser jefe de las fuerzas sublevadas, el general Sanjurjo, exiliado en Portugal, sufrió un accidente de aviación que acabó con su vida. Debido a ello, los dirigentes militares formaron una Junta de Defensa al frente de la cual debía situarse el general responsable del mando supremo. La elección recayó en Franco (29 de septiembre de 1936) debido a ser el jefe de la unidad militar más poderosa en ese momento, además de que contaba con las simpatías personales de Hitler y Mussolini, los principales apoyos internacionales de los sublevados.
A partir de ese momento, la historia personal de Franco y la historia de España corren en paralelo. Franco aprovechó su situación privilegiada al frente del autocalificado ejército nacional para afianzar su puesto en el nuevo estado en formación. En octubre de 1936 fue proclamado Generalísimo de los ejércitos, en abril del año siguiente se situó al frente del nuevo partido único, FET de las JONS, y en enero de 1938 se proclamó Jefe de Estado. La tenencia del poder supremo del ejército, el gobierno y el estado quedó ratificada simbólicamente con la adopción oficial del título de Caudillo de España. Franco contaba cuarenta y cinco años.
La figura de Franco salió de la Guerra Civil elevada a la máxima categoría. Su liderazgo militar, político e institucional era absoluto y a partir de ese momento puso en marcha un régimen dictatorial que conservó hasta su muerte.
De: La Guerra Civil Española – Hugh Thomas, Luis Romero, Ramón Salas Larrazábal y Ángel Viñas. Año 1983 – Libro 2 – Ediciones Urbión
Nació en 1892 en la base naval de Ferrol, en Galicia, hijo de un disoluto contador de navío y descendientes de administradores navales en las dos ramas de su convencional familia, y él quería ingresar también en la marina. Pero no había plaza en la Academia a consecuencia del desastre naval de la guerra contra Estados Unidos de 1898. Así pues, en vez de eso, en 1907 ingresó en la Academia de Infantería de Toledo. En 1912 fue destinado a Marruecos, dónde, en rápida sucesión, se convirtió en el más joven capitán, comandante, coronel y general del ejército, esto último después del victorioso fin de la guerra. En 1916 le hirieron gravemente en el estómago y volvió a España, dónde pasó cuatro años destinado en Oviedo. Fue segundo jefe de la Legión Extranjera al comenzar a existir esta en 1920, la mandó de 1923 a 1927 y, en particular, dirigió el desembarco en la bahía de Alhucemas a las órdenes de Sanjurjo, que trajo consigo la victoria, en 1925.
Franco era un hombre entregado a su profesión. Nunca bebía, nunca se le veía con mujeres, y, en aquella época (cosa que sus piadosos biógrafos suelen mencionar muy de pasada) no parecía religioso. Su puritanismo puede atribuirse a las indiscreciones de su padre, el contador de navío, que se separó de su mujer en 1907 y a partir de entonces vivió en Madrid con una amante hasta su muerte en 1942, a los ochenta y siete años; y a la piedad de su madre, que murió en 1973 en la primera etapa de un peregrinaje a Roma. Indudablemente, la infancia de Franco no fue feliz y su adolescencia fue una época de lucha …/… Tenía un sólido prestigio como “general joven y brillante”, pero se negaba a declararse favorable a ningún bando político, aunque había admirado la idea de la “revolución desde arriba” de Maura.
Personalidad política de Franco
«Hágame caso: no se meta en política». Esta frase, que Franco repitió a numerosos contertulios, refleja toda una concepción de su personalidad y el modo en que vio el devenir de la historia de España en su juventud, además de su propia práctica política durante más de tres décadas.
La personalidad política de Franco estuvo condicionada por su rango militar, por la preparación humanística y por la filosofía corporativa que a principios de siglo tenía la pertenencia al ejército. En sus sucesivos destinos marroquíes acabó por formar su vocación y dedicación militar: él mismo confesó que no comprendía su vida sin la experiencia africana. Su apuesta por la dura disciplina la aplicó en su paso por el mando de la Legión y de ella extrajo importantes enseñanzas: más que geniales planteamientos estratégicos, la guerra en Marruecos exigía orden sistemático, ciega determinación y paciente tenacidad, virtudes que luego aplicaría en la represión asturiana y en la Guerra Civil.
