Archive | junio 2022

Teresa Rodríguez

Esta señora tiene que estar muy jodida porque desde muy joven empezó a militar en el movimiento contra la base aeronaval hispano-estadounidense de Rota, su pueblo natal. Así que la noticia de que Estados Unidos va a aumentar su potencial bélico en dicha base debe haberle puesto dolor de muelas porque lo suyo es estar contra la Constitución Europea y hablar árabe.

Bien alimentada desde que ocupa cargos públicos, su incontinencia verbal le ha llevado a pedir permiso retribuido en el trabajo de los funcionarios para que puedan cuidar a sus mascotas.

Lo que sigue a continuación es una pequeña reseña que hace mi amigo Antonio Bravo, que atesora la sapiencia de quien ha hecho muchos kilómetros, cargado con aquellas grandes carteras de cuero que llevaban los empleados de Correos, cuya perfecta organización copiaron los chinos para implantarla en aquel país.

Se contempla la posibilidad de que todos los funcionarios puedan disfrutar de unos días de permiso si su mascota se pone enferma.

Y digo yo: ¿por qué sólo los funcionarios?

Ya puestos, puede contemplarse la posibilidad de que en el caso de que tu mascota esté preñada, podían dar permiso de » paternidad » a su dueño, y una vez parida la camada darle el correspondiente permiso de lactancia.

Pero siempre se puede ir más allá.

Supongamos que tu perro o tu gato cae enfermo gravemente, y fallece.

Entonces deberían darte los tres días (o cuatro, ya puestos) de permiso por «fallecimiento de familiar de primer grado «

Y si, además, la muerte de tu gato te produce una depresión de caballo, siempre podrás pedir otro permiso o baja laboral por ese motivo.

Total, que además de los días de asuntos propios  Moscosos), si te lo montas bien, puedes trabajar «menos que ná»

Me imagino que en esta propuesta estarán incluidas toda clase de mascotas, y esos permisos alcanzarán de igual manera al funcionario que tenga un gato, un canario, o un acuario lleno de peces.

La izquierda progre siempre preocupándose por solucionar los problemas reales de la sociedad.

¡Hay Señor!  ¡Llévatelos pronto!

PD – No me pises que llevo chanclas cantaba eso de “hay que pena me da que se me ha muerto el canario …” A ver cómo se puede traducir eso del “canario” y cuántos millones de españoles están en el periodo de pitopausia y puedan tener permiso indefinido para no ir a trabajar …

Autor: Antonio Bravo Fernández

Lo peor es un tonto pensando

Ya quedan pocos de aquella época que puedan contarlo de viva voz. Madrid se había convertido en punto de reunión de los cuarenta más importantes líderes mundiales de lo que entonces se conocía como democracia. La Gran Rusia había atacado Ucrania, nación que la separaba de Europa y en dónde los Estados Unidos estaban investigando en armas bacteriológicas. Nuestros generales habían advertido que un ataque ruso, de producirse, comenzaría con armas de destrucción masiva sobre Londres, que era la capital del Imperio Británico, el ejército mejor dotado y preparado de toda Europa, o por Berlín, porque Alemania era el líder de esa agrupación bélica que se llamaba OTAN.

Pero nunca pensábamos que nos lo iban a poner tan fácil. Reunir en un único lugar a todos los enemigos de la Gran Rusia, de China, y de El Islam; como entonces se decía “no se le ocurre ni a quien asó la manteca”. En un país que tenía congelados los fondos destinados a adquirir armamento bélico, desplegadas sus baterías antimisiles en Turquía y un presidente enemistado con Marruecos y Argelia, las dos naciones más importantes del Norte de África, que había montado un cerco policial con un radio de tres kilómetros, pero con armas convencionales en las que incluían sistemas de detección metálica o incluso plástica. Todos ellos, en una comitiva compuesta por más de quinientos automóviles de gran cilindrada, blindados, movidos por gasolina, mientras proclamaban a los más incautos que utilizaran coches eléctricos utilitarios que no alcanzaban los cien kilómetros por hora ni más allá de un par de horas de autonomía.

Nuestro último invento por aquellas fechas fue crear bombas multinúcleos flotando en glóbulos rojos, dentro de una enorme tela de araña, todo ello recubierto con piel humana, que generaba por sí misma un campo de fuerza con aire, imposible de detectar por radar y cualquier otro medio entonces conocido.

La piel humana y los glóbulos rojos eran creados en laboratorios, a imagen y semejanza de los de las personas, pues no dejaban de ser órganos que crecían y se multiplicaban por sí mismos a partir de células madre de la médula ósea roja, llamadas hemocitoblastos, que se convierten en una nueva célula llamada proeritroblasto y posteriormente en un nuevo glóbulo rojo. Inyectándole hidrógeno a esos nuevos glóbulos rojos, crecen hasta su explosión final en el sitio que se programen.

La explosión teledirigida e imposible de detectar su llegada en aquellos años, se produjo en lo que llamaban El Palacio Real de Madrid, a las veintiuna hora del día veintiocho de junio del año dos mil veintidós, mientras se pronunciaban discursos que siempre estaban destinados a acrecentar más la potencia bélica de la ya nombrada OTAN, muriendo en el acto la totalidad de los reyes, presidentes de gobierno y resto de líderes allí congregados, junto a una población de tres millones de ciudadanos, todo en un tiempo récord de tres minutos y generando una onda explosiva en vertical bajo tierra, lo que produjo movimientos sísmicos hacia el Trópico de Capricornio, modificando la geografía del sur de España y de toda África.

Estados Unidos reaccionó lanzando misiles nucleares de largo alcance contra la Gran Rusia, que los interceptamos y dirigimos contra la India, bajo secreto de Estado, por lo que el mundo asumió que fueron los americanos quienes destruyeron las dos naciones indias, del norte y del sur, sin que les diera tiempo a usar sus defensas o ataques de igual signo.

En realidad, lo que nuestros antepasados hicieron fue cambiar los protagonistas de los supervivientes que los llamados países democráticos estaban preparando con el progresismo, que no era sino una selección de personas para perpetuar la pobreza, imponiendo eslóganes negativos a los grupos rivales y utilizando el poder mediático del que disponían a través de los medios de comunicación que controlaban para mentalizar a sus contrincantes.

Hasta entonces había una división de tiempos y épocas que quedaron invalidadas por el nuevo orden que se impuso: La Gran Rusia y la Gran China. Dictadura con quienes atacan el sistema; democracia controlada y libre competencia comercial en sectores y necesidades que el Gobierno estima se necesitan para el bien común, una única moneda de curso mundial basada en el precio estándar de la hora del trabajo del productor ruso-chino, invirtiendo la pirámide del trabajo en el que el 80% de los trabajadores mantienen el 20% restante de funcionarios públicos, pensiones y resto de atenciones gubernamentales, incluidos políticos. Empezó así la Edad Moderna que ahora disfrutamos, aunque para ello tuvieron que morir varios miles de millones de personas, animales y cosas. Y el mundo sigue …

PD – Este cuento imaginario puede utilizarse poniendo cualquier nombre o nacionalidad a los protagonistas.

Antonio CAMPOS

La paja en el ojo ajeno

El Gobierno de España, al amparo de la guerra ruso-ucraniana y mediante un nuevo Real Decreto-ley 9/2022, de 26 de abril pasado, de conformidad con las normas recogidas en el Reglamento de la Unión Europea, modifica la legislación española y en concreto el último párrafo del artículo 20 de la Ley Hipotecaria, que dice: “No podrá tomarse anotación de demanda, embargo o prohibición de disponer, ni cualquier otra prevista en la ley, si el titular registral es persona distinta de aquella contra la cual se ha dirigido el procedimiento. En los procedimientos criminales y en los de decomiso podrá tomarse anotación de embargo preventivo o de prohibición de disponer de los bienes, como medida cautelar, cuando a juicio del juez o tribunal existan indicios racionales de que el verdadero titular de ellos es el encausado, haciéndolo constar así en el mandamiento”,

y al objeto de “establecer una nueva regla especial que vaya más allá de los casos previstos actualmente en dicho artículo”, dispone:

Para practicar la nota marginal prevista en la normativa por la que se crea el Órgano Centralizado de Prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles, en caso de que la finca, el bien o el derecho esté inscrito a favor de persona distinta de aquella que aparece en las listas elaboradas al amparo del Reglamento de la Unión Europea ….., relativo a la adopción de medidas restrictivas respecto de acciones que menoscaban o amenazan la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania, y sus posibles modificaciones, deberá constar informe previo en el que se exprese que existen indicios racionales de que el verdadero titular de dichas fincas, bienes o derechos es el que aparece en las citadas listas.

Dicho informe será elaborado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en aplicación de la normativa de la Unión Europea a que se refiere el párrafo anterior, y comunicado al Órgano Centralizado de Prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Muebles que lo notificará al registrador competente para practicar la nota al margen de la inscripción de la prohibición de disponer. Cualquier órgano o autoridad que tuviera conocimiento de la existencia de los indicios mencionados, estará obligada a ponerlo en conocimiento del citado Órgano Centralizado, a los efectos previstos en este artículo.

Para practicar la nota marginal no será necesario acreditar que se ha notificado con carácter previo a los titulares registrales. La notificación se realizará el mismo día, una vez practicada, para que puedan realizar las impugnaciones que estimen oportunas.

La vigencia de la nota marginal será la señalada para la correspondiente medida en la resolución o acuerdo en virtud de la cual se haya practicado y, en defecto de plazo, su duración será indeterminada, cancelándose, en todo caso, cuando el nombre del verdadero titular desaparezca de las listas dictadas al amparo de la legislación europea por la que se aprueban e imponen sanciones financieras internacionales.

No voy a entrar en su posible o no inconstitucionalidad e indefensión del embargado, que queda al arbitrio de los poderes gubernativos, postergando al poder judicial y horadando, una vez más, ese pilar básico de cualquier democracia. Pero qué bien hubiera quedado si esa medida se hubiera ampliado a todos aquellos contribuyentes españoles que mantienen un ritmo de vida sin restricciones de ningún tipo y son insolventes fiscales y jurídicos cuando llega el momento de hacer frente a sus compromisos de pago con Hacienda o con terceras personas; o de presuntas propiedades en el extranjero a nombre de terceros, interpuestos, testaferros e incluso inmatriculados, en la mayoría de casos con un valor de mercado muy superior al que se podría deducir de sus ingresos conocidos o declarados al erario español.

Nos la cogemos con papel de fumar con el tema de Ucrania, que sí, que está muy bien, y nos olvidamos de que la caridad empieza por uno mismo, no vaya a ser que nos pillemos los dedos, carne de nuestra propia carne, lo que se corresponde con la picaresca española de “ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”.

De quienes no se olvida Hacienda es de los pequeños comerciantes, porque tiene previsto, en preparación muy avanzada, a semejanza de lo que ya está haciendo el Gobierno Vasco, controlar la facturación de todos los negocios de servicio rápido, de venta inmediata, al por menor, de pequeños negocios, comercios y autónomos, mediante un sistema en el que sea el propio establecimiento el que emita una factura reducida de cualquier venta que se produzca, mediante un terminal conectado a Hacienda en tiempo real, con un código QR incorporado.

Hacienda podría comprobar en tiempo real o solicitar los registros de venta cuando lo considerara necesario, y el consumidor tendría la posibilidad de hacer un seguimiento mediante el código QR sobre si su compra ha sido registrada y declarada por el vendedor. El ciclo sería completo, cerrando la posibilidad de generar dinero negro que con demasiada frecuencia produce -yo debo estar equivocado pues todos los que tienen este tipo de negocios lo niegan-, al estar involucrados proveedores, clientes, empleados y titulares.

Esta modificación sería, será, una macro revolución en la contabilidad y devengo de impuestos en estos sectores que, como claman a todo aquel que lo pone en duda, no tienen nada que ocultar y actualmente declaran la totalidad de sus ingresos y pagos del flujo de sus negocios, por lo que es de esperar colaboren activamente en la puesta en funcionamiento de este sistema.

Yo, tras muchos años de haber trabajado en todos los puestos, funciones y rangos en el escalafón de una entidad bancaria, soy de los que pone en duda esa pulcritud fiscal, al igual que afirmo existen las sociedades interpuestas, testaferros y signos de riqueza externa de los que hablábamos en párrafos anteriores.

Inicialmente costará adiestrar al personal en su uso y que fuentes ajenas a Hacienda estiman que mejorar por su cuenta la rapidez del software que se les va a facilitar podría ascender hasta los mil euros y sobre cuya inversión estimo que el Estado debería compensarles fiscalmente en los cuatro siguientes años de actividad a su implantación, como ocurre con la compensación interanual de pérdidas de ejercicios anteriores.

