Silencio de muerto andante
Se han escrito millones de libros sobre las guerras, pero mi conocimiento no llega a ninguno que haya analizado qué pensaban los judíos cuando eran conducidos a las cámaras de gas del nazismo, o los fusilados en Paracuellos del Jarama por el comunismo, qué sentían, si tenían o no asimilado que su muerte era inmediata, su conformismo ante el cercano fin, su falta de rebeldía, su intento desesperado de huir ante lo inevitable, su comportamiento autómata sin voluntad de reacción, de queja, su silencio de muerto andante vagando entre tinieblas hacia el punto final.
Propiciado por el rápido incremento de la inflación en las principales economías mundiales, se espera una subida de los tipos de interés, lo que supondría un impacto de imprevisibles consecuencias en la Deuda Pública, de la que bancos, fondos e inversores privados están deshaciendo posiciones a marchas forzadas. Otro motivo más para suspender el power point de los PGE aprobados la semana pasada, que parecen realizados por el becario de turno.
Conocida la tasa de inflación interanual a noviembre, que ha sido del 5,6%, a falta que el INE publique datos definitivos, la subida de las pensiones para 2022 sería del 2,5% salvo las mínimas y no contributivas que aumentarán un 3%. En resumen, el Gobierno del bienestar socialista ha bajado el poder adquisitivo de nuestros pensionistas algo más del 3%.
En Madrid capital ha habido este pasado fin de semana cinco apuñalamientos, un asesinato y dos personas gravemente heridas con machetes por parte de magrebíes, aparte los robos con violencia, agresiones sexuales y violaciones, de los que no se facilita información. En Manresa (Barcelona) ha sido detenida una mujer acusada de haber matado a su pareja, un hombre de 48 años. Silencio institucional, no vaya a ser que se enteren los ciudadanos y protesten o al menos se alteren interiormente. Habría que revisar para qué sirve y a qué se dedican los 451 millones de euros de presupuesto del Ministerio de Igualdad, pues haciendo abstracción del confinamiento domiciliario por la pandemia del coronavirus, las violaciones se han incrementado un 15,2% durante los primeros seis meses del año en comparación con los dos primeros trimestres de 2019.
En Alcalá de Henares hay una gran avenida que se llama Juan Carlos I. Durante este fin de semana han aparecido cambiados los letreros por otros con los nombres de Avenida ‘Mataelefantes’, ‘Del prófugo’, ‘Cuentas en Suiza’ o ‘Abu Dhabi’, con una perfección profesional de los originales, que la Policía Local, diligentemente, ha retirado inmediatamente. Están apareciendo síntomas que indican que la izquierda radical no aceptaría una derrota en las urnas.
Podemos exige a Pedro Sánchez que desmilitarice a la Guardia Civil, incorporando como Oficiales del cuerpo a universitarios con solo cuatro meses de adiestramiento militar. Punto décimo del Decálogo de Lenin: “Registre a todos aquellos que posean armas de fuego, para que sean confiscadas en el momento oportuno, haciendo imposible cualquier resistencia a la causa”.
El secretario general del Sindicato UGT, el independentista catalán Pepe Álvarez, es liberado sindical desde el año 1978, cuando tenía 22 años. No ha trabajado nunca desde entonces. Actualmente hay unos 60.000 liberados sindicales en España. Pero ninguno tiene callos en las manos, el mono manchado de grasa ni la espalda dolorida de bregar en la fábrica.
Y al igual que judíos en el holocausto y los españoles en Paracuellos, callamos, no hay conflictividad de ningún tipo, nadie protesta, no somos conscientes ni de donde estamos ni hacia dónde vamos, hemos perdido aquello que nos distingue de los animales, pensar y tomar decisiones por sí mismo.
Solo queremos alcanzar el éxtasis momentáneo, a ser posible en ese restaurante madrileño que cobra 360 euros por comensal, más 150 euros por persona en concepto de una selección de vinos o 300 euros por cliente si prefiere un maridaje de alta categoría; total, ya puestos, 660 euros por persona. Pero la “ranita” sigue cociéndose en la olla de agua hirviendo sin que se de cuenta.
Antonio CAMPOS
Els burots
El presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, declara en un periódico argentino que “está firmemente convencido que el diálogo con el Gobierno culminará con la amnistía de los golpistas y con un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado que dará paso a una Cataluña independiente”. Y añade: “Nuestra propuesta es que se haga un referéndum precedido de una ley de amnistía para acabar con la represión». ¿Referéndum de todos los españoles puesto que la Constitución es de todos los españoles? ¿Dónde está la represión en Cataluña, a los que hablan en español y a los que portan una bandera española?
Pero lo más grave es que Iván Redondo, en unas declaraciones que destilan rencor por todos los poros, hasta hace poco la mano derecha política de Pedro Sánchez, ha confirmado esas intenciones declarando en la Sexta TV en los primeros días del presente mes de octubre que “la apuesta del presidente es reformar la Constitución: adaptar el modelo territorial para satisfacer a sus socios y, de paso, borrar de la Carta Magna la mención explícita a don Juan Carlos I”.
En esas previstas negociaciones bilaterales, término ya por sí grosero para el resto de España, ERC va a exigir blindar el catalán y sacar a la Policía de Vía Layetana, transfiriendo la comisaría a la Generalitat, incluido la propiedad del inmueble, para apoyar los PGE. Lo que es lo mismo, la desaparición del idioma español en aquella región y de la Policía Nacional, subterfugio de independencia consentida y vía libre para hacer y deshacer a su antojo en el odio hacia todo lo español.
Odio y vileza en las declaraciones de la independentista Montserrat Bassa Coll en el Congreso de Diputados: “la Policía y la Guardia Civil son fuerzas de ocupación …. Llévenselas a su país”.
De momento, ya han conseguido paralizar el proyecto de la Oficina del Español que Pedro Sánchez, copiando la idea que Isabel Díaz Ayuso implantó para Madrid, quería hacer en todo el territorio nacional.
Supongo que ustedes ya conocerán el más reciente ejemplo de democracia catalana separatista. En la población de San Carlos de la Rápita, ERC montó un referéndum popular (o sea, sin control, al estilo de aquel que aprobó el independentismo catalán), para cambiar el nombre de la localidad, suprimiendo el nombre del santo y que pasase a llamarse La Rápita. Se ha votado, lo ha perdido, y dice que no vale, que hay que volver a repetirlo. Es evidente, al menos para mí, que este será el proyecto por seguir y la forma de actuar con la independencia catalana.
Discutiendo si son galgos o podencos, Barcelona se desfigura como ciudad moderna, presenta un alto índice de delincuencia callejera, ante la pasividad municipal y autonómica, habiendo sido relegada por Madrid, económica y socialmente.
En el Raval de Barcelona, en una pelea entre delincuentes, uno de ellos quedó herido de una cuchillada. El agresor es de nacionalidad libia y tiene 100 antecedentes policiales; el agredido es palestino y tiene 30 antecedentes policiales. En Barcelona hay 100 ladrones activos en la zona del centro de la ciudad que suman 4.500 antecedentes policiales. ¿Son estos los que han venido a España a trabajar para pagar las pensiones de futuras generaciones? ¿Son delincuentes reincidentes o racistas quien así los llame?
En cambio, los Mossos d’Esquadra son más rápidos en aparecer y multar a los vecinos que en el Paseo de Gracia muestran una bandera de España, como ocurrió en las primeras horas de la madrugada del 12 de octubre. ¿Dónde está la libertad de expresión de los no independentistas, es odio hacia el españolismo?
El abogado de un político huido proclama, para quien lo quiera oír, que en España no hay democracia por la presión judicial sobre su defendido. Para quien no lo sepa, este señor fue condenado a 14 años de prisión por colaboración en el secuestro del empresario Emiliano Revilla y acusado de blanqueo de capitales para el narcotraficante Sito Miñanco.
Después de un Congreso socialista para mayor gloria y esplendor del ególatra Pedro Sánchez, ahora hay que esperar los portazgos, els burots en catalán, que les conceda para seguir pensando en llegar a ser el presidente de la III República Española. De momento, los PGE 2020 proyectan unas inversiones de 2.430 MM euros para 7.756.928 censados en Cataluña y 1.151 MM euros para 6.745.591 en Madrid, lo que es lo mismo: 1,83 veces más per cápita a favor de los separatistas.
Al igual que la ranita que piensa se está bañando en agua templada y al final acaba en el agua hirviendo y muriendo, despacio, pero sin pausas, para no asustar a la ciudadanía, como los independentistas no ceden un ápice en sus pretensiones, creyéndose en posesión absoluta de la verdad y haciéndonos creer que una votación para ello sería democrática cuando la realidad es que saltaría por los aires el espíritu y la letra de la Constitución, sería en la próxima Legislatura, si ganase ese FRENTE AMPLIO, otro intento de maquillaje y blanqueamiento del agotado comercialmente Frente Popular, cuando se produciría la voladura definitiva de una España unida, de la Transición que acabó con el franquismo y quien sabe si no la vuelta a un luctuoso pasado.