Además, Franco hacía ostentación en el frente de un desprecio absoluto por la vida humana, un ensañamiento que resguardaba bajo el imperio del reglamento y una defensa absoluta de la obediencia jerárquica. Toda esta experiencia acumulada en el frente y los rasgos fundamentales de su condición militar fueron vertidos sobre su personalidad política, lo que tuvo trascendentales consecuencias en su imposición al frente del Alzamiento, en su estilo de gobierno y en su punto de vista sobre la realidad sociopolítica española.
Aparte de reiteradas quejas sobre la falta de respaldo de las fuerzas políticas al ejército en Marruecos, Franco había permanecido totalmente ajeno al ámbito político hasta los años treinta. Era un convencido monárquico y la proclamación de la República le disgustó; pero, más allá del cambio de régimen, sobre todo le afectaban las actuaciones de algunos dirigentes gubernamentales, el jacobinismo de algunos parlamentarios y el crecimiento del poder de las fuerzas sindicales y los partidos revolucionarios.
Durante los años treinta, Franco fortaleció las bases doctrinales que había recibido en su período educativo y la vivencia en el círculo cerrado del ejército. La creencia en el papel director del ejército, la acendrada religiosidad y el antiobrerismo presentes en el conjunto de ideas de la derecha española de la época, fueron integradas durante los años treinta en una visión historicista, radical e integrista. Se sumaron, además, dos ideas que vertebraron con posterioridad su concepción política: la primera fue el anticomunismo, al que respondió integrándose en un ultranacionalismo de características totalitarias y militaristas; el segundo fue el antimasonismo que, en ocasiones, identificó con la degradación de las prácticas democráticas y las instituciones parlamentarias.
A este concepto respondió con un reforzamiento de la religiosidad, cuyos principios debían ser mantenidos desde las instituciones e impregnar todo el entramado social. La fusión del ultranacionalismo y el integrismo religioso perfiló definitivamente la personalidad mesiánica de Franco, de ahí su creencia en la providencialidad de su aparición y haber sido llamado a llenar una de las páginas más gloriosas de la historia de España. Simbólicamente, esta fusión de características encuentra su mejor concreción en la leyenda que hizo grabar en las monedas que llevaban su efigie: Caudillo de España por la gracia de Dios.
Franco y su régimen
La característica esencial del régimen franquista fue su identidad dictatorial y la ausencia de un Estado de Derecho que defendiera a los ciudadanos y les garantizara el ejercicio de sus libertades. La dictadura franquista debe ser analizada desde distintos puntos de vista.
En primer lugar, es necesario destacar el carácter personal de la dictadura: fue la figura de Franco la que dio unidad a esta larga etapa de la historia de España, cuya evolución ideológica, planteamientos económicos y sociales y respaldo social cambiaron profundamente a lo largo de los años. La personalidad de Franco engloba todos estos cambios, integrándolos en una especie de evolución que, en realidad, encubrió fuertes contradicciones internas dentro del régimen.
La dictadura franquista fue consciente y, en ocasiones, vocacionalmente una dictadura militar, aunque, a diferencia de otras dictaduras coetáneas, no por ser el ejército como corporación quien dirigiera el régimen sino por ser el dictador un militar y trasladar los usos castrenses a esferas administrativas y gubernamentales. En muchos discursos de Franco estaba presente la metáfora de España como cuartel. Por parte del ejército, cuya actuación posibilitó la implantación del régimen franquista y siempre fue un respaldo básico del mismo, no siempre tuvo una fácil influencia sobre las decisiones de la cúpula gubernamental, en especial desde finales de los años cincuenta.
El régimen franquista fue también una dictadura de partido único. En plena Guerra Civil Franco ordenó la unificación forzosa decretada de todas las fuerzas y partidos políticos que respaldaban el Alzamiento, creando con todo el conjunto la FET de las JONS como único partido reconocido (abril de 1937). En su seno convivieron posiciones ideológicas muy distintas en principio conocidos como las familias del régimen: falangistas, monárquicos, carlistas, católicos…, aunque la evolución del régimen y, en especial, el sometimiento de las fuerzas políticas internas a los dictados de Franco difuminó de hecho los extremos más contradictorios.