Reafirmándome en lo dicho hasta aquí, y estando de acuerdo con que “Hacienda somos todos”, se verá si el actual Gobierno es buen administrador si tiene arrestos para poner en funcionamiento esta medida con anterioridad a las próximas elecciones generales, si mantiene su propia norma de revalorización de las pensiones sin subir más los impuestos y, sobre todo, si se aplica con el mismo afán a recortar gastos improductivos, se convence que España no puede pagar y mantener de por vida a nadie que no aporte nada a la comunidad, que no puede trasvasar el dinero de quien se esfuerza a quien no lo hace, que no puede mantenerse en el poder indefinidamente mediante el voto cautivo de mantenidos por soberanía, religión o holgazanería, porque “no hay mayor tirano que un pobre hecho amo”, y porque esta nación necesita el concurso de todos, a aportar trabajo, esfuerzo e impuestos, y a repartir en función de ello porque, nunca mejor dicho, “lo regalado, ni agradecido ni pagado”.

¡Ah!, y de la oposición política, silencio de agenda garbancera y pote gallego: Nadie ha dicho nada de cambiar ninguna ley de las que lesionan a sus teóricos votantes ni de recortar gastos. Tan “buenismos” somos todos que ya veremos cómo acabamos.

Antonio CAMPOS

Utopía y realidad

La guerra ruso-ucraniana se está desarrollando de una forma más lenta de la que todo el mundo preveía, dado el apoyo encubierto de la OTAN y de Estados Unidos, que defiende así sus intereses en Ucrania de uno de hijos de Biden, de Soros y de otros ilustres conocidos de las grandes multinacionales agrarias, y la ubicación, demostrada, de diversos laboratorios bacteriológicos que tiene allí establecidos.

Es evidente que el país agresor ha sido Rusia, igual que fue Estados Unidos cuando la crisis de los misiles de Cuba en octubre de 1962, generado a raíz de la toma de conocimiento por parte de Estados Unidos de la existencia de bases de misiles nucleares de alcance medio del ejército soviético en Cuba.

Como en todas las guerras, no hay buenos y malos, todos son malos, y el único objetivo es matar al enemigo para que el enemigo no te mate a ti.

La persona viva, probablemente, que más sabe de política, arreglos, chanchullos y astucias de todo tipo, una de las figuras políticas y de la diplomacia más relevantes de la historia de los Estados Unidos, Henry Kissinger, 99 años en la actualidad, ha propuesto que Ucrania cede los dos territorios que los rusos reclaman como suyos para obtener la paz. Muy mal debe ver el veterano político el tema para proponer eso, él, que ha estado presente en todas las guerras del mundo del siglo XX.

El presidente de Ucrania, Volódimir Zelenski, ha rechazado la idea de forma contundente, con un velado atisbo del fondo belicista americano «nunca importa lo que haga el Estado ruso. Siempre hay alguien que dice: tengamos en cuenta sus intereses».  

Por su parte, el alcalde de Kiev, le ha contestado que «La seguridad para la economía, para el mundo, para la paz, para las vidas humanas, muchos de estos puntos dependen en estos momentos de Ucrania. No es ningún secreto que no hay una operación especial de Rusia […] es una guerra real, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial en Europa, miles y miles de personas ya han muerto […] entre ellos muchos niños».

De cualquier forma, el ejército ruso ha demostrado estar más preparado para una guerra nuclear que convencional, en la que ya ha perdido mucho material de guerra e inmolado más soldados de los que en principio, estoy seguro, pensaba le iba a costar la invasión de Ucrania.

Todo ello no puede hacernos obviar que quien va perdiendo esta guerra, en conjunto, es Europa, muy cerca del conflicto, que se agravará cuando Suecia y Finlandia entren en la OTAN y se cierre el mar Báltico al tráfico marítimo ruso.

Esta guerra ha traído consigo una falta de materia prima de todo tipo, de trigo, de energía por contraataque ruso a las restricciones impuestas a Rusia, de inflación generalizada no compensada con aumento de los salarios, lo que ha producido una rebaja del poder adquisitivo de las familias desde 2021 por la escalada de los precios de la energía (petróleo, gas y electricidad), aún sin haber superado la recesión provocada por la pandemia de COVID en 2020. De momento, este panorama es evidente en Europa, pero se ampliará próximamente a África, lo que provocará la llegada de más inmigrantes ilegales y, por consiguiente, como diría Felipe González, más bocas ociosas a mantener y más problemas de toda índole para este continente.

En España, como quiera que la inflación ha alcanzado el 8,7% a finales del mes de mayo, paradojas de la vida, nuestro presidente Pedro Sánchez propone la misma solución que uno de sus enemigos históricos, el “popular” Luis de Guindos, actual vicepresidente del BCE, subidas salariales para compensar la inflación y no aumentar el riesgo de impago de hipotecas y otros préstamos que podrían poner en peligro la viabilidad de las entidades bancarias porque “la situación financiera y laboral relativamente favorable de la familias de la eurozona podría empeorar si la prolongada debilidad económica se tradujera en un número creciente de empresas insolventes o con problemas”.

Pedro Sánchez sabe que cuenta con la adhesión política ciega de unos cuantos millones de personas, pero que eso puede no ser suficiente si la economía genera pobreza entre sus electores. Por eso pide “un pacto de rentas”, cuya traducción textual es una sustancial rebaja del poder adquisitivo de todos los ciudadanos. Sabe que la inflación ha venido para quedarse, que la estanflación está a la vuelta de la esquina, que la guerra de Ucrania nos va a hacer más pobres de lo que él se imaginaba, que no avanzan las empresas, que estamos anquilosados en sectores del pasado, que si se tuvieran que incrementar los sueldos y las pensiones de acuerdo al IPC, el Estado tendría aún mayores problemas en poder pagarlas que tiene en la actualidad, en dónde pretende implantar nuevos impuestos en cosas que hasta ahora eran gratis, como entregar una carta o un paquete en la casa del destinatario.

El Gobernador del Banco de España dice que “la pérdida de riqueza es ineludible” y que “el pacto de rentas” ha de incluir a jubilados, pensionistas y funcionarios, y ser sensible a los pactos asimétricos, lo que es lo mismo, beneficiar a los que menos han aportado en su vida laboral en detrimento de los que lo han hecho por las tarifas máximas.