Dijo Margaret Thatcher el comenzar la guerra de las Malvinas: «Ahora veremos si los argentinos son descendientes de españoles o italianos. Si son descendientes de italianos la guerra acabará pronto, si lo son de españoles la batalla será ardua, larga y dura». Tomen nota de ello desde el primero al último de los 47.344.649 ciudadanos que formamos el censo poblacional de España.
Antonio CAMPOS
Seiscientas enfermeras andaluzas
Las provincias rebeldes del Norte (Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona) han decidido que las sentencias del Tribunal Supremo no les atañen en absoluto, que del Ebro para arriba no cumplirán con la legalidad vigente, y que la legislación española se la van a pasar por sus gónadas morenas. Ya lo hicieron así los separatistas cuando proclamaron la República Catalana en dos Golpes de Estado que les salieron totalmente gratis: el de 1934 y el de 2017. Y esas cosas, quieras que no, se acaban aprendiendo. Si la certeza del indulto tras otra posible condena por sedición no fuese la tal certeza, otro gallo cantaría: ya se guardarían muy mucho de afirmar que van a desobedecer al Tribunal Supremo, y que en las aulas catalanas no se hablará el español. O ya se guardaría muy mucho doña Ada Colacau –la representante podemita en Cataluña– de pronunciar en la prensa las terribles palabras que han salido hoy de su boquita de piñón: “quien quiera estudiar en castellano, que se vaya a la enseñanza privada”. O dicho de otra manera: “quien quiera estudiar en castellano, que se vaya a tomar por el ano”.
Ya es bien triste que, casi en el año 2022, uno tenga que explicar que la lengua cervantina es la lengua vehicular de toda España, como el chino lo es en China o el japonés en Japón. Y ya es bien triste que lo tenga que exigir el Tribunal Supremo. Pero es más triste todavía que el Gobierno socialista y de Podemos, con tanquetas en la calle, esté dispuesto a hacer valer cualquier Ley frente a los obreros huelguistas de Cádiz, pero se mee en los pantalones frente a la oligarquía catalanista de los Castell, los Forcadell, los Güell, los Llach, los Turull, los Pujol, los Oriol, y la madre que los parió.
“Fuerte con los débiles y débil con los fuertes”. “Nada para los leales y todo para los desleales”. Ésos son los lemas de este Gobierno cobarde que no tiene lo que hay que tener para meter en vereda a tantísimo hijo de puta, a tantísimo guerracivilista, a tantísima gente viviendo del cuento de la independencia, a tantísimo paniaguado del separatismo: gentes que cobran por denunciar al pobre comerciante que rotula en español, al atrevido profesor que imparte una clase en español, al descuidado médico que atiende a una paciente en español, o al chavalito de Primaria que habla en español en el patio del colegio, durante el recreo, en su tiempo libre, mientras juega al fútbol o al baloncesto. Miserables excrementos del nazismo. Xenófobos de manual. Chivatos de un Régimen Fascista. Delatores sin escrúpulos. Racistas subvencionados con el dinero de todos. Chequistas en el doble sentido de la palabra: checa y cheque.
Los mismos que espían a los chiquillos en las aulas por un módico precio a convenir, los mismos que jalean a los golpistas para poder comer marisco en las fiestas de guardar, los mismos sediciosos que se nos cagan encima mientras nosotros ponemos una sonrisa (y la otra mejilla) para que las cosas no lleguen a más, han dicho anteayer en la prensa catalana que es intolerable la presencia de 600 enfermeras andaluzas en Cataluña. Tócate los huevos, Manuel. Intolerable la presencia de 600 enfermeras. Repito: intolerable. Les sobran 600 enfermeras andaluzas porque, al parecer, pudieran ellos no tener garantizada la asistencia sanitaria en catalán. Que como todo el mundo sabe es la prioridad prioritaria de cualquier enfermo grave: morir entre tremendos dolores sin que nadie le inyecte la morfina; aullando como un perro si hace falta, pero aullando en catalán.
Las declaraciones de estos hijos de la gran patria, de estos cantamañanas con balcones a la calle, no han tenido ninguna respuesta por parte del Partido Socialista (cosa que ya no me extraña), ni tampoco de Podemos (cosa que me extraña menos), ni tampoco del Gobierno Andaluz (cosa que me extraña mucho, dado que las ofendidas son andaluzas en el exilio interior), ni tampoco de Ciudadanos o de VOX (cosa más bien asombrosa), ni tampoco de los Sindicatos de Enfermería (cosa que me indigna bastante), ni tampoco de la Organización Colegial de Enfermería (cosa que no me la explico). Pero, por si sirve de algo, ahí va mi reacción personal a esta “indignación catalanista” contra las 600 enfermeras andaluzas:
No sabéis lo que tenéis en Cataluña, biliosos Torquemadas sediciosos. A golpe de talonario, os habéis llevado lo mejor de Andalucía, lo más valioso: a las profesionales mejor formadas de Europa. Habéis reclutado a 600 enfermeras andaluzas porque, gracias a vuestras miserables cuitas de pedigüeños incorregibles, gracias a los cheques suplementarios que os damos para manteneros medio quietos, les podéis ofrecer a las enfermeras un sueldo mejor que el que tendrían con nosotros. Pero no las maltratéis, cabrones. Si no las queréis en Cataluña, si las vais a insultar en la prensa, si les vais a hacer la vida imposible, si las vais a denunciar por el idioma, dejadlas que se vuelvan a su tierra. Ya les encontraremos acomodo. Ni leche de hormiga les faltará en Andalucía. Y vosotros, xenófobos sediciosos, moríos de asco si queréis. Pero hablando en catalán.
Y entre tanto –autores y coautores del nacionalismo criminal– os dedicaré a vosotros la misma coplilla que se cantaba en España durante la invasión napoleónica:
“Paciencia y mala intención,
que ya pagará el francés
el vino que se bebió”.
No lo olvidéis, queridos nazis. La vida da muchas vueltas, y largos e inescrutables son los caminos del Señor. Madrid se desmantelará para que Barcelona le chupe los jugos. Andalucía soportará vuestros insultos de vagos, maleantes, cierrabares y cobrapaguillas, mientras denostáis a nuestras enfermeras exiliadas. Extremadura no tendrá el AVE, ni la UVI, ni las uvas, pues corren más prisa los sueldos de vuestros chivatos del Régimen, o de las Embajadas Catalanas, que el de la gente leal. Pero insisto: ya pagará el francés el vino que se bebió. Y lo pagará con creces, a un altísimo precio. Y ya sólo falta, para ello, que a 45 millones de españoles se nos hinchen las pelotas. O los ovarios. Y la fase inflamatoria, con orquitis incluida, ha comenzado a extenderse.
Seguid bebiendo el vino mientras podáis, desleales secesionistas catalanes. Nosotros, tomamos nota. Y en las urnas… obraremos en consecuencia.
Cagoentóloquesemenea y mitad del cuarto más.
Firmado: Juan Manuel Jimenez Muñoz – Médico y escritor andaluz.
La economía está «fotuda»
La Deuda de España con el BCE asciende a 571.223 millones de euros, lo que representa el 40,1% de la Deuda Pública Española; la de la banca española con el citado BCE se sitúa en 289.482 millones de euros; en total, 860.705 millones de euros. La dependencia de la economía española está en manos de la fotocopiadora de turno, emisión de deuda impagable que debería haberse empleado mediante inversión en la modernización, recuperación y creación de empresas de alto valor añadido, en vez de disparar el gasto para contentar a unos y a otros. Superada teóricamente la pandemia, según dice el gobierno, la recuperación económica pivota sobre la vuelta del BCE a la normalidad monetaria, dejando de comprar masivamente deuda soberana; la distribución de fondos europeos, controlando las inversiones; y la vuelta a la disciplina fiscal, es decir a los principios del equilibrio económico, con una deuda máxima del 60% del PIB y unos presupuestos equilibrados. Veremos, dijo un ciego.
Porque comparece la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en el Parlamento Europeo y comunica que ha optado por mantener los tipos de interés en mínimos históricos. Seguimos con la fotocopiadora a tope.
Cuando finalicen las moratorias de pago y las ayudas extraordinarias a empresas y autónomos, venzan los ICOS parcialmente avalados por el Estado, las hipotecas que se ha llevado el volcán de La Palma, ya sé que jurídicamente los prestatarios deberían seguir pagando sus deudas, pero si no lo hacen, que será lo normal que pase, las entidades financieras deberían ir digitalizando las escrituras hipotecarias sobre una barra de hielo puesta al sol canario, veremos cómo queda la morosidad bancaria en España, y por tanto sus resultados contables y viabilidad futura, con más de 150.000 millones de euros en “créditos en vigilancia especial”, lo que es lo mismo, que ya han dado síntomas de impago.