La redacción de los Estatutos de Falange (1939) y la constitución del Consejo Nacional de Falange (1942) fundamentaron la pretensión totalitaria del partido (y por tanto del régimen que respaldaba), no sólo sobre la política nacional sino sobre la propia vida cotidiana de los ciudadanos. Esta división de origen dentro del partido único dio al franquismo un peculiar sentido de pluralidad, utilizado por Franco como ejercicio de arbitraje entre las diversas familias para mantener sin contrapartidas su liderazgo indiscutido.
Por último, es necesario señalar la importancia del respaldo otorgado a la dictadura franquista por la Iglesia. La jerarquía eclesiástica dio su beneplácito al golpe de estado de julio de 1936, identificó el movimiento insurgente como Cruzada e, incluso, llegó a recibir la bendición papal, además de ser el Vaticano uno de los primeros estados, junto con Alemania e Italia, en reconocer el Estado Nacional dirigido por Franco.
De: https://www.dequemurio.com/como/Francisco_Franco/
Muerte de Franco
Francisco Franco murió en Madrid (España) el 20 de noviembre de 1975, a los 82 años, a causa de las complicaciones provocadas por su edad avanzada.
Franco sufrió los efectos del Parkinson desde 1969, y empeoró notablemente tras un enfriamiento en 1975. Una hemorragia interna provocó su traslado al Hospital de la Paz. Después de una operación, el 14 de octubre de 1975, entró en coma. Fue mantenido con vida de manera artificial, según ciertos autores, con la intención de esperar a que el príncipe Juan Carlos aceptara el 30 de octubre las funciones de Jefe de Estado. La hija del dictador agonizante persuadió a los médicos para dejarlo morir. Murió finalmente el 20 de noviembre de 1975 a las 5:20 de la mañana, el mismo día que José Antonio Primo de Rivera. El boletín oficial que anunció la defunción enumeraba así las causas de su muerte:
“Enfermedad de Parkinson, cardiopatía, úlcera digestiva aguda y recurrente con hemorragias abundantes y repetidas, peritonitis bacteriana, insuficiencia renal aguda, tromboflebitis, bronco-neumonía, choque endotóxico y parada cardíaca”.
Por orden del Rey Juan Carlos I, los restos de Franco fueron inhumados en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. Con fecha 25-07-2018, El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, mediante Decreto Ley, modifica la Ley de Memoria Histórica para exhumar los restos de Franco de dicho lugar.
Publicado en el Blog de Campos el 22-11-2018
Todo a cien – 343 Las cloacas de la política y la realidad de la calle
El portavoz del Partido Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, publica un wsp, alardeando del acuerdo alcanzado con el PSOE para el nombramiento del presidente y vocales del CGPJ, en el que dice que controlarán “desde detrás” varios órganos claves del Tribunal Supremo, al nombrar al magistrado Manuel Marchena «Un presidente gran jurista con muchísima experiencia en el Supremo, que prestigiará el TS y el CGPJ, que falta le hace, con una capacidad de liderazgo y auctoritas para que las votaciones no sean 11-10 sino próximas al 21-0″. O sea, algo así como que el poder político controle y supedite al poder judicial.
El magistrado Marchena ha presentado su dimisión irrevocable, toda la judicatura se ha puesto de su parte, el resto de Partidos Políticos en contra del Partido Popular que, otra vez, ha disparado sobre sus propios pies.
El Ministerio de Defensa ha abierto una investigación a un teniente coronel, doctor por la Universidad de Salamanca, en la reserva, en situación de prejubilación militar, que ha escrito un artículo en el que destacan los siguientes párrafos:
«A medida que las nuevas circunstancias pluralistas han ido descomponiendo la unidad de los sistemas de valores, han aparecido diversas reacciones posibles a las que pueden recurrir las sociedades y sus dirigentes políticos responsables para lograr la cohesión social que tu (sic) estás dilapidando con la Ley de la Memoria Histórica, el conflicto catalán, el conflicto vasco y tus alianzas con la extrema morada izquierda que quiere dilapidar la Nación española como los artistas políticos del sexenio revolucionario».
