El rescate de España o la bancarrota
El rescate de España o la bancarrota, lo que no nos cuentan Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
Por Eduardo Rodríguez de Brujón y Fernández Abogado. Experto en Derecho Bancario y Concursal. Socio director de Quercus&Superbia Jurídico. Académico de número de la Muy Ilustre Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades.
En El Diestro del 4 mayo, 2020
Las noticias económicas de esta semana, nos dibujan los efectos que se producen en España, por estar dirigidos por un incompetente declarado, con ánima de comunista.
A tenor de semejante timonel, España va a la deriva en una tempestad provocada por una epidemia de COVID-19 que nos llevará a una recesión superior a la que se produjo en la posguerra de 1939. Se prevé una caída del 15% del PIB, un incremento de la deuda pública hasta 120.000 millones, lo que supondrá el 125% del PIB, una prima de riesgo del 200%, un 25% de paro real con una caída de la recaudación impositiva de impuestos directos e indirectos del 40% y todo ello, ante un desplome del consumo interno y de la exportación. El turismo, que aporta el PIB el 18%, prácticamente desaparecerá para este verano y dejará de aportar riqueza a las arcas públicas. La recomendación de Alemania a sus nacionales de no visitar España, unido al cierre de fronteras para entrada y salida de personas hasta octubre del 2020, nos llevará a un descenso de nuestros ingresos de caja. El cierre de las fábricas de vehículos durante 2 meses, cuya fabricación representa el 10% del PIB, ha llevado a la aniquilación de las empresas auxiliares y la caída de las exportaciones de productos agrícolas de un 30%, nos llevan técnicamente a la bancarrota, de un estado fallido.
Día a día se incrementa el gasto público a consecuencia de una política basada en el “progreso hacia el tercer mundo”, propiciada por un estalinista iletrado que, a cambio de sus votos, mantiene a un presidente con la cabeza vacía en la cúspide del gobierno.
Mientras esto sucede, España palidece confinada policialmente con la excusa del COVID-19 y todos los días se desayuna con la certeza de que se está implantando el comunismo a plazos.
Decreto a decreto y traición a traición de quienes votan con Pedro Sánchez cada prologa quincenal de confinamiento de sus compatriotas, se engarza el totalitarismo a una sociedad acobardada, ante la mirada atónita de su monarca y del mundo.
Según un informe de Moody´s, el BCE comprará 115.000 millones de deuda pública española durante lo que queda del año 2020, apoyándose a su vez, en otros fondos monetarios internacionales menores, con lo que solamente cubrirá con esta compra de deuda soberana española, el 59% del conjunto de las necesidades de financiación de nuestro país, lo que incluye las refinanciaciones a corto plazo de la deuda pública española de bonos y letras del Tesoro.
En consecuencia, España sólo tiene dos caminos: solicitar el auxilio de Europa y ser intervenida de un modo u otro, o salir de la Unión Europea y agruparse en torno a los países, que en la época de la guerra fría se llamaban eufemísticamente “NO Alineados” pero que navegaban en aguas manejadas por la Unión Soviética.
Si Sánchez decide seguir en la Unión Europea y pedir el rescate, puede elegir entre solicitar que se active el “Mecanismo Europeo de Estabilidad” aprovechando la línea de crédito que se ha preparado para financiar el gasto para el gasto relacionado con la lucha contra el virus, junto a otros estados miembros y además intentar ser uno de los principales receptores del SURE (Fondo Europeo de Desempleo) o acudir al rescate solicitando que se ponga en marcha el Mecanismo de Estabilidad (MEDE).
Activar el MEDE, significa que los hombres de negro entrarán en la administración del Estado recortando el gasto público y conminando al de la coleta a regentar las residencias de ancianos que tenía tan abandonadas desde su toma de posesión como vicepresidente y a organizar la agenda 2030 con la “tía Greta”.
Ante la imposible situación económica de España, Pedro Sánchez se enfrenta a esas dos opciones.
El señor Sánchez, para poder sobrevivir como “zoom polikoton”, ha de relegar al comunista Iglesias al cargo de comparsa, dejándole jugar al cambio climático, al feminismo y al animalismo, siendo protagonista en un espectáculo teatral esperpéntico digno de la casa de los horrores, pero inofensivo para España y los españoles. Pedro Sánchez ha de apartarle del poder y ponerle muy lejos del BOE, para que Europa acepte prestarnos el socorro financiero que se necesita como única opción para que la nación avance dentro del contexto europeo, porque de lo contrario, se producirá una debacle social que le costará a Pedro la presidencia, habrá revueltas callejeras incontrolables con millones de trabajadores en paro que carecerán de lo más elemental para vivir.
Si Sánchez no elimina a Iglesias del gabinete de ministros, dejará una España en ruinas donde la nación se jugará de nuevo su ser o no ser entre luchar por la libertad o caer en manos del leninismo más decimonónico y atroz.
En este momento España se encuentra sin liquidez como consecuencia de la necesidad adquirida de pagar los ERTES y ERES, los gastos ordinarios, las pensiones y los sueldos de los funcionarios y esto será una bomba en junio para las arcas vacías del Estado. Además, hay que sumar a esta debacle financiera, los gastos ocasionados por el COVID-19 no previstos en los presupuestos prorrogados de Montoro y las pagas extras de jubilados y empleados públicos, que provocarán problemas de tesorería inimaginables para una bisoña Marisú Montero y una funcionaria de buró, llamada Calviño.
Este nivel altísimo de gasto público, hace que estos ineptos que nos gobiernan, en vez de liberar a las empresas y autónomos de los impuestos y de los pagos a la Seguridad para que generen actividad económica y empiecen a ingresar para el estado, por IVA e impuestos de sociedades e IRPF, los dineros que se necesitan para seguir adelante, los asfixian con una carga impositiva insoportable para una economía que lleva 60 días sin ingresar un euro causa de un cierre ocasionado por una orden del mismo gobierno, que les exprime hasta provocar su quiebra contable.
Ante esta actitud, sólo me cabe decir que Sánchez y sus chicos son unos campeones. Para coger unas pocas manzanas, cortan el árbol. ¿Y el año que viene quién les dará manzanas?
En resumen:
La situación económica es inimaginable. España está sin recursos ni liquidez para asumir los compromisos que tiene para con los españoles y para con Europa. Antes de llegar el invierno los hombres de negro vendrán a España. Cada euro que nos den como fondo de rescate vendrá condicionado a que Europa tome las riendas.
Europa cortará de raíz el gasto de un estado de las autonomías que es insostenible y hará patente la incapacidad del gobierno para regir los destinos de España.
España necesita 140.000 millones de euros que no podremos devolver en varias generaciones. Entre Zapatero, Rajoy, Sánchez y su jefe Iglesias, habrán destruido una de las economías más prometedoras del continente europeo.
España ha enviado estos días, el proyecto de presupuestos del Estado a la Comisión Europea, y seguro que no será admitido por ser increíble y por haber sido realizado con el magín de sectarios ideológicos comunistas, más que con el sentido común y la razón.
Tras el rescate en otoño, el comunista Iglesias perderá el control del consejo de ministros a causa de los “hombres de negro”. Sánchez e Iglesias romperán la coalición y convocarán elecciones en enero de 2021 o nos llevarán a un régimen comunista que atentará contra nuestros ahorros, contra la propiedad privada, contra nuestra libertad y contra la unidad nacional.
Sánchez no podrá ganar más tiempo con el cuento del COVID-19, ni con nuestro confinamiento con la excusa espuria de proteger nuestra salud y los españoles saldrán a la calle para realizar la mayor rebelión contra un gobernante que se haya conocido desde 1939.
Europa no permitirá que Sánchez e Iglesias jueguen con los derechos y libertades de los españoles, utilizando a las fuerzas de orden publico contra su propio pueblo, aplicando un estado de excepción ilegal, disfrazado de Alarma, mediante el cual se condena a los españoles hasta con cinco años de prisión por el simple hecho de querer ser libres. Sánchez e Iglesias no saben que la libertad esta dentro del alma de los españoles y no es una concesión ni de ellos ni del Estado.
Debemos de saber que Sánchez e Iglesias nos han tenido que soltar a la calle de golpe y sin explicación lógica alguna a tenor de sus argumentos, ya que Europa les ha obligado a devolvernos nuestros derechos y libertades y la libre circulación por nuestra patria, a cambio de darles fondos para el rescate del Estado. Europa tiene que conocer la censura de nuestras comunicaciones privadas y de las redes sociales.
Sánchez e Iglesias no cuentan a los españoles y, especialmente a los jubilados que han sobrevivido a su incompetencia, que el sistema público de pensiones deja de tener liquidez en septiembre de 2020 y que la Seguridad Social está en quiebra contable.
ánchez e Iglesias nos ocultan que, a partir del 11 de mayo los españoles se encontrarán con la tasa de paro más alta desde 1936 y que el turismo no podrá aportar el 18% del PIB porque los europeos no van a venir a veranear a nuestra España, por estar cerradas las fronteras hasta octubre.
Sánchez e Iglesias no nos cuentan que los españoles que han estado invirtiendo sus ahorros en inmuebles para arrendarlos y que han visto crecer su riqueza con la plusvalía de sus ladrillos, van a ver como sus casas pierden hasta el 40% de su valor, con el consiguiente empobrecimiento a causa de la acción de estos dos sátrapas. No nos cuentan tampoco que ya no consumiremos como ahora, al carecer de liquidez y los comercios cerrarán uno a uno hasta que nuestras ciudades sean desiertos tenebrosos sin actividad económica.
La “nueva normalidad” que nos han prometido, será mucho peor que la pandemia de coronavirus. La “nueva normalidad” no es más que el eufemismo de la llegada del totalitarismo comunista, si Dios, Europa y los españoles no lo evitan.