“No puede ser que con inflaciones del 8% se congelen los salarios, esto es un enorme problema de equidad social y es un enorme problema de desarrollo económico del país”, ha declarado el secretario confederal de uno de los sindicatos verticales del sanchismo, Comisiones Obreras (CCOO).

Pero nadie propone quitar las subvenciones a los ilegales; que el subsidio de paro se convierta en productivo mediante trabajos sociales; reducir el número de parlamentarios ni los parlamentos regionales; revisar la utilidad y aplicaciones de los fondos transferidos a las autonomías; desmontar chiringuitos de todo tipo existentes para honor y gloria de afiliados políticos y sindicales que recogen las migajas; suprimir ministerios que no tienen ninguna utilidad objetiva, en resumidas cuentas, reducir e incluso suprimir gastos absolutamente innecesarios para la ciudadanía que únicamente sirven para contentar a quienes sostienen con su voto al partido gobernante en el poder.

La media de incremento de los salarios pactada en los convenios colectivos hasta marzo del presente año ha sido del 2,4%, según la estadística publicada por el Ministerio de Trabajo, muy lejos del IPC antes citado, que el Banco de España estima será del 7,5% en el total del presente año 2022.

Y es a partir de aquí cuando la utopía ha de hacerse realidad. ¿Están financieramente saneadas las empresas para hacer una subida de salarios que compense la inflación actual? ¿Venden y obtienen beneficios suficientes para ello? ¿La productividad laboral, qué índice de concentración o dispersión tiene con sus homónimos extranjeros en empresas punteras cuando aquí hemos seguidos gastando en vez de invertir en modernización y nuevas tecnologías? ¿UGT y CCOO van a ser capaces de montar movilizaciones masivas, huelgas generales o cualquier otro tipo de acto que propiciara que cayera el gobierno, o sea, la mano que les da de comer? Estamos en una espiral en la que, cualquier solución que se adopte, va a dejar insatisfechos a todo el mundo, porque una subida salarial igual a la inflación llevaría a muchas empresas a la quiebra, y un “pacto de rentas”, sea el que sea, produciría un decalaje perpetuo en el poder adquisitivo de todos los empleados, que no se recuperaría nunca.

Me gustaría ser más optimista, pero veo en Europa una situación de guerra prolongada y un empobrecimiento progresivo de la ciudadanía española en la que a lo mejor ha llegado el momento de solucionar los problemas propios y dejar de pensar en arreglar los de terceros, internos, externos o mediopensionistas, porque ya se sabe, primero es Dios y después los Santos.

Antonio CAMPOS

Pero ¿dónde están esos tres millones?

Por Joaquín Ramos López

Con excesiva frecuencia me martillea las sienes esta dichosa preguntita. No puedo explicarme -creo que como mucha gente que se lo cuestiona- el por qué tenemos en España tan altísima cifra de desempleados.

La primera duda que tengo es cómo saber si tantos desempleados son todos los que son, que presumiblemente debiera ser así y si lo son todos los que están. Y me explicaré más porque no deseo confundir a nadie.

Tomo por correcta la condición de desempleado que contempla el SEPE, personas registradas sin empleo que pueden percibir una prestación o subsidio entre tanto no pasen a estar ocupadas.

Es decir, son personas oficialmente desocupadas o, dicho comúnmente, en situación de paro laboral. Todo ello acreditado y con sus plazos y sus formalidades.

Considero también en situación de paro a aquellas personas que buscan empleo, por su cuenta o con la ayuda (?) del Servicio Público de Empleo de su Comunidad Autónoma y que han agotado o no acreditan derecho a la percepción de subsidio o prestación.

Estimo como “falsos” desocupados perceptores de la prestación, a todas aquellas personas en edad y condiciones para trabajar que desarrollan una actividad laboral furtiva, no registrada, obviamente retribuida, al margen de la contratación laboral regulada por la ley.

Y, por último, estarían fuera de cómputo las personas laboralmente activas, no registradas en los Servicios Públicos de Empleo, no perceptores de ayuda pública económica por eso -que sí por otras carencias- y que tienen ingresos opacos.

Llegado aquí, debo decir que creo incierto que sean tres los millones (redondeo por altibajos) de desocupados que la estadística oficial española viene sosteniendo en la actualidad.

Y lo digo porque el movimiento que aprecio a diario de gentes que transitan a y desde sus puntos de ocupación, la circulación urbana, los desplazamientos de fin de semana, la asistencia a espectáculos, los aeropuertos y estaciones abarrotados en puentes y festividades, me provocan demasiadas veces la retorcida pregunta del título.

Toda esa actividad supone una generación económica que normalmente no admite gratuidades. Todo cuesta algo, todo se paga y sólo se puede hacer si hay ingresos ciertos. Lo poco convincente es que se pueda sostener un determinado nivel económico disfrazando las entradas y presumiendo de las salidas.

Si Ud. consulta, la entiende y se cree la última “Encuesta de población activa” publicada, sin duda es un ilustrado envidiable. Si además está interesado en computar y comparar cifras de afiliados a la Seguridad Social, empleados en situación de ERTE y ERE, funcionariado y toda suerte de estadísticas elaboradas por el INE al efecto y a eso añade las personas que no están en edad de trabajar, por debajo o por encima, más las inhabilitadas, le auguro que no le cuadrarán las cifras de cuántos somos todos.

Y podrá preguntarse ¿qué estamos haciendo mal desde casi siempre en España con la responsabilidad laboral? ¿Cómo puede reconocerse tengamos aún más del 13% de tasa de paro y no encontrar trabajadores para cubrir 100.000 y más puestos de trabajo ofertados? ¿Por qué nos mantenemos siempre a la cola del desempleo doblando la media europea?

Pues se me ocurre que tal lastre se comprende por el fallo sucesivo de legisladores, gobernantes y supervisores de todos los colores que van saltando de pavonearse de las bajadas a excusar las subidas de cifras, sin conseguir nunca centrarnos y mantenernos en el cacareado ser y hacer de los países de nuestro entorno.

Creo y me atrevo a decir también que buena parte de una sociedad conformista y gratificada tampoco ayuda a romper ese maleficio, esa humillante condición que nos cataloga lastimosamente.

Pese a poder ser negado, hay trabajo disponible y somos buenos trabajadores, pero nos empobrece la falta de disposición necesaria en muchos casos para romper y cambiar.  Para asumir compromisos que supongan renuncias nobles. Para expulsar a vividores que falsean su pertenencia y faltan al compromiso debido con una sociedad de ciudadanos integrada y solidaria.