“Me consta que todo lo dicho o gran parte de ello son declaraciones teóricas de solución de conflictos, pero no soy ajeno a las soluciones derivadas de la aplicación de la violencia legítima que, como última salida y si no entran en razón las partes, el Estado tiene la obligación de aplicar antes, durante y después del estallido real del enfrentamiento civil. Lo que sí me queda claro como sociólogo es que existe un problema que hay que solucionar con la buena voluntad de las partes, pero que, si ésta no existe, como militar nos quedaría la solución armada en la que se aplicará la Ley de Estados (estado de alarma, excepción y sitio) con toda su contundencia, pero, eso sí, sin rencor por nuestra parte ni ánimos de venganza que para eso somos profesionales y ustedes españoles, aunque no les guste. No les quepa la menor duda a los dirigentes de todas las partes en lid”.
Estoy absolutamente convencido que tanto el primer caso como el segundo, tendrán millones de personas a favor y millones de personas en contra, porque una cosa es lo que se cuece en las “cloacas de la política” y otra la realidad de lo que ocurre en la calle.
Para mí, ambas son injustificables; pero esto no pasaría si fueran los propios jueces y fiscales quienes eligieran a sus mandos a partir de Fiscal Provincial hasta la más alta magistratura del Estado, sin que pudieran pertenecer a ningún partido político ni manifestar sus ideas políticas, que deberían quedar aparcadas siempre a favor de la justicia, al igual que la milicia tiene prohibida su afiliación e infringir la neutralidad política, contemplando hasta su expulsión del Ejército, aunque vea que cada día se desprestigia más España y su bandera, que ellos juraron defender hasta su última gota de sangre.
Publicado en el Blog de Campos el 20-11-2018
Kan Ka Kat – El thriller
El tema corría de “tapadillo” en los mentideros de la capital del reino, pero lo ha confirmado y escrito Eladio Fernández en su Blog el pasado nueve de octubre, filtrado desde Waterloo, en dónde Puigdemont se siente ya amortizado políticamente hablando.
Eladio Fernández viene escribiendo cosas en su Blog que, si fuesen mentira, debería estar en la cárcel desde hace mucho tiempo, porque lo hace claro, rotundo, con nombres y apellidos, y afirmando temas muy graves, como el que, textualmente, sigue a continuación:
““Sánchez saca de la cárcel a Oriol Junqueras, lo lleva a Moncloa y le expresa el apoyo del PSOE para que sea President”. Corría ya por internet, pero Antena 5 Radio lo confirma. Disfrazado, salió en una limousine del ministerio del Interior -el mismo que paga a los Mossos y la traición, y más que a ninguna policía española-, y salió del aeropuerto de Sabadell en un jet hasta la base militar de Torrejón (o sea que el ejército español participa y miembros de la comisión de secretos oficiales de España, algo que solo se comprende desde la comprensión que las cloacas gobiernan nuestra nación herida), y de ahí en Puma hasta Moncloa. A la vuelta le ingresaron en la enfermería según dicen y, según hay que creerse, parece.
Oriol Junqueras, grado 33 de la Logia masona más potente de Cataluña, fue presentado y diseñado para la presidencia de Cataluña.
En medio han pasado varios presidentes y finalmente Sánchez recibe del Gran Oriente de España el visto bueno para confirmar la decisión de la Logia catalana.
Oriol Junqueras y ERC son los únicos que puede aunar a los independentistas catalanes y dar juego a los planes de Soros que sigue Sánchez y el PSOE. Junqueras y demás saldrán parece ser que en tres semanas (*). Es decir que volverán del Languedoc. Operación similar a la huida de Puigdemont al aeropuerto de Niza para huir a Bruselas, escoltado por un coche de nuestra inseguridad nacional.
Haber pasado por la cárcel (según dicen, pues podrían no estar ninguno en realidad en la cárcel de Lledoners, sino en el Languedoc), es para el independentismo un mérito de mártir que les gusta.
Parece que Josep Maria Matamala ha sido el masón catalán que ha orquestado el relevo, como lo hizo Jacques Attali con Macron para la francmasonería. Es como funcionan.
PP y Ciudadanos apoyan la “honorabilidad” de la masonería y de sus ideales “profundamente democráticos”. Ambos grupos han apoyado en Navalcarnero una moción para declarar la honorabilidad de la secta””.
