Lección de historia a Europa
El Europarlamentario Jesús Laínz da una lección magistral de historia de España en la Eurocámara: «Lo que nunca existió fue un reino independiente de Cataluña» Octubre 2019.
“Lo que a mí me corresponde es explicarles brevemente la falsedad de la legitimación histórica para la secesión de Cataluña. Dado el poco tiempo disponible, les plantearé brevemente ocho cuestiones para responder a la incesante falsificación histórica de los separatistas.
1- La primera, casi superflua, es la de que, evidentemente, Cataluña no tiene ningún derecho de autodeterminación, derecho muy claramente definido por la ONU y cuyos titulares son los antiguos territorios coloniales o los sometidos a dominio extranjero, lo que, obviamente, no es el caso de Cataluña.
2- La segunda consiste en la obsesión de los separatistas por extraer de la existencia en el pasado de un reino, un ducado, un condado, una república o cualquier forma de Estado, el derecho de secesión en el siglo XXI. ¿Se imaginan ustedes que de la existencia en el siglo VIII de los reinos de Essex, Wessex o Mercia alguien dedujese el derecho de sus habitantes a separarse de Inglaterra en el siglo XXI? En Italia existieron las repúblicas de Venecia y Génova, el reino de Cerdeña, el de Nápoles y el de las Dos Sicilias. ¿Tendrán por ello estas regiones italianas derecho a separarse de Italia en el siglo XXI? En Alemania existieron los reinos de Baviera, Prusia, Sajonia, Hannover o Würtemberg y otros treinta y nueve Estados de la Confederación Germánica. ¿Se imaginan las risas en Alemania si a alguien se le ocurriese sostener que los habitantes de los territorios donde existieron aquellos reinos tienen derecho a independizarse en el siglo XXI? Y no olviden el pequeño detalle de que todos estos reinos que acabo de mencionar al menos tuvieron la virtud de existir, mientras que lo que nunca existió fue un reino independiente de Cataluña. Por lo tanto, si los habitantes de ninguno de estos territorios tienen el derecho a separarse de sus naciones, ¿por qué los de Cataluña sí habrían de tenerlo?
3- Los separatistas sostienen que Cataluña es algo ajeno a España, que su vinculación con ella ha sido muy débil. Pero Cataluña siempre fue parte de España, nada menos desde que Roma comenzó a dar forma administrativa a los pueblos de la Península Ibérica, con la catalana Tarragona como primera capital de la Hispania romana. Y, posteriormente, la catalana Barcelona sería la primera capital de la Hispania visigoda. A partir de entonces, los catalanes han participado en todas las empresas históricas de España: la Reconquista de ocho siglos contra los invasores musulmanes, el descubrimiento y conquista de América, etc. Porque con Colón y con Hernán Cortés estuvieron muchos catalanes, y buena parte de los primeros evangelizadores de América fueron monjes catalanes. Y ya que estamos en Bruselas, no podemos dejar de recordar a los Tercios de Flandes, en los que muchos soldados catalanes lucharon a las órdenes del duque de Alba, aunque, evidentemente, los separatistas catalanes no lo mencionen nunca.
4- En cuarto lugar, los separatistas catalanes sostienen que España es una nación desarticulada, imperfecta, poco sólida, poco hecha. Pero si echamos un vistazo a Europa, veremos que naciones tan indudables y sólidas como Italia o Alemania se unificaron hace sólo ciento cincuenta años. En cuanto a Francia, otra nación evidentísima, Saboya y Niza se incorporaron a ella muy recientemente, en 1860. Y Alsacia y Lorena hace bastante menos: exactamente ciento un años, en 1918, al terminar la Primera Guerra Mundial. En cuanto a Polonia, dependiendo del siglo del que hablemos, la veremos cambiar de tamaño y de ubicación en el mapa. E incluso desapareció durante largo tiempo. España, por el contrario, lleva seis siglos siendo lo que es. Pues bien, si ninguna de estas regiones de estos países, a pesar de su reciente incorporación, tienen el derecho a la secesión, ¿por qué Cataluña, que lleva en España dos mil años, sí?
5- La quinta cuestión se refiere a Escocia, cuyo referéndum legal de 2014 es muy utilizado como ejemplo por los separatistas catalanes. Pero el ejemplo es inapropiado, puesto que la legislación constitucional británica no es la española, por lo que no se comprende por qué habría de extenderse a España o a ningún otro país del mundo. Porque la legislación británica es, obviamente, fruto de la historia de Gran Bretaña. Pues en 1707 dos parlamentos, el escocés y el inglés, de dos reinos, Escocia e Inglaterra, acordaron fundirse para conformar el Reino de Gran Bretaña mediante el Acta de Unión. Pero, en el caso español, jamás hubo ningún parlamento catalán de ningún reino de Cataluña que pactase de igual a igual con un parlamento español de un reino de España para conformar el Reino Unido de España mediante ninguna Acta de Unión. Por lo tanto, la explicación histórica y las consecuencias jurídicas son completamente distintas.
6- Otro elemento esencial en la falsaria propaganda separatista es que Cataluña fue invadida por España en 1714, elemento muy utilizado tanto en el exterior como en el interior. En el exterior, para ganarse simpatías entre aquellos desinformados que se creen lo de un país pequeño invadido por una potencia más grande. Y en el interior, para lavar el cerebro de los catalanes, especialmente de los niños. Un ejemplo: el dirigente separatista Artur Mas declaró a Le Monde en febrero de 2012 que “Cataluña pertenece al Estado español desde hace trescientos años por la fuerza, tras haber perdido batallas y guerras”. Pero esto es sencillamente mentira. Lo que hubo en España en 1714 no fue una guerra entre españoles y catalanes, sino entre los partidarios del candidato Habsburgo y los del Borbón. Y de unos y de otros los hubo en todas las regiones españolas, Cataluña incluida. Pero como Barcelona fue la última resistencia del finalmente derrotado candidato Habsburgo, con la debida tergiversación se presenta como una guerra entre españoles y catalanes. Y, dicho sea de paso, el motivo principal del apoyo probablemente mayoritario en Cataluña al candidato Habsburgo fue la tradicional francofobia de los catalanes, detalle que Artur Mas, por supuesto, no explicó a Le Monde.
7- Otra de las mentiras, de gran eficacia propagandística, con la que se suele intoxicar la opinión pública europea consiste en sostener que Cataluña merece la secesión por haber sufrido especialmente durante el régimen de Franco. No es éste, evidentemente, momento ni lugar para explicarlo. Sólo les daré tres breves datos: hubo más voluntarios catalanes luchando en el bando franquista que en el republicano; el régimen franquista estuvo plagado de ministros, parlamentarios, embajadores y otros altos cargos catalanes; y Cataluña fue la región más beneficiada por la política económica del franquismo. Podríamos extendernos hasta el infinito, pero les daré un solo dato: en 1975, cuando murió Franco, Cataluña, que representa el 6% del territorio español, contaba con el 45% de los kilómetros de autopista.
8- Por último, otro argumento de gran eficacia sentimental: la lengua catalana como justificación de la secesión, argumento absurdo donde los haya pero muy utilizado en la propaganda. Pues, ¿desde cuándo una lengua es igual a una nación? Se calcula que en el mundo se hablan unas 6.000 lenguas, y en la ONU hay representadas 193 naciones. ¿Qué sucede entonces? ¿Qué falla aquí? ¿En el mundo sobran 5.800 lenguas? ¿O en la ONU faltan 5.800 naciones? Pero vengámonos más cerca, a Europa. Pues el único país europeo donde se habla una sola lengua es Islandia. Todos los demás son multilingües. Aquí, en Bélgica, por ejemplo, se hablan tres: francés, flamenco y alemán. Y en Francia o Italia, países aparentemente monolingües, se hablan más lenguas que en España. ¿Estará dispuesta Francia, la République Une et Indivisible, a conceder la independencia a Alsacia porque allí se habla alemán, a Bretaña porque allí se habla bretón, a Provenza porque allí se habla provenzal, a Córcega porque allí se habla corso, a los Pirineos Atlánticos porque allí se habla vasco y al Rosellón porque allí se habla catalán?
Concluyamos: Cataluña no tiene ningún derecho histórico, ni jurídico, ni étnico, ni lingüístico, ni cultural, ni de ningún tipo, a la secesión. O como dicen los separatistas, ningún derecho a decidir, que es el eufemismo para no mencionar la inaplicable autodeterminación.
¿Por qué especial privilegio, por qué especial superioridad los catalanes tendrían derecho a decidir unilateralmente la destrucción de España mientras que los demás españoles tendrían que mantener la boca cerrada? Porque no olvidemos que la tan repetida construcción nacional catalana no es otra cosa que la destrucción nacional de España.
¿Ustedes, señores franceses, italianos, británicos, polacos, alemanes, aceptarían que los habitantes de una región decidiesen la destrucción de sus naciones sin que los demás habitantes de las demás regiones pudieran participar en la decisión?
Efectivamente, el derecho a decidir existe: es el derecho que, para decidir sobre la existencia o desaparición de España, tienen todos los ciudadanos españoles”.
Las casualidades existen
Copio de El País del 10-12-2018: El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha dado un paso más en la estrategia de ruptura con el Estado español. Ya no se trata de referéndums, ni de declaraciones unilaterales de independencia o multitudinarias performances para paralizar Cataluña. Ahora estaría dispuesto incluso a asumir un conflicto armado con víctimas mortales para lograr sus objetivos políticos, como ya ocurriera en las guerras de Eslovenia y Kosovo en los años noventa.
Así, tan tranquilo, lo dejó caer este fin de semana en Bruselas y sus palabras provocaron el correspondiente seísmo político en España y también en las instituciones europeas. “Los catalanes hemos perdido el miedo. No nos dan miedo. No hay marcha atrás en el camino a la libertad. Los eslovenos decidieron seguir adelante con todas las consecuencias. Hagamos como ellos y estemos dispuestos a todo para vivir libres”, dijo Torra.
Sin duda, se trata de un salto cualitativo en la hoja de ruta de los independentistas, que hasta ahora no habían apostado de manera tan rotunda y contundente por la vía violenta para conseguir el ansiado objetivo de la república catalana.
El caso de Eslovenia fue dramático. La guerra duró diez días y costó 75 muertos y 550 heridos. La secesión de la antigua Yugoslavia se declaró en 1991, tras el referéndum convocado por el gobierno regional un año antes y que terminó con un voto favorable al “sí” a la independencia del 88 por ciento de la población.
La propuesta de Torra de asumir la vía eslovena como una posibilidad se produce en medio de la ofensiva de los CDR, que el pasado fin de semana cortaron la AP-7 en Tarragona, provocando un gigantesco caos de tráfico con cientos de vehículos atrapados en largas colas. Fue la respuesta de los activistas de los comités de defensa de la república ante la invitación de Torra para que “aprieten” en sus actividades de sabotaje contra el Estado.
Otra muestra de la situación: «Me quiero ir de los Mossos porque el presidente de la Generalitat está llamando a un enfrentamiento armado en Cataluña y yo no quiero colaborar con eso. Yo me hice policía, no policía político fuera de la Constitución». Lo dice Juan José Torrente, 39 años, licenciado en Criminología, sargento de los Mossos d’Esquadra, y quiere irse a la Policía Nacional.
Hay quien ha dicho, catalán, que ellos no pueden perder esta guerra porque detrás de todo el tema de la secesión de Cataluña está la masonería internacional. A ver si va a llevar razón aquel que hablaba del “contubernio judeo-masónico”.
Blog de Cristina Martín Jiménez, periodista, experta en el tema: “Pedro Sánchez, Soros, Indra Y Las Casualidades. En la democracia posmoderna occidental muchos advierten las incoherencias; no hay una correspondencia real entre la Constitución de un país, su órgano máximo de ordenamiento, y su cumplimiento por parte de las instituciones y personas a las que el pueblo les había otorgado su confianza, y por ello tenían la responsabilidad de merecerla.
Cuando estas instituciones y gobernantes no cumplen con las responsabilidades inherentes a su cargo se produce la corrupción. Los amos del poder permiten el ascenso de los mediocres y oportunistas, aún más, lo facilitan, pues estas personas carentes de integridad son esenciales para ejecutar sus planes. Es así, valiéndose de individuos intermedios, como el poder toma las riendas de la democracia y deja de lado al pueblo, abandonándolo a su suerte. Mediante estrategias de marketing construyen líderes políticos, fabrican mentiras y sucedáneos democráticos con los que mantener a los ciudadanos satisfechos, acomodados y entretenidos. La información se convierte en propaganda, un engañabobos para ocultar y maquillar los abusos del poder, usando medias verdades cuyo efecto es más devastador que una mentira.
El 10 de junio de 2013 el ministro sin cartera de la Oficina del Gabinete, Kenneth Clarke MP (conservador), respondió en nombre del gobierno a la pregunta formulada en el Parlamento Británico por el diputado laborista Michael Meacher sobre Bilderberg. Parte de su respuesta fue la siguiente: «El Comité británico (de Bilderberg) trataba de traer a una promesa en ascenso de una generación más joven, porque no queremos que todo el asunto se convierta en un centro de envejecimiento de las personas que solían ser algo importante en el Gobierno».
Este hecho no ocurre solo en Gran Bretaña. Con los tres fundadores de Bilderberg ya fallecidos y con Kissinger con una edad muy avanzada, en Bilderberg se afanan en reclutar jóvenes promesas para que continúen sus planes. Y en España, como más de una vez os he contado, Pedro Sánchez es una de esas jóvenes promesas. Una joven promesa que, además, tiene una estrecha relación con George Soros. Tanto que recién llegado a Moncloa, una de las primeras personas con las que despachó Sánchez fue con el fundador de la Open Society (entre otras muchas).
Desde la llegada de la crisis George Soros acumula activos en empresas españolas. Entre ellas, Indra (empresa de servicios consultoría, financieros, armamentística, telecomunicaciones…), de la que tiene el 2% del capital.
Pedro Sánchez estuvo semanas atrás en Nueva York participando en la Asamblea General de la ONU. Aprovechó para mantener reuniones con diferentes inversores. El presidente del Gobierno tuvo tiempo en hacerse un selfie con el hijo de George Soros, Alex, vicepresidente de Open Society, hijo de George Soros, que, como he comentado más arriba, tiene participación en Indra.
¿Sabes quién fue la empresa encargada de hacer el recuento de votos las pasadas elecciones del 28 de abril? ¿Sabes qué empresa será la encargada del recuento de votos en las próximas elecciones del 10 de noviembre? Indra. Que, además, resultó ser la adjudicataria para el 10N el mismo día del selfie de Sánchez y el hijo de Soros. Además, el gobierno en funciones le otorga la gestión de la participación de España en el nuevo avión de combate europeo, tarea que debería gestionar Airbus España.
A veces las casualidades existen…”
De interés nacional
Por suerte, En España, las Universidades se han multiplicado de forma exponencial desde la democracia en relación a las que había en el régimen franquista. Hasta ahí, todo perfecto.
Pero lo malo es que, con la cantidad, ha descendido la calidad y al igual que un concejal del municipio de Logroño era eso, un concejal, ahora ese mismo puesto y persona es Excelentísimo Consejero de la Comunidad Autónoma, en la Universidades ha pasado algo parecido, profesores contratados y catedráticos son, en muchos casos, en vez de doctores, doctos en la partitocracia reinante en el entorno.
En Cataluña, esa en la que su presidente autonómico ha dicho que si hace falta “llegarán hasta la guerra civil”, y nadie responde a ese desafío como debería, los estudiantes han pedido (exigido) que se modifique el sistema de evaluación, pasando de la evaluación continua a un solo examen final, para poder asistir a las manifestaciones secesionistas.
Liderada por la Universidad de Gerona, perdida en la lista de universidades relevantes a nivel europeo, están accediendo a ello el resto de las universidades catalanas, salvo la Pompeu Fabra (Barcelona), la de Lleida y la Rovira i Virgili (Tarragona).
Las protestas callejeras siguen en Cataluña y ya hay dos policías, uno nacional y otro autonómico, heridos con carácter muy grave. El Partido Socialista está haciendo el Don Tancredo con la vista puesta en las próximas elecciones generales del 10-N, esas en las que habría que nombrar un forense informático por aquello de que “la mujer del César no solo tiene que serlo, sino parecerlo”, pues la empresa contratada para el recuento, aún sin ella saberlo, tiene lazos con Soros, el judío masón que mueve verdaderamente los hilos de la política española.
En mi artículo del pasado 29-09-2019, decía: Me llega un “confidencial-secreto” sobre una posible agresión a los ficheros del censo de población de un determinado ministerio por parte de unos contratados outsurcing (subcontratación de servicios a una empresa externa), detectado por un jefe de sección nombrado hace poco tiempo y que, tras el apoyo incondicional de su jefe superior, se está tratando de arreglar a marchas forzadas. ¿Hecho aislado? ¿Con qué servicios públicos oficiales trabajan esos outsurcing? ¿Quién controla al controlador? ¿Qué medios tiene la oposición para entrar en conocimiento de esta materia? Hoy en día las guerras no se ganan cuerpo a cuerpo con una bayoneta, ni las elecciones con tachaduras en el número de votos.
Señor Presidente del Gobierno: Está bien sacar a Franco del Valle de los Caídos, si con eso cree usted que va a dejar contento a los españoles; yo en cambio creo que ha abierto una herida que estaba cerrada hace ya muchos años y que todos los jóvenes que vociferan en pro y en contra de ello, no sabían quien fue Franco hasta que usted, y su grado superior Sr. Zapatero, empezaron con el tema. Pero no puede distraer a los españoles con ese asunto, mientras en Cataluña existe una batalla campal, se envalentonan otras Comunidades Autónomas con el mismo soniquete, se pierden miles de puestos de trabajo, no pintamos nada en Europa ni en el mundo, y la crisis que se nos viene encima pretende superarla con el aumento de los impuestos para dar subvenciones a los grupos afines, a los inmigrantes ilegales y a quienes no han aportado nada en toda su vida al erario público.
Usted es el Presidente de TODOS los españoles, incluidos la mitad de catalanes que se sienten españoles y no quieren la independencia. ¿Qué ha hecho usted por ellos hasta ahora?
No se si usted ha jurado Bandera, si sabe lo que es el honor y el patriotismo. La fórmula para ello, del año 2007, en democracia, es “¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?” Y acababa: “Si cumplís vuestro juramento o promesa, la Patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo, como indignos hijos de ella”.
Espero, señor Presidente, que anteponga los intereses de España a los suyos propios y a los de los estómagos agradecidos que le acompañan.
Fuerte con el débil
He sentido pena, mucha pena, al ver esta mañana a personas jóvenes portando la bandera preconstitucional del “aguilucho” en el acto de exhumación del General Franco del Valle de los Caídos. Personas que no conocieron aquella etapa política, represiva y brutal desde el final de la Guerra Civil hasta 1945, y hacendosa, humilde, trabajadora, sin oposición política interna y con un avance espectacular económico y social hasta la muerte de Franco en 1975, eso sí, prohibidos los Partidos Políticos, salvo el propio de los “flechillas”.
La misma pena siento cuando veo a otros jóvenes con la bandera anticonstitucional de la república o la masona catalana de la estrella de cinco puntas; estos tampoco conocieron la república, el golpe de estado socialista del año 1934, la llegada al poder a través de actas falsas de comicios municipales, no elecciones generales, los asesinatos de civiles y religiosos, la quema de iglesias, y los muchos actos delictivos que se produjeron durante ese trágico periodo en España.
En la Transición dimos por enterrados todos estos hechos. Yo creía que términos como rojos, fachas, fascistas, comunistas, leninistas, checas, fusilamientos, y otros similares, no volverían a oírse en la España democrática, aunque siguiera habiendo un pequeño reducto, no significativo ni peligroso, tanto de una parte como de la otra, porque siempre quedan nostálgicos del pasado que, por lógica, deberían ser personas mayores y no jóvenes que no han vivido pasadas actuaciones luctuosas.
Con sus pros y sus contras, con ciertas corrupciones y apaños políticos, en la España democrática se ha vivido muy bien y ha tenido unas magníficas relaciones exteriores hasta el fatídico momento en el que llegó al poder Zapatero que, recuerdo, ganó la Secretaría del PSOE a Bono por ocho votos masones en el último momento.
Desde entonces, una mentira muchas veces repetidas ha acabado por ser “la” verdad (vergonzosa la retransmisión del acto de hoy por TVE de Pedrosan, de ideario único, igual que cuando Franco), los actos de la derecha son todos execrables y los de la izquierda elogiables, hasta tal punto que a VOX se le tilda de extrema derecha, pero a Podemos de izquierda a secas, cuando es tanto, o más extremista en sus planteamientos, algunos de ellos claramente anticonstitucionales, y cuando la verdadera ultraderecha (nazismo y fascismo) mató a más de quince millones de personas en el siglo pasado y el comunismo a más de cien millones de personas. El pasado 19 de septiembre el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro de Europa que equipara el comunismo y el nazismo, y que ha tenido un impacto casi nulo en la prensa europea, controlada en su mayoría por la masonería y el socialismo.
Una vez más, en España no se usa el mismo metro para medir todas las actuaciones. No hay parangón entre las imágenes de los sucesos en Cataluña de la semana pasada y las de hoy del Valle de los Caídos, mucha más Fuerzas de Orden Público hoy, con subfusiles montados con fuego real en la carretera. Fuerte con el débil, cobarde con el fuerte, podría ser el lema del PSOE para las próximas elecciones generales.
Incompetencia de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez ha alcanzado su nivel de incompetencia, acompañado de otros incompetentes como el Ministro del Interior, que aparece en los medios de comunicación diciendo que «Se puede visitar Barcelona con toda normalidad», mientras decenas de carreteras de Cataluña se encuentran cortadas, Barcelona arde en barricadas, se queman más de ochocientos contenedores y más de cien vehículos, destrozan sucursales bancarias, cierra SEAT, no se permite el acceso a la Sagrada Familia por seguridad, doscientos policías heridos, una batalla campal que, si fuera una película bélica y se dispararan bombas de racimo, todas caerían sobre los secesionistas que invaden sus calles, los únicos que pueden caminar libremente esta semana en la ciudad.
El Gobierno de España no solo mira para otro lado, sino que manda a los organismos federativos de fútbol que aplace el partido Barcelona-Real Madrid, porque no puede garantizar la seguridad y el orden público. Miedo a lo que pudiera pasar, retransmitido en directo para todo el mundo, que dejaría en evidencia la política socialista y sus votos de cara a las próximas elecciones generales. Puedes venderlo envuelto en el papel de regalo que quieras, pero no deja de ser una victoria del desorden ante la democracia, de la delincuencia ante la justicia, de los menos sobre los más, de la brutalidad ante la ciudadanía pacífica. No ha podido, o no ha querido, imponer la ley a través de los medios previstos por la Constitución y el Ordenamiento Jurídico Español.
En diciembre del 2017 escribía yo: “En España vamos, estamos ya, en una situación de enfrentamiento, todavía no bélico, de odio, en dónde un Gobierno débil y acomplejado, políticamente amortizado, no es capaz de poner orden, igualdad y ecuanimidad entre todos los españoles”. Han pasado casi dos años, y vamos a peor, claramente a peor, en Cataluña y en otras regiones de España que, viendo “el diálogo” y “la mantequilla” con la que se está tratando este ya claro enfrentamiento civil, van a imitarlo a corto plazo.
Semana trágica la que llevamos en Cataluña, y por ende en España, en la que se está abriendo una brecha a la que yo ya no veo una solución, porque los catalanes solo quieren “caixa o faixa”. Querido y nunca olvidado Miguel Gila, toma tu teléfono y pregúntale a Torra si esto es el inicio de la guerra civil que evitamos mi generación con la Transición.
“El que tolera el desorden para evitar la guerra, tiene primero el desorden y después la guerra”. El príncipe (1513) de Maquiavelo.
Democracia fallida
A mí no me ha pillado de sorpresa. Tras haber vivido en Bilbao y en Barcelona, llevo mucho tiempo diciendo que estamos otra vez en guerra entre hermanos, larvada, silente, no cruenta, pero en guerra. A los secesionistas les está pasando como a los musulmanes, que usan nuestra democracia para imponer su dictadura.
Los graves sucesos que están ocurriendo en Cataluña esta semana y la inoperancia del Gobierno socialista para reprimirlos, hacen de España una democracia fallida, un país en dónde sus ciudadanos no son libres para caminar por las calles de Barcelona, para portar la bandera de todos los españoles o para poder viajar libremente por carreteras, cortadas, entre otros, por el propio Presidente de la Generalitat, en donde se queman más de cuatrocientos contenedores o se incendia la entrada de la Delegación de Hacienda de Lérida.
Al Partido Socialista se le está yendo, se le ha ido, el tema de las manos. Iceta pide ahora la dimisión de Torra y nuevas elecciones autonómicas, cuando la semana pasada votó en contra de ello en la moción de censura, porque ve que también se les están yendo los votos.
Pedro Sánchez comparece en televisión para decir, más o menos, que el asunto está controlado y que no hay de qué preocuparse. Cómo se nota que no conoce el vivir diario catalán y el odio en la mirada de los separatistas a todo lo que no huele a sus ideas.
A todo esto, el CNI es el hazmerreír de los servicios secretos mundiales. No se sabe nada del Tsunami Democrático Catalán, pero el buen juez y mal ministro Marlaska dice que “lo acabaremos sabiendo”, guerra de guerrillas perfectamente organizada, que Torra dice son “infiltrados” en sus pacíficos CDR. Podría ser peor: Que el CNI sí hubiera hecho su trabajo, pero que masones catalanes protagonistas de los hechos y masones gobernantes de la nación, lo hubieran ignorado.
Quim Torra hecha más gasolina al fuego: Hoy ha anunciado un nuevo referéndum antes de que finalice la legislatura autonómica. Una prueba más para los crédulos de seguir negociando, agua al mar, absorbida por una ola que va a romper contra la Constitución y la unidad de España.
Alguien tiene que parar esto. No sé cómo ni quién. Pero a lo mejor es el momento de que los políticos descabalguen del pedestal de su ego y se unan constitucionalmente para que nuestro país vuelva a la normalidad democrática.
Roma locuta
Roma locuta, causa finita es una locución latina que significa: «Roma ha hablado, el caso está cerrado». Ha hablado el Tribunal Supremo. Como siempre, España dividida. A unos les parece poca la pena impuesta a los golpistas catalanes; a otros les parece mucha; los secesionistas, con alborotos callejeros de gran repercusión mediática, con Torra a la cabeza moral de las revueltas, reclama una amnistía y mantiene el compromiso “sin excusas” hacia la independencia. Mientras escribo estas líneas, estoy oyendo por la radio el caos y la violencia social en el que está sumido Barcelona en estos momentos.
El Tribunal ha considerado que no hay delito de rebelión que, según dispone el art. 472 CP, son reos del delito de rebelión los que se alcen violenta y públicamente para cualquiera de los fines siguientes:
1º Derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución. 2º Destituir o despojar en parte o en todo de sus prerrogativas y facultades al Rey o al Regente o miembros de la Regencia, u obligarles a ejecutar un acto contrario a su voluntad. 3º Impedir la libre celebración de elecciones para cargos públicos. 4º Disolver las Cortes Generales, el Congreso de los Diputados, el Senado o cualquier Asamblea Legislativa de una Comunidad Autónoma. 5º Declarar la independencia de una parte del territorio nacional. 6º Sustituir por otro el Gobierno de la Nación o el Consejo de Gobierno de una Comunidad Autónoma. 7º Sustraer cualquier clase de fuerza armada a la obediencia del Gobierno.
La cosa está juzgada y, visto desde fuera, parece una sentencia salomónica que se acerca a la pretensión de la Abogacía del Estado (pásate media vida estudiando y varios años enclaustrado para las oposiciones, para ser bastaje que igual hace un informe a favor que en contra sobre una misma cuestión) y del Gobierno socialista, que, penando al transgresor, deja la puerta abierta para que los presos puedan acceder a permisos carcelarios y situación de semilibertad, pudiendo ser clasificados en poco tiempo como tercer grado o régimen abierto, lo que les permitiría tener que acudir a prisión solamente a dormir de lunes a jueves.
Pedro Sánchez, el más preclaro mentiroso en materia de política nacional, ha declarado a continuación de conocerse la sentencia (esa es otra, filtrada al menos con cuarenta y ocho horas de antelación a su conocimiento por los juzgados, para que te fíes de los jueces) sobre el cumplimiento íntegro de las penas, siendo desmentido a las veinticuatro horas por su vicepresidenta, por aquello de hacer lo bueno por sí mismo, lo malo por terceros.
Podemos comentar y censurar la sentencia. Pero en un país democrático, las sentencias judiciales están para cumplirlas, nos gusten o no. Aquello que tantas veces hemos censurado que los gobernantes catalanes no cumplen las sentencias judiciales del Constitucional, reclamando medidas coercitivas para que lo hagan, no podemos ahora estar contra esta, coincida o no con nuestra postura política. Lo que si es verdad es que los jueces deberían ser nombrados y elegidos entre ellos mismos y no por los poderes políticos.
Una conclusión vistas las diversas reacciones habidas: Está claro que Cataluña, una parte de Cataluña, el 50% de su ciudadanía, no está dispuesta a dejar de transgredir la Constitución y el ordenamiento jurídico español, y su único objetivo es la independencia; y otro, la ultraizquierda española, los comunistas verdes y rojos, están con ellos, contra la unidad de España. Dos de los bloques que en la década de los años treinta del siglo pasado contribuyeron con su actuación al trágico golpe militar y la Guerra Civil.
Acabo estas líneas con un aforismo de unos de mis escritores de cabecera, Baltasar Gracián: “Para que llore yo mañana, mejor que llore él hoy”.
Errójovich y Más País
Más País, nuevo Partido Político liderado por Errójovich, ha presentado el adelanto de su programa electoral para las elecciones generales del 10-N. Ochenta y tres páginas todas muy verdes, tanto en su concepción, desarrollo y redacción de trabajo fin de curso de Bachiller, como en el destino de su mensaje: Votantes ecologistas, feministas e izquierda cuasi radical en un mundo de naturaleza idílica: Acuerdo verde para España, acuerdo verde y feminismo confluirán en una agenda común con un enorme potencial para transformar nuestro país en un sentido progresista, modernización ecológica y digital de la economía, una nueva constitución a la altura de la emergencia climática, empleo verde, rehabilitación de edificios o limitar los vuelos peninsulares a favor del uso del tren, electricidad 100% renovable … Ni un solo dato, ni una sola aportación concreta, ni una sola indicación de quién y con qué se va a pagar la fiesta verde.
La otra característica de sus propuestas es el intervencionismo, en donde aflora el sustrato comunista.
«Impulsaremos los cambios legislativos necesarios para, aprovechando los avances tecnológicos y los aumentos de la productividad, reducir la jornada laboral sin pérdida de salario a 32 horas semanales en el marco de la próxima década, intentando que en la mayoría de sectores, esto se traduzca en una semana laboral de 4 días». Esta reducción de la jornada laboral «podrá ser modulada de modo flexible, en semanas de 5 días o mediante su acumulación en años sabáticos pagados», añade.
«Existen claras ventajas medioambientales al reducir los desplazamientos al trabajo y permitirnos más tiempo para implicarnos en actividades bajas en carbono: deportivas, culturales, etc. Además, favorecería enormemente la conciliación familiar, la mejora de la salud y sería una medida clave para que el trabajo no remunerado, esencialmente de cuidados y de mantenimiento doméstico, se reparta de forma equitativa entre hombres y mujeres».
«Trabajar todos y trabajar menos», ha resumido Errejón, para quien la reducción de la jornada, sin merma salarial, arrastra ventajas medioambientales (menos transporte) y en salud (más tiempo para deporte).
Rebajar la edad de voto a los 16 años; se es menor de edad a efectos legales, pero no a efectos políticos porque, en teoría, recogería el voto de los más jóvenes y de la generación “millennial”, tomándolos de la parte más reaccionaria del PSOE.
«Cada viaje en tren de alta velocidad contamina veinte veces menos que un viaje en avión. Debemos hacer del tren el elemento vertebrador del transporte en nuestro país: mejorando las redes de cercanías, alcanzando la electrificación total de la red, desarrollando proyectos como el corredor mediterráneo, el corredor Atlántico o el tren a Extremadura y rehaciendo la estructura tarifaria de RENFE».
Para ello, «limitaremos los vuelos peninsulares para los cuales exista una alternativa competitiva en tren. Primero, retirando los privilegios fiscales de la aviación: aumentando el IVA de los billetes, gravando el impuesto al queroseno de los vuelos peninsulares, mediante la posibilidad de una tasa adicional a los billetes de avión como la que ha establecido Alemania y, finalmente, planteando la limitación progresiva de dichos vuelos, usando cuando sea posible la recaudación para subvencionar y reducir el precio de los billetes del transporte ferroviario de pasajeros».
Un cambio verdaderamente importante: Cambiar el concepto del PIB como hasta ahora lo conocemos porque «es un indicador necesario pero cada vez más contraproducente en sus dos tareas fundamentales: cuantificar la riqueza nacional y marcar metas colectivas que orienten un proyecto compartido de país. Su carácter distorsionante ha quedado en evidencia en una situación de crisis climática radicalmente nueva, que el PIB ni sabe medir ni ayuda a atajar, ejemplo de la necesidad de replantear la idoneidad de muchos esquemas económicos que se están demostrando obsoletos». Por ello proponen una Reforma Ecológica y feminista de la Contabilidad Nacional en dos claves: «en primer término, desplazaremos al PIB del centro de gravedad de la acción económica. Siguiendo el camino inaugurado por Nueva Zelanda, constituiremos una Comisión Parlamentaria para introducir un Índice de bienestar que constituirá el nuevo concepto-guía en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado y en los objetivos de las diversas políticas públicas españolas».
