Vacuna coronavirus

El protagonista de la película se ha jugado la vida muchas veces persiguiendo a los enemigos de su país, en toda aquella misión especial a la que sus superiores le han enviado. Ahora está en la azotea de un edificio de cinco plantas,  le apuntan los “malos” con pistolas automáticas, las últimas en el mercado de armas, se acercan a él lentamente, recreándose en su el momento en el que van a empezar a abrir fuego, él sabe que morirá, que no tiene opción ninguna de salir vivo de allí; mira hacia la calle, hay un contenedor de obra, en menos que parpadea, tiene que elegir entre lo malo y lo peor; salta al vacío y cae sobre el contenedor, lleno de bolsas de basura que atemperan el golpe; de momento, se ha salvado, aunque parece que tiene alguna costilla rota, magulladuras externas por todo el cuerpo y tendrá que ir a que lo revise el médico no vaya a ser que esté dañado algún órgano interno.

Los malos es el coronavirus; el contenedor con las bolsas de basura es la vacuna que nos ofrecen; y el protagonista, de la vida, no de ninguna película, eres tú. Y tienes que tomar la decisión que consideres más acertada.

Dejando constancia que no tengo ningún conocimiento médico para poder opinar sobre todo esto y que lo que sigue a continuación es un trabajo de hemeroteca, recopilación de opiniones de reputados profesionales que sí están cualificados para ello, pero sin que nadie, hoy, pueda asegurar nada con certeza, es la alternativa de lo que podría pasar si saltas sobre el contenedor.

La primera persona en España que lo ha hecho ha sido Dña Araceli Hidalgo, de 96 años, residente en el centro de mayores Los Olmos de Guadalajara que, tras santiguarse cristianamente, ha recibido la primera inyección contra el coronavirus.

Opinión 01

J. Martínez – Internista: Como médico de atención directa a enfermos covid, quiero aclararle:

– Ninguna vacuna está contrastada.

– Ningún laboratorio ha publicado los resultados de los ensayos clínicos (EC) de sus vacunas.

– Los evaluadores de los EC de las vacunas, pertenecen al propio laboratorio.

– Los controles externos científicos preceptivos, no existen.

– Por los pocos datos que tenemos de Pfizer, Moderna, China-vac y Sputnik, sabemos que:

+ No se incluyen menores de 18 años.

+ No se incluyen pacientes con comorbilidades.

+ No se incluyen, apenas, mayores de 70 años (y los que se incluyen no están enfermos ni toman medicación)‍

+ No son EC simétricos (ejemplo: 4 vacunados / 1 control).

+ La aleatorización es discutible (más en China y Rusia).

+ Ningún EC tiene un seguimiento medio mayor a 3 meses.

+ Parece que la eficacia real de estas vacunas puede estar entre el 50 y el 65%.

Además de esto, recordad:

– El tamaño muestral para eventos secundarios no se alcanza, aunque todos los laboratorios compartiesen datos….

– Como dice The Lancet, recordad el desastre del «Tamiflu». Cuando se compraron millones de dosis que luego caducaron y se desecharon (el gobierno Vasco un millón de dosis).

– Recordad el Rendesivir. Millones de dosis compradas de algo que no sirve.

Finalmente, con todo esto no miento ni bromeo. Quiero una vacuna. Pero una vacuna validada científicamente. No quiero una vacuna políticamente útil.

Opinión 02

Margarita del Val, viróloga y científica investigadora del CSIC. “Eficacia es cuando se mira en un ensayo clínico si protege de síntomas. Solo cuando una persona manifiesta síntomas dentro de los voluntarios, los analizan”. Por el contrario, la efectividad es cuando la vacuna “se utiliza en la población general con gente mayor de grupos de riesgo, que no hay prácticamente en los grupos vacunados”, ha dicho. Por eso, habrá que esperar a ver la efectividad de la vacuna cuando se pruebe en la población general. “Vamos por pasos”, ha señalado, aunque la efectividad es lo más importante … “de momento no se puede hablar de “inmunidad de grupo” porque no se sabe si la vacuna protegerá “del contagio”.

La semana anterior a la Navidad, sigue aconsejando el lavado de manos, el uso de la mascarilla durante todo el año 2021, la ventilación en los espacios cerrados y la distancia social. «No se confíen en absoluto, la vacuna no cura. La vacuna lo que hace es entrenar a nuestro sistema inmunitario. En lugar de enfrentarse a pelo contra la infección, hace que lo puedas entrenar antes».