(*) Pienso que querrá decir indultados por el Gobierno (el Código Ético del PSOE obliga a firmar a todos sus cargos públicos la prohibición expresa de «proponer o apoyar» indultos a condenados por la «comisión de delitos muy graves») , a las tres semanas de ser juzgados y condenados, cuyo juicio parece se va a posponer al mes de enero del próximo año; el Tribunal Supremo advierte que está recibiendo presiones políticas para rebajar la solicitud por parte de la Fiscalía del delito de rebelión, calificando los hechos de «extraordinaria gravedad». «El problema es que se está asimilando con normalidad lo que es un síntoma de destrucción del Estado de derecho». No hay democracia si no hay separación de poderes, si el poder político considera que está por encima de todo y de todos; eso se llama autocracia.
A partir de esto, entiendo que ERC, apoyado por el PSC, haya impedido que vote Puigdemont y los tres diputados de JxCat encarcelados (Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull), perdiendo así la votación en el Parlament para la DUI – Declaración Unilateral de Independencia. Y que los mossos d’esquadra hayan impedido el ataque de los CDR a la inmensa manifestación españolista del pasado doce de octubre en Barcelona. Y la reunión de Pablo Iglesias con Junqueras en la cárcel, pantomima de lo ya pactado. Y el llamado “Consell de la República Catalana”, que pretende ser «un gobierno en el exilio», liderado por Puigdemont, Torra y Comín en Waterloo, porque ven que se les acaba el chollo.
Y las muchas visitas de personajes catalanes importantes que recibe Junqueras en la cárcel, las últimas conocidas las de Juan Rosell, presidente de la CEOE, y de José Álvarez, el líder supremo de la UGT. Como al caballo ganador se le empieza a ver la cojera, hay que apostar al “colocado”, que en estos temas la agenda y las relaciones personales son el futuro pan de los hijos.
Oriol Junqueras i Vies nació en Barcelona el 11 de abril de 1969, es licenciado en Historia, con especialidad en Historia Moderna y Contemporánea, y doctor en Historia del Pensamiento Económico por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es presidente de Esquerra Republicana de Catalunya.
También que la vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, haya confirmado que el Gobierno revertirá el decreto que aprobó el Ejecutivo de Mariano Rajoy mediante el cual se facilitaba el traslado de empresas de Cataluña, como consecuencia de la inseguridad jurídica que denunciaron las propias compañías. Y la conversación de la Deuda Pública catalana en Deuda Perpetua y otras muchas decisiones que no serían posibles tomar desde Barcelona si no estuvieran apoyadas por “fuerzas externas” de origen desconocido, como que el think tank especializado en Oriente Medio ACOM haya publicado en su página web que “Israel podría reconocer una Cataluña independiente si España hace lo mismo con Palestina”. A ver si va a llevar razón aquél que decía aquello de un “contubernio judeo-masónico”.
Felipe González (Pedro Sánchez ha enterrado la socialdemocracia de Felipe González), hace unos días en Zaragoza, ha dicho que los independentistas catalanes, «encabezados por Torra», se hallan en «una especie de posición binaria» en la que «es difícil que haya una negociación». Y percibe que sólo quieren hablar de la «autodestrucción» de la integridad territorial de España y de autodeterminación «sí o sí», sin interesarles lo demás, partiendo de la base de que «nadie va a tocar las competencias».
¿Está ya todo “atado y bien atado” para la independencia de Cataluña a medio plazo, para la abolición de la monarquía, la proclamación de una nueva República y la toma del poder por parte de los mismos que dieron el golpe de Estado de 1934 contra la República porque se quedaron fuera del Gobierno por falta de votos en las urnas? Un General, en activo, me dijo hace poco: “Ochenta años después, pretenden ganar la guerra sin disparar ni un solo tiro”.
No se crean por tanto todo lo que las televisiones nos están desinformando estos días sobre que el independentismo se ha roto. Está en proceso de mutación a unas posiciones más moderadas, con un nuevo líder, pero con el mismo objetivo, más lento, con más vaselina, con una forma similar a la fábula de la rana que saltó un día a una olla de agua hirviendo. Inmediatamente, saltó para salir y escapar de ella. Su instinto fue salvarse y no aguantó ni un segundo en la olla. Otro día, esa misma olla estaba llena de agua fría. La rana saltó dentro y nadó tranquila por el agua de la olla. Estaba feliz en esa “piscina” improvisada.
