Vacuna coronavirus
El protagonista de la película se ha jugado la vida muchas veces persiguiendo a los enemigos de su país, en toda aquella misión especial a la que sus superiores le han enviado. Ahora está en la azotea de un edificio de cinco plantas, le apuntan los “malos” con pistolas automáticas, las últimas en el mercado de armas, se acercan a él lentamente, recreándose en su el momento en el que van a empezar a abrir fuego, él sabe que morirá, que no tiene opción ninguna de salir vivo de allí; mira hacia la calle, hay un contenedor de obra, en menos que parpadea, tiene que elegir entre lo malo y lo peor; salta al vacío y cae sobre el contenedor, lleno de bolsas de basura que atemperan el golpe; de momento, se ha salvado, aunque parece que tiene alguna costilla rota, magulladuras externas por todo el cuerpo y tendrá que ir a que lo revise el médico no vaya a ser que esté dañado algún órgano interno.
Los malos es el coronavirus; el contenedor con las bolsas de basura es la vacuna que nos ofrecen; y el protagonista, de la vida, no de ninguna película, eres tú. Y tienes que tomar la decisión que consideres más acertada.
Dejando constancia que no tengo ningún conocimiento médico para poder opinar sobre todo esto y que lo que sigue a continuación es un trabajo de hemeroteca, recopilación de opiniones de reputados profesionales que sí están cualificados para ello, pero sin que nadie, hoy, pueda asegurar nada con certeza, es la alternativa de lo que podría pasar si saltas sobre el contenedor.
La primera persona en España que lo ha hecho ha sido Dña Araceli Hidalgo, de 96 años, residente en el centro de mayores Los Olmos de Guadalajara que, tras santiguarse cristianamente, ha recibido la primera inyección contra el coronavirus.
Opinión 01
J. Martínez – Internista: Como médico de atención directa a enfermos covid, quiero aclararle:
– Ninguna vacuna está contrastada.
– Ningún laboratorio ha publicado los resultados de los ensayos clínicos (EC) de sus vacunas.
– Los evaluadores de los EC de las vacunas, pertenecen al propio laboratorio.
– Los controles externos científicos preceptivos, no existen.
– Por los pocos datos que tenemos de Pfizer, Moderna, China-vac y Sputnik, sabemos que:
+ No se incluyen menores de 18 años.
+ No se incluyen pacientes con comorbilidades.
+ No se incluyen, apenas, mayores de 70 años (y los que se incluyen no están enfermos ni toman medicación)
+ No son EC simétricos (ejemplo: 4 vacunados / 1 control).
+ La aleatorización es discutible (más en China y Rusia).
+ Ningún EC tiene un seguimiento medio mayor a 3 meses.
+ Parece que la eficacia real de estas vacunas puede estar entre el 50 y el 65%.
Además de esto, recordad:
– El tamaño muestral para eventos secundarios no se alcanza, aunque todos los laboratorios compartiesen datos….
– Como dice The Lancet, recordad el desastre del «Tamiflu». Cuando se compraron millones de dosis que luego caducaron y se desecharon (el gobierno Vasco un millón de dosis).
– Recordad el Rendesivir. Millones de dosis compradas de algo que no sirve.
Finalmente, con todo esto no miento ni bromeo. Quiero una vacuna. Pero una vacuna validada científicamente. No quiero una vacuna políticamente útil.
Opinión 02
Margarita del Val, viróloga y científica investigadora del CSIC. “Eficacia es cuando se mira en un ensayo clínico si protege de síntomas. Solo cuando una persona manifiesta síntomas dentro de los voluntarios, los analizan”. Por el contrario, la efectividad es cuando la vacuna “se utiliza en la población general con gente mayor de grupos de riesgo, que no hay prácticamente en los grupos vacunados”, ha dicho. Por eso, habrá que esperar a ver la efectividad de la vacuna cuando se pruebe en la población general. “Vamos por pasos”, ha señalado, aunque la efectividad es lo más importante … “de momento no se puede hablar de “inmunidad de grupo” porque no se sabe si la vacuna protegerá “del contagio”.
La semana anterior a la Navidad, sigue aconsejando el lavado de manos, el uso de la mascarilla durante todo el año 2021, la ventilación en los espacios cerrados y la distancia social. «No se confíen en absoluto, la vacuna no cura. La vacuna lo que hace es entrenar a nuestro sistema inmunitario. En lugar de enfrentarse a pelo contra la infección, hace que lo puedas entrenar antes».
Opinión 03
Parálisis de Bell, la enfermedad que ha afectado a cuatro voluntarios de la vacuna de Pfizer. La parálisis de Bell es una forma de parálisis facial temporal que se produce por el daño o trauma a uno de los dos nervios faciales. El nervio facial es una estructura en pares que viaja a través de un canal óseo estrecho (llamado canal de Falopio) en el cráneo, debajo del oído, a los músculos a cada lado de la cara. Durante la mayor parte de su viaje, el nervio está encajonado en esta vaina ósea. Cuando se produce la parálisis de Bell, se interrumpe la función del nervio facial, causando la interrupción de los mensajes que el cerebro le envía a los músculos faciales. Esta interrupción produce debilidad o parálisis facial.