Opinión 03

Parálisis de Bell, la enfermedad que ha afectado a cuatro voluntarios de la vacuna de Pfizer. La parálisis de Bell es una forma de parálisis facial temporal que se produce por el daño o trauma a uno de los dos nervios faciales. El nervio facial es una estructura en pares que viaja a través de un canal óseo estrecho (llamado canal de Falopio) en el cráneo, debajo del oído, a los músculos a cada lado de la cara. Durante la mayor parte de su viaje, el nervio está encajonado en esta vaina ósea. Cuando se produce la parálisis de Bell, se interrumpe la función del nervio facial, causando la interrupción de los mensajes que el cerebro le envía a los músculos faciales. Esta interrupción produce debilidad o parálisis facial.

Opinión 04

Fuente: https://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2020/11/11/coronavirus-antibody-dependent-enhancement.aspx

La vacuna COVID-19 destruye nuestro sistema inmunológico de forma permanente. En el informe “Informed Consent Disclosure to Vaccine Trial Subjects of Risk of COVID-19 Vaccine Worstering Clinical Disease“, publicado en el International Journal of Clinical Practice el 28 de octubre de 2020, se señala que “las vacunas COVID-19 diseñadas para inducir anticuerpos neutralizantes pueden sensibilizar a los receptores de la vacuna a una enfermedad más grave que si no estuvieran vacunados”. Según el estudio:

“Las vacunas contra el SARS, el MERS y el RSV nunca han sido autorizadas y los datos obtenidos durante el desarrollo y las pruebas de estas vacunas indican una seria preocupación: Que las vacunas desarrolladas empíricamente utilizando el enfoque tradicional (consistente en la espiga del coronavirus no modificada o mínimamente modificada que produce anticuerpos neutralizantes), ya sea que estén hechas de proteína, vector viral, ADN o ARN, e independientemente del método de administración, pueden agravar la enfermedad COVID-19 por medio de la amplificación dependiente de anticuerpos (ADE, por sus siglas en inglés).

Este riesgo se disfraza en los protocolos de los ensayos clínicos y en los formularios de consentimiento informado de los ensayos de la vacuna COVID-19 en curso, hasta tal punto que es poco probable que los pacientes comprendan adecuadamente este riesgo, por lo que no es posible un consentimiento verdaderamente informado de los sujetos de estos ensayos.

¿Qué es la amplificación dependiente de anticuerpos? Como señalaron los autores de este artículo en el International Journal of Clinical Practice, los anteriores esfuerzos de vacunación contra el coronavirus – contra el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), el coronavirus del síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV) y el virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés) – han suscitado serias preocupaciones. Estas vacunas tienen una tendencia a desencadenar una amplificación dependiente de los anticuerpos. Ello significa que la vacuna no refuerza tu inmunidad a la infección, sino la capacidad del virus para entrar e infectar tus células, lo que resulta en una enfermedad más grave que si no hubieras sido vacunado.

En el documento de resumen de 2003 titulado “Antibody-Dependent Enhancement of Virus Infection and Disease” se explica lo siguiente:

“En general, los anticuerpos específicos del virus se consideran antivirales y desempeñan un papel importante en el control de las infecciones virales de diversas maneras. Sin embargo, en algunos casos, la presencia de anticuerpos específicos contra el virus puede ser beneficiosa. Esta actividad se conoce como amplificación dependiente de anticuerpos (ADE) de la infección del virus.

El EDA de la infección viral es un fenómeno en el que los anticuerpos específicos del virus interactúan con los receptores Fc y/o del complemento para promover la entrada del virus en los monocitos/macrófagos y las células de granulocitos y, en algunos casos, la replicación del virus.

Este fenómeno se ha notificado in vitro e in vivo en el caso de virus que representan numerosas familias y géneros de importancia para la salud pública y la veterinaria. Estos virus comparten algunas características comunes, como la replicación preferente en macrófagos, la capacidad de establecer la persistencia y la diversidad antigénica. Para algunos virus, el ADE de la infección se ha convertido en un gran problema en el control de la enfermedad por medio de la vacunación.”

Los virus de la corona no sólo causan la producción de un tipo, sino dos tipos diferentes de anticuerpos:

Anticuerpos neutralizantes, también conocidos como anticuerpos de inmunoglobulina G (IgG), que combaten la infección

Anticuerpos aglutinantes, también conocidos como anticuerpos no neutralizantes, que no pueden prevenir una infección viral

En lugar de prevenir una infección viral, los anticuerpos aglutinantes desencadenan una respuesta inmunológica anormal, que se denomina “incremento inmunológico paradójico”. Otra forma de verlo es que tu sistema inmunológico no funciona para protegerte, sino que te enferma más.