Lo que la rana no sabía, es que el agua se iba calentando poco a poco. Así que, al poco tiempo, el agua fría se transformó en agua templada. Pero la rana se fue acostumbrando, allí seguía, nadando plácidamente en ella. Sin embargo, poco a poco, el agua subió de temperatura. Tanto, que llegó a estar tan caliente, que la rana murió de calor. Ella, sin embargo, no se había dado cuenta, ya que el calor aumentaba de forma gradual y se iba acostumbrando a él. Moraleja: Si te vas acomodando y acostumbrando a los cambios que llegan, sin reflexionar sobre ellos, puede que pierdas la visión de la realidad y termine afectando a tu vida.
Ley de Murphy, año 1949: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, traducción libre del original en inglés que dice “si hay dos o más maneras de hacer algo y una de ellas puede resultar en una catástrofe, alguien se decidirá por esta».
Publicado en el Blog de Campos el 17-11-2018
Todo a cien 342 – España: En el día de hoy …
En España están empezando a pasar cosas que huelen a pre-guerra a nivel de calle, ciudadanos honrados que no se meten con nadie y que tienen que soportar los abusos de quienes son conscientes que en este país nunca pasa nada si no hay sangre de por medio. Y cualquier día, si seguimos por este camino, la habrá, porque el ciudadano tiene un límite, como todas las cosas en este mundo.
El Partido Socialista en el Congreso vota en contra de la proposición de ley de símbolos impulsada por el Partido Popular, para proteger los símbolos nacionales -el Rey, las banderas de España y de las comunidades, el escudo y el himno- y también a respetar la neutralidad de los espacios públicos, para que los lazos amarillos de los independentistas no inunden Cataluña. El honor y el amor a la patria pasó a mejor vida, y ha aflorado la cobardía a su defensa de enemigos internos y externos. Yo admiro cuando en Estados Unidos condenan a 18 meses de prisión a una persona por quemar su bandera, en un país muchísimo más grande que España, en habitantes, en estados confederados y en educación. Espero que a estos nuestros, algún día, la patria se lo demande.
El sector anticapitalista de Podemos, ha reconocido la “nueva república catalana” y considera que esta nueva situación en Cataluña abre un proceso constituyente «que rompe con el régimen del 78». Han llamado a «rechazar» la aplicación del artículo 155 y a la «defensa democrática, pacífica y desobediente de la voluntad del pueblo catalán y su derecho a decidir».
Miembros de Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, han lanzado pintura amarilla a la vivienda del Juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) y lo reivindica mediante un twitter que dice: “»El pueblo manda, Arran obedece. Ocho meses después, por petición popular y con una resolución de la instrucción judicial que prevé sentencias desmesuradas, lo hemos vuelto a hacer: señalamos al juez Llarena como símbolo del régimen del 78″.
Andréi Kononov, co-fundador del colectivo Utopía, en Ikusle del 28-06-2018, asegura que “partidos políticos, medios de comunicación y movimientos de izquierda españoles han sido infectados por los intereses” de George Soros y sus fundaciones, entre las que se encontrarían, según Kononov, Podemos y ElDiario.es de Ignacio Escolar. Por todo el mundo es conocida la presencia de Soros entre la masonería internacional. Sin comentarios.
El Taharrush. Se trata de los abusos sexuales cometidos por los musulmanes, y consiste en lo siguiente: un grupo de hombres rodean a la víctima, por lo general una mujer occidental o una mujer con ropa de estilo occidental para, a continuación, someterla a abusos sexuales hasta consumar la violación.
Rodean a la víctima en círculos. Los hombres en el círculo interior son los que maltratan físicamente a la mujer, el siguiente círculo son los espectadores, mientras que la misión del tercer círculo es distraer y desviar la atención de lo que está pasando.
Las primeras noticias de ello se tuvieron en Colonia (Alemania) en 2016, habiéndose extendido a toda Europa y, evidentemente, a España; en todos los sitios se silencian este tema tanto por la policía como por los medios de comunicación evitando en todo momento identificar a los agresores o utilizar palabras como árabe o musulmán, hasta tal punto que me ha sido imposible encontrar en internet una fotografía de esos energúmenos (de los de Pamplona, hay miles), y las feministas pasan de ello como si estos escarnios no fueran con las mujeres. El último conocido ha sido el de La Manada de Barcelona: catorce musulmanes abusan de una joven en el metro en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y apuñalan a su novio; encima le contagian la sarna. Pero las feministas callan. No habrá multitud de histéricas tomando las calles de toda España al grito de «Cuando nos tocan a una nos tocan a todas», «No es abuso, es…
Esto, todavía, es España, aunque nuestro presidente del Gobierno camina a marchas forzadas, mediante Decretos Leyes, hacia la disolución de su unidad en vez de poner coto a estos desmanes.