Pedro Sánchez promete un nuevo modelo de financiación autonómica a instancias del separatista Ximo Puig en Valencia, que ha pedido gravar a Madrid con un impuesto extraordinario por estar haciéndolo bien, con los impuestos más bajos y obteniendo más recaudación fiscal. Supongo que en ese nuevo modelo de financiación incluirán el Foral Vasco, que negoció Pedro Luis Uriarte, el más listo de la clase. ¿A que no hay clituevos?
Los pensionistas se quejan del 1,98% que van a subir sus pensiones, cuando la inflación ha alcanzado ya el 5,40% a finales de octubre. Son los mismos que no hicieron una lectura comprensiva de la última reforma de las pensiones realizada por el ministro Escrivá, que decía claramente que se les aplicaría los IPC medios interanual del mes de noviembre, con lo que la pérdida de poder adquisitivo será constante porque, aunque pudiera controlarse la inflación, nunca se volverá a los precios en los que se inició su escalada, por lo que siempre habrá un decalaje entre los precios reales de adquisición y los incrementos. Y es probable que se aplique esa misma política en los convenios laborales, al menos mientras se siga subvencionando a los Sindicatos para que estén callados y en casa. Recuerdo cuando, con Rajoy, los Sindicatos propiciaron una huelga general porque “subía muy poco las pensiones”.
PSOE y Podemos vetan la bajada del IVA del 10% al 4% a los ancianos en residencias privadas. Todo lo que sea privado y no controlado por el Gobierno, el objetivo es eutanasia por inanición.
Esto, sobre la inflación estadística. Luego está la inflación por deflación de servicios, manteniendo precios al consumidor. En un reciente viaje, al llegar a la habitación del hotel, cuatro estrellas, me he encontrado con que los enchufes estaban desconectados, para que los ejecutivos no puedan conectar su portátil y los turistas cargar los teléfonos y las baterías de las cámaras fotográficas; no había mantas en la cama, pleno mes de noviembre, para que así los/las asistentes de limpieza tarden menos en arreglar la habitación; y la cisterna de los servicios tenía dentro dos grandes botellas de agua para que cargara menos contenido, pero no el suficiente para limpiar correctamente lo allí depositado; cuando bajé a la recepción a solicitar que resolvieran el asunto, solo tuve que insinuarlo, lo que quiere decir que eran conscientes de ello, y se solucionó sobre la marcha. Esta es una de las Españas tres -C- cerveza ligada al turismo.
Tras la fusión con CaixaBank, esta se ha visto obligada a crear una filial para tratar de dar salida a 21.000 inmuebles de todo tipo, embargados y adjudicados por impago, procedentes de Bankia, antigua Caja de Madrid, esa caja de ahorros rescatada con dinero público y gestionada por políticos y sindicalistas de todo tipo y colores. Por favor, no confundamos más a la gente diciendo que se rescataron a los bancos, que fueron cajas de ahorro centenarias tomadas al asalto por políticos y caciques locales amigos.
El alza de los materiales de construcción se sitúa en una media del 8%, lo que repercutirá en el precio final de venta. Si hay problemas en la concesión de hipotecas por los condicionantes económicos de los prestatarios y jurídicos para los supuestos de recuperación de la posesión de los inmuebles financiados, tanto en propiedad como en alquiler, ahora aumentará. Esta es otra de las Españas tres -C- cemento ligado a la construcción.

Ser funcionario público lleva aparejado una serie de prebendas importantes, entre ellas, la seguridad en el empleo durante toda la vida. Para ello, hay que superar un duro examen que les faculta para desempeñar profesionalmente su labor. El Gobierno actual confirma que los interinos que acumulen más de cinco años de manera ininterrumpida en su puesto en la Administración Pública pasarán automáticamente a ser funcionarios, conservando su antigüedad y los trienios acumulados. No voy a entrar en si los interinos son o no, que sí lo son, personas adictas políticamente a uno u otro partido, pero sí que es un agravio comparativo de gran tamaño igualar a quien ha superado una prueba con preparación y mucho esfuerzo para ello, con quien ha sido designado digitalmente por la mano del amiguete de turno.
En ese afán de socializar todo (comunismo trampantojo), lo último conocido cuando escribo estas líneas, es que el ministro Escrivá, presionado por los comunistas de Podemos y los Sindicatos Obreros Horizontales, va a cargar la mayor parte del peso de la subida de cotizaciones sociales a las empresas para que, en su jubilación, lo cobren los empleados. Aunque la teoría es esa, la realidad es que lo que le interesa al empresario es el coste total por trabajador: Un empleado que cobre 1.700 euros mensuales líquidos, le cuesta a la empresa (prorrateadas pagas extraordinarias, vacaciones, etc…) 2.500 euros mensuales. Una alternativa sería que la empresa le pagara los 2.500 euros y que él ingresara en Hacienda y en la Seguridad Social los 800 euros que le corresponden para que fuera consciente que es con eso con lo que paga su estado de bienestar. Pero el español es pícaro y el Estado no se fía de él porque ¿cuántos se lo gastarían y no lo ingresarían? Una vez más, se pone un remiendo absolutamente insuficiente y se pierde la ocasión de un pacto nacional con todas las fuerzas políticas, sindicales y económicas para salir de la situación de quiebra técnica en la que se encuentra España.
La VP Yolanda Díaz, comunismo en estado puro, propone el 8% de las plantillas como máximo de contratos temporales, debiendo pasar a fijos a los cinco meses de permanencia en la empresa; en el caso de empresas de 500 trabajadores o más el tope será de 30 trabajadores o el 4% de la plantilla.
La subida de la energía, de las materias primas, del SMI, de los impuestos, los convenios de sector y la rigidez de las normas, no pueden sino desembocar en cierres patronales y en más paro.
Como funcionarios, como empleados, como pensionistas o subvencionados mediante el cobro del paro, ERTES y ONG, el Estado quiere tener controlada la economía de los ciudadanos, que dependan de él, porque quien controla la deuda, controla la vida del deudor.
Antonio CAMPOS
Publicado en PUERTA DE MADRIID de Alcalá de Henares el 26-11-2021
Ave yo
Los Fondos Europeos están destinados a la recuperación económica del país. Y qué mejor recuperación que empezar por uno mismo, por el medio millar de inmuebles propiedad del Estado cedidos a los Sindicatos. Pedro Sánchez destina cien millones de euros para la “rehabilitación energética” de 42 edificios sindicales. Y esos que ni se acuerdan dónde está la fábrica en la que en su día trabajaban dicen: A sus órdenes, tú dirás cuándo sí y cuándo no tenemos que movilizar la calle.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional -¿quién nombra al Fiscal General del Estado? Pues eso- se niega a investigar a la empresa presuntamente tapadera de la financiación de Podemos, una más de las diferentes declaraciones públicas que políticos sudamericanos, hoy en desgracia, han manifestado como fuente de ingresos de esa formación política. Pero los que van a la cárcel son choricetes como dice el juez Calatayud, personas que defienden su propiedad privada y traficantes de marihuana que más bien antes que después, será legalizada.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dictaminado que el Gobierno catalán debe garantizar que el castellano sea la lengua vehicular, como mínimo en el 25% de las materias. Pero el consejero catalán de Educación, Josep González-Cambray, ha enviado una carta a los directores de los centros educativos en la que los anima a hacer caso omiso de la sentencia y que los centros «tendrán el amparo legal de la Generalitat». Un país en el que no se respeten las sentencias judiciales y en el que el Gobierno no imponga su cumplimiento con todos los medios a su alcance, es un estado fallido. Cuando los gladiadores iban a luchar en el circo de Roma, saludaban con un “Ave César”; ahora nuestro presidente se levanta todos los días auto saludándose con un “Ave yo”.
Hemeroteca del mes de noviembre
He estado unos días fuera de España, en un país precioso, unas playas maravillosas, con muy buena calidad de vida y en la que un español, por no hablar de ingleses y suecos que allí habitan, multiplican por tres o cuatro veces su poder adquisitivo con relación a España, de tal forma que estoy considerando establecerme allí: Mis padres reposan a la sombra de un ciprés, mis hijos tienen una preparación suficiente para valerse por sí mismos, no tengo nietos, y mi mujer y yo nos merecemos vivir sin sobresaltos después de haber trabajado cuarenta y cinco años. Mientras tomamos la decisión, a la vuelta me he encontrado con una hemeroteca pendiente de lectura, de la que saco las siguientes noticias:
El País titula: “España se ahorrará unos 12.000 millones de euros en un solo día”. Cuando profundizas en la noticia, letra pequeña, resulta que son los intereses que se han pagado en diez años por la emisión de Bonos a finales del año 2011, vencimiento a diez años e intereses al 5,85%. Grande nuestro idioma para no contar la verdad sin mentir.