Muchas de las vacunas COVID-19 actualmente en el mercado utilizan el ARNm para instruir a tus células para producir la proteína de punta CoV-2 del SARS (proteína S). La proteína de punta, que se adhiere al receptor ACE2 de la célula, es la primera etapa del proceso de dos pasos que los virus utilizan para entrar en las células.

La idea es que al formar la proteína de punta del SARS-CoV-2, tu sistema inmunológico comienza a producir anticuerpos sin enfermarte. La pregunta clave es, ¿cuál de los dos tipos de anticuerpos se produce por este proceso?

Y aquí hay un punto importante: las vacunas COVID-19 NO están destinadas a prevenir la infección. Como se describe en el artículo “How COVID-19 Vaccine Trials Are Rigged“, una vacuna “exitosa” sólo necesita reducir la gravedad de los síntomas. Ni siquiera se trata de reducir las tasas de infección, hospitalización o muerte.

Entonces, ¿de qué nos estamos protegiendo con una vacuna contra el COVID-19? Como ya se ha mencionado, las vacunas ni siquiera están diseñadas para prevenir la infección, sino sólo para reducir la gravedad de los síntomas. Mientras tanto, es posible que te enfermen más una vez que te expongas al virus. Esto parece ser un gran riesgo para un beneficio realmente cuestionable.

Opinión 05

Fuente: https://www.clarin.com/mundo/nueva-york-medicos-enfermeros-niegan-primeros-vacunarse-_0_BVXJVhtBF.html

En Nueva York, médicos y enfermeros se niegan a ser los primeros en vacunarse: ¿por qué? Tienen prioridad para vacunarse contra el coronavirus, pero por ahora prefieren ceder su lugar: a pesar de una epidemia galopante en Estados Unidos, parte del personal de salud, en general favorable a las vacunas, desconfía de las nuevas porque consideran que no han sido lo suficientemente probadas.

«Pienso que me haré vacunar más tarde, pero por ahora, desconfío», dijo a la AFP Yolanda Dodson, de 55 años, enfermera en un hospital del Bronx que en la primavera boreal estuvo en el centro de la batalla mortal contra el virus.

«Los estudios realizados (sobre las vacunas) son prometedores, pero los datos son insuficientes».

Opinión 06

Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha dicho que lo peor de la pandemia de coronavirus está por venir y que lo comprobaremos los próximos meses. «Lamentablemente, los próximos de cuatro a seis meses podrían ser los peores de la pandemia». Y pronostica un mundo tras la pandemia con un 30% menos de horas de oficina y la mitad de los viajes de negocios.

Opinión 7

José Luis Jiménez, experto en aerosoles, profesor de la Universidad de Colorado: «En enero habrá una ola tremenda, un montón de muertos y los hospitales estarán colapsados».

Opinión 08

Eladiofernandez 18-12-2020: La Luciferasa contenida en las vacunas son nanopartículas de cobre que provocan luminiscencia y localización de espectro electromagnético de baja intensidad detectable por espectros 5G e infrarrojos proyectados con cualquier móvil con el software adecuado para saber si estamos vacunados para entrar en centros oficiales, sanitarios, y centros comerciales. Sabrán en dónde se encuentran los vacunados permanentemente y cuando hayan muerto. Así como su escasa movilidad por las próximas enfermedades darán un mapa de los efectos por enfermedad y muerte de las vacunas.

Opinión 09

Fuente: https://as.com/diarioas/2020/12/27/actualidad/1609071768_872917.html

Según explica la EMA, la primera vacuna que ha llegado a nuestro país está basada en la molécula llamada ARN mensajero (ARNm), cuya misión es producir la proteína de pico. “Esta es una proteína en la superficie del virus SARS-CoV-2 que el virus necesita para ingresar a las células del cuerpo”, aclara la agencia.

Al recibir la vacuna, algunas células del organismo leerán las instrucciones del ARNm y producirán temporalmente esta proteína de pico. Entonces, el sistema inmunológico de la persona reconocerá la proteína como extraña y producirá anticuerpos, activando las células T (glóbulos blancos) para atacarla. Así, si, más adelante, una persona vacunada entra en contacto con el virus SARS-CoV-2, su sistema inmunológico lo reconocerá y estará listo para defender al cuerpo contra él.