Publicado en el Blog de Campos el 15-11-2018
España – El Oro de Moscú
De: http://www.mgar.net/var/oro5.htm
El oro de Moscú (oct 1936)
Asunto muy debatido en el pasado y del que se tiene, sin embargo, suficiente documentación. Uno de los elementos utilizados contra la República por la propaganda del régimen. Fue utilizado como ejemplo que unía la deshonestidad del gobierno republicano con la de la URSS. El gobierno de Largo Caballero contaba también con la debatida opción de enviarlo a países como Suiza.
Los histriónicos y hasta cierto punto deshonestos esfuerzos de británicos y franceses por imponer la política de no intervención no podían impedir el suministro de la ayuda fascista a Franco. Ante la negativa de las democracias occidentales de suministrarle material bélico, el gobierno legítimo de la República se vio forzado a dirigirse a la Unión Soviética. El 17 de octubre, Largo Caballero envió una carta al embajador soviético, preguntándole si su gobierno «aceptaría una cantidad de oro de unas quinientas toneladas aproximadamente, cuyo peso exacto se determinaría en el momento del envío». La participación del socialista moderado doctor Juan Negrín, ministro de Hacienda, en dicha transferencia del oro, fue crucial.
En septiembre Negrín había tomado la decisión de trasladar las reservas de oro del Banco de España a un lugar más seguro: los subterráneos utilizados como polvorín en la base naval de Cartagena. En octubre, de acuerdo con Largo Caballero, decidió llevar el oro a Moscú y tenerlo allí en depósito como garantía de futuras compras de armas. Dadas las dificultades con que la República se enfrentaba a la compra legal de armas a las democracias, era una decisión importante. Franco tenía a su disposición ayuda continua en forma de alta tecnología por parte de Alemania e Italia, además de técnicos cualificados, piezas de recambio y los manuales de instrucciones pertinentes. En cambio, la República tenía que enviar a sus emisarios, muchas veces estudiosos mal equipados, a negociar con los tiburones del libre comercio de armas y, por tanto, adquirir equipos supravalorados y obsoletos de los distribuidores privados de armamento. Con todo, Negrín ha sido acusado por los historiadores derechistas de ser un hombre de paja de Moscú.
Numerosos informes sobre las transacciones entre Madrid y Moscú demuestran que, en cierto modo, España fue estafada por la Unión Soviética. Sin embargo, los más destacados expertos en la financiación de la Guerra Civil, el diplomático español profesor Angel Viñas y el británico Gerald Howson, consideran que, calculando las poco más de cuatrocientas toneladas de oro fino enviado a la Unión Soviética y el coste de los suministros de los equipos, con probabilidad la diferencia no era importante.
No obstante, los suministros variaban drásticamente de la obsoleta artillería y armas cortas a los aviones, tanques y cañones antitanques del último modelo. El oro también tenía que servir para pagar el transporte de pertrechos a España, operación en la que algunos barcos soviéticos fueron hundidos, así como la preparación de pilotos españoles. En cualquier caso, es difícil saber qué otra cosa podía hacer Negrín sino comprar armas de la Unión Soviética con el oro español. Incluso Largo Caballero, que más tarde se pondría en contra de Negrín, confirmó que la petición del ministro de Hacienda para trasladar el oro a un escondite seguro, sin especificar, era del todo razonable dada la proximidad de las fuerzas rebeldes. Si el oro caía en manos de los nacionales, ya no habría armas para la República y la derrota sería inevitable. Según Largo Caballero, una vez se hubo trasladado el oro a Cartagena, el temor a un desembarco nacional impulsó a Negrín a enviarlo al extranjero. Dado que los círculos bancarios de Inglaterra y Francia ya habían mostrado su hostilidad hacia la República congelando algunos activos españoles, bloqueando prácticamente el crédito y obstaculizando de forma sistemática las transacciones financieras de la República, no había otra alternativa que Rusia, adonde se destinaron los fondos republicanos para pagar el armamento y los alimentos. (Paul Preston)
