Carta a los Reyes Magos
Cuando la fiesta de los Reyes Magos era un verdadero anhelo para conseguir el regalo deseado durante mucho tiempo, el momento de escribir la carta de nuestras peticiones a sus Majestades de Oriente era único, maravilloso, la ilusión de pequeños y grandes, unos por tener algo que el vivir diario no permitía alcanzar en ninguna otra fecha, y los otros tratando de cumplir con los deseos de sus hijos y nietos contemplando la cara de felicidad que esa noche mágica suponía para ellos. Por favor, que nadie se burle de quienes creen en los Reyes Magos, recuerden que hay adultos que creen en el PSOE pese a las muchas y grandes mentiras que nos han contado sus líderes.
Todos nosotros, pequeños y grandes, ricos o pobres, de cualquier ideología, escribimos nuestra carta a los Reyes Magos, pedimos algún deseo, aunque seamos conscientes que los regalos no son nada si cada vez hay más sillas vacías alrededor de la mesa familiar en estas fiestas.
Este año, con la mayor inflación desde que existe el euro, se anuncian huelgas y problemas en diferentes sectores y servicios para la ya inminente Navidad, por lo que voy a adelantar esta Carta a los Reyes Magos, no vaya a ser que no llegue a tiempo a su destino.
Pablo Casado ha pedido a los Reyes Magos gobernar en solitario en la próxima legislatura. “Lo óptimo sería una mayoría absoluta”, ha dicho. Para ello está dispuesto a formar una coalición con el PSOE, o con VOX, pero sin ninguna contraprestación, porque “tenemos un programa muy reformista que no va a estar nunca 100% de acuerdo ni con Vox ni con el Partido Socialista. Somos un partido europeísta, atlantista, moderado, reformista y en muchas cosas ni la izquierda ni Vox coinciden con nosotros”.
Añade, como el que dice una cosa y la contraria: «Es este PSOE de Pedro Sánchez el que está atentando contra las instituciones al pactar con Bildu, que no reniega de 850 asesinatos de la banda terrorista ETA; o al pactar con ERC, que ya ha dicho abiertamente que quiere romper la unidad nacional … «lamentablemente con este PSOE y con sus aliados el PP tiene muy difícil pactar incluso cuando le hemos propuesto pactos de Estado para la unidad nacional, la seguridad estratégica y la defensa, las pensiones, educación, recuperación económica o para la pandemia. Y es una pena porque en los países más desarrollados del mundo puede haber una buena relación entre el partido conservador liberal y el partido socialista porque el partido socialista no pacta con aquellos que quieren destruir la propia nación».
Y confirmando la senda perdida en la que se mueve, propone un pacto con el PSOE para que gobierne la lista más votada, de tal forma que si por ejemplo, El PSOE obtuviera 110 diputados, el PP llegase a 105, y VOX alcanzase 71, gobernara el PSOE con los compañeros de viaje que considerara oportuno.
El nacionalismo vasco, los separatistas y los proetarras han solicitado acabar con la carrera eclesiástica del Obispo Munilla, un donostiarra de nacimiento al que el Papa ha “ascendido” desde el Obispado de San Sebastián al de Orihuela-Alicante, crítico con el feminismo tal como el actuante y contra el colectivo LGTBI, defensor de las víctimas de ETA y reiterativo en sus homilías para que sus feligreses “no de dejaran engañar con lecturas interesadas”. Para sustituirle, han pedido a los Reyes Magos un jesuita, como el Papa, que de esos hay alguno vasco que sabe mucho del perdón a asesinos fuera del confesionario, o a un párroco como el de Lemona, el que ha dicho que ETA “no era terrorismo”.
El presidente de nuestro Gobierno les ha pedido una guerra contra la cristiandad, nombrando Embajadora ante el Vaticano a la española Isabel Celáa, la ministra de Educación que derogó la anterior ley de educación, postergó la asignatura de religión en el currículo escolar, cercenó la educación concertada, estableció que los alumnos suspendidos pasasen de curso preparándose así adecuadamente para ser subvencionados perennes del Estado, y la educación ideológica escolar porque, declaró, “los hijos no pertenecen a los padres”, con el propósito de acabar con el Concordato, que la Iglesia pague el IBI y que los bienes inmatriculados puedan ser reclamados por terceros, en especial por los diferentes municipios. Entre el Papa Francisco y Pedro Sánchez se han propuesto acabar con la fe católica en España.