La EMA y la AEMPS coinciden en que los efectos secundarios registrados durante los ensayos eran, generalmente, leves o moderados y mejoraban pocos días después de la vacunación. En concreto, un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, revelaba que las reacciones adversas observadas durante su etapa experimental fueron dolor en el lugar de la inyección (en el 84% de los vacunados), cansancio (63%), dolor de cabeza (55%), dolor muscular (38%), escalofríos (32%), dolor en las articulaciones (24%) y fiebre (14%). Asimismo, también puede producirse hinchazón en la zona donde se administró la vacuna.

Los datos difundidos hasta ahora reflejan que la vacuna de Pfizer y BioNTech sirve para prevenir el coronavirus en personas mayores de 16 años. Sin embargo, todavía no se ha podido demostrar si el fármaco puede evitar la transmisión. Tampoco se sabe cuánto dura la protección brindada por Comirnaty. Para descubrirlo, se realizará un seguimiento durante dos años a las personas vacunadas.

Opinión 10

«Es imposible que haya una vacuna testada como toca en meses, porque eso suele tardar años, como mínimo dos»

Fuente: https://buscandorespuestas.lne.es/salud/libro-instrucciones-vacuna-pfizer/

Traducción del documento de información sobre la ‘vacuna COVID-19 mRNA BNT162b2’ de la vacuna de Pfizer, que responde al nombre de Registro 174 y está destinado a los profesionales de la salud de Reino Unido.

REG 174 INFORMACIÓN PARA PROFESIONALES DE LA SALUD DEL REINO UNIDO

Este medicamento no tiene una autorización de comercialización en el Reino Unido, pero el Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido y la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios han autorizado su suministro temporal para la inmunización activa para prevenir la enfermedad COVID-19 causada por el SARS-CoV- 2 en individuos de 16 años de edad o más.

La vacuna de ARNm de COVID-19 BNT162b2 es ARN mensajero (ARNm) monocatenario con tapa 5′ altamente purificado, producido por transcripción libre de células en transcripción in vitro a partir de las plantillas de ADN correspondientes, que codifica la proteína de la espícula (S) viral del SARS-CoV-2.

Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción. No se han realizado estudios de interacción. En ausencia de estudios de compatibilidad, este medicamento no debe mezclarse con otros medicamentos.

Reacciones adversas de estudios clínicos:

Las reacciones adversas notificadas en estudios clínicos se enumeran en esta sección según la clasificación de órganos del sistema MedDRA, en orden decreciente de frecuencia y gravedad. La frecuencia se define de la siguiente manera: muy frecuentes (≥1 / 10), frecuentes (≥1 / 100 a <1/10), poco frecuentes (≥1 / 1.000 a <1/100), raras (≥1 / 10.000 a < 1 / 1.000), muy raras (<1 / 10.000), frecuencia no conocida (no puede estimarse a partir de los datos disponibles).

Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Poco frecuentes: linfadenopatía

Trastornos del sistema nervioso: Muy frecuentes: cefalea

Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: Muy frecuentes: artralgia; mialgia

Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración:

Muy frecuentes: dolor en el lugar de la inyección; fatiga, escalofríos; pirexia

Frecuentes: enrojecimiento en el lugar de la inyección; Hinchazón en el lugar de inyección

Poco frecuentes: malestar

Trastornos gastrointestinales: Frecuentes: Náuseas

España, como nuevo país filocomunista de listas negras, ha establecido a través del ministerio de Sanidad un registro para controlar a todas las personas, al que las comunidades Autónomas deberán informar diariamente con nombres y apellidos de quienes se han vacunado, así como los datos de aquellos que rechacen hacerlo, especificando los motivos por los que se niegan a vacunarse, si es por contraindicación médica, por motivos excepcionales o personales.

¿Lo malo o lo peor? ¿Lo conocido o lo desconocido? ¿El presente o el futuro? ¿La seguridad o el riesgo? ¿La mentira mundial del coronavirus o la mentira mundial de la vacuna? ¿Cuántos muertos tiene que haber para que acabe esto? ¿Qué se puede hacer cuando no se puede hacer nada? Estas “solo ante el peligro”. Tú decides. Yo lo que te deseo es salud y larga vida.

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2 responses to “Vacuna coronavirus”

  1. Doctor Manhattan🇪🇦 (@Manhattanplanet) says :

    Un trabajo asombro de recopilación. Felicidades.
    Has llegado incluso a temas muy tabú, eres un maestro mister campos.

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