El sacerdote de la iglesia de Sant Miquel i Sant Vicenç de Cardona (Barcelona), se niega a celebrar un funeral en castellano y la familia se ha visto obligada a abandonar el templo con el féretro antes de terminar el acto religioso. El artículo 3 de la Constitución dice que “el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”. ¿Es perseguible de oficio el odio a lo español y la transgresión de la Constitución?
Yo creo que eso ha pasado porque no le han pagado de forma convincente a este señor cura. Porque para los catalanes, “la pela és la pela”. La hasta ahora independentista dueña de la firma Tous, que tiene una Fundación Privada llamada Rosa Oriol y de la que forman parte Pilar Rahola, la monja comunista Sor Lucía Caram y Elena Rakosnik (esposa de Artur Más), ante la bajada de facturación dice que “se siente muy catalana pero también muy española”.
Al independentismo no le gusta el Ejército porque sabe que, antes o después, se tendrá que enfrentar a él si quieren conseguir su ansiada independencia. En Barcelona, por segunda vez, han atacado instalaciones militares, ahora el cuartel de El Bruc, organizado por La Forja, un colectivo juvenil de izquierda independentista radical que se escindió de Arran, las juventudes de la CUP.
Ahora conocemos que, en noviembre de 2020, cuatro encapuchados armados, a plena luz del día, asaltaron el furgón de una empresa de mensajería (supongo que bajo subrogación de trabajo que hubiera correspondido a las Fuerzas de Seguridad del Estado) que transportaba a Barcelona los ordenadores y dispositivos electrónicos intervenidos a la familia Pujol varios años antes y que se guardaban bajo custodia judicial. No se ha recuperado el material robado y archivada la denuncia. Un trabajo profesional, rápido, certero, para el que había que tener mucha información. Pujol continúa libre y ningún político, de ningún partido, ha pedido explicaciones por ello.
Jordi Sabaté Pons es un joven youtuber barcelonés, que padece desde hace siete años ELA, enfermedad mortal sin tratamiento en la actualidad, dice: «No puedo moverme, hablar, comer, ni beber y respiro con dificultad. Pero amo la vida». Cuenta que una trabajadora social que lo visitó en su domicilio le ofreció la eutanasia. Y escribe: “Qué bonita sociedad estamos creando. Hoy ha venido una trabajadora social a verme. Me ha preguntado mis voluntades por si algún día estoy enchufado a una máquina, o me alimento artificialmente. Es decir, como estoy ahora. No era ciega. Luego me ha ofrecido la eutanasia. Asco”. ¿Es verdad o mentira aquello que le atribuyen a Hitler de “hacer jabón con la grasa de los viejos y los deformes”?
Arnaldo Otegui, pónganle ustedes el calificativo que consideren oportuno, es el favorito para próximo lendakari. Auspiciado por PSOE y Podemos, va a disputar la prevalencia independentista al PNV y a la curia vasca. Se está dando opción a que funcione La ley de Murphy.
Daniel Ortega ha sido reelegido presidente de Nicaragua por mayoría absoluta, con la presencia de Podemos como observadores internacionales, no habiendo encontrado ningún signo de trampa, pucherazo, coarto a la oposición ni dolo en las elecciones. La Unión Europea, con España a la cabeza, más Estados Unidos, Costa Rica, Chile, Perú, Colombia y Uruguay, han mostrado su repulsa y rechazo a dicha elección, sin reconocer al nuevo presidente electo. Mi pregunta, ¿por qué a este no y a Maduro sí, si son compadres y convergentes en ideario político?
Un chiringuito subvencionado denominado Plataforma Consulta Popular Estatal Monarquía o República, ha convocado una consulta no oficial ni vinculante sobre el modelo de Estado para el 14 de mayo de 2022. Al frente de todo esto parece que se encuentran el ministro comunista Alberto Garzón y Enrique Santiago Romero, secretario general del Partido Comunista de España y que vive en un ático en Chamberí (Madrid) valorado sobre el millón de euros (es curioso que todos los comunistas en el mando sean ricos). Es algo parecido al referéndum del procés: sin censos, sin control, yo me lo guiso y yo me lo como y, además, como yo cuento las papeletas, me da lo mismo quién vaya a votar. ¿Por qué no se hace un referéndum parecido sobre autonomías sí o no? ¿o sobre medicinas gratis a los inmigrantes ilegales y no a los pensionistas?
La paremia “en todas partes cuecen habas” se remonta a la “anjinara”, guiso de alcachofas y habas (judías) con eneldo, ajo, limón y aceite de oliva de los judíos conversos. Núñez Feijóo prohíbe a los profesores usar el idioma español en las programaciones didácticas escolares en la Comunidad Autónoma de Galicia. En la Constitución del año 1931 ya se reconoce expresamente en su artículo 4º que “el castellano es el idioma oficial de la República”, que se vuelve a reconocer en la vigente del año 1978. Es de otro signo el objetivo final, el independentismo.
El Partido Popular no gana para disgustos, el mediocre se atiene a la existencia misma de las personas y de las cosas sin renunciar a las ocasiones. Se ha abierto una lucha con varios frentes: Isabel Díaz Ayuso, Cayetana Álvarez de Toledo, los otrora imputados y ahora declarados no culpables, Juanma Moreno en Andalucía, todos bajo el ojo fiscalizador del valido Teodoro por aquello de “Hacer uno mismo todo lo que agrada a los demás; por terceros lo que disgusta” que dijo Baltasar Gracián.
Lo último de Cayetana Álvarez de Toledo ha sido su voto en blanco para la renovación del Constitucional. Me pregunto para qué elegimos 650 diputados y senadores, 1.206 parlamentarios autonómicos y 65.896 concejales si todos tienen la obligación de votar lo que le indican desde la dirección de sus respectivos partidos. Con que se eligieran un par de docenas de diputados, de senadores, de parlamentarios de cada autonomía y se redujeran al 25% los concejales, sería suficiente para que siguiese funcionando nuestra democracia representativa y la fe ciega en el mando de cada uno de los agraciados con el cargo.
Escribe el periodista alcalaíno Antonio Naranjo: “Qué vergüenza. La plusvalía era un atraco inconstitucional. Y en lugar de pedir perdón y devolver el botín, presumen de que van a ponerla de nuevo entre aplausos de otros atracadores. Lo de este país no tiene nombre”. Con chulería arrabalera: «el lunes arreglo lo de la plusvalía, hombre, claro; lo llevo al Consejo de Ministros, dicho y hecho». Y lo consigue en 72 horas, con el agravante que será el contribuyente el responsable de demostrar al ayuntamiento que no tiene que pagar el impuesto de plusvalía. Una vez más se invierte la carga de la prueba, como en cualquier dictadura de república bananera. Todo ello bajo un Decreto Ley, en el que debe concurrir circunstancias extraordinarias y de urgente necesidad. Si el Tribunal Constitucional no estuviera politizado, lo declararía inconstitucional.
Juana Rivas es una señora condenada en instancia final por denuncia de género falsa y sustracción de menores (sus hijos) para no devolvérselos a su padre, de nacionalidad y residencia italiana, cuyos juzgados habían fallado a favor de este. Politizado el tema por feministas y políticos/as nacionales adictos a líos, el antiguo presidente de la Comunidad de Madrid por el PSOE, Joaquín Leguina, calificó este asunto como ejemplo del “pisoteo de la presunción de inocencia”, la “escasa persecución de las denuncias falsas” y la “incitación a la desobediencia de una orden judicial”. El Gobierno, a instancia de la actual ministra de Justicia, ha indultado parcialmente la condena impuesta a la citada, reduciéndola para que no ingrese en prisión, que alcanza en lo que afecta a terceros, conmutando su pena de inhabilitación para ejercer la patria potestad de los menores. ¿De qué sirve la justicia en España si el Poder Ejecutivo se convierte en comisario político que revoca y corrige a los jueces a favor de una adicta flagrante a su ideario? Y eso que la ministra de Justicia es jueza y magistrada. Franco era más discreto en estas cosas.
Echo en falta cualquier referencia gubernamental, principalmente del sector feministas y de igualdad, y de los medios de comunicación masivos, sobre el taharrush llevado a cabo en Igualada (Barcelona) contra una niña de 16 años, que ha perdido la audición de un oído, desgarros vaginales de cinco centímetros y desgarros anales de quince centímetros y que, de momento, lleva ya tres operaciones médicas en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona. Vergüenza ajena siento de esas del “yo sí te creo” ante su garbancero silencio en este caso.
Pablo Iglesias con un micrófono en la mano es más peligroso que un mono con una cuchilla. Otra frase para el recuerdo: “La memoria histórica no tiene que ver con el pasado. La memoria histórica es la gasolina del futuro”.