Ricos discontinuos

No hay peor mentira que una verdad a medias. El jefe de la oposición, Sr. Feijóo, fiándose de un informe que le ha realizado cualquier chapucero, ha afirmado que la bajada en el número de parados corresponde a la nueva nomenclatura de los fijos discontinuos que ha implantado la ministra comunista Yolanda Díaz en la última reforma laboral.

Ella le ha contestado que se documente mejor, que los trabajadores fijos discontinuos no cuentan como parados por una orden de 1985 aunque estén inactivos.

Ambos llevan razón, con un importante matiz. Antes de esta reforma laboral, los fijos discontinuos eran muy pocos en todo el mercado laboral (en el año 2019, algo más del 10% de los actuales), al estar la mayoría de ellos encuadrados en otro tipo de contrato como temporales, por obra, etc….

Al haber suprimido esas modalidades, todos los nuevos contratos son FIJOS, pero con una duración en muchos casos de una semana, como los contratados para las Ferias y Fiestas de todos los pueblos de España, con lo que “con este Gobierno han aumentado de forma exponencial los contratos fijos”, enmascarando, una vez más, la realidad porque se estima que serán 600.000 las personas que bajo contrato fijo discontinuo irán al paro, pero no computarán en la estadística de paro de la nación.

A ver cómo explican más adelante el incremento del importe medio pagado por cada persona en el paro al haber aumentado el dividendo y disminuir el divisor de la cuenta por menos parados, ya que, a todos los efectos, durante los periodos en los que los nuevos fijos discontinuos estén desocupados y no figuren como afiliados, se denominarán DENOS (Demandantes de Empleo No Ocupados). Es decir, que los empleados con contrato temporal que ahora se han convertido en fijos discontinuos, antes contaban como parados y ya no lo harán, mejorando los indicadores de empleo.

Si a ello unimos los que se encuentran en ERTE en algunos casos con las empresas liquidadas hace tiempo, y en PERTE, el importe dinerario -que al final es lo importante- destinado al concepto PARO, llamémoslo como queramos, va a aumentar de una forma considerable.

La idea de utilizar sinónimos que enmascaran la realidad -el cambio de nombre a algo que sigue siendo la misma cosa- es genial, porque lo verdaderamente importante “es la maraña conceptual que reina por doquier” –Julia Sevilla Muñoz en Taxonomía de las paremias– en la que no tiene ninguna importancia la situación real de los hechos sino el nombre con el que se designa: así, si dejamos de llamar parado al que no tiene trabajo, terminamos con el paro; si penamos al que consume prostitución pero no a la/el que se prostituye, lavamos la imagen de la dignidad de la mujer; concedemos todo lo que nos pidan los separatistas, estos desaparecen puesto que todo lo tienen en «democracia»; si damos la nacionalidad española a todos los inmigrantes ilegales para evitar las noticias de que una gran parte de las violaciones se producen por parte de extranjeros, las violaciones seguirán existiendo, pero serían mucho más graves y contestadas por las feministas porque sería ejercida por españoles; si prohibimos los pobres para terminar con la pobreza, no habría pobres, serían ricos discontinuos.

Antonio CAMPOS

Rafa Nadal

Rafael Nadal es, probablemente, el mejor deportista español de todos los tiempos. Desde su más tierna infancia se ha mostrado con una preparación mental y actitud personal, dentro y fuera de las canchas de tenis, digna de encomio, un ejemplo para todas las personas de bien.

Es un trabajador infatigable que se ha educado en el esfuerzo y que respeta a todos sus contrincantes, sea el que sea el nivel que tengan. Ha ganado más torneos que nadie, fama, dinero y reconocimiento de propios y extraños.

Desde  hace tiempo, arrastra unos problemas físicos propio de los deportistas de élite que, con el paso de los años, se resienten de los muchos entrenamientos y partidos jugados, habiendo llegado en el último torneo Roland Garros de París a jugar infiltrado y con los nervios de un pie anestesiados, poniendo así en peligro su integridad física para su vida futura.

Está en lo más alto de la cúspide del tenis mundial, en un país en el que se alaba babosamente al ganador y se despotrica sin piedad al perdedor, en el que yo he visto a un millón de personas vitoreando a Franco un día y a las veinticuatro horas vilipendiarlo y negar los vítores, a personas libres gracias a la Constitución y tratando de derribarla al día siguiente, a futbolistas imprescindibles que se creían los dueños de un club y salir por la puerta falsa a la temporada siguiente, a empresarios triunfadores a los que nadie visitaba cuando fueron a la cárcel, a políticos a los que se rendía pleitesía y de los que nadie se acordaba cuando cayeron en desgracia, un país cobarde con el fuerte, el triunfador, y fuerte con el débil, el perdedor.

Nadal tiene 36 años, una esposa compañera de muchos años, una economía saneada, unos proyectos de futuro sólidos, consolidados, un resto de su vida por disfrutar en su totalidad y sin reminiscencias ni menoscabo físico de ningún tipo.

España, mejor dicho, aquellos que están interesados en que Nadal siga compitiendo, claman porque no se retire definitivamente de la competición. Son las autoridades deportivas, que les gusta aparecer en las fotos y los telediarios aunque alguno de ellos escuche el himno de España con los brazos cruzados sin mostrar un mínimo respeto hacia todos los ciudadanos españoles; los periodistas, que viajan, comen y viven de sus hazañas y que se quedarían sin personaje para llenar sus programas de todo tipo y medios de comunicación; y parte de los ciudadanos, que sienten los triunfos como propios pero que si estuvieran en la piel de Nadal se pensarían muy mucho en retirarse para no quedar cojo el resto de sus días.

Pasarán muchos años para que surja otro Nadal, como persona y como tenista; ha alcanzado el olimpo en su deporte; ni puede ni debe arrastrarse por las canchas, primero por su integridad física; segundo porque por mucho que haga, no puede subir más en el escalafón deportivo; tercero porque en este país en el momento que quede eliminado tres veces seguidas en octavo de cualquier torneo, las flores se tornarán lanzas y enseguida aparecerá el calificativo de ”acabado”; cuarto, porque al igual que los discursos, el mayor aplauso se concede con la salutación final; y quinto, porque se merece que la sociedad y la vida le devuelva algo de lo que él ha dado, una vida sana y sin secuelas físicas que perduren en el futuro.

