Será tarde

El presidente Pedro Sánchez ha declarado que «Una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador. Lo que me motivó a hacerlo no solo fue la deuda que tenemos con los familiares de las víctimas sino también reivindicar el pasado luminoso del republicanismo». Ni que decir tiene que rápidamente le han aplaudido su círculo de mantenidos y/o subvencionados por el erario, como Luis García Montero, Pedro Almodóvar, Meritxell Batet, así como varios ministros socialistas y miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE.

Nadie discute la etapa franquista, es una más en la historia de esta nación y así debería enseñarse a todas las generaciones venideras a fin de que no volvieran a producirse ni los actos y asesinatos que precedieron a la Guerra Civil ni la dictadura y su venganza sanguinaria después de la guerra.

He consultado el DRAE, costumbre que tengo desde que era un infante, y en la entrada correspondiente a dictador, dice:

1. m. y f. En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos y, apoyada en la fuerza, los ejerce sin limitación jurídica.

2. m. y f. Persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás.

En el diccionario de Oxford se define:

1.Soberano que recibe o se arroga el derecho de gobernar con poderes absolutos y sin someterse a ninguna ley.

2.Persona que abusa de su superioridad, de su fuerza o de su poder en su relación con los demás.

Al igual que las guerras actuales ya no se hacen en lucha cuerpo a cuerpo por parte de la infantería, sino que es el poder nuclear y el miedo al mismo lo que lleva a ganarlas, o a perderlas, para dar un golpe de estado o imponer una dictadura no es necesario sacar los tanques a la calle o tomar un parlamento por las armas. Ahora el tema es mucho más sublime, puede alcanzarse un estado autócrata o autoritario cambiando las leyes por parte de una suma agregada de minorías que, con pátina democrática de votar una vez cada cuatro años, no tenga en cuenta la evolución diaria de la realidad en la que se vive.

España es un claro ejemplo de ello, en la que Pedro Sánchez se mantiene en el poder a través de los siguientes grandes apoyos:

– El de separatistas e independentistas, que saben no obtendrían nunca una situación tan favorable a sus intereses por la debilidad del número de diputados del partido en el Gobierno.

– El cambio de las leyes y toma del poder de los órganos fundamentales en el funcionamiento del Estado, que hacen prácticamente imposible el resarcimiento de responsabilidades por parte de quien disienta de sus actuaciones.

– La colaboración interesada crematísticamente de diferentes medios de comunicación a favor de la causa fundamental que los sostiene.

– Y la peor de todas, la mentira permanente en la que está establecido nuestro presidente, que miente permanentemente, sin sentimiento de culpa, honor ni responsabilidad política ni penal de ningún tipo, que hubiera provocado su cese o dimisión inmediata en cualquier nación verdaderamente democrática y que aquí es aplaudida y mantenida como verdad universal por parte del electorado.

De esas declaraciones que hemos dejado constancia al principio de estas líneas, lo más importante no es el haber sacado los restos de Franco del Valle de los Caídos, porque el General estaba bien muerto, enterrado y olvidado por todo el mundo, incluso las dos últimas generaciones de españoles no sabían quién había sido.

Lo peor de todo es que Pedro Sánchez está convencido de que pasará a la historia, al mismo nivel que los Reyes Católicos, Carlos I o Azaña, reivindicando el pasado luminoso del republicanismo en un país en el que la Constitución establece que la forma de Estado es una monarquía.

Para mí, esto tiene dos explicaciones: La primera es que ha empezado la cuenta atrás del reinado de Felipe VI El Escayola, que únicamente adorna como lo hacían esas figuritas de escayola que hace años se ponían encima del televisor cuando estos eran casi tan anchos como altos, que el mismo sistema que ha utilizado para cambiar las leyes para mantenerse en el poder es el que va a utilizar para acabar con la monarquía y establecer una Tercera República que pondrá de nuevo a España en pie de guerra.

Y la segunda es que es probable que estemos ante una persona con problemas mentales, megalomanía maléfica en estado puro, que se crea sus propias mentiras, o sea, un mitómano, mezcla de narcisismo e histrionismo, que necesita sentirse grandioso y el centro de las miradas de todo el mundo, dada su baja autoestima, hasta el punto de mentir para crearse una identidad con la que se siente a gusto, adquiriendo esa conducta adictiva por repetición ya que así se ve reforzado por los beneficios que logra.

Sr. Sánchez, usted pasará a la historia como el político más mentiroso que ha existido en la historia de España, mucho peor que los representantes de Podemos, de los secesionistas e independentistas catalanes y vascos, porque todos estos dicen claramente cuales son sus objetivos, con los que puedes o no estar de acuerdo, pero usted dice una cosa y hace otra. Y el pueblo le sigue votando, y parece que le da todo igual, y se cree las mentiras que dice por la mañana y contradice con sus actos por la tarde. Así nos va. En España faltan cárceles y escuelas especiales. Cuando nos queramos dar cuenta, será tarde.

Antonio CAMPOS

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One response to “Será tarde”

  1. Carlos Castejón says :

    No se puede decir más claro. Lo que vivimos es una vergüenza nacional, y lo más preocupante es que a muchos de nuestros compatriotas no parece importarles. Un fuerte abrazo Antonio.

    Le gusta a 1 persona

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