Opinión 04
La vacuna COVID-19 destruye nuestro sistema inmunológico de forma permanente. En el informe “Informed Consent Disclosure to Vaccine Trial Subjects of Risk of COVID-19 Vaccine Worstering Clinical Disease“, publicado en el International Journal of Clinical Practice el 28 de octubre de 2020, se señala que “las vacunas COVID-19 diseñadas para inducir anticuerpos neutralizantes pueden sensibilizar a los receptores de la vacuna a una enfermedad más grave que si no estuvieran vacunados”. Según el estudio:
“Las vacunas contra el SARS, el MERS y el RSV nunca han sido autorizadas y los datos obtenidos durante el desarrollo y las pruebas de estas vacunas indican una seria preocupación: Que las vacunas desarrolladas empíricamente utilizando el enfoque tradicional (consistente en la espiga del coronavirus no modificada o mínimamente modificada que produce anticuerpos neutralizantes), ya sea que estén hechas de proteína, vector viral, ADN o ARN, e independientemente del método de administración, pueden agravar la enfermedad COVID-19 por medio de la amplificación dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés).
Este riesgo se disfraza en los protocolos de los ensayos clínicos y en los formularios de consentimiento informado de los ensayos de la vacuna COVID-19 en curso, hasta tal punto que es poco probable que los pacientes comprendan adecuadamente este riesgo, por lo que no es posible un consentimiento verdaderamente informado de los sujetos de estos ensayos.
¿Qué es la amplificación dependiente de anticuerpos? Como señalaron los autores de este artículo en el International Journal of Clinical Practice, los anteriores esfuerzos de vacunación contra el coronavirus – contra el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), el coronavirus del síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV) y el virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés) – han suscitado serias preocupaciones. Estas vacunas tienen una tendencia a desencadenar una amplificación dependiente de los anticuerpos. Ello significa que la vacuna no refuerza tu inmunidad a la infección, sino la capacidad del virus para entrar e infectar tus células, lo que resulta en una enfermedad más grave que si no hubieras sido vacunado.
En el documento de resumen de 2003 titulado “Antibody-Dependent Enhancement of Virus Infection and Disease” se explica lo siguiente:
“En general, los anticuerpos específicos del virus se consideran antivirales y desempeñan un papel importante en el control de las infecciones virales de diversas maneras. Sin embargo, en algunos casos, la presencia de anticuerpos específicos contra el virus puede ser beneficiosa. Esta actividad se conoce como amplificación dependiente de anticuerpos (ADE) de la infección del virus.
El EDA de la infección viral es un fenómeno en el que los anticuerpos específicos del virus interactúan con los receptores Fc y/o del complemento para promover la entrada del virus en los monocitos/macrófagos y las células de granulocitos y, en algunos casos, la replicación del virus.
Este fenómeno se ha notificado in vitro e in vivo en el caso de virus que representan numerosas familias y géneros de importancia para la salud pública y la veterinaria. Estos virus comparten algunas características comunes, como la replicación preferente en macrófagos, la capacidad de establecer la persistencia y la diversidad antigénica. Para algunos virus, el ADE de la infección se ha convertido en un gran problema en el control de la enfermedad por medio de la vacunación.”
Los virus de la corona no sólo causan la producción de un tipo, sino dos tipos diferentes de anticuerpos:
Anticuerpos neutralizantes, también conocidos como anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG), que combaten la infección
Anticuerpos aglutinantes, también conocidos como anticuerpos no neutralizantes, que no pueden prevenir una infección viral
En lugar de prevenir una infección viral, los anticuerpos aglutinantes desencadenan una respuesta inmunológica anormal, que se denomina “incremento inmunológico paradójico”. Otra forma de verlo es que tu sistema inmunológico no funciona para protegerte, sino que te enferma más.
Muchas de las vacunas COVID-19 actualmente en el mercado utilizan el ARNm para instruir a tus células para producir la proteína de punta CoV-2 del SARS (proteína S). La proteína de punta, que se adhiere al receptor ACE2 de la célula, es la primera etapa del proceso de dos pasos que los virus utilizan para entrar en las células.
La idea es que al formar la proteína de punta del SARS-CoV-2, tu sistema inmunológico comienza a producir anticuerpos sin enfermarte. La pregunta clave es, ¿cuál de los dos tipos de anticuerpos se produce por este proceso?
Y aquí hay un punto importante: las vacunas COVID-19 NO están destinadas a prevenir la infección. Como se describe en el artículo “How COVID-19 Vaccine Trials Are Rigged“, una vacuna “exitosa” sólo necesita reducir la gravedad de los síntomas. Ni siquiera se trata de reducir las tasas de infección, hospitalización o muerte.
Entonces, ¿de qué nos estamos protegiendo con una vacuna contra el COVID-19? Como ya se ha mencionado, las vacunas ni siquiera están diseñadas para prevenir la infección, sino sólo para reducir la gravedad de los síntomas. Mientras tanto, es posible que te enfermen más una vez que te expongas al virus. Esto parece ser un gran riesgo para un beneficio realmente cuestionable.