Ya el 13 de septiembre de 1936, Manuel Azaña, presidente de la República; y Juan Negrín, ministro de Hacienda, aparecen como firmantes de un decreto semiclandestino (su facsímil puede consultarse en el libro de Ansó, Yo fui ministro de Negrín, Madrid, Espejo de España, 1976) que autoriza al gobierno, ante el hecho palmario de que las tropas nacionales avanzan hacia Madrid, a trasladar el oro existente en el Banco de España a lugar seguro. Antes incluso de esa fecha, el ministro de Hacienda anterior a Negrín, Enrique Ramos, el 21 de Julio de 1936, tan solo tres días después de iniciada la Guerra Civil, da la orden al Gobernador del Banco de España Luís Nicolau d’Olwer, para que el banco vendiese unos 25 millones de pesetas en oro, aunque en este caso se trataba de defender a la peseta en los mercados internacionales. Los cálculos más afinados consideran que, en el momento de estallar el conflicto, hay en el Banco de España oro por valor de 5.295 millones de pesetas. El gobierno de Largo Caballero toma la decisión, que siempre será polémica, de trasladar el oro a Moscú. Y digo que es polémica porque será interminable la discusión sobre si, como defienden quienes apoyaron la medida, Moscú era el único destino posible; o existían otras alternativas. La primera, obviamente, es Suiza. Sin embargo, Suiza presentaba el problema de que el oro debería atravesar físicamente Francia, la cual tenía las fronteras cerradas y tanto ellos como los ingleses no permitían la venta de armas para la república. Moscú presentaba la ventaja de que el viaje era posible, entre Cartagena y Odessa, por un mar relativamente controlado en el que no se produciría la intercepción de mercantes rusos.
Entre julio de 1936 y enero de 1937 comenzó a salir oro de España, aunque no por la vía ni con el destino que se ha hecho famoso. Entre dichas fechas, la República vendió al Banco de Francia 194 toneladas de oro que valdrían, unos 1.500 millones de pesetas. Es sólo en una segunda fase que las reservas restantes fueron trasladadas a Cartagena, donde la mayoría sería embarcada con destino a Rusia, el 23 de octubre. En resumen el Oro de Moscú fue un envío del Banco de España de 5.747 cajas precintadas que contenían oro y plata en lingotes y monedas, en total se calcula que salieron 700 toneladas de oro y 3.000 toneladas de plata que depositó oficialmente en la madrugada del 6 de Noviembre de 1936, el Sr. Pascua como embajador de España acompañado por tres empleados del Banco de España, Arturo Candela, Alberto Pedín y José González, que acompañaron la expedición que trasladó el tesoro desde el Banco de España en Madrid hasta el Depósito de Estado de Metales Preciosos del Comisariado del Pueblo de las Finanzas de la URSS (GOKHRAN). del que, es cierto, jamás retornaron al Banco de España. El oro se cargó en cuatro barcos rusos: el Jruso, el Neva, el Kim y el Volgores. El 1 de agosto de 1938, según comunicación recibida por Negrín, las reservas de oro estaban ya prácticamente agotadas. Como la República.
Las diferencias entre unos y otros: Viñas defendía que Negrín no tuvo más remedio que enviarlo a Rusia y Olaya que Negrín desfalcó a España y debería haberlo enviado a lugares más democráticos y transparentes, como Estados Unidos, Inglaterra o Suiza. Hay muchas diferencias. Según historiadores las cifras cambian. Los periódicos como la Gaceta y el New York Times, de la época, creo del 1936, también dan cifras diferentes. La operación de envío del oro de Moscú está documentada. Tardaron 3 noches en embarcarlo. El 25 de octubre partió para Rusia. Según los historiadores sólo con el cambio rublo-peseta, Rusia se apropió indebidamente de 50 millones de Dólares de España.
Negrín, afirmaba en 1938 a Giral que aún quedaba dos terceras partes del oro en Moscú e Indalecio Prieto, decía a unas declaraciones del diario Pravda, el cual comentaba que todo el oro había desaparecido, que era una gran falacia, que todo había sido un gran desfalco y que Rusia había falsificado las firmas de Negrín. Las autoridades soviéticas pusieron mucho empeño en aclarar en todos los documentos que su trabajo era custodiar el oro y que su responsabilidad disminuiría según fuera reduciéndose la cantidad de oro que quedase. El metal se administró por la República y se utilizó como garantía.