En otro acto, ha acusado abiertamente a jueces, policías y medios de comunicación de organizar “montajes” contra políticos de la izquierda, sin mencionar las causas de corrupción abiertas contra su partido y las investigaciones en curso sobre su supuesta financiación ilegal. En España «existen poderes del Estado, militares, policías y jueces, que conspiran contra la democracia en contra de lo dicho en las urnas». Está muy claro que no piensan en aceptar una derrota democrática si se produjera en el futuro.
En el mes de septiembre se han formalizado 53.410 operaciones inmobiliarias, lo que supone un incremento interanual del 40,6%, la cifra más alta desde el año 2008. ¿Recuerdan ustedes lo que pasó el año 2008 con las hipotecas? De esas operaciones, 5.159 corresponden a compra de viviendas por parte de marroquíes, principalmente en Murcia, Extremadura y La Rioja, adquiriendo las viviendas más baratas del mercado con precio medio de 640 euros por metro cuadrado. Aquí alguien miente por partida doble, existiendo la probabilidad de que las hipotecas se estén pagando con las subvenciones de los impuestos de todos los españoles y que los bancos estén utilizando esta vía para dar salida a inmuebles adjudicados con valor de mercado deteriorado, volviendo a pasadas guerras comerciales que nos llevó al estrangulamiento financiero de diversas entidades que acabaron desapareciendo.
Nos están vendiendo el producto “cambio climático” y ocultando que el hielo del Ártico, en vez de deshacerse, tiene atrapados veinte barcos, varados o con dificultades para navegar debido a que las aguas del Mar de Siberia Oriental se han congelado antes que en los últimos años.
He escrito muchas veces que las subvenciones son el peor de los males existentes en España. Colaboro en diferentes medios de comunicación, unos de derecha, otros de izquierda encubierta y, por lo que observo, todos subvencionados. Ninguno de esos medios ha publicado un artículo en el que, entre otras cosas, decía:
“Las autovías ya están pagadas con los impuestos de muchos años atrás; se recaudan 30.000 millones de euros anuales derivados de la circulación de vehículos (IVA, impuestos de matriculación, impuestos de circulación, impuestos a la gasolina y gasoil, impuestos sobre reparaciones, etc….); y el Estado solamente gasta 1.800 millones de euros anuales en su conservación, porque nuevas no hace ninguna. Su argumento para esta nueva tasa es: “Quien utiliza el servicio, lo paga”.
Se está barajando un importe entre uno y diez céntimos de euro por kilómetro recorrido. Considerando que un coche debería hacer entre 15.000/20.000 kilómetros al año para que con su amortización mereciera la pena hacer el desembolso inicial de su compra, el coste anual por coche podría estar entre 150 y 2.000 euros que, sumados a revisiones, ITV, cambio periódico de ruedas, mantenimiento, seguros y otras bagatelas, podría ascender en total a unos 4.000 euros anuales.
En otros países europeos existe el llamado sistema de viñeta, que es un adhesivo que se coloca en el parabrisas, al igual que el que se utiliza para la ITV, y que se basa en aplicar una especie de tarifa plana a todos los conductores, independientemente del uso que hagan de las autovías y de las autopistas, que cuesta entre 30 y 125 euros al año y autoriza para conducir por cualquier carretera durante ese periodo.
Llegados aquí, los sindicatos, las cárceles, las escuelas públicas, los chiringuitos feministas y LGTBI, las escuelas municipales de fútbol, los carriles bici y resto de servicios públicos que solo son utilizados por una parte de la población, que únicamente los paguen quienes lo utilizan. Eso no sería justicia distributiva, ¿verdad? Tampoco lo es “sangrar” a una parte de la población para mantener un gasto expansivo en un ejército de subvencionados y parados que, en un elevado porcentaje, pretender serlo durante toda su vida”.
Bien, pues ahí no acaba el asunto; ahora quieren establecer un peaje de acceso a las ciudades, cuya responsabilidad y cobro traspasarán a los ayuntamientos. Una forma como otra cualquiera de recaudar más impuestos o tasas, en vez de suprimir subvenciones y canonjías.
Polonia es un país que ha sufrido la devastación hitleriana y la catástrofe comunista, es un pueblo que sabe cómo se las gastan las dictaduras. Bielorrusia está presidida por un dictador, Lukashenko, que con el apoyo de Rusia ha enviado miles de inmigrantes ilegales procedentes de Oriente Medio (Siria, Etiopía, Irak y Afganistán) a traspasar las fronteras polacas. Los polacos, recios, trabajadores, cultural y profesionalmente preparados, han respondido enviando a su ejército a defender su integridad patria. Y aquí vuelve a aparecer no ya las dos Españas, sino las dos Europas, una que defiende la conquista de su territorio por parte de quienes no aportan nada más que pobreza y problemas, y la otra que apoya la defensa de las fronteras nacionales y, en este caso concreto, de Europa, al igual que lo es España con respecto al norte de África. No se dejen engañar por populismos de supermercado, no se trata de xenofobia ni racismo de ningún tipo, es chantaje político de países dictatoriales sin escrúpulos ni conciencia debido a la diferencia de valores respecto a la vida humana. Si Marruecos envía una avalancha de ilegales contra España es una crisis humanitaria de pobres inmigrantes que España tiene la obligación de acoger. Si no se integran y no aprende español, decimos “pobrecillo” y le damos una vida regalada, somos muy democráticos; si un destripaterrones de la España profunda llega a Barcelona, no se integra y no aprende catalán, no le damos ayuda de ningún tipo y le calificamos como “españolista” y “fascista”.
El obispo de Alcalá de Henares ha celebrado una Misa en el cementerio de Paracuellos del Jarama con motivo del LXXXV aniversario de los asesinatos cometidos por socialistas, comunistas y anarquistas entre el siete de noviembre y el cuatro de diciembre de 1936. En agosto de 1936 un periódico de nombre Milicia Popular editorializaba: “En Madrid hay más de mil fascistas presos, entre curas, aristócratas, militares, plutócratas, empleados … ¿Cuándo se les fusila?”. “Se calcula que en Madrid fueron asesinadas más de 20.000 personas …. 3.950 de ellas solo en Paracuellos del Jarama”. Datos recogidos del profesor Javier Paredes, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá de Henares. Durante la Guerra Civil fueron asesinados 13 obispos, 4.184 sacerdotes (el 14% de los que había), 2.365 frailes y 296 monjas. Todo esto, por equidad en justicia, también debería incorporarse en la Ley de Memoria Democrática.
La Ley de Memoria Histórica en preparación por el Gobierno, presionado al máximo por los comunistas, pretende acabar de un plumazo con la Transición, reinterpretando la Ley de Amnistía que ERC y Bildu han pedido se derogue y juzgando a aquellas personas que combatieron en el lado franquista y los hechos acaecidos hasta el año 1982, reconociendo como “víctimas de la Transición” a etarras muertos en enfrentamientos policiales, pero callan sobre las sentencias de muerte firmadas por Lluís Companys y los asesinatos de ETA. No sé qué pensar pues da la impresión de que algunos están deseando otra guerra fratricida en España.
Mal se le pone el ojo al caballo decía un extremeño cuando vislumbraba el final de algo.
Voy a acabar este ya largo artículo, para que cada uno califique a nuestros políticos, cómo Napoleón Bonaparte clasificaba a los diversos tipos de soldados:
1. los inteligentes con iniciativa;
2. los inteligentes sin iniciativa;
3. los ignorantes sin iniciativa; y
4. los ignorantes con iniciativa.
1. A los inteligentes con iniciativa, Napoleón les daba las funciones de comandantes generales … estrategas.
2. A los inteligentes sin iniciativa, Napoleón los dejaba como oficiales para recibir órdenes superiores … para cumplirlas con diligencia.
3. A los ignorantes sin iniciativa, Napoleón los colocaba en el frente de batalla – carnes de cañón, como se suele decir.
4. A los ignorantes con iniciativa, Napoleón los odiaba ……PUES:
– Un ignorante con iniciativa es capaz de hacer enormes barbaridades y luego disimuladamente, intentará ocultarlas.
– Un ignorante con iniciativa hace lo que no debe hacerse, habla lo que no debe, se mete con quien no debe y después dice que no lo sabía.
– Un ignorante con iniciativa hace perder: buenas ideas, buenos proyectos, buenos clientes, buenos administradores, buenos hombres públicos.
– Un ignorante con iniciativa produce sin calidad porque resuelve alterar procesos ya definidos y consagrados.
– Un ignorante con iniciativa constituye por lo tanto un enorme riesgo para el desarrollo y el progreso de cualquier empresa y gobierno, porque son extremadamente astutos para ocupar cargos sin ninguna idoneidad.
Antonio CAMPOS
A servir, no a servirse
“Churchill dijo que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, pero realmente lo que dijo fue que la democracia es la necesidad de inclinarse de cuando en cuando ante la opinión de los demás. También dijo que el problema de su tiempo era que los hombres querían ser importantes y no útiles; España necesita gente útil y no personas importantes, porque de tanta importancia como algunos creen que tienen, nos estamos muriendo como país”. Esto escribió Enrique López en el año 2011.