Opinión 05
En Nueva York, médicos y enfermeros se niegan a ser los primeros en vacunarse: ¿por qué? Tienen prioridad para vacunarse contra el coronavirus, pero por ahora prefieren ceder su lugar: a pesar de una epidemia galopante en Estados Unidos, parte del personal de salud, en general favorable a las vacunas, desconfía de las nuevas porque consideran que no han sido lo suficientemente probadas.
«Pienso que me haré vacunar más tarde, pero por ahora, desconfío», dijo a la AFP Yolanda Dodson, de 55 años, enfermera en un hospital del Bronx que en la primavera boreal estuvo en el centro de la batalla mortal contra el virus.
«Los estudios realizados (sobre las vacunas) son prometedores, pero los datos son insuficientes».
Opinión 06
Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha dicho que lo peor de la pandemia de coronavirus está por venir y que lo comprobaremos los próximos meses. «Lamentablemente, los próximos de cuatro a seis meses podrían ser los peores de la pandemia». Y pronostica un mundo tras la pandemia con un 30% menos de horas de oficina y la mitad de los viajes de negocios.
Opinión 7
José Luis Jiménez, experto en aerosoles, profesor de la Universidad de Colorado: «En enero habrá una ola tremenda, un montón de muertos y los hospitales estarán colapsados».
Opinión 08
Eladiofernandez 18-12-2020: La Luciferasa contenida en las vacunas son nanopartículas de cobre que provocan luminiscencia y localización de espectro electromagnético de baja intensidad detectable por espectros 5G e infrarrojos proyectados con cualquier móvil con el software adecuado para saber si estamos vacunados para entrar en centros oficiales, sanitarios, y centros comerciales. Sabrán en dónde se encuentran los vacunados permanentemente y cuando hayan muerto. Así como su escasa movilidad por las próximas enfermedades darán un mapa de los efectos por enfermedad y muerte de las vacunas.
Opinión 09
Fuente: https://as.com/diarioas/2020/12/27/actualidad/1609071768_872917.html
Según explica la EMA, la primera vacuna que ha llegado a nuestro país está basada en la molécula llamada ARN mensajero (ARNm), cuya misión es producir la proteína de pico. “Esta es una proteína en la superficie del virus SARS-CoV-2 que el virus necesita para ingresar a las células del cuerpo”, aclara la agencia.
Al recibir la vacuna, algunas células del organismo leerán las instrucciones del ARNm y producirán temporalmente esta proteína de pico. Entonces, el sistema inmunológico de la persona reconocerá la proteína como extraña y producirá anticuerpos, activando las células T (glóbulos blancos) para atacarla. Así, si, más adelante, una persona vacunada entra en contacto con el virus SARS-CoV-2, su sistema inmunológico lo reconocerá y estará listo para defender al cuerpo contra él.
La EMA y la AEMPS coinciden en que los efectos secundarios registrados durante los ensayos eran, generalmente, leves o moderados y mejoraban pocos días después de la vacunación. En concreto, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, revelaba que las reacciones adversas observadas durante su etapa experimental fueron dolor en el lugar de la inyección (en el 84% de los vacunados), cansancio (63%), dolor de cabeza (55%), dolor muscular (38%), escalofríos (32%), dolor en las articulaciones (24%) y fiebre (14%). Asimismo, también puede producirse hinchazón en la zona donde se administró la vacuna.
Los datos difundidos hasta ahora reflejan que la vacuna de Pfizer y BioNTech sirve para prevenir el coronavirus en personas mayores de 16 años. Sin embargo, todavía no se ha podido demostrar si el fármaco puede evitar la transmisión. Tampoco se sabe cuánto dura la protección brindada por Comirnaty. Para descubrirlo, se realizará un seguimiento durante dos años a las personas vacunadas.
Opinión 10
«Es imposible que haya una vacuna testada como toca en meses, porque eso suele tardar años, como mínimo dos»
Fuente: https://buscandorespuestas.lne.es/salud/libro-instrucciones-vacuna-pfizer/
Traducción del documento de información sobre la ‘vacuna COVID-19 mRNA BNT162b2’ de la vacuna de Pfizer, que responde al nombre de Registro 174 y está destinado a los profesionales de la salud de Reino Unido.
REG 174 INFORMACIÓN PARA PROFESIONALES DE LA SALUD DEL REINO UNIDO
Este medicamento no tiene una autorización de comercialización en el Reino Unido, pero el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido y la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios han autorizado su suministro temporal para la inmunización activa para prevenir la enfermedad COVID-19 causada por el SARS-CoV- 2 en individuos de 16 años de edad o más.
La vacuna de ARNm de COVID-19 BNT162b2 es ARN mensajero (ARNm) monocatenario con tapa 5′ altamente purificado, producido por transcripción libre de células en transcripción in vitro a partir de las plantillas de ADN correspondientes, que codifica la proteína de la espícula (S) viral del SARS-CoV-2.
Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacción. En ausencia de estudios de compatibilidad, este medicamento no debe mezclarse con otros medicamentos.
Reacciones adversas de estudios clínicos:
Las reacciones adversas notificadas en estudios clínicos se enumeran en esta sección según la clasificación de órganos del sistema MedDRA, en orden decreciente de frecuencia y gravedad. La frecuencia se define de la siguiente manera: muy frecuentes (≥1 / 10), frecuentes (≥1 / 100 a <1/10), poco frecuentes (≥1 / 1.000 a <1/100), raras (≥1 / 10.000 a < 1 / 1.000), muy raras (<1 / 10.000), frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles).
Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Poco frecuentes: linfadenopatía
Trastornos del sistema nervioso: Muy frecuentes: cefalea
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: Muy frecuentes: artralgia; mialgia
Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración:
Muy frecuentes: dolor en el lugar de la inyección; fatiga, escalofríos; pirexia
Frecuentes: enrojecimiento en el lugar de la inyección; Hinchazón en el lugar de inyección
Poco frecuentes: malestar
Trastornos gastrointestinales: Frecuentes: Náuseas
España, como nuevo país filocomunista de listas negras, ha establecido a través del ministerio de Sanidad un registro para controlar a todas las personas, al que las comunidades Autónomas deberán informar diariamente con nombres y apellidos de quienes se han vacunado, así como los datos de aquellos que rechacen hacerlo, especificando los motivos por los que se niegan a vacunarse, si es por contraindicación médica, por motivos excepcionales o personales.
¿Lo malo o lo peor? ¿Lo conocido o lo desconocido? ¿El presente o el futuro? ¿La seguridad o el riesgo? ¿La mentira mundial del coronavirus o la mentira mundial de la vacuna? ¿Cuántos muertos tiene que haber para que acabe esto? ¿Qué se puede hacer cuando no se puede hacer nada? Estas “solo ante el peligro”. Tú decides. Yo lo que te deseo es salud y larga vida.
Tenemos suerte de tenernos
Viernes Santo. No se ve nadie en la calle. Llueve ligeramente. El cielo está de color plomizo y empieza a pesar el confinamiento necesario para combatir la pandemia que nos asola, intentando desde el primer momento matar elefantes con una escopeta de perdigones, contando los centenares de miles de infectados y los miles de muertos, apilados en un pabellón de hielo porque las funerarias no dan abasto. La tristeza se mezcla con la melancolía.
El Gobierno está haciendo lo que sabe y puede, pero eso es poco para quien poco sabe de este tema, que es decir diplomáticamente que mienten en las cifras que facilita cada día a la ciudadanía. Los medios de comunicación que no han recibido el regalo de los quince millones de euros que les ha hecho el Consejo de Ministros hace unos días, ¿por qué a ellos sí y no al pequeño periódico de mi pueblo?, han publicado suficiente información (“Chani” Pérez Henares: «Mi salida de “Al Rojo Vivo” es definitiva, no seré copartícipe de una maquinaria de agitación y propaganda») como para poder asegurar, sin ningún género de dudas, dos cosas:
Que estaban informados de la gravedad del momento y del alto grado de contaminación del coronavirus, por diferentes fuentes, algunas de ellas de toda solvencia médica, y que no tomaron ninguna medida de prohibir el Congreso de VOX ni el partido de fútbol del Atlético de Madrid, para no suspender la manifestación del 8-M liderada por quien verdaderamente mantiene a Pedro Sánchez en el Gobierno, Pablénin Mingafuego.
Que los infectados, y los muertos, son muchísimos más que los reconocidos oficialmente, manejando los datos con los que se hacen las estadísticas con unos parámetros particulares, preconcebidos y ocultando médicamente fallecidos por coronavirus con “éxitus” por insuficiencias de cualquier tipo, y otros términos similares que confunden al ciudadano medio, incluso negando la circunstancia a los miembros de las FSE porque la pensión de viudedad no es la misma si mueren en comisión de servicio.
Vendiendo el asunto como “evitar bulos inventados por los fachas”, han creado un conglomerado cuya misión consiste en “capar” cualquier comentario que signifique disidencia a “su” verdad, o sea, el que no esté conmigo está contra mí, el destino del disidente es que sienta miedo, que esté callado, unido a la política de subvenciones y rentas mínimas, hacen de los ciudadanos esclavos y dependientes totalmente del Gobierno. De ahí a la censura, solo hay un pequeño paso. Y así empezó todo en Venezuela.
Facebook, no deja “compartir”, y en wsp no deja “reenviar” cualquier comentario o fichero que critique al gobierno sanchista-comunita y su actuación acerca del coronavirus.
Me dice un informático que la forma de saltarse esta censura encubierta es la siguiente:
Han establecido un BLOQUEO EN WASAP, para que ya no puedas enviar el WASAP recibido a 5 personas o grupos, solo puedes reenviarlo a uno.
¿Cómo eludimos este CONTROL BOLIVARIANO?:
- Si recibes FOTO O VÍDEO, no des a REENVIA, mételo en GUARDAR y de allí lo sacas, y ya lo puedes reenviar a 5, y repetir las veces que quieras. 💪💪💪
- Si es un texto o similar: NO DES A REENVIAR. Dais a COPIAR Y LUEGO LE PONÉIS DELANTE UN SÍMBOLO, el que sea, 🦠o💪; y ese texto MODIFICADO CON EL SÍMBOLO, ya puedes enviarlo a 5, o las veces que tu quieras.