Antonio CAMPOS

Unidad de Recobros

Las finanzas están mal en todo el mundo. Los bancos, a la vez que sacan punta a un pelo, no quieren quedarse atrás en la foto de los más altos, los más listos, los que más crecen …. y los que contabilizarán la morosidad cuando ellos ya no estén, bien por ascenso en función del negocio conseguido, bien por un fichaje relumbrón de los que se reseñan en las páginas de los medios de comunicación económicos.

El texto que sigue a continuación es una ficción del autor, que únicamente pretende arrancar una sonrisa al lector, con la reseña de dos cartas que envían los morosos a su banco, en España y en Latinoamérica, simulando la realidad de los hechos y su contenido, desfiguradas en los nombres y destinatarios.

Cualquier país de Latinoamérica. Licenciado Gerente de Crédito del Banco de Fomento Agropecuario. Licenciado:

Acuso recibo de su carta por cuenta del Banco en la que me reclama una letra que les debo desde hace 18 meses y amenazándome -si no la pago- con enjuiciarme a través de su Departamento Legal que dirige el doctor LMC, para causarme serias dificultades.

Me amenaza Ud. con ese doctor porque es enemigo del Licenciado FB y Ud. sabe que yo fui miembro del Plenario del Norte de Acción Popular y que defendí la candidatura de dicho Licenciado.

Hace años compré a plazos un aserradero de algarrobos. Al siguiente, adquirí, también a plazos, una yunta de bueyes, una carreta, una escopeta de cartuchos, tres chanchos y dos caballos. Todo ello con un Préstamo del Banco de su digna dirección.

Siguiendo en orden, el aserradero se incendió, no quedó sana ni una viga. Un caballo se me murió y el otro se lo presté a un hijo de la gran p… que me lo mató de hambre. Los comuneros de la guerrilla se comieron los tres chanchos en los festejos del primer aniversario de la Revolución.

Luego se murió mi padre. A mi hermano lo metieron preso por la política. Un camionero del pueblo colindante abusó de mi hija mayor y tuve que darle 850 pesos a un enfermero de La Tercera División Ligera para que le sacara el hijo que le había dejado en la barriga ese desgraciado.

En ese mismo año, mi hijo mayor tuvo paperas, se le corrieron hasta los coj…, y el enfermero tuvo que caparlo para salvarle la vida.

Un año más tarde alquilé un bote para irme con mis hijos a Guyana; el bote se volteó y se me ahogó un hijo, justamente el que no estaba capado. Y mi mujer se fugó con el sacristán de la Iglesia del pueblo, un tal Patiño y se llevó toda mi ropa para dársela al cab….

Para contentarme me casé con la querida que tenía, pero la pendeja ésta se demoraba en atenderme y me tenía desbaratado de la cintura. La llevé a consulta al brujo de Monsefa y me recomendó que primero tenía que accionarla: así que esa noche preparé mi escopeta y cuando estábamos en la culadera disparé un tiro por la ventana, la hembra se asustó y del brinco que pegó me movió la escopeta y la perdigonada mató a la última vaca que me quedaba porque a la otra la mató un hijo put… de ingeniero de la Estación experimental de Ayuda al campesino del Ministerio de Agricultura que vino a vacunarla contra la aftosa.

En los últimos años me ha ido peor. Me puse a sembrar arroz, vino la sequía y me quedé sin un miserable grano; me puse a sembrar cebollas y se salió el río y me las pudrió todas. A mi mujer le pegó una purgación un sargento de caballería que vivía en mi casa y era mi compadre. A mi hijo chiquito se le ocurrió limpiarse el culo con una hoja de plátano (porque no teníamos para papel) y como tenía foliador le salieron almorranas.

En estos momentos estoy, y después de todo esto Ud. me manda decir «que si no pago voy a tener problemas».

Cobrarme a mí es más difícil que culearse a un loro por el pico, pero si Ud. lo estima conveniente puede mandarme al Sr. LMC de los coj… para que le explique la preocupación que en los mismos me crea.

Ahorita mismo, señor licenciado, me pongo a su disposición para colgar la misiva en el sitio útil que imaginarse pueda.

Cualquier Banco en España. Asesoría Jurídica. Muy Sr. Mío:

Acuso recibo de su atenta del nueve de los corrientes, manifestándole enseguida que me alegro haberla recibido, porque hace tiempo que la esperaba, y paso a contestarles.

En primer lugar, les diré que lamento enormemente haberme visto forzado a producir y mantener todo este tiempo este impagado, porque hay de por medio personas de toda mi estima y consideración, que por nada hubiera querido defraudar. Y hasta tal extremo esto es cierto que, ante la imposibilidad absoluta de hacer frente a este compromiso, sufrí un día un intenso ataque de nervios que me obligó, incluso, a guardar cama una temporada.

Sin embargo, no es menos cierto que en gran parte la culpa de ello se debe al hecho lamentable de que ustedes me ofrecieron, y yo acepté, un préstamo sin previamente haber tenido relación alguna ni conocernos. Como a pesar del prestigio y la enorme solera de esa Entidad, el asunto estaba mal enfocado desde el principio, pues así ha sido el final.

Y abundando en la teoría de que “está de moda”, el Banco me facilitó una tarjeta de crédito, a mí, que en realidad no tengo donde caerme muerto. Pensando que “en el tomar no hay engaño”, me dije que “al freír será el reír y al pagar será el llorar”. El Banco tiene las espaldas más anchas que yo, pensé, pues que aguante, “a lo hecho, pecho”. A lo peor luego, con esta carta, hasta me plantean ustedes un asunto litigioso y me procesan. Más se perdió en Cuba. Pero es que, si no lo digo, reviento.

Pero yo pregunto: ¿No es lo mismo poner una tarjeta de crédito en manos de una persona insolvente, solo porque su nombre figura en cualquier listado, que poner una pistola cargada en manos de un niño? Ese es un riego que hay que correr. Ya sé que es inútil tratar de demostrarle a un banco que se ha equivocado. Los errores se pagan, y ustedes deben reconocer que conmigo se han equivocado.

Y no crean ustedes que me estoy relamiendo de gusto al decirle estas cosas. Esto de ser pobre y tener necesidades, es una pena. Pero en el fondo y aunque a estas alturas esté usted ya un poco cansado de leer esta carta sin haber llegado a obtener la solución que me pide, tendrá usted que reconocer que en el fondo tengo más razón que un santo.