La democracia, por la que se luchó (sin armas) los nacidos a partir de la terminación de la Guerra Civil, se ha convertido en una imperfección que antepone la consecución del poder a título personal -servirse-, a la utilidad para la ciudadanía y el servicio al bien común -servir-. Igual que la corrupción y la financiación de origen desconocido existió (utilizo el pasado para evitarme problemas) en todos los partidos políticos, de todo tipo, colores y banderías, un elevadísimo porcentaje llega para servirse, incluido el que parece va a ser el nuevo partido Las Amazonas del Apocalipsis, salvapatrias radicales comunistas e independentistas que han visto un hueco electoral más allá del PSOE, para su encumbramiento personal, en cuyo panorama el máximo representante es Pedro I El Mentiroso como lo llama el Diputado Constituyente y escritor Luis del Val.
El líder de la oposición política, Pablo Casado, es un joven abogado que no se ha puesto la toga nunca, ni ha trabajado en nada que no sea la política, de la que vive desde su ingreso y presidencia regional madrileña de Nuevas Generaciones y como diputado en la Asamblea de Madrid desde que tenía 26 años.
Fue elegido, contra todo pronóstico, en elecciones primarias, para suceder a Mariano Rajoy, en el XIX Congreso Nacional del Partido Popular en el año 2018, con un discurso de integración de las diferentes corrientes internas: “Propongo la defensa de la libertad individual y económica: bajos impuestos, administraciones eficientes; la defensa de la unidad de España, más aún con el desafío independentista en Cataluña pero también lo que estamos viviendo en País Vasco y Navarra; la seguridad muy focalizada en la lucha contra el terrorismo; la defensa de la familia y de la vida y todas las políticas sectoriales que dependen de ahí: educación, pensiones, sanidad; y la eficacia de la honestidad…”
Estuvo en la Conferencia del Club Bilderberg en 2019 y, como todo el que pasa por allí, vino cambiado. Se ha centrado en la reorganización interna del partido, tratando de romper con el pasado y prescindiendo de todos aquellos que él ha considerado pudieran tener alguna relación, aunque fuese mínima, con cualquier tema que afectara a una imagen limpia y honrada de su partido.
En cambio, en un país convulso en el que gobierna un partido antes socialdemócrata, ahora autodeclarado marxista y republicano, apoyado en diversos socios comunistas e independentistas, no ha sabido, o no ha querido, definir una posición clara de dónde se encuentra él y su partido, tratando de llegar a votantes de diferentes ideas políticas fuera de izquierdas radicales, abarcando el espacio socialdemócrata y progresista, olvidando que el bipartidismo PSOE-Partido Popular se rompió hace años y no parece que vaya a volver, al menos en el corto plazo.
En mayo de este año 2021 se produjo una catarsis en la política y en el Partido Popular, al ganar Isabel Díaz Ayuso las elecciones a la Comunidad de Madrid duplicando el resultado obtenido en las de 2019 y lograr más diputados que la suma de las tres formaciones de izquierda. Había nacido una nueva lideresa con proyección nacional, lo que produjo un desmesurado miedo político, en Génova y en Ferraz.
Doña Isabel Díaz Ayuso, dice Ramiro Grau, tiene más ovarios que cojones el caballo de Espartero. Y lo demuestra un día sí, y otro también. Es un verso suelto, y como sucede con este tipo de personajes, todos se confabulan contra ellos.
Bajo su presidencia, la Comunidad de Madrid mantiene la imposición fiscal menor de España, aporta el mayor importe a la caja común de todos los españoles, ha superado -de largo- la actividad empresarial de Cataluña, situándose en primer lugar entre todas las taifas españolas. Las encuestas la sitúan muy por encima de Pablo Casado entre los votantes de derechas y, ojo, Pedro Sánchez aparece superado por la Fhasionaria Yolanda Díaz entre los votantes de Unidas Podemos y a solo siete décimas entre los votantes del PSOE.
El tremendo éxito, con el público del estudio y las redes aclamando masivamente a la presidenta madrileña, cosechado por Ayuso en El Hormiguero de Pablo Motos, ha aumentado la diana en la que internos y externos la tienen colocada en su punto de mira. En el Congreso del Partido Popular de Castilla La Mancha celebrado en Puertollano (Ciudad Real) la semana pasada, fue recibida al grito de ¡¡presidenta, presidenta!! Y encandiló a las masas: “Soy vuestra vecina y vengo a dejaros algunos mensajes. El primero es que del socialismo se sale. Eso es lo más importante que quiero que os quede. ¡Hágannos caso! Venimos del futuro. Y se sale”.
Ayuso tiene sencillez, transparencia y empatía, una posición clara, decidida, contundente, desapasionada y realista, sangre nueva, limpia, con las manos inmaculadas y un discurso comprensible por todo el mundo que, sin duda de ningún tipo, ha calado en el electorado. En su partido hay quienes reclaman “Por favor si pensáis de verdad en España, dejar el paso a Isabel”. Es ahora cuando vuelvo al principio de estas líneas: Si Pablo Casado viniera a servir, no a servirse, dejaría paso a quien, en estos momentos, es la única persona en España capaz de unir a todo el arco de votantes a la derecha del PSOE y que, si no es apuñalada por propios y extraños, podría ser la primera mujer que llegara a presidir un Gobierno de España.
Antonio CAMPOS
Mejor Erdogan que Sánchez
Por Jesús Cacho en Vozpopuli del 17-11-2021
“Créeme, es un tipo cojonudo”. Es la media verónica con la que Carlos Torres, presidente del BBVA, solía rematar su explicación cuando un colega se atrevía a preguntar por las razones del nombramiento de Onur Genç, un ejecutivo turco con escaso conocimiento del español, como consejero delegado de la entidad. En los últimos tiempos, el mercado se ha llenado de rumores en torno a eventuales desavenencias entre los dos máximos directivos del banco, un distanciamiento que se habría saldado con el creciente protagonismo del consejero delegado y un cierto eclipse de Torres, un hombre que proyecta una preocupante imagen de aislamiento en los últimos tiempos.
Crear riqueza o repartir miseria
El escepticismo con el que el nombramiento de Genç fue recibido entre la comunidad financiera española ha ido siendo sustituido paulatinamente por el elogio casi unánime: “El turco es un tío muy bueno”. Tan bueno, que nadie ha dudado en concederle todo el protagonismo en la decisión de BBVA de lanzar una OPA por el también turco Garanti, al objeto de elevar su actual participación del 49% hasta el 100%. Sorpresa y desconcierto en los madriles. Sí, es verdad que los manuales dicen que Turquía es un país de casi 85 millones de habitantes, con una población mayoritariamente joven, con alto potencial de crecimiento y un grado de bancarización escaso, ergo un territorio donde hay mucho margen para un banco cuya especialidad es la banca comercial que, además, compra a un precio muy atractivo.
Un argumentario que resultaría definitivo si el amo de Turquía no fuera un tal Recep Tayyip Erdogan, 67 años, un sátrapa en toda la extensión de la palabra, un neo sultán decidido a arrasar con la obra liberalizadora de Kemal Atatürk, padre de la moderna Turquía, para entronizar su poder personal sin límites legales que valgan. Un islamista conservador que lleva 20 años intentado moldear el país a su antojo y a quien en los últimos tiempos parece haber abandonado la diosa Fortuna.
El escepticismo con el que el nombramiento de Genç fue recibido entre la comunidad financiera española ha ido siendo sustituido paulatinamente por el elogio casi unánime: “El turco es un tío muy bueno”
Todo, en efecto, parece irle mal en los últimos tiempos. Desde la salud (se dice que ha superado un cáncer de próstata cuyos efectos son visibles en su aspecto desmejorado, sus ocasionales temblores y sus despistes) hasta la economía, pasando por la política. La lira turca ha perdido la mitad de su valor desde 2018, la inflación ronda el 20% y las cifras de paro oficiales rebasan ya el 15%. De la Turquía a la que hasta hace escasas fechas acudían alegres los inversores queda hoy poco. Aquel era un país en paz con sus vecinos, reñido con la corrupción, empeñado en la modernización de sus infraestructuras y serio candidato a entrar en la UE. Era la Turquía admirada y amable que Erdogan se ha llevado por delante.
Amo y señor, Erdogan mete su larga mano en la economía con resultados desastrosos para el país. Impide a su Banco Central subir tipos para controlar la inflación, nombra y despide a altos cargos de la entidad a su antojo, y acusa de las dificultades por las que atraviesa el país a “intereses extranjeros empeñados en desestabilizar Turquía”. Que en estas circunstancias el BBVA haya decidido poner más huevos en la cesta turca no deja, por eso, de causar perplejidad, sentimiento traducido en el castigo sufrido por la acción en Bolsa.