A mi me han censurado el siguiente mensaje, origen la consultora Deloitte:
El aislamiento y restricciones duran hasta finales de mayo. En junio arrancan viajes de primera necesidad, comercio, clases y trabajo. En agosto, turismo interno y en septiembre es que se sentirá mayor seguridad higiénica. Eventos y conciertos para noviembre. Turismo internacional para diciembre y las navidades más austeras de los últimos tiempos.
Gráfico hecho para el mundo desarrollado. Los países emergentes irán detrás de este cronograma en varios meses dependiendo del país….
Si acierta este estudio, quedan aún muchas muertes que contabilizar, muchos puestos de trabajo a destruir y mucha frontera que bloquear para que no importemos el mismo problema del coronavirus con “ciudadanos con ningún beneficio” cuando ya lo tengamos controlado en España, en alguna de cuyas Comunidades Autónomas se están dejando morir a los “pacientes con escaso beneficio”, o sea, a los mayores de 75 años que, según ellos, ya no aportan beneficio alguno a las arcas públicas, solo costes.
Ha mitigado mi tristeza y melancolía el mensaje que me ha enviado hace un rato mi hija:
Venga, papá, ánimo; yo ayer estaba de bajón, pero me acordé del enorme abrazo que te voy a dar cuando pueda, que dentro de toda esta mierda todos nosotros estamos bien, y que, pese a todo, tenemos suerte de tenernos.
Viernes de Dolores
Hoy es Viernes de Dolores para los católicos; en las actuales circunstancias, es viernes de dolores para todos. España tiene el 0,6% de la población mundial y el 23,77% de los muertos en todo el mundo por el tema del coronavirus, el 15,32% de los infectados confirmados también a nivel mundial y el 9,07% de fallecidos sobre confirmados, porcentajes calculados sobre los datos de ayer facilitados por el Gobierno; mal, muy mal, estamos fallando estrepitosamente en muchas cosas.
Todo ello, sabiendo que están maquilladas las estadísticas, pues no se incluyen aquellos fallecidos en los hospitales a los que no se les ha realizado el test, a los que han muerto en sus casas, los sanitarios contagiados denuncian que la Seguridad Social tramita sus casos como enfermedad común y “a los guardias civiles contagiados estando de servicio, pues se ha recibido orden en todos los cuarteles de dicho cuerpo que no figure ninguna baja de enfermedad por coronavirus”. Fuente: Canal 5 Radio. Y a los que se les efectúa el triaje y se les deja con morfina hasta que mueran por tener más de ochenta años, esa generación que trajo la democracia a España. «Hemos dejado de intubar a enfermos por su edad porque no hay respiradores para todos». Pensamos que es muy cruel, mezquino y también fascista que esté muriendo gente por no haber material en Albacete mientras riegan con dinero las televisiones privadas… ¿de verdad es más importante lo que se cuenta que lo que ocurre realmente?
Las estadísticas, mal usadas, son chicles que se estiran y se encogen: Yo creo que todos los países mienten en sus datos.
Es evidente que, ni España en su conjunto, ni el Gobierno, tienen la culpa del famoso virus. Pero el Gobierno sí tiene la culpa de haber actuado tarde, sin previsión, sin músculo de mando, dejando en evidencia la toma de decisiones centralizadas y con una ineficacia dolorosa para todos los ciudadanos españoles, tanto en los temas sanitarios, en los que hemos llegado a una situación en la que los médicos elijen quién vive y quién muere, por falta de medios, de camas, de oxígeno, de respiradores, de medicinas para todos, como financieros a futuro, falta de liquidez del Estado por una bajada de ingresos previstas del 30% sobre sus previsiones, con muchas empresas cerradas, con un paro que superará los cinco millones de personas, un desplome del 20% del Producto Interior Bruto, hundimiento del turismo y la construcción, los dos grandes motores de la economía española, que nos llevará a una recesión-depresión de largo alcance en la que ya se piensa en círculos gubernamentales que habrá que recurrir a un rescate de la Unión Europea, “los hombres de negro” que nos dirán qué, cuánto y cómo tenemos que hacer las cosas.
En el estado de miedo que vivimos en estos días, Podemos se ha pronunciado a favor del fin último para el que fue concebido: Hacer la revolución, implantar el chavismo-comunismo, acabando con la propiedad privada.
Echenique pide «expropiar» a las empresas para afrontar el coronavirus.
Teresa Rodríguez, en Andalucía, más de lo mismo, incluso habla de hacer un Banco Público con los ahorros expropiados a todos los ciudadanos.
Pablo Iglesias nos recuerda el art. 128 de la Constitución, amenazando con “Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general”. Calla todo lo que la Constitución y Legislación española dice sobre la propiedad privada. De ahí al “exprópiese” de Maduro, solo hay un paso. Y lo que es peor, Pedro Sánchez, los sanchistas ni el PSOE como partido, han salido a desmentirlo, a destituirlo ni a pararle los pies o cerrarle la boca.
Considero, y espero, que no llegaremos a eso, pues supondría imponer el chavismo en España por Real Decreto, arruinar a empresas y particulares, apropiándose el Estado de todo el esfuerzo privado que durante muchísimos años ambos colectivos han trabajado, y ante el que habría que responder de forma contundente a través de cualquier medio público y privado, claveles contra rosas, espadas contra hoces, la razón sobre la sinrazón, pues seríamos todos los ciudadanos expoliados y perjudicados.