Los catalanes que, además, se sienten españoles, han pedido que alguien ponga orden en la persecución que están sufriendo por parte de los independentistas, como ese padre que quiere que su hijo tenga una educación en idioma español, de obligado conocimiento en todo el territorio nacional, y con el que está pasando algo similar a lo acontecido en 1960 en Lousiana (EEUU) con la segregación racial de una niña negra a la que tuvieron que asignarle protección federal. Los secesionistas han llenado las redes sociales de insultos hacía los padres de este niño y llamado a apedrear su casa o a aislarlo en la escuela, incluso alguno ha solicitado que se les retire la patria potestad a los padres que se nieguen a que sus hijos cursen sus estudios en catalán. El flamante Defensor del Pueblo, el laxo Ángel Gabilondo, mira para otro lado diciendo: “De lo que hemos conocido hasta ahora, yo digo que no hemos conocido lo que tenemos que conocer para poder tomar una resolución”. Escorzo lingüístico para no molestar a nadie de los que se acuestan en la cama redonda del poder gubernamental.
Si más adelante se lía parda, que le echen la culpa a Franco, o a los Reyes Católicos que, como toda la historia de España hasta el año 1812, desaparecen del currículo de Bachillerato, como si no hubieran existido; mal, muy mal el país que esconde o niega su historia: eso ya lo hacía Franco ocultando su alzamiento y decíamos que era una dictadura.
Los nietos de Plinio han pedido eficacia para que los que hoy ocupan el puesto en el que prestó servicio su abuelo, detengan a esos hijos o nietos gestados en aquel barrio que había de casas iguales, con dos lucecitas, una roja y otra verde, y al que llegaban desde Ciudad Real, Alcázar de San Juan, Cuenca y Madrid para regocijo con la rabiza de turno, más honradas que sus descendientes, esos que han descabezado a los Reyes Magos instalados en la Plaza Mayor de su pueblo. Esto también es aplicable a los que han puesto la cruz satánica como adorno de Navidad en Zaragoza (gestados en el antiguo Tubo) o en Granada (fabricados en la calle San Matías).
El Rey Emérito Juan Carlos ha pedido volver a España, a morir, cuando llegue su momento, en tierra española, y que los españoles decidan qué ha sido más importante, si su poder como jinete amatorio y su avaricia monetaria, o el cambio de una dictadura al mayor periodo democrático en nuestra historia, evitando así una nueva guerra civil. Moncloa no lo va a permitir porque con su sola presencia impone más respeto que su hijo, El Escayola, que parece hace tiempo que eligió, aunque yo no tengo tan claro que el pueblo lo eligiese a él.
Anapé, la banquera del Régimen político actual, que hizo un master quebrando Banesto, ha pedido a los Reyes Magos que, entre dictadura turca islamista y juicio mediático por prácticas irregulares de alguno de sus directivos, el BCE le regale el BBVA como hizo con el Banco Popular; y es que ya no es la primera superdirectiva del IBEX. Sensacionalismo en estado puro. Espero que a esta la traigan carbón, porque cuando sustituyó a su padre la acción estaba a 6,996 euros y en el momento de escribir estas líneas está a 2,674 euros, lo que es lo mismo al 38,22% del precio al que tomó el buque insignia bancario español.
Yo, además de pedir salud y felicidad para mí, los míos y para todos ustedes, apelo a los Reyes Magos suplicando las dos grandes eles que han regulado mi vida: La LÓGICA y la LIBERTAD.
Cada vez somos menos lógicos porque inclinamos el fiel de la balanza en favor propio y de los más adictos y fieles, sin tener en cuenta a los más aptos y eficaces, provocando hechos que van contra el sentido común.
Y cada vez pisoteamos con más fuerza y más odio aquel viejo lema de los años sesenta del siglo pasado: “Prohibido prohibir”. Tenemos más restricciones, preceptos, prohibiciones, cámaras de controles y televigilancia para acabar todo en fracaso en seguridad ciudadana, en desconfianza, en censura, constriñendo la libertad individual.
Queridos Reyes Magos: Me permito pediros no perder nunca la ilusión, el fulgor de la luz que ilumina un lejano, y a la vez íntimo, deseo de creer en vuestra existencia, de volver a ser niño para esperar que vuestras majestades me traigan, nos traigan, trabajo y paz a todos los españoles.
Antonio CAMPOS