“Es curioso lo ocurrido”, relata un alto ejecutivo bancario extranjero. “Vendes tus intereses en Estados Unidos, un mercado muy maduro pero muy seguro, porque te lo compran a muy buen precio. Sacas una pasta (11.600 millones, con una plusvalía extraordinaria) y después no sabes qué hacer con ese dinero, no sabes dónde invertirlo, el Sabadell te parece una operación arriesgada, y resulta que al final acabas comprando en Turquía. Que me lo expliquen…”.
Problemas con la salud, problemas con la economía y problemas aún mayores con la política. Cuando quedan menos de dos años para las próximas elecciones, las encuestas atribuyen al partido de Erdogan, el AKP, alrededor de un 30% en intención de voto, muy lejos de los resultados de las últimas presidenciales que ganó en primera vuelta con el 53% de los emitidos. Los turcos, sobre todo la Turquía joven, empiezan a dar síntomas claros de cansancio con un autoritario inestable, provocador, capaz de insultar a políticos democráticos de primer nivel, capaz de llamar “nazi” a Angela Merkel, de calificar de “loco” a Macron, de promover un boicot a los productos franceses y de amagar recientemente con expulsar a una decena de embajadores occidentales. Lo peor: que ha iniciado una política exterior expansiva y muy agresiva con sus vecinos, mientras arma a su ejército hasta los dientes. Un riesgo claro para la paz en la zona.
Amo y señor, Erdogan mete su larga mano en la economía con resultados desastrosos para el país. Impide a su Banco Central subir tipos para controlar la inflación, nombra y despide a altos cargos de la entidad a su antojo. Aspectos todos que, muy grosso modo, dibujan un panorama preocupante para cualquier inversor que se plantee establecerse en Turquía a largo plazo. ¿Cómo encontrar seguridad jurídica en un país controlado por un tipo que acentúa sus perfiles de duro para consumo interno, mientras se disculpa sin recato ante las cancillerías importantes cuando mete la pata con sus exabruptos en política internacional? Su máxima es tan simple como brutal: todo lo que sea necesario para conservar el poder.
Les suena, ¿no? En realidad, Erdogan es un experto en supervivencia, un tipo al que solo importa el poder. “Es capaz de contradecirse, de cambiar de posición con respecto a Washington o Moscú, de querer entrar en Europa y despreciar a Europa, de mostrarse por la mañana islamista, por la tarde nacionalista y al día siguiente occidental puro… Todo según convenga a sus intereses”, escribía este lunes Delphine Minoui en Le Figaro. También les suena, ¿no?
Su estrella política está dando síntomas de agotamiento, pero eso no significa en absoluto que el control que ejerce sobre Turquía vaya a decaer. Rodeado de un pequeño círculo de su máxima confianza, temeroso de eventuales traiciones, Erdogan sigue siendo el único responsable a la hora de la toma de decisiones. Todo pasa por él. Nada se le discute. Nadie se atreve a sacarle de un error o advertirle de una equivocación, a pesar de que sus lapsus mentales son cada vez más notorios.
En ese círculo íntimo cobra cada día más fuerza su yerno, Berat Albayrak, y su propio hijo, Bilal, director de la Fundación de la Juventud Turca. La corrupción asoma por doquier. Peor aún: a pesar de que la oposición empieza a contar con serias posibilidades de derrotarlo en las urnas, son muchos los que creen que, llegado el caso, sería capaz mediante los cambios legislativos oportunos de convertirse de iure en lo que ya es de facto: en un dictador, estableciendo una auténtica dinastía familiar en el “trono” de Ankara.
En estas condiciones, invertir casi 10.000 millones por hacerse con el 100% de un banco en Turquía, “un régimen de un solo hombre”, supone asumir un riesgo político muy elevado. “Hace un año pudo comprar el Sabadell a precio de ocasión. Hubiera acrecentado el beneficio por acción, fortalecido su deficiente negocio en España y equilibrado su perfil de riesgo”, escribía ayer Carmelo Tajadura. Es verdad que la jugada podría salirles bien, Audentes fortuna iuvat, que el mundo no está hecho para los cobardes.
Onur Genç es un McKinsey, un hombre aferrado a su tabla de cálculo capaz, como todo Mckinsey, de venderte un frigorífico en el polo y justificártelo, pero aun así el riesgo se antoja demasiado grande. ¿Qué relación existe entre Onur Genç y Tayyip Erdogan, si hay alguna? ¿Hay algo al respecto que BBVA no haya contado a los inversores? En definitiva, Carlos Torres y el BBVA han preferido invertir en Turquía antes que en España.
Han demostrado tener más confianza en Turquía que en España. Mejor Erdogan que Sánchez, con todo su parecido. Supongo que el asunto dará que pensar en el Gobierno, si es que hay alguien que piense en este Gobierno, y probablemente también en Fráncfort y en la propia plaza de la Cibeles. Si la operación saliera mal, los costes serían muy altos para todos. Pero incluso si saliera bien, el caso daría para algunas consideraciones inquietantes: la que ofrecería un gran banco español -¿español?-, dirigido por un primer ejecutivo turco, con todo el poder en sus manos. Interesante conocer la opinión al respecto de Pedro Toledo y José Ángel Sánchez Asiaín.
Dos padeciendo a un canalla, diez recordando a un traidor
Por Jesús Cacho – Vozpopuli del 14-11-2021
El miércoles se cumplieron dos años de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 que confirmaron en el poder a Pedro Sánchez, y el próximo sábado se cumplirán diez de las generales que el 20 de Noviembre de 2011 entronizaron a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno con una mayoría absoluta que a muchos hizo concebir la esperanza de que la Fortuna había regalado a los españoles una oportunidad única, y tal vez última, de enmendar el rumbo de un país que había tocado fondo con la crisis financiera de 2008 y necesitaba con urgencia entrar en astilleros. Los casi 11 millones de ciudadanos que votaron al PP en aquella consulta lo hicieron conscientes de que la transición estaba agotada, y de que la democracia española necesitaba ser puesta sobre la mesa de operaciones a disposición de un buen cirujano resuelto a abrir en canal para acometer las reformas que la gravedad del enfermo estaba pidiendo a gritos, males agravados tras el paso por Moncloa de Rodríguez Zapatero, un perfecto miserable que andando el tiempo mostraría su real valía convirtiéndose en el chico de los recados del dictador venezolano Maduro.
Aquella fue la última oportunidad que tuvo el régimen del 78 de haber abordado una regeneración desde dentro, haber acometido el cambio de unos materiales que ya en los noventa venían desgastados por la erosión de los últimos años del felipismo y su abrasiva corrupción. Muchos fuimos conscientes de la importancia del momento: aquella mayoría tenía que servir para democratizar el sistema, darle una vuelta de tuerca a algunos artículos de la Constitución, arreglar el desaguisado territorial, reformar la ley electoral y algunas cosas más, entre ellas desmontar algunas de las leyes introducidas por el zapaterismo, tal que la de Memoria Histórica, o el intento de acabar con el espíritu de reconciliación que hizo posible la Carta Magna reabriendo las heridas ya cicatrizadas de la Guerra Civil… Está claro que la tarea sobrepasaba de largo las capacidades de un personaje como Rajoy, un manso de libro, gandul y cobardón. Un conservador de mesa camilla y brasero. España necesitaba un audaz Churchill y se encontró apenas con el indolente secretario del Casino de Pontevedra.
Mariano completó su hoja de servicios sirviendo el poder en bandeja a Sánchez, en lugar de buscar una salida honrosa que evitara a este país un vía crucis de las dimensiones que hoy conocemos
Algunas reformas en 2012, la más notable de las cuales fue una laboral bastante tibia, a medio camino de la integral que hubieran necesitado nuestras crónicas tasas de paro. Nada con gaseosa a partir de 2013, ni un papel cambiado de cara. Carente de cualquier ideología, el PP se había convertido en una aséptica gestoría de asuntos públicos, además de una agencia de colocación de amigos (todos los partidos lo son) de la que habían desaparecido los liberales (que terminarían yéndose a Ciudadanos) y los conservadores (que acabarían haciendo lo propio en VOX). De los asuntos de Génova y su red de oficinas se ocupaba Cospedal, mientras la gestión del aparato del Estado corría a cargo del ama de llaves de Mariano, Sáenz de Santamaría. El jefe tenía tarea bastante con el Marca y el Tour de Francia, bien repanchingado en el sillón de su mansedumbre mientras crecía incontrolada la ceniza de su cohíba, no importa que bajo el culo le estallara un golpe de Estado separatista o que los periódicos abrieran, «Luis, sé fuerte», día sí y día también con los escándalos de la Gürtel, esa mafia de pícaros con vistas a Pozuelo de Alarcón.
No hay mejor representación del hundimiento de un país en el abismo de la incompetencia y la incuria que la foto del escaño vacío de Mariano la tarde/noche del 31 de mayo de 2018, Congreso de los Diputados, ocupado por el bolso negro de Soraya, cuervo de mal agüero, moción de censura contra el Gobierno presentada por Pedro Sánchez. Mientras en el Parlamento se discutía el destino de una nación a punto de caer en manos de un descuidero de la política, el presidente del Gobierno al que seis años y medio antes habían votado 11 millones de españoles se emborrachaba en el reservado de un restaurante, del que salió tambaleándose, sito en Alcalá esquina Independencia. La noche de aquel día, dramático para la historia reciente de este país, quien esto suscribe se arriesgó a enviar un texto por wasap a un ramillete de notables, todos capitanes de empresa, urgiendo su inmediata movilización al objeto de exigir del PP la dimisión de Mariano para impedir el crimen de lesa patria que en la Carrera de San Jerónimo se estaba perpetrando. Tal dimisión hubiera dado pie a la convocatoria de unas generales de las que Soraya podría haber salido investida como primera mujer presidenta del Gobierno de España. Se trataba de evitar la tormenta que se cernía sobre este desventurado país si terminaba cayendo en manos de Sánchez y su banda.
Nunca supe si mi súplica logró movilizar a alguno de tan notorios destinatarios, aunque me temo que no. La tragedia se consumó al día siguiente, con la elección como presidente de un individuo al que el propio PSOE había expulsado de la secretaría general año y medio antes ante el temor de que terminara haciendo lo que finalmente hizo: echarse en brazos de comunistas, separatistas y bildutarras para ver cumplido su enfermizo afán de protagonismo. Mariano completó su hoja de servicios sirviendo el poder en bandeja a Sánchez, en lugar de buscar una salida honrosa que evitara a este país un vía crucis de las dimensiones que hoy conocemos. Cobardeando en tablas, en perpetua riña con la más elemental honestidad, el PP no solo no lo ha condenado al exilio, sino que lo reivindica y exhibe con desvergüenza en congresos y saraos varios. Todo un ejemplo a no seguir.
El de Sánchez es el peor gobierno desde el punto de vista técnico, el más ideologizado, el más radical y el más sectario
Tras las generales del 28 de abril de 2019, el PSOE pudo formar Gobierno con Ciudadanos, pero de boca de Sánchez jamás salió ni un simple amago de oferta de pacto. Albert Rivera cargó con la culpa de no habernos librado de esa desgracia, siendo así que el sujeto ya había elegido con quién quería irse de copas. De modo que nos obligó a volver a votar el 10 de noviembre del mismo año, en la confianza de que su gallarda figura y la mano experta del vendedor de peines que desde Moncloa le abanicaba la propaganda, le llevaran en volandas hasta los 140 escaños o más. Aquel fue uno de los peores días de su vida, porque el PSOE se dejó 721.000 votos y 3 escaños (en poco más de 5 meses) en la gatera, mientras Podemos perdía 515.000 votos y 7 escaños. Presa del pánico, aquella misma noche Pedro tiró de teléfono dispuesto, cual náufrago arrastrado por la corriente, a unir su suerte a la de Pablo iglesias, traicionando de forma clamorosa las categóricas promesas electorales de que jamás pactaría con la izquierda comunista. «No podría dormir tranquilo». El episodio marcó el rumbo de esta España que hoy navega cual balsa a la deriva. Psicópata narcisista, imbuido de un afán de poder enfermizo, Sánchez decidió dinamitar los equilibrios que habían regido la vida política española desde la muerte de Franco, basados en el triunfo de la centralidad y en el convencimiento de que la democracia parlamentaria, en manos de los «partidos del turno», no podía pactar con sus enemigos declarados. Roto ese dique de contención, las fuerzas periféricas se aprestan al asalto al régimen del 78 y a la consiguiente balcanización de España.
Han sido dos años, que parecen muchos más, en los que nuestro héroe ha podido desplegar su habilidad en el arte de mentir a todo el mundo todo el tiempo con el mayor desparpajo. Obligado a atender los talones que sus socios le presentan a cobro para seguir manteniéndole en Moncloa, los destrozos sufridos por la arquitectura institucional son difícilmente cuantificables, aunque su impacto es evidente en la salud de una democracia de la que ya apenas queda el nombre. El peor gobierno desde el punto de vista técnico y el más ideologizado, el más radical, el más sectario. Gobierno a la greña, a quien une la argamasa de su rechazo a la posibilidad de una alternativa de derecha, fantasma que combate mediante la agitación y el enfrentamiento entre bloques o el intento de colocar extramuros del sistema a la mitad del país. Trincheras, revanchismo y odio ideológico. Y, en lo legislativo, toda una batería de leyes al servicio de la izquierda radical, leyes orwellianas en Educación, Ley Trans, Memoria Democrática… Más una pandemia que el personaje no ha sabido gestionar, porque de eso no tenemos y la tarea rebasa con mucho nuestras capacidades, pero que ha servido para mostrar la pulsión autoritaria que le anima, con dos cierres del Parlamento que el Constitucional ha declarado lesivos para con los derechos y libertades de la ciudadanía. Un Gobierno que se ha saltado la Constitución y aquí no ha pasado nada.
El país está hoy más malito que nunca, muy dañado el sistema de libertades. Nadie sabe lo que ocurrirá en los dos años que quedan de legislatura y mucho menos la suerte que podría correr la España de ciudadanos libres e iguales si Su Sanchidad lograra gobernar cuatro años más a partir de 2023 con los mismos socios, condenado como está a caminar uncido al yugo al que él mismo eligió la noche de la moción de censura, mientras Mariano trasegaba güisqui y otros licores en un reservado. La vergonzosa renovación del Constitucional ocurrida esta semana es la prueba del nueve del grave deterioro de la calidad de nuestra democracia: cuatro jueces, cada uno de los cuales porta en la frente la escarapela del partido al que deben fidelidad. Por haber hay hasta uno patroneado por el Partido Comunista. Si no lo es, esto se parece mucho al final de nuestro Estado de Derecho. Terrible rúbrica a una doble efeméride: dos años sufriendo a un canalla, diez recordando a un traidor.
Enfrentado a la necesidad de acometer ajustes, Sánchez podría verse en la tesitura de tener que disolver para jugárselo todo a la carta de unas generales que podría perder por menos margen que dentro de dos años
No hay Gobierno y no está claro si hay oposición, aunque muchos lo dudan. El PP ni ha perdido perdón por el fiasco histórico de aquella mayoría desperdiciada por Rajoy, ni se ha rearmado ideológicamente, ni parece estar ocupado en lo que ahora debería ser su casi única tarea: la concreción de un proyecto de país elaborado por los mejores en cada especialidad y la redacción de 10 reales decretos leyes listos para ser publicados al día siguiente de formar Gobierno. En su lugar, la cúpula de Génova se dedica a poner palos en la rueda de Isabel Díaz Ayuso. Hay quien sugiere que tras ese inexplicable empeño se esconde el deseo de Casado de llegar a algún tipo de pacto de Gobierno con el PSOE tras las próximas generales. Una solución de compromiso que comprarían muchos españoles como mal menor. Aprobados los PGE2022, Sánchez tiene el camino expedito para alcanzar sin mayores sobresaltos el final de la legislatura. La situación, con todo, es tan volátil, sus compromisos tan gravosos, su debilidad tan obvia, que cualquier acontecimiento insospechado podría hacerle derrapar y mandarlo a la cuneta.
La Economía, por ejemplo, que no acaba de arrancar, con España en el furgón de cola de la UE en lo que a recuperación se refiere. El nuestro es un país que vive con la respiración asistida del BCE. La reaparición con fuerza de la inflación, unida a la llegada de un nuevo Gobierno en Berlín en el que ya no está la madre Teresa de Calcuta Merkel, podrían obligar a Fráncfort a recortar en breve su programa de compra de deuda soberana y a subir tipos. Y no está hoy España en disposición de salir a los mercados y exponerse a que su prima de riesgo escale en dos días hasta los 200 o los 300 puntos básicos. Enfrentado a la necesidad de acometer ajustes, los mismos que llevaron a Zapatero al desastre, Sánchez podría verse en la tesitura de tener que disolver para jugárselo todo a la carta de unas generales que hoy, en unos meses, la próxima primavera, podría perder por menos margen que dentro de dos años, porque todo podría empeorar para él de forma irreversible. «El enfermo español sigue agonizando entre recortes de las previsiones de crecimiento, broncas entre ministros por las reformas necesarias para lograr el oxígeno europeo, componendas entre partidos para seguir colonizando las instituciones, y una subida de precios que para muchos convierte en artículo de lujo desde la gasolina para el coche hasta la calefacción», escribía aquí ayer Alberto Pérez Giménez. Instituciones devaluadas y clases medias depauperadas. Estamos pagando el fracaso de la oportunidad perdida con la mayoría absoluta de Rajoy. ¿Hay algún futuro por ahí?