La gobernabilidad de España se le están yendo, se le ha ido, de las manos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. De todo el Consejo de Ministros, solo uno ha dicho la verdad, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque Duque, que es el único que no ha mentido sobre la fecha en la que tuvieron conocimiento real de la peligrosidad del coronavirus; dos grandes decepciones de dos, hasta ahora, grandes profesionales, el Ministro de Justicia, Juan Carlos Campo Moreno, y el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá Belmonte, que a las primeras de cambio han caído de rodillas ante las directrices del poder; y dos, mujeres, que son las que están teniendo la cabeza despejada y evitando el colapso político, la ministra de Defensa, Margarita Robles Fernández, y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño Santamaría, que fue recibida hace unos días por el Rey y que es quien verdaderamente lidera el Gobierno para que Podemos no establezca sus ideas comunistas. Y que no sería mala presidenta de un nuevo Gobierno, con Pedro Sánchez dimitido y Pablo Iglesias destituido, de concentración política constitucionalista, para encauzar tanto las negociaciones hasta ahora fracasadas con Europa, como para reconstruir la economía y el país que teníamos no hace tanto.
“Es el momento de afrontar una responsabilidad que no está al alcance de este Gobierno. Debe convocarse un gabinete de crisis donde no estén presentes los actuales ministros, sino gente cualificada. El experimento de la coalición ha caducado ya”. Son palabras de Felipe González; claro que alguno lo negará o dirá que ya pertenece a esos a los que no hay que darles preferencia en atención sanitaria en el supuesto de coronavirus.
Cuando pase esta pandemia, nada será igual. Nadie ganará lo mismo ni tendrá el mismo poder adquisitivo que ha tenido hasta ahora; habrá que reducir políticos, como ha hecho Italia, recortando diputados, senadores y asesores, ministrillos autonómicos y concejales; habrá que incentivar la contratación de empleados; habrá que reducir el “todo gratis” para muchas personas y en muchas cosas; habrá que modificar el asunto de las pensiones futuras; y habrá que revisar y controlar que no se pierda ni un euro por ningún camino en el que transite dinero.
Soy consciente que este artículo me traerá descalificaciones por parte de los trolls y dóberman del poder establecido, pues no va a gustar nada a todos los que, al igual que cuando Franco tenía bien colocados a los de la Falange, ahora están bien colocados y/o subvencionados por pertenecer al PSOE, Podemos y a algún sindicato amigo de ellos. Esa es su gran valía, la misma que la mayoría de los ministros del actual Gobierno: Aceptar con agrado cuantas indicaciones se les formula.
Nada será igual
Recluido como estoy, voluntariamente desde principio del mes de marzo, tras los cristales de alegres ventanales de Carlos Gardel o Sara Montiel, pero sin fumar, veo la quietud del entorno, no pasea nadie, cerrados todos los establecimientos, llueve a ratos, los ciudadanos asustados y concienciados, parece un estado de guerra que, sin demoler edificios, haya asolado la ciudad.
El dicho popular que dice “el español piensa bien, pero tarde”, se ha hecho realidad. Hemos sido, y empleo la primera persona del plural porque quien ha tenido que tomar la decisión ha sido el Gobierno de todos los españoles, demasiado prepotentes, orgullosos, fatuos, populistas, y antepuesto el sectarismo de una parte de la población, a cualquier actuación prudente, precavida y sin tener ningún plan alternativo.
El primer caso de coronavirus en España se produjo el treinta y uno de enero; se adjuntan datos públicos facilitados por el Ministerio de Sanidad, que ponen en evidencia las mentiras que los políticos nos están contando; en unas recientes declaraciones de Pedro Duque, a la sazón ministro de Ciencia, ha reconocido que “desde enero” el Gobierno tenía constancia de la gravedad del asunto sin tomar medida alguna, y que el 6 de marzo la Unión Europea pidió a España prohibir la manifestación feminista del 8-M.
En esa misma fecha de enero, el Dr. Cavadas, reputado mundialmente, avisó de la gravedad de la situación.
Y existe un informe del CSIC, también de enero, “apuntando con argumentos científicos y basados en la experiencia la gravedad de la situación, y la necesidad de tomar medidas, aunque éstas tengan que ser duras”.
Se avisó “que viene el lobo” pero nadie hizo nada hasta que el lobo llegó de verdad. Y nos ha pillado con una situación precaria de medios humanos y técnicos, indignos de un país del estado de bienestar que creíamos disfrutar, en el que el desabastecimiento sanitario ha sido un rotundo fracaso y no sé a qué inútil, o inútila, han puesto a comprar material en China, a dónde hasta el empresario más novato sabe que hay que llegar con el dinero en efectivo y al contado; esta semana es cuando han dicho que ya se han pagado 400 millones de euros, a recibir entre abril y junio, repito junio, lo que indica que el Gobierno sabe que esto va para rato. Para justificarse, la izquierda ha puesto en escena sus dóberman en los medios de comunicación y en las redes sociales, culpando a los recortes económicos realizado cuando el Partido Popular gobernaba, por lo que puede venir cuando esto acabe.
Adjunto resumen del Gasto Público en Salud en España desde el año 2000 al 2018, según documentos oficiales presupuestarios. Desde 2014 con el PP en el poder, el gasto sanitario no dejó de subir, hasta alcanzar el mayor importe absoluto en el año 2018, en el que Pedro Sánchez pasó a ser presidente del Gobierno. Esto son datos, no opiniones sesgadas por unos o por otros. Es más, en agosto del pasado año 2019, Pedro Sánchez, en funciones entonces, envió una carta a once Comunidades Autónomas en la que les reclamaba un plan de ajuste y recortes en el gasto sanitario.
Todos los días me emociono cuando llegan las ocho en punto de la tarde y salgo a aplaudir a los profesionales que están dando la vida por salvarnos de esta pandemia, médicos, enfermeros, sanitarios, farmacéuticos, policía, guardia civil, militares, analistas de laboratorio, bomberos, servicios sociales, periodistas, basureros, barrenderos, equipos de limpieza, taxistas, camioneros, repartidores, empleados de supermercados y algún otro que se me pueda olvidar en este momento. Ellos si que son los héroes anónimos de este país, ellos si que se merecen todo nuestro respeto, confianza, apoyo y reconocimiento.
También hay que agradecer, aunque haya algún comunista que lo niegue porque la propiedad privada es lo primero que niegan, las donaciones y contribuciones que están realizando muchas empresas, con Amancio Ortega y su imperio Inditex a la cabeza, Mango, Real Madrid, Atlético de Madrid, Banco Santander, BBVA, El Corte Inglés, Novartis, Iberia, Huawei, hoteles medicalizados y de acogida en toda España, IFEMA, la Universidad de Alcalá de Henares, Cruz Roja, Cáritas y, confío, otras muchas empresas y organismos locales que desconozco, así como las monjas de diferentes monasterios y trabajadores de pequeñas empresas que han cerrado su producción habitual y se han dedicado a hacer respiradores, mascarillas y geles alcohólicos desinfectantes. Y a la comunidad china en España, por su responsabilidad personal y por su solidaridad, intermediando en la compra del material sanitario necesario en China, sobre la que, dicho sea de paso, todas las Comunidades Autónomas se quejan de la gestión centralizada que ha llevado a cabo el Ministerio de Sanidad.
En cambio, no he visto contribución ni colaboración ninguna por parte de sindicatos, liberados sindicales que se reincorporen a su puesto de trabajo, directores de cine subvencionados, cantantes, actrices y actores de los de “la ceja” (que yo conozca, una sola excepción), famosos presentadores de televisión, ONG’s subvencionadas (salvo media docena de excepciones, de las 659 registradas, más 749 de cooperación internacional, más 627 de asistencia a colectivos marginados), inmigrantes subvencionados y todo gratis, las rosas, los claveles, las feministas, que no las veo acudiendo voluntarias a los hospitales para ayudar a las mujeres con coronavirus, ni a los progres, que no los veo prestar ayuda alguna a las personas que viven en la calle, entre cartones, y que muchos de ellos han hallado cobijo y protección en parroquias, centros de Cáritas y conventos. Ni a ese desgraciado concejal de la CUP en Vich llamado Joan Coma i Roura, que ha pedido “abrazar fuerte” a los militares y “toserles en la cara” porque “quizá así se van y no vuelven más”.
Algunos dicen que Estados Unidos no nos está ayudando, cuando hasta Marruecos nos cierra sus fronteras. Nada es gratis en esta vida. No levantarse al paso de la bandera de ese país en un desfile militar, o no invertir el 2% comprometido de los PGE en el Ejército, cierra las puertas a entrevistarse con Trump y que ningunease a nuestro presidente en la última reunión de la OTAN, el Pedro Sánchez que en el año 2014 dijo en El Mundo: “Falta más presupuesto contra la pobreza, la violencia de género … y sobra el Ministerio de Defensa”.
La situación es muy grave, hasta tal punto que el alcalde de Alcalá de Henares, socialista, que creo lo está haciendo muy bien en esta crisis, ha dicho que “El hospital Príncipe de Asturias es el que mayor carga de personas infectadas y de fallecidos tiene en relación a su capacidad”. Se trata de un hospital universitario comarcal, con magnífica dotación de médicos, MIR y alumnos de la Universidad de Alcalá.
Pero no se trata solo de los enfermos, la pandemia está diezmando a los sanitarios; la pasada semana “los representantes sindicales de AMYTS, CCOO, CSIF, CSIF, SATSE, UGT Y USAE del hospital Príncipe de Asturias, suplicamos a las autoridades competentes tengan en cuenta la situación desesperada de los/las trabajadores/as de este hospital en relación con los equipos de protección individual. En la actualidad, no tenemos ni batas impermeables, ni suficientes mascarillas FPP2 y FPP3, gafas de protección, contenedores grandes de residuos, con todas las consecuencias que esto puede ocasionar”.
Suenan voces autorizadas que hablan de continuar con el Estado de Alarma al menos hasta el veintisiete de abril, prolongándose más allá de junio la saturación de camas y UCI’s hospitalarias, mientras el “Modelling Uncertainty Quantification” de la Politécnica de Valencia calcula que, matemática y estadísticamente, podría dejar más de medio millón de infectados en España y la OMS pronostica para esas fechas una segunda ola de más contagios.
Será después cuando haya que pedir las responsabilidades que correspondan, y ponerse manos a la obra para reflotar este país política y económicamente, en el que habrá que suprimir subvenciones y trabajar más, pues ya nada será igual porque “ineficacias, excusas y pretextos, no resucitan a los muertos”.
Antonio Campos
Hiperbólicamente
De todo lo manifestado por Pedro Sánchez en su mitin-intervención de ayer domingo en los telediarios de mediodía, ha pasado desapercibido el punto quinto de las cinco nuevas medidas a tomar, del siguiente literal:
“Se crea una reserva estratégica de productos y material sanitario para luchar contra futuras pandemias”.
¿Se nos está ocultando algo que va más allá del coronavirus y de la caótica situación en la que se encuentran las instalaciones sanitarias españolas por saturación y bajas por el contagio? Hay quien dirá que soy muy desconfiado o, como opina un amigo socialista, que escribo hiperbólicamente, o sea, exagerando los hechos. Lo voy a traducir: ¿Estamos en una nueva Guerra Mundial de carácter ABQ?
El tema del coronavirus empezó en China, culpando inicialmente a los murciélagos, que eran comidos por las serpientes, que a su vez eran comidas por los chinos; China culpó del inicio de la pandemia a un soldado americano; la pandemia se ha ido extendiendo de forma paulatina y casi calculada por zonas geográficas, atacando principalmente a la ciudadanía más débil, a partir de 60 años; en algunos países, importantes, la incidencia ha sido mínima; Europa, por ahora, es la más castigada, sobre todo Italia y España, aunque se espera que Francia y Reino Unido se unan a ellos en fechas próximas; no se han contagiado ninguno de los grandes líderes políticos mundiales, ni masones grado 33, ni banqueros de primer nivel mundial.
Y siguen mintiéndonos en el teórico plazo del cénit de la epidemia; En China empezó el tema hace cinco meses y todavía hay 80.000 pacientes hospitalizados.
Espero estar equivocado, pero no me ha gustado nada lo de “futuras pandemias” que ha dicho nuestro presidente. Lo mío, leer entre líneas, debe ser deformación profesional. Espero que mis pensamientos sean el sueño de una noche de insomnio por acuartelamiento voluntario.
Sanciones a los insolidarios
En los momentos difíciles es cuando aparece la verdadera personalidad de cada uno. En España estamos en el momento más difícil desde la guerra civil, ante un enemigo desconocido que va dejando muertos por todos los sitios y del que no tenemos defensa alguna.
Aunque nuestro Gobierno ha reaccionado tarde y de forma improvisada, se han adoptado una serie de medidas que, nos gusten o no, debemos cumplir. Entre ellas, el aislamiento y la prohibición de la circulación de coches con más de una persona y solo para los casos previamente establecidos.
La mayoría de ciudadanos están cumpliendo estas reglas, pero el pícaro español sigue presente en nuestros días. Carreteras atascadas en las salidas de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao este fin de semana, e impotencia gubernamental para poner orden en este desaguisado e incumplimiento; mientras, no se sabe qué funciones está desarrollando la Guardia Civil, y la UME del Ejército Español desinfectando calles y aeropuertos, tema que podría hacer otro colectivo menos preparado profesionalmente.
Se multa a particulares en las ciudades, parece ser que cerca de cuarenta mil y de las que me gustaría saber cuántas se cobran y cuántas no, pues pasa como las que se ponen a prostitutas y manteros, la mayoría serán insolventes por diferentes razones. Buenos juristas se tornan en malos legisladores y en vez que los infractores sean condenados a asistir ocho horas diarias durante un mes a los afectados por el coronavirus, ¡qué falta hace que cundiera tu ejemplo, juez Calatayud!, se airea como un éxito algo que es un fracaso de convivencia cívica.
En estos momentos, son 25.000 personas los infectados en España. Si se cumplen las previsiones que han realizado matemáticos de prestigio sobre la progresión geométrica, llegaremos a cerca de 100.000 en España. Parecen cifras exageradas, pero el que el Ejército vaya a establecer un hospital de campaña para 5.000 personas en el IFEMA de Madrid, y un centro de acogimiento en la FIRA de Barcelona, no es para bailar de alegría.
Los hospitales están desbordados y la atención empieza a ser “selectiva”, fea palabra y más en boca de quienes pueden decidir si una persona muere o no, “una expectativa de vida inferior a 1-2 años, la edad «biológica» o el «valor social» del paciente son algunos de los nuevos criterios que los médicos intensivistas creen que hay que tener en cuenta para decidir el ingreso en la UCI de una persona infectada de coronavirus mientras dure la pandemia”, con el aval de la Sociedad Española de Medicina Interna; muere un guardia civil en Ciudad Real, joven, sin antecedentes de enfermedades, y su padre escribe en internet que tardaron cuatro días en enviar una ambulancia desde que comunicaron la situación a la sanidad autonómica.
Aquí no se salva nadie. Hemos reaccionado tarde, mal, sin conocimientos y sin experiencia ante un virus que va a cambiar el panorama social y económico del mundo.
Por ti, por todos, NO SALGAS DE CASA.