TODO LO QUE SIEMPRE QUISISTE SABER SOBRE LA ECONOMÍA, PERO NUNCA TE ATREVISTE A PREGUNTAR.
Juan Manuel Jimenez Muñoz 27 febrero 2023
“El Gobierno debe intervenir el mercado y topar los precios por Decreto. Es intolerable que los despiadados capitalistas, los dueños de los supermercados, a costa de los españoles, ganen tantísimo dinero. Los precios deben toparse al nivel que estaban antes de la guerra de Ucrania”.
Hola, lector. Hola lectora. ¿Quién podría no estar de acuerdo con ese loable propósito de la ministra Belarra, la actual jefa de Podemos? ¿Qué malnacido podría desear lo contrario? ¿A quién no le gustaría que ¡mañana mismo! un kilo de aguacates (que ahora cuesta cuatro euros) pasase a costar dos euros? ¿Puede haber algún masoquista que prefiera pagar un euro por una barra de pan, en lugar de medio euro? Y sobre todo… ¿cómo es posible que a nadie, antes que a Ione Belarra, se le haya ocurrido la feliz idea de bajar los precios en las tiendas a través de un Decreto del Gobierno?
Bien, lector. En principio… da la impresión de que la propuesta podemita es infalible: parece que Ione Belarra, alias La Alegría de la Huerta, tiene un corazón de oro. Aunque, todo hay que decirlo, hay algo que me ha hecho dudar sobre la bondad de esa medida intervencionista: quien propone topar los precios por Decreto es Podemos, el autor intelectual de la Ley Sueltavioladores, de ese prodigio jurídico que ya es referente en el mundo. Por no hablar de lo de entrar en los urinarios de señoras con pene, barba y bigote. O por no hablar de la pena de cárcel por matar una rata a escobazos. No sé. No sé. Podemos está por medio. Algo debe de fallar. ¿Dónde estará la trampa?
Así pues, más mosqueado que un perro en un barrio chino, me puse a indagar en las supuestas bondades de la intervención estatal de los precios, y releí «Los enemigos del comercio», el monumental ensayo de don Antonio Escohotado. Y lo que encontré, amigo lector, me puso la piel de gallina, pues justo por esa política intervencionista sucedió una debacle en todas las naciones que han sido (o son) gobernadas por marxistas.
A continuación, basándome en la historia actual de la Venezuela chavista y en la historia pasada de otros países, explicaré en doce pasos muy simples cómo se gesta un desastre tras abandonar la economía de mercado. No te asustes, lector: la Economía es algo árida… pero con un poquito de humor lo entenderemos sin problema. Ponte cómodo y disfruta.
Paso 1: La ministra Belarra ordena a los tenderos que no vendan la barra de pan a su precio actual de un euro, sino al mucho más amable de medio euro. Un 50% menos.
Paso 2: Entonces, los tenderos llaman a los panaderos para decirles que, a partir de mañana, les comprarán el pan a la mitad de su precio de hoy.
Paso 3: Entonces, los panaderos llaman a los molineros para decirles que, a partir de mañana, les comprarán la harina a la mitad de su precio de hoy.
Paso 4: Entonces, los molineros llaman a los campesinos para decirles que, a partir de mañana, les comprarán el trigo a la mitad de su precio de hoy.
Paso 5: Entonces, los campesinos hacen cábalas de lo que les cuesta a ellos producir el trigo (agua, gasolina, abonos, tractores, plaguicidas, etcétera) y llegan a la curiosa conclusión de que van a trabajar de balde para la ministra Belarra, que cuando bebe la agarra. Y como los campesinos, aunque rústicos, no son imbéciles… plantan el trigo justito para amasar ellos su propio pan, y acaparan el excedente en sus graneros hasta que suban los precios… ¡y que le vayan dando por culo a los urbanitas de la capital!
Paso 6: No hay pan. Aunque la gente tiene euros para gastar, no se encuentra pan por ninguna parte (asumo que, a estas alturas, el lector ya habrá entendido que lo dicho para el pan vale para el aceite, la leche, la carne, las verduras, los zapatos y las aspirinas).
Paso 7: La escasez de productos origina grandes aglomeraciones en las tiendas. Entonces, para que la gente no se acuchille en las colas, Ione Belarra recurre a lo único que se ha inventado en ocasiones similares: las cartillas de racionamiento. Todo el mundo comerá, pero poquito y con orden.
Paso 8: Como la gente de la ciudad aún tiene euros, y como los campesinos han acaparado el poco grano que queda, los urbanitas más “listos” se compinchan con los agricultores más “espabilaos” para traer trigo a las ciudades, aunque sea a precio de oro. En resumidas cuentas: surge el mercado negro de toda la vida, para el que pueda pagarlo. El estraperlo.
Paso 9: Poco después, al no haber compraventa en el mercado libre (recuerda: solo funcionan los estraperlistas y las cartillas de racionamiento), han quebrado las farmacias, las fruterías, las pescaderías, las carnicerías, las panaderías y cualquier comercio privado. Las grandes empresas (cadenas alimentarias, constructoras, eléctricas, etcétera) se marchan al extranjero. Las pequeñas empresas y los autónomos se marchan a la mierda. La destrucción de empleo es terriblemente masiva y, a consecuencia del paro, la gente se empobrece a marchas forzadas y los billetes dejan de circular.
Paso 10: Ante la falta de dinero circulante, el Gobierno activa la maquinaria de fabricar billetes e inunda el país con una moneda que no vale absolutamente nada (pues nadie produce). Es el inicio del desastre final: es la hiperinflación de la actual Venezuela chavista o de la Alemania de 1919-1930, durante la República de Weimar.
Paso 11: Desesperado, el Gobierno toma medidas extremas para evitar la hambruna: fusila a los campesinos que acaparan trigo, les requisa el cereal y les expropia las tierras. Exactamente lo que hicieron Lenin y Stalin entre 1917-1938. O, más recientemente, lo que hizo Chávez en Venezuela: ¿recuerda el lector los alocados gritos de Chávez ordenando “¡Exprópiese!”? Pues era eso exactamente: quitar la propiedad de su negocio a quien desobedezca la orden del Gobierno de vender a pérdidas.
Paso 12: La ruina absoluta. La bancarrota. La represión. Como si hubiese pasado un huracán por el país. Aportaré un solo dato, por ser fácilmente comprobable: la tasa de pobreza extrema en Venezuela en 1998 (el año de la llegada de Chávez al Gobierno) era del 9% (una barbaridad, por supuesto). En el año 2021, tras 23 años de chavismo, era ¡del 68%!: la más elevada de América y, además, con la tasa de delincuencia más alta del mundo. Entonces, en ese momento exacto de la bancarrota, sólo los muy pudientes (las Belarras, las Yolandas, las Montero, los Stalin, los Maduro, los Castro, los Garzón, los jefazos del Partido y los funcionarios afines) pueden comer tres veces al día. Para el resto, lo mejor es emigrar a otro país o sobrevivir con las migajas del Estado.
Ése es el modelo que propone Podemos, los socios de Pedro Sánchez, los que asesoraron al chavismo en Venezuela. Los que aún entonan loas a Nicolás Maduro y a los hermanos Castro. Los gestores de la miseria generalizada. Los expertos en igualar por abajo. Los defensores de la inactividad social y de la economía subsidiada. Los que, como el ministro Garzón, visten camisetas con el logo de la desaparecida Alemania Oriental: el régimen asesino y liberticida que tanto añoran.
Y ya está, lector. Mantén cerca de ti este artículo por si alguna vez sientes la morbosa tentación de pensar que lo mejor para España es que los “despiadados empresarios” quiebren, y que a Amancio Ortega le vaya fatal. Recuerda que el Estado no lo puede todo. La Historia lo demuestra. En Venezuela afirmaban que lo que les ha sucedido era imposible de ocurrir. Tomemos nota.
El mundo ha salido adelante gracias a muchos Amancios Ortegas y a muchos pequeños autónomos; pero nunca ha salido adelante gracias a señoritas que jamás dieron un palo al agua fuera de la sede del Partido, y que ahora cobran 90.000 euros al año en su cargo de ministras. Ojalá se les seque la yerbabuena. O mejor aún, como decía Rafael Alberti en su famoso poema al que Paco Ibáñez puso música:
<<A Galapagar, a Galapagar;
hasta enterrarlos en el mar>>.
El mundo, amigo mío, funciona moderadamente bien en Francia, Canadá, Holanda, Bélgica, Australia, Nueva Zelanda, Suecia, Dinamarca, Reino Unido, Italia, Portugal o España. A sitios así, y no a Cuba ni a Venezuela, se marchan los fugados del “procés”. Por algo será. Y el mundo ha funcionado y funciona terriblemente mal en Nicaragua, Venezuela, Cuba, Alemania Oriental, la U.R.S.S. o Corea del Norte, paraísos comunistas donde no hay alimentos que comprar ni libertad para quejarse.
Que no te la den con queso, lector. Que no te la den con queso.
Cagoentóloquesemenea y mitad del cuarto más.
Podemos y la Iglesia Católica
El “fenómeno Podemos” se estudiará en el futuro en las universidades y en las altas escuelas de negocios, cómo unos pocos amiguetes con un cociente intelectual probablemente superior a la media, se rodearon de unos cuantos semianalfabetos, vagos y gente que en su conjunto había aportado al erario público menos que un jubilado en toda su vida de cotización, y se convirtieron en la llave maestra del poder ejecutivo, condicionando toda la política hasta ese momento conocida, poniendo al borde del fracaso a España como nación en su conjunto y tratando -veremos si al final no lo consiguen- derribar la Transición del régimen franquista al democrático y de reavivar un sentimiento de odio entre hermanos que creíamos superado y olvidado.
La última, por ahora, ocurrencia que han tenido ha sido presionar al Gobierno para que presente al Congreso de los Diputados la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede del año 1976 y 1979, así como los existentes con las confesiones minoritarias, y que los bienes del patrimonio histórico español declarados de interés cultural que pertenezcan a la Iglesia pasen al dominio de las Administraciones Públicas.
Antes de continuar con estas líneas he de declarar mi pertenencia a la iglesia católica por nacimiento, bautismo, educación, cultura e historia, que convive con el agnosticismo de quien se encuentra perdido en un camino que perdura millones de años sin encontrar salida ni retorno.
Que cada cual lo traduzca como considere, pero ese mismo razonamiento fue el que me puso contra el autoritarismo franquista, igual que ahora no estoy cómodo en una democracia supeditada a los intereses personales del poder, con una gigantesca administración pública en todos los niveles, se invierta la carga de la prueba asignándole el papel de maltratador al hombre solo por el hecho de serlo, insulten a quién defienda la bandera y la unidad de la nación, que la inmigración no esté controlada y lleguen a trabajar y ganarse honradamente la vida, que se trasvase el dinero de los impuestos de los que trabajan y aportan algo a la sociedad española a los que no lo hacen ni piensan hacerlo nunca, que la ley -su aplicación- proteja al transgresor, al multirreincidente y a los afiliados que el gobierno designe, igual que cuando los flechillas iban con su camisa azul y había que apartarse para dejarlos pasar, del control político que se ejerce sobre los medios de comunicación, de la ley del más lento en la enseñanza de nuestros hijos y nietos, del dinero que se facilita a ciertas autonomías cuyo único objetivo es la ignición de otro fraternal enfrentamiento, de que cualquier tontería dicha por un imbécil mental, repetida hasta la saciedad, se convierta en verdad absoluta, que se malgaste el dinero que nos facilita Europa en adiestrar cerebros constreñidos a un ideario político y a la vez se recorten, recuérdenlo cuando ocurra, las pensiones de quienes llevaron España de la absoluta pobreza a una clase media que vivía feliz.
En España la Iglesia Católica se estructura en 69 diócesis territoriales, a las que hay que unir el Arzobispado Castrense. Cada diócesis o Iglesia particular dispone de su propia organización e instituciones diocesanas: seminario, residencias sacerdotales, colegios, etc. Además, el obispo diocesano puede erigir parroquias como comunidades de fieles constituidas de modo estable, encomendadas a un párroco. Generalmente las parroquias tienen carácter territorial.
Para hacernos una idea de la labor que hace la Iglesia Católica en España, recojo los datos que se muestran en el Informe año 2020 de la Conferencia Episcopal Española.
16.960 sacerdotes y 465 diáconos atienden a 22.993 parroquias existentes. Hay 1.129 seminaristas y 8.739 monjes de clausura.
Los bienes inmuebles ascienden a 3.290 de Interés Cultural y 44 Bienes Patrimonio de la Humanidad, entre los que se encuentran 87 catedrales y 751 monasterios, hasta un total de 22.993 parroquias.
La Iglesia Católica española atiende los servicios sociales que se detallan seguidamente, acerca de los que no he encontrado dato alguno que pudiera indicar algo similar por parte de ningún partido político, sindicato, cualquier otra religión o asociación cultural o social de tipo alguno, y cuyo inventario monetario no he podido efectuar, ni por aproximación, dada la amplitud y complejidad de esa labor y los millones de personas que se benefician de ella.
La importancia de estos datos no puede pasar desapercibida para nadie; claro que es posible que sea precisamente eso con lo que quieran acabar los radicales de izquierda, que prefieren no tener competencia de nadie que tenga una preparación cultural e intelectual de altura.
Aunque parece que no están solos, al menos en ciertos pronunciamientos de la infalibilidad de nuestro querido Papa cuando dice que “el derecho a la propiedad privada no es absoluto ni tampoco intocable, sino que tiene una función social”. Yo soy un romántico fuera de contexto, de esos “amantes a la antigua, que suelen todavía mandar flores” que cantaba Roberto Carlos, pero por lo que pudiera pasar me pido La Pietat de Miguel Ángel.
Y en Bruselas, que empezó siendo un cementerio de elefantes políticos, se gira hacia la opresión de los pueblos y allí rebajamos 20.000 millones de euros el presupuesto de educación español, pero no se toca un euro del importe, similar, destinado al uso y abuso del medio a través del que algunas han llegado a tocar poder.
Para arreglar el descalabro económico en el que estamos metidos, -porque el final, el que no són pessetes són punyetes– hay voces, muchas, que claman por un nuevo Enrique Fuentes Quintana, ese economista profesor de la etapa franquista al que yo estudiaba desde 5º de Bachillerato, en “Política económica” escrita en comandita con otro economista, Juan Velarde Fuertes, en el año 1965 -todo lo del franquismo es malo, muy malo, y ni se puede ni se debe estudiar si no es para vilipendiar en todo lo que afecta a, queramos o no, cuarenta años de la historia de España- que abarcaba desde Adam Smith a los años sesenta en nuestro país y que termina con este texto:
“Es lógico que haya que pensar en que los primeros pasos habrán de darse en el sentido de expansionar la exportación. Si esta es raquítica, raquítico será nuestro futuro. De aquí tendrá que venir la fuente esencial de nuestros ingresos.
En segundo lugar, todo proceso de desarrollo requiere el sacrificio denominado ahorro. Este es ineludible en España. La aportación del ahorro español -préstamos de capitales- lo hará más llevadero, pero no podrá prescindir del mismo. Para que la fuente de ahorro sea voluntaria, es imprescindible contar con estabilidad monetaria. Si suben los precios de forma inflacionista, el ahorro pasará a ser el antisocial ahorro forzoso. No existe otra alternativa que el estancamiento.
Finalmente, es necesaria la existencia de paz social. Para lograrla, es perentorio un más equitativo reparto de la riqueza y de la renta …
Conseguir todo esto no es nada fácil … Para marchar por ella se necesita además voluntad. Si España no cree en el progreso de sus exportaciones, en su estabilidad monetaria y en una más igualitaria distribución de la riqueza en su futuro, nada podrá hacer ningún equipo gobernante. Y para que esté convencida de ello es preciso que lo estén los españoles que la dirigen. Quienes han estudiado este libro formarán bien pronto parte de la minoría rectora del país. De aquí su futura responsabilidad y la presente de sus autores”.
Creo que los escritores y autores citados no necesitan presentación, al menos para quienes estén aprovechando correctamente el gasto que supone la enseñanza pública. En un país en el que se llama fascista a cualquiera que respeta la bandera de España, que el poder se encuentra en manos del feminismo mal entendido, marxismo encubierto e independentismo, por favor, que antes lea estas líneas y hojee los libros citados, que se pueden consultar en la Biblioteca Nacional. Porque hay que cuestionarse todo, de todos, y poner todo en el fiel de la balanza, incluidas las presentes líneas, porque no fiarse no está bien, pero fiarse es, simplemente, malo.
Antonio CAMPOS
Pedro Sánchez debe dimitir antes que la situación sea insostenible
Una de las Leyes de Murphy dice: “Si existe la posibilidad de que varias cosas salgan mal, la que cause más perjuicios será la que salga mal”. A nuestro presidente Pedro Sánchez ya no le respeta nadie y todo el mundo quiere sacar tajada de su debilidad política, más aún cuando dirham lo que dirham los demás, como cantó Raphael.
Bildu exige a Sánchez una excarcelación masiva de presos de ETA, que alcanzaría a más de la mitad de esos presos porque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha rechazado el recurso que presentó España, a través de la Abogacía del Estado, y que no se ha recurrido, contra la sentencia de Estrasburgo que condenó al Estado español por vulnerar el derecho del etarra Xavier Atristain, ya que mientras estuvo incomunicado en prisión preventiva se le negó el acceso a un letrado de su elección y fue interrogado por la Policía sin la presencia de un abogado. ¿Somos tontos, incapaces, o pensamos mal y creemos que se ha actuado así a propósito y se han dejado correr los tiempos buscando este resultado final?
Seguimos a lo escrito por Javato González en “ETA – Origen e ideología”: El nacionalismo vasco surge como reacción a los síntomas de modernización e industrialización en el País Vasco, con la masiva llegada de obreros inmigrantes a la emergente industria vizcaína … con la siguiente situación de partida: una nación esencial y providencialmente católica, sumida en un proceso de decadencia moral y religiosa por el contagio de ideas y costumbres corruptas extranjeras, y una fórmula salvadora: aislamiento para evitar el contagio, purificación de elementos impuros y recuperación de viejas esencias.
Hacia 1892, Sabino Arana Goiri (Vizcaya, 1865 – Vizcaya, 1903), fundador del nacionalismo vasco, difunde una serie de escritos que comienzan a plantear la legitimad del antagonismo entre España y el País Vasco, por el que la nación vasca se fundamenta en una serie de caracteres: “primero, la raza; segundo, la lengua; tercero, el gobierno y las leyes; cuatro, el carácter y las costumbres, y quinto, la personalidad histórica”, configurando, así, un nacionalismo fundamentado en la tradición, la raza y la religión. Arana elabora un imaginario doctrinal que se apoya en la pureza racial de los vascos, manifestada en la ausencia de corrupción de la raza ancestral euskalduna con respecto a otras etnias inferiores, como la judía o la mora; y en la pervivencia del euskera. De esta forma presenta un panorama en el que los puros, los vascos, se ven sometidos a la tiranía de los españoles, definidos como un pueblo inferior, degenerado y corrupto que ha traído la perdición a Vizcaya. No sé a ustedes, pero a mí me suena esto a algo parecido a lo que pregonaba Hitler.
Siguiendo ese postulado, el 31 de julio de 1959 (aniversario de la fundación del PNV y festividad de San Ignacio de Loyola) nace Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), ETA, formada mayoritariamente por estudiantes de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Deusto procedentes casi todos de familias burguesas en las que predominaba el sentimiento nacionalista.
Organizados como grupo terrorista, actuaban en distintos niveles:
•Grupos ‘X’, formados por jóvenes radicales encargados de realizar destrozos callejeros.
•Grupos ‘Y’, compuestos por un máximo de cinco personas, se dedican a cometer pequeños atentados.
•Grupos ‘Z’, integrados por miembros especializados, son los responsables de los coches bomba y de los asesinatos.
Cometen su primer asesinato el 7 de junio de 1968 y desde entonces ETA ha dejado un balance atroz, lleno de dolor y de familias rotas: 854 personas asesinadas (853 según los datos del Ministerio del Interior más el policía Jean-Serge Nèrin, asesinado en Francia el 10 de marzo de 2010) y varios miles de heridos y amenazados. De los muertos, en torno a 500 eran miembros de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (fundamentalmente, y por este orden, guardias civiles, policías nacionales y militares). El resto, políticos, periodistas, jueces, empresarios, gente que pasaba por allí…
Las estadísticas de víctimas mortales van mostrando los cambios estratégicos en la historia criminal de ETA. Antes de la muerte de Franco, entre 1968 y 1975, ETA mató a 44 personas (solo el 5% del total de su historial de asesinatos). Poco después, y tras dos años relativamente similares en número de víctimas mortales (18 en 1976 y 12 en 1977), en 1978 —el año en el que se aprueba la Constitución— el número de asesinatos se multiplicó brutalmente: 65 en 1978, 77 en 1979 y 95 en 1980 (el año con mayor número de muertos). En tan solo tres años perdieron la vida 237 personas.
El 17 de marzo de 2017 ETA anunció su desarme definitivo de manera unilateral y sin condiciones.
Estos son, de forma muy resumida, los actuales amigos de nuestro presidente Pedro Sánchez, con quienes dijo por activa y por pasiva que no iba a pactar -“le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar, si quiere lo digo 5 veces, o 20. Con Bildu, se lo repito, no vamos a pactar”-y que, al poco tiempo, no hace otra cosa que “blanquear” la historia bilduetarra, cambiar la forma de contarlo en los libros de enseñanza de nuestros menores, que desconocen el sufrimiento que unos asesinos confesos y convictos infringieron a los españoles, pero lo que no puede ni podrá nunca, es engañarnos a todos los que vivimos en primera persona aquellas luctuosas etapas de muerte y duelo en toda España.
Y como “a perro flaco, todo son pulgas”, ERC exige al presidente un indulto general a todos los relacionados con el independentismo catalán, en especial a los CDR-Comités de Defensa de la República, grupos de activistas organizados surgidos en Cataluña en 2017 con el objetivo inicial de facilitar la realización del referéndum de independencia del 1 de octubre, suspendido por el Tribunal Constitucional, y cuyo/os líder/es eran controlados por el CNI con autorización judicial, y anular la causa contra Tsunami Domocràtic creada con el mismo objetivo.
Pero hay más. Podemos quiere despenalizar las injurias a la Corona española y el enaltecimiento del terrorismo, la difusión de imágenes de los agentes policiales, legalizar las manifestaciones espontáneas y sin comunicación previa a la autoridad competente y eliminar la presunción de veracidad de los atestados policiales, en resumen, legalizar la algarabía y altercados callejeros al albur de una nueva ley de Seguridad Ciudadana que ellos dicen será de “regeneración democrática” para, cuando sean desalojados del poder, campar a sus anchas en piquetes y milicias como en los años 30 del siglo pasado, aunque me da a mí que van a cambiar las leyes y que tras la aprobación del aborto a las menores -aquí sí que solo hay un género por más que se empeñen las iletrades del reino- de dieciséis años, vendrá el voto a partir de esa edad para intentar prolongar su estancia en la política. Todo ello con el Partido Popular como cooperante necesario para aprobar esta ley.
En España estamos atravesando una situación definida por Ley de Leahyn: “Si se hace mal algo con bastante frecuencia, se convierte en correcto”. Y los socialistas que siguieron y votaron la socialdemocracia de Felipe González lo siguen haciendo con el social comunismo de Pedro Sánchez, cuando nada tiene que ver una cosa con la otra. Aquellos querían el bien y la riqueza para todos los ciudadanos; estos quieren la pobreza, la sumisión y la revuelta radical para perpetuarse en el poder. Y como no son bastantes por sí mismo, tienen que apoyarse en quienes quieren destruir España como nación e implantar una sociedad de subvencionados en primer tiempo de saludo con quien les llena el plato de sopa (boba). Lo más grave de todo ello es que los socialistas históricos que votaban a Felipe González y ahora lo hacen con Pedro Sánchez, o eran unos falsos entonces o lo son ahora, o estómagos agradecidos que no tienen dónde caerse muertos fuera del ámbito de la canonjía política que ocupan.
En cualquier caso, a un jefe se le obedece porque se le quiere o porque se le teme. A Pedro Sánchez no lo quiere nadie, y para mí que ahora tampoco nadie le teme, pues sus últimas actuaciones más que de política nacional han sido de toma de decisiones a título personal y huelen peor que el barrio viejo de curtidores de pieles de Fez.
Si Pedro Sánchez antepone España a su narcisismo personal, debería dimitir por las mismas razones que lo hizo Rajoy, unas públicas y otras ocultas, pero, en todo caso, para que perdure la democracia en esta nación que se llama España.
Antonio CAMPOS
Consulta de pacotilla
Se había creado en una familia cuyos padres tenían que levantarse muy temprano para ir a trabajar, no sin antes dejarlo en la guardería a las siete de la mañana. Era un matrimonio humilde que, entre transporte al trabajo, comida en un restaurante cercano, menú del día, vuelta al trabajo después de comer, recoger al crío al caer la tarde y regreso al hogar, retornaban a casa prácticamente a la hora de cenar, ver un rato la televisión y caer rendidos en la cama, hasta el día siguiente.
Pero el esfuerzo merecía la pena; había que pagar todos los últimos electrodomésticos de los que estaba dotada la casa, la luz, la calefacción, salir a cenar los fines de semana y ahorrar para ir de vacaciones a la playa el mes de agosto.
El niño fue creciendo, educado por los profesores del colegio, todos interinos que no habían pasado ninguna oposición para funcionario público, afiliados a diversos partidos políticos y sindicatos que se encargaban de mantenerlos así fieles a sus intereses, ya sabes, si quieres seguir un año más en el puesto, procura que sigamos mandando nosotros.
Los padres estaban tan volcados en su trabajo y sus merecidas vacaciones veraniegas que no podían dedicar tiempo ni a enseñarle a coger de forma correcta el tenedor y la cuchara para comer, pero no importaba porque era un chico muy espabilado, pasaba todos los cursos sin problemas de ningún tipo, eso sí, no aprendía mucho, pero para evitar problemas psicológicos los profesores lo aprobaban todos los años para que no se sintiera discriminado ante sus compañeros.
No llegó a ir a la universidad, porque allí la cosa era diferente, hacían preguntas sobre temas que a él le sonaban pero que verdaderamente desconocía su solución, ni datarlas por aproximación. Y como no quería tener un oficio en el que mancharse las manos o tener que estar sometido a un jefe capitalista que esclavizara su libertad, se apuntó a un partido radical de izquierdas, que allí admitían a todo el mundo, siempre que se mantuviese obediencia ciega en los mandos, porque otra cosa no habría, pero mandos … para parar un tren, difícil sería que él no llegase algún día a ser uno de ellos.
Sus entendederas no acababan de discernir bien qué era eso de la monarquía y qué era la república; por lo que había oído, la república era una cosa muy buena, hace muchos años ganó unas elecciones trucando los resultados de la votación, pero querían repartir el dinero de los ricos entre el pueblo y algo le caería a él; la monarquía no debía ser cosa muy buena, pues el rey actual no se hablaba con su padre, es más, estaba de vacaciones en un país árabe desde hace muchos meses y no había ido ni siquiera a saludarle; y es que decían que había sido muy mujeriego, no como los actuales líderes de su partido que se habían intercambiado las novias entre ellos y la que antes se acostaban con uno ahora lo hacía con otro; y que había cobrado comisiones de no sé qué negocios, nada que ver con ERES de ningún tipo, picaderos de caballos, kilómetros y kilómetros de playas en un país africano, caucus marxistas ni capacidad de ahorro que algunos tienen con un sueldo de medio pelo como es el que se paga en este país cuando se ocupan ciertas puestos.
Así que sin pensárselo dos veces y sin saber cómo, estaba tras una mesa de Ikea sobre la que había una urna transparente, ocupando la vía pública, sin que ninguna autoridad policial, municipal, gubernativa o judicial se lo impidiera, algo similar a lo que hicieron los independentistas catalanes antes de dar el golpe de Estado incruento de hace unos años, preguntando, a cuatro amiguetes, porque nadie con dos dedos de frente iba a ir a esa película montada por un mal aprendiz director de cine, si España prefiere una monarquía o una república.
Quien esto escribe supone que, casi por unanimidad, habrá “ganado” la república, pues con la que está cayendo en el país nadie está para estas tonterías.
Pero ya puesto, ¿por qué no preguntan si se quiere ilegalizar a independentistas, comunistas y anti constitucionalistas? ¿por qué no preguntan si se quiere o no subvencionar a todo aquel que llega a España con todo gratis y sin intenciones de trabajar en toda su vida? ¿por qué no preguntan si prefieren una reagrupación de autonomías o que les rebajen la pensión como se hizo en Grecia con un gobierno comunista? ¿por qué no preguntan si el pueblo acepta las mentiras de Pedro Sánchez y gobierna con Bildu y Podemos, con los que dijo que nunca iba a pactar?
Mientras esto ocurre, el PSOE de Alcalá de Henares censura una obra titulada “Historias de cama” de Eduardo Adrianzén del año 2009, prohibiendo su representación en versión libre por un grupo de teatro aficionado, porque en ella aparecen unos protagonistas afeminados, homosexuales en el lenguaje actual, que lucen su palmito a todo aquel que quiera, o no, oírlos, pero que no aceptan verse representados encima de un escenario al libre albedrío de quien no recibe subvenciones de ningún tipo ni es invitado a los Goya.
Desde mi ventana veo cómo ya se ha cansado el artista de la urna explosiva -ese es su único objetivo- recoge los bártulos y marcha. No sé si irá a algún sitio en el que se recuenten los votos -uno para mí, otro para mí y otro para mí- o los llevarán directamente al vertedero de basura.
Antonio CAMPOS
Todo iba bien
Todo iba relativamente bien y vivíamos en paz hasta que en 2014 apareció Podemos. Nos dijeron que todo era malo, se autodenominaron indignados, al resto casta. Inventaron problemas donde no los había, enfrentaron a padres con hijos, mujeres con hombres, homosexuales con heteros.
Resucitaron la guerra civil ya olvidada, hablaron de cunetas, de buenos y malos, donde había convivencia llegó el odio. A los que creaban empleo los convirtieron en explotadores y a los orgullosos de España en fascistas. Adoctrinaron a los jóvenes haciéndoles intolerantes. Enfrentaron lo público con el resto y hablaron de vivienda digna mientras ellos utilizaban los hospitales privados y se mudaban a chalets con piscina y jardín de 2.000 metros cuadrados. Pasamos de ser aliados en la UE de USA a serlo de las dictaduras latinoamericanas. Empezamos a adorar a dictadores abyectos como Chávez o Maduro, junto con el Ché o los Castro y el propio Lenin mientras nos quitaban el orgullo de la transición y la Constitución del 78 porque decían que fue un invento franquista. Y mientras tanto, nos dijeron que no sabíamos lo que era la libertad, ni la tolerancia, ni el sexo, como si no hubiésemos sido jóvenes nunca. Ellos nos enseñarían todo porque antes de ellos, los adanes, no hubo nada. Hablaron de tolerancia, pero aparecieron las amenazas y los escraches a quien no pensase como ellos, también en la universidad. Convirtieron las redes sociales en una pesadilla en la que es mejor estar callado si no quieres que te destrocen decenas de troll con nombre de muñeca. Apalear un policía era un orgullo, utilizar la guillotina una costumbre, meter muertos en ceniceros una gracia y “colgar” jueces libertad de expresión. Saltarse las normas una diversión y okupar viviendas ajenas un derecho constitucional. Desde aquel 2014 todo ha ido a peor. Nos habéis enfrentado y dividido, tenemos más problemas y nos habéis instalado en el caos, nos habéis traído la peste social. Podéis iros por donde vinisteis. Por favor, cerrad la puerta al salir»
Jaime de Berenguer.
Abusos sexuales
En el día de ayer, uno de febrero del año 2022, se cometió, presunta y al menos moralmente, un abuso del poder legislativo en el sacrosanto lugar del Congreso de Diputados.
Para no cansar al lector, resumiré: Se crea una Comisión Parlamentaria para investigar abusos sexuales cometidos a menores por miembros de la iglesia católica. Exclusivamente para este fin.
ANAR es una asociación sin ánimo de lucro, creada en el año 1970, que se dedica a la promoción y defensa de los derechos de los niños y adolescentes en situación de riesgo y desamparo, mediante el desarrollo de proyectos tanto en España como en Latinoamérica, en el marco de la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, de reconocida reputación y buen hacer.
Ha publicado en el año 2021 su estudio sobre “Abuso sexual en la infancia y adolescencia según los afectados y su evolución en España (2008/2019)”, presentando la siguiente distribución:
Como es fácil observar si dejamos al margen sentimientos e ideologías personales, únicamente el 0,2% de la muestra corresponde a abusos perpetrados por religiosos católicos y, en su mayoría, son personas de edad madura que dicen haber sufrido esas agresiones hace veinte, treinta o cuarenta años cargando con su penitencia sin apoyo de nadie y que ahora salen a luz pública sus recuerdos. Está bien, no digo que no sea cierto ni que no haya que repudiar esos delitos.
Pero no deben, no pueden, dejarse al margen los abusos a menores tutelados por organismos oficiales en las comunidades autónomas de Baleares, Valencia o Madrid, que se han publicado en todos los medios de comunicación y son conocidos en los púlpitos políticos.
El tema empezó hace ya varios años, en un establecimiento con muchas luces de colores de una carretera levantina, y diversos medios dejaron traslucir la presencia con cierta reiteración de algún político y hombre de pro, de esos prebostes que se sirven de aquellos con el que José María Pereda comienza su obra del mismo nombre:
Docena y media de casucas, algunas de ellas formadas en semicírculo, a lo cual se llamaba plaza, y en el punto más alto de ella una iglesia a la moda del día, es decir, ruinosa a partes, y a partes arruinada ya, éralo que componía años hace, y seguirá componiendo probablemente, un pueblo cuyo nombre no figura en mapa alguno ni debe figurar tampoco en esta historia.
En el tal pueblo todos los vecinos eran pobres, incluso el señor cura, que se remendaba sus propios calzones y se aderezaba las cuatro patatas y pocas más alubias con que se alimentaba cada día.
Tanto en el parlamento nacional como en los regionales, el Partido Socialista y Podemos han votado en contra de ampliar esas investigaciones a los casos que no corresponden a eclesiásticos, ¿por qué? ¿alguien tema algo? ¿hay algo que ocultar? Un acoso o agresión sexual es del mismo rango de delito cométase por quien fuere, porque “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Por otra parte, ¿dónde dejamos a la justicia, en manos de una comisión política? En democracia, la única justicia es la aplicada por los jueces y tribunales, de acuerdo con las leyes emanadas del Parlamento. Dedíquense los políticos a hacer leyes justas y los jueces a juzgar a quienes la transgreden.
Una vez más, todos los metros no tienen cien centímetros y, en este caso concreto, se usa como vara de mal medir a la iglesia católica, uno de los objetivos en el punto de mira de marxistas y comunistas.
Antonio CAMPOS
Consejos vendo y para mí no tengo
Marta Ortega, 37 años, hija de Amancio Ortega, es nombrada presidenta del Grupo Inditex, el de mayor capitalización bursátil en la Bolsa española, en cuyo Consejo los tres únicos dominicales serán sus padres Amancio Ortega y Flora Pérez, y José Arnau como vicepresidente, siendo el resto veteranos profesionales de gran prestigio en el sector, fieles escuderos y de absoluta confianza de su padre, por lo que sube al trapecio con una tupida red protectora.
He escrito en alguna otra ocasión que yo era insultantemente joven, un chaval, cuando el Banco de Bilbao adquirió Banco de La Coruña. Como en aquellos años todo se hacía manualmente, el comprador envió a una serie de personas, entre las que yo me encontraba, a comprobar la bondad de lo adquirido. Con ese motivo visité una nave en la que un matrimonio, junto a seis empleadas, confeccionaba camisas y batas de estar en casa, que se decía entonces. Son muy trabajadores, les está yendo muy bien y es gente de mucho futuro, fueron las palabras del director de la oficina con la que trabajaban. Como eran mucho más baratas que en cualquier comercio, compré, y pagué, tres camisas. Así fue como conocí a D. Amancio Ortega.
Listo, trabajador, humilde, lógico en sus pensamientos y actuaciones, suplió su falta de preparación universitaria rodeándose de los mejores, los más preparados, los mejor dotados y los mejor pagados, que es la manera más eficaz de retener el verdadero talento, habiendo conseguido triunfar implantando un grupo empresarial internacional que da empleo a miles de trabajadores en todo el mundo.
Con 85 años en la actualidad, ha considerado que es la hora de apartarse de la primera línea del negocio, dejando al frente a su hija, preparada cultural y profesionalmente, que comenzó trabajando de empleada de una tienda Zara en Londres (eso ya hubiera sido motivo suficiente para ser nombrada ministra de algo en el Gobierno actual), en dónde lleva cotizados quince años (más que media docena en conjunto de los diputados de Podemos) en training por todos y cada uno de los departamentos, centrándose en el desarrollo de las colecciones, la imagen corporativa de la empresa y las visitas a las tiendas para conocer de primera mano los problemas existentes.
En una España en la que la bandera feminista (yo más bien diría hembrista) se enarbola incluso invirtiendo la carga de la prueba, les ha faltado tiempo a los del pluriamor, esos que se reparten el poder en plan redondo, como los huevos duros o las tortillas, para decir que sus únicos méritos son ser hija de quien es y que “la inmensa mayoría de los millonarios lo son porque han heredado …. La meritocracia son los padres”.
No sé si Marta Ortega lo hará bien o no, porque otras ejecutivas de altos vuelos no lo están haciendo bien del todo después de haber realizado un master quebrando una empresa centenaria. Y si hablamos de políticos, a excepción de Nadia Calviño, José Manuel Albares, José Luis Escrivá y Manuel Castells, ningún otro ministro encontraría un puesto de trabajo de media o alta dirección en ninguna empresa del IBEX, salvo puertas giratorias y empréstitos satisfechos con pago diferido.
Porque lo suyo, por lo que suspiran, por lo que no están dispuestos a aceptar una derrota en las urnas, es el control total de la población.
Siempre hay que volver al Decálogo de Lenin, que en su apartado segundo dice: “Infiltre y después controle todos los medios de comunicación de masas”. En esta ocasión dicen que hay periodistas que hacen preguntas incómodas en el Congreso de Diputados, negándose a responder a aquellos a los que no mantienen con subvenciones u otras canonjías que complementen su acomodo en ese Frente Amplio que pretende perpetuarse en el poder. A los viejos militantes del PSOE socialdemócrata que de forma tan importante contribuyó a la Transición, a la democracia y al reencuentro de todos los españoles, se les tienen que revolver las tripas y los cadáveres de sus compañeros asesinados por ETA, cuando ven la firma de su representante al lado de aquellos que quieren destruir España.
No sé si lo que voy a decir será ya pecado o está a punto de serlo, pero con Franco el frontispicio de lo que se podía o no hacer, era más claro, más diáfano. Ahora, la más blanca, o roja, rosa, te pega un sida.
Antonio CAMPOS
Ave yo
Los Fondos Europeos están destinados a la recuperación económica del país. Y qué mejor recuperación que empezar por uno mismo, por el medio millar de inmuebles propiedad del Estado cedidos a los Sindicatos. Pedro Sánchez destina cien millones de euros para la “rehabilitación energética” de 42 edificios sindicales. Y esos que ni se acuerdan dónde está la fábrica en la que en su día trabajaban dicen: A sus órdenes, tú dirás cuándo sí y cuándo no tenemos que movilizar la calle.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional -¿quién nombra al Fiscal General del Estado? Pues eso- se niega a investigar a la empresa presuntamente tapadera de la financiación de Podemos, una más de las diferentes declaraciones públicas que políticos sudamericanos, hoy en desgracia, han manifestado como fuente de ingresos de esa formación política. Pero los que van a la cárcel son choricetes como dice el juez Calatayud, personas que defienden su propiedad privada y traficantes de marihuana que más bien antes que después, será legalizada.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dictaminado que el Gobierno catalán debe garantizar que el castellano sea la lengua vehicular, como mínimo en el 25% de las materias. Pero el consejero catalán de Educación, Josep González-Cambray, ha enviado una carta a los directores de los centros educativos en la que los anima a hacer caso omiso de la sentencia y que los centros «tendrán el amparo legal de la Generalitat». Un país en el que no se respeten las sentencias judiciales y en el que el Gobierno no imponga su cumplimiento con todos los medios a su alcance, es un estado fallido. Cuando los gladiadores iban a luchar en el circo de Roma, saludaban con un “Ave César”; ahora nuestro presidente se levanta todos los días auto saludándose con un “Ave yo”.
Disparar a la soldado Díaz Ayuso
Podemos ha introducido una enmienda en los Presupuestos Generales del Estado, proponiendo imponer una cuota estatal en el Impuesto de Patrimonio, con el siguiente texto: «La determinación de la cuota líquida estatal se ajustará a las reglas siguientes: a) Se aplicará la normativa estatal vigente reguladora del Impuesto. En ningún caso serán de aplicación las normas aprobadas por las comunidades autónomas en ejercicio de la capacidad normativa reconocida en la ley de cesión tributos. b) El importe del mínimo exento, así como la escala de tipos de gravamen serán los que haya fijado la normativa estatal con carácter supletorio». La enmienda presenta una escala con un mínimo exento de 700.000 euros.
Está muy claro el centro de la diana a la que apunta el dardo, la Comunidad de Madrid, que es la que tiene los impuestos más bajo de toda España y la que ha descabalgado a Cataluña de la primera fuerza económica regional de la nación. Ello ha situado a su lideresa madrileña Isabel Díaz Ayuso en el punto de mira tanto del fuego enemigo como del amigo, ese viejo adagio de los que servimos en Artillería de “disparar sobre la Infantería, a ser posible, la enemiga”, hasta tal punto que el Partido Popular como ente nacional, ha dejado sola a la citada, sin respuesta de ningún tipo a esa propuesta, que únicamente ha sido contestada por el Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid: «No existe Impuesto sobre Patrimonio en ningún país de la Unión Europea. Solamente la extrema izquierda española, tan antigua, tan añorante del socialismo real, piensa este tipo de cosas que no existen en ningún otro país del mundo», quien ha añadido que, si la enmienda es aprobada, la Comunidad acudirá al Tribunal Constitucional. Además, existe una discriminación entre todos los españoles ya que esta situación no se contempla para los Fueros vascos y navarros.
Tras esta propuesta hay, en mi opinión, dos grandes contiendas político-sociales:
- El desmesurado miedo político a Isabel Díaz Ayuso, en Génova y en Ferraz, por su posición clara, decidida, contundente, desapasionada y realista, sangre nueva, limpia, con las manos inmaculadas y un discurso comprensible por todo el mundo que, sin duda de ningún tipo, ha calado en el electorado y que, si no es apuñalada por propios y extraños, podría ser la primera mujer que, en el futuro, llegara a presidir un Gobierno de España.
- La medida marxista-comunista de trasvasar riqueza de quienes la producen a quienes se sienten cómodos y atendidos por las subvenciones del Estado, algunos desde que salen de la escuela hasta su morada final bajo un ciprés, ha de tener un cénit definido, pues de no ser así, nos vamos a encontrar con que no va a querer trabajar nadie.
Estoy haciendo un estudio sobre el importe de los ingresos necesarios para que una persona quiera trabajar, teniendo en cuenta lo que reciben aquellos que cobran el paro indefinido, subvenciones, importes de acogida, ayudas para vivienda, para alimentos, casa gratis, colegios gratis, medicinas gratis, okupas, y todo ello sin pagar impuestos ni Seguridad Social. Volveremos sobre este tema, pero, desde ya, les puedo asegurar que más que el establecido por el SMI.
La opinión de los españoles está constreñida, incluso entre familiares y amigos de toda la vida, se han abierto brechas que cada vez parecen más insalvables. Y la descalificación en internet y medios de comunicación de ejércitos políticos de mente unidireccional, nos están llevando a una situación que podría convertirse en irreversible, con bloques definidos prestos a cualquier tipo de enfrentamientos que, bajo ningún concepto, podemos permitirnos.
Antonio CAMPOS
Ponme donde haya
La policía española ha detenido a “El Pollo Carvajal”, jefe de los servicios secretos venezolanos durante la etapa de Hugo Chávez, acusado de narcotráfico, blanqueo de capitales y colaboración con las FARC para introducir drogas en Estados Unidos, y que fuentes muy bien informadas dicen que lo sabe todo sobre Podemos y el PSOE, con información facilitada por la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) a las autoridades españolas del paradero del militar e información de los números de teléfono con los que se comunicaba. Sabían más de él los servicios de información estadounidenses que los propios españoles, de un fugado en territorio español.
No deben ir los tiros muy errados cuando esta detención, que parece se ha demorado unos meses para completar el análisis de las comunicaciones del detenido, ha provocado malestar en Podemos ante el temor a que Carvajal pueda desvelar supuestos asuntos comprometedores para diferentes políticos españoles.
¿Dónde quedó la rehabilitación de la honradez, de la lucha contra la corrupción, de la democracia del pueblo? ¿Conoceremos la verdad de esta historia? ¿Llegará la justicia hasta el final?
No me des dinero, solo ponme donde haya.