Errejón es, en mi opinión, un personaje más peligroso que Pablo Iglesias; a este se le ve venir, es más impulsivo, más primario en sus manifestaciones y reacciones. Errejón, no. Prefiere mostrarse como conciliador, posición con la que aspira a vivir al albur del PSOE y con la que, al menos, se aseguran unas cuantas personas su buen sueldo y posición política durante los próximos años, abre un nicho de votantes “verdes” dispersos hasta ahora, propuesta de futuro, y no entra en el juego de los verdaderos problemas presentes: La unicidad de España, la Constitución Española, la Monarquía, Cataluña, Euskadi, pensiones, sanidad y seguridad social, paro, inmigración, subvenciones a todo el mundo, crisis económica, vivienda, … Todo muy verde en una España muy convulsa.
Ho tornarem a fer
En España, las mismas palabras se interpretan de forma diferente según sea quien las diga. Si los separatistas catalanes dicen “ho tornarem a fer” en referencia a una nueva intentona golpista y proclamación de la independencia unilateral, no pasa nada. Hay que dialogar y ser comprensivos. Lo que no sé, es hasta cuándo.
Si ese mismo “ho tornarem a fer” lo dice el General Garrido, Jefe de la Guardia Civil en Cataluña, en defensa del orden constitucional, se arma la marimorena.
“No debemos esperar más de esa sentencia que el fin que estrictamente tiene de impartir justicia. Es decir, establecer los hechos probados y las responsabilidades de los que los ejecutaron, de acuerdo con la ley penal y procesal vigente. Ho vam demostrar fa 2 anys, ho hem fet de nou recentment, i cada vegada que sigui necessari ho tornarem a fer, perquè tenim la plena convicció que la societat a la que servim entén i creu que no hi ha llibertat ni seguretat fora del marc de la llei” (Lo demostramos hace 2 años, lo hemos hecho de nuevo recientemente, y cada vez que sea necesario lo volveremos a hacer, porque tenemos la plena convicción de que la sociedad a la que servimos entiende y cree que no hay libertad ni seguridad fuera del marco de la ley «).
Se enfadan los catalanes secesionistas, calificando el discurso de intolerable y negando a otros la libertad de expresión que reclaman para ellos, y el gobierno de Cataluña ha pedido el cese del general en una carta enviada a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, por parte de la portavoz del «govern», Meritxell Budó; se enfadan los medios de comunicación presuntamente progresistas porque son trabas al entendimiento con quienes quieren acabar con España como nación; y se enfada el Gobierno y en concreto el Ministro del Interior porque pueden perjudicar a los “trapicheos políticos” que los socialistas se traen con los independentistas catalanes.
No estás solo mi general. Tu discurso tiene plena vigencia y mandato constitucional, y mientras así sea, somos muchos, la mayoría de españoles, los que pensamos como tú.
Primera victoria de los vencidos
Hace muchos años, lo dejé escrito en su momento, pocos después de la Transición, un General de la Guardia Civil, finado en la actualidad, me dijo: “Estos quieren ganar la guerra sin disparar un tiro”. Lo tomé como una frase más de alguien que había llegado tarde a la democracia tras un largo periodo de defensa del régimen anterior.
Como el tiempo es ese juez implacable que da y quita la razón en todos los aspectos de la vida, ha sido la ministra de Justicia, Dolores Delgado (1962), fiscal en la Audiencia Nacional quien, con motivo del tema de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, ha dicho: “Será la primera victoria de los vencidos”.
¡Hombre! Parece que no estaba tan equivocado aquel vetusto guardia civil, ochenta y tres años después de acabar la contienda fraternal del año 1939, “los vencidos” obtienen su primera victoria. Aquellos que hicimos la Transición, activos o pasivos, pero en bloque constitucional, olvidando el pasado y cediendo todos en sus pretensiones particulares, nos hemos visto superados por el odio, la envidia, la vagancia, la revancha de las dos generaciones posteriores, a las que no hemos sabido educar, pensando en que fueron demasiados estrictos con nosotros y actuando con la ley del péndulo, dándoles derechos y no obligaciones que es solo lo que nosotros tuvimos.
Siguiendo con el tema, el Gobierno de Pedro Sánchez acepta debatir con Podemos el derribo de la Cruz del Valle de los Caídos, una escultura de ciento cincuenta metros de larga. ¿No les parece a ustedes una situación parecida a la de los talibanes del Estado Islámico que destruyeron las esculturas asirias y acadias de Mosul? Para no repetir el pasado, hay que aceptarlo con todas sus consecuencias, sin modificarlo ni a favor ni en contra de ninguna idea política o religiosa, con lo bueno y lo malo habido, tanto si se es hijo de un premio Nobel de Literatura como de un asesino confeso, cada uno con sus valores propios e inalienables. Así debería considerarse el Valle de los Caídos, una monumental memoria a los caídos por ambos bandos en su descanso eterno para los contendientes en esa cruenta guerra fratricida.