Pero como ustedes lo que quieren son soluciones para recobrar su dinero, le propongo lo siguiente, a ver qué le parece:

Lo mismo que han sabido encontrar mi nueva dirección, pues de mi anterior domicilio me tuve que marchar por desahucio, me persono en el banco, y teniendo siempre en cuenta que no tengo un duro, me dan ganas de pedirles un nuevo crédito, grande, con el que iniciar un nuevo negocio, a ver si eso me permitiera salir a flote; con ello les pagaría a ustedes y empezaría a prosperar, pero me temo que esto es una utopía. De todas formas, me insinúo.

Y nada más. Rogándoles perdonen esta carta tan larga, aprovecho la ocasión para ponerme incondicionalmente, sin dinero eso sí, a su disposición y saludarles muy cordialmente.

Antonio CAMPOS

https://www.capitalmadrid.com/2022/6/4/62563/unidad-de-recobros-muy-sres-mios.html

Consecuencias de la Ley Celáa

      «Tengo ocho nietos. A saber, y por orden de edad, Juan, Casilda, Pedro, Guzmán, Santiago, Tristán, Claudia y Blanca. La menor de todos, Blanca, termina de cumplir dos años. Los mayores me preocupan menos, porque están formados, estudian en colegios normales y saben distinguir lo que concede el valor y lo que significa una chorrada.

      Pero Blanca se va a enfrentar a la Ley Celaá, así denominada porque su autora no es otra que la petarda Isabel Celaá, que ha sido premiada por Sánchez, en Italia Antonio, con la embajada de España en la Santa Sede. Y claro, me preocupa que mi nieta menor, que es listísima y guapísima, se vea obligada a estudiar vilezas, mentiras y gilipolleces.

      Estudiará que España fue una nación árabe y que unos Reyes malvados, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, devolvieron a los moros al otro lado del estrecho de Gibraltar. No estudiará que en el año 711, los árabes invadieron la España visigoda, y derrotaron al Rey Don Rodrigo. Estudiará que la democracia plena sólo es posible si gobiernan los socialistas, el partido más ladrón y traidor de la Historia de España. Estudiará que gracias a los Menas, España o lo que quede de ella, podrá mantenerse. Que los «okupas» pueden violar la propiedad privada. Estudiará que Sánchez, en Italia Antonio, logró expulsar al General Franco del Valle de los Caídos, heroicamente, cuarenta después del fallecimiento en una cama de la Seguridad Social creada por el expulsado. Estudiará las ventajas del aborto, la eutanasia, los veinte sexos y la brutalidad de los hombres. Y no estudiará el descubrimiento de América, ni las grandes navegaciones españolas, ni la civilización y el humanismo cristiano llevados por España a través de los océanos a América y al Pacífico, el que fue llamado «El Lago Español».

      No estudiará nuestra Poesía Mística, ni el siglo de Oro de la literatura española, ni la generación del 98, ni la del cincuenta. Se tendrá que contentar con aprender y leer los versos de una parte de los poetas del 27, los de «verdad», los de las izquierdas. No estudiará la batalla de las Navas de Tolosa, ni la presencia de España en Flandes, ni la defensa de Cartagena de Indias de Blas de Lezo, ni el Siglo de Oro de la Pintura, ni la victoria en la guerra de la Independencia, ni la derrota del comunismo en la Guerra Civil, lo que jamás ha perdonado la izquierda resentida.

      Estudiará la monarquía como una sucesión de reyes inútiles e incultos. Y se enterará por los libros de texto, especialmente los de Santillana –la editorial, no el Marqués–, que Cataluña y el País Vasco fueron colonizados por Castilla y martirizados sus habitantes. Aprenderá que la Iglesia impuso la Inquisición y murieron quemadas algunas brujas. Y como no habrá lugar para Carlos I, Felipe II, Felipe IV, Felipe V, Carlos III, la Restauración, Juan Carlos I y Felipe VI, tendrá que examinarse de sus conocimientos de la estúpida e histérica sueca Greta Thunberg, gloria del ecofeminismo mundial.

       Y nada de Lope, Velázquez, Quevedo, El Greco, Cervantes, Zurbarán, Góngora, Calderón, El Españoleto o Garcilaso. Un poco de Picasso –el Guernica–, y Almudena Grandes, la de la estación de Atocha.

      Por supuesto que no se enterará de que hubo una cultura en España, una fiesta universal, un arte en movimiento entre la cadencia y la muerte, que se llamó la Tauromaquia. Y que los lobos adquirieron más derechos que los seres humanos para su desarrollo.    Y claro, si Dios me concede algo de salud y tiempo, poco a poco, sin agobios, intentaré explicarle a mi nieta pequeña que ha nacido en una nación que fue maravillosa, con una Historia, un Arte, y una Cultura incomparable, «Tierra de María» según el Papa San Juan Pablo II.   Una nación, también, rebosada de seres absolutamente idiotas, falsos, violentos, ladrones y revanchistas, como los que propiciaron e impusieron que ella estudie lo que se han inventado los enemigos de España.

      Chorradas, mentiras, traiciones, olvido de los grandes, y exaltación de los insignificantes y las guarras obsesionadas. La anti-España.

Alfonso Ussía

EL DEBATE

29/05/2022

Podemos y la Iglesia Católica

El “fenómeno Podemos” se estudiará en el futuro en las universidades y en las altas escuelas de negocios, cómo unos pocos amiguetes con un cociente intelectual probablemente superior a la media, se rodearon de unos cuantos semianalfabetos, vagos y gente que en su conjunto había aportado al erario público menos que un jubilado en toda su vida de cotización, y se convirtieron en la llave maestra del poder ejecutivo, condicionando toda la política hasta ese momento conocida, poniendo al borde del fracaso a España como nación en su conjunto y  tratando -veremos si al final no lo consiguen- derribar la Transición del régimen franquista al democrático y de reavivar un sentimiento de odio entre hermanos que creíamos superado y olvidado.

La última, por ahora, ocurrencia que han tenido ha sido presionar al Gobierno para que presente al Congreso de los Diputados la denuncia y derogación de los Acuerdos con la Santa Sede del año 1976 y 1979, así como los existentes con las confesiones minoritarias, y que los bienes del patrimonio histórico español declarados de interés cultural que pertenezcan a la Iglesia pasen al dominio de las Administraciones Públicas.

Antes de continuar con estas líneas he de declarar mi pertenencia a la iglesia católica por nacimiento, bautismo, educación, cultura e historia, que convive con el agnosticismo de quien se encuentra perdido en un camino que perdura millones de años sin encontrar salida ni retorno.

Que cada cual lo traduzca como considere, pero ese mismo razonamiento fue el que me puso contra el autoritarismo franquista, igual que ahora no estoy cómodo en una democracia supeditada a los intereses personales del poder, con una gigantesca administración pública en todos los niveles, se invierta la carga de la prueba asignándole el papel de maltratador al hombre solo por el hecho de serlo, insulten a quién defienda la bandera y la unidad de la nación, que la inmigración no esté controlada y lleguen a trabajar y ganarse honradamente la vida, que se trasvase el dinero de los impuestos de los que trabajan y aportan algo a la sociedad española a los que no lo hacen ni piensan hacerlo nunca, que la ley -su aplicación- proteja al transgresor, al multirreincidente y a los afiliados que el gobierno designe, igual que cuando los flechillas iban con su camisa azul y había que apartarse para dejarlos pasar, del control político que se ejerce sobre los medios de comunicación, de la ley del más lento en la enseñanza de nuestros hijos y nietos, del dinero que se facilita a ciertas autonomías cuyo único objetivo es la ignición de otro fraternal enfrentamiento, de que cualquier tontería dicha por un imbécil mental, repetida hasta la saciedad, se convierta en verdad absoluta, que se malgaste el dinero que nos facilita Europa en adiestrar cerebros constreñidos a un ideario político y a la vez se recorten, recuérdenlo cuando ocurra, las pensiones de quienes llevaron España de la absoluta pobreza a una clase media que vivía feliz.

En España la Iglesia Católica se estructura en 69 diócesis territoriales, a las que hay que unir el Arzobispado Castrense. Cada diócesis o Iglesia particular dispone de su propia organización e instituciones diocesanas: seminario, residencias sacerdotales, colegios, etc. Además, el obispo diocesano puede erigir parroquias como comunidades de fieles constituidas de modo estable, encomendadas a un párroco. Generalmente las parroquias tienen carácter territorial.

Para hacernos una idea de la labor que hace la Iglesia Católica en España, recojo los datos que se muestran en el Informe año 2020 de la Conferencia Episcopal Española.

16.960 sacerdotes y 465 diáconos atienden a 22.993 parroquias existentes. Hay 1.129 seminaristas y 8.739 monjes de clausura.

Los bienes inmuebles ascienden a 3.290 de Interés Cultural y 44 Bienes Patrimonio de la Humanidad, entre los que se encuentran 87 catedrales y 751 monasterios, hasta un total de 22.993 parroquias.

La Iglesia Católica española atiende los servicios sociales que se detallan seguidamente, acerca de los que no he encontrado dato alguno que pudiera indicar algo similar por parte de ningún partido político, sindicato, cualquier otra religión o asociación cultural o social de tipo alguno, y cuyo inventario monetario no he podido efectuar, ni por aproximación, dada la amplitud y complejidad de esa labor y los millones de personas que se benefician de ella.

La importancia de estos datos no puede pasar desapercibida para nadie; claro que es posible que sea precisamente eso con lo que quieran acabar los radicales de izquierda, que prefieren no tener competencia de nadie que tenga una preparación cultural e intelectual de altura.

Aunque parece que no están solos, al menos en ciertos pronunciamientos de la infalibilidad de nuestro querido Papa cuando dice que “el derecho a la propiedad privada no es absoluto ni tampoco intocable, sino que tiene una función social”. Yo soy un romántico fuera de contexto, de esos “amantes a la antigua, que suelen todavía mandar flores” que cantaba Roberto Carlos, pero por lo que pudiera pasar me pido La Pietat de Miguel Ángel.

Y en Bruselas, que empezó siendo un cementerio de elefantes políticos, se gira hacia la opresión de los pueblos y allí rebajamos 20.000 millones de euros el presupuesto de educación español, pero no se toca un euro del importe, similar, destinado al uso y abuso del medio a través del que algunas han llegado a tocar poder.

Para arreglar el descalabro económico en el que estamos metidos, -porque el final, el que no són pessetes són punyetes– hay voces, muchas, que claman por un nuevo Enrique Fuentes Quintana, ese economista profesor de la etapa franquista al que yo estudiaba desde 5º de Bachillerato, en “Política económica” escrita en comandita con otro economista, Juan Velarde Fuertes, en el año 1965 -todo lo del franquismo es malo, muy malo, y ni se puede ni se debe estudiar si no es para vilipendiar en todo lo que afecta a, queramos o no, cuarenta años de la historia de España- que abarcaba desde Adam Smith a los años sesenta en nuestro país y que termina con este texto:

“Es lógico que haya que pensar en que los primeros pasos habrán de darse en el sentido de expansionar la exportación. Si esta es raquítica, raquítico será nuestro futuro. De aquí tendrá que venir la fuente esencial de nuestros ingresos.

En segundo lugar, todo proceso de desarrollo requiere el sacrificio denominado ahorro. Este es ineludible en España. La aportación del ahorro español -préstamos de capitales- lo hará más llevadero, pero no podrá prescindir del mismo. Para que la fuente de ahorro sea voluntaria, es imprescindible contar con estabilidad monetaria. Si suben los precios de forma inflacionista, el ahorro pasará a ser el antisocial ahorro forzoso. No existe otra alternativa que el estancamiento.

Finalmente, es necesaria la existencia de paz social. Para lograrla, es perentorio un más equitativo reparto de la riqueza y de la renta …

Conseguir todo esto no es nada fácil … Para marchar por ella se necesita además voluntad. Si España no cree en el progreso de sus exportaciones, en su estabilidad monetaria y en una más igualitaria distribución de la riqueza en su futuro, nada podrá hacer ningún equipo gobernante. Y para que esté convencida de ello es preciso que lo estén los españoles que la dirigen. Quienes han estudiado este libro formarán bien pronto parte de la minoría rectora del país. De aquí su futura responsabilidad y la presente de sus autores”.

Creo que los escritores y autores citados no necesitan presentación, al menos para quienes estén aprovechando correctamente el gasto que supone la enseñanza pública. En un país en el que se llama fascista a cualquiera que respeta la bandera de España, que el poder se encuentra en manos del feminismo mal entendido, marxismo encubierto e independentismo, por favor, que antes lea estas líneas y hojee los libros citados, que se pueden consultar en la Biblioteca Nacional. Porque hay que cuestionarse todo, de todos, y poner todo en el fiel de la balanza, incluidas las presentes líneas, porque no fiarse no está bien, pero fiarse es, simplemente, malo.

Antonio CAMPOS