Socialdemocracia
El PSOE de Pedro Sánchez ha ganado claramente las elecciones celebradas ayer, a todos los niveles. Su hegemonía queda clara en las correspondientes al Parlamento Europeo, de circunscripción única, en dónde prácticamente ha doblado al Partido Popular. Mi más sincera enhorabuena.
Los españoles debemos sentirnos contentos con este triunfo, que aparca y deja en punto muerto cualquier pretensión de la ultraizquierda leninista de Podemos de formar parte del Gobierno de España. No les ha ido muy bien eso de querer jugar con la salud de los españoles a costa de un empresario que ingresa en las arcas de la Hacienda Pública más de mil quinientos millones de euros anuales y da trabajo a unos ciento cincuenta mil empleados en todo el mundo. Ni el empoderamiento a las mujeres, pues el cambio de sexo del partido ha fracasado en las urnas.
Los madrileños, además, debemos estar doblemente contentos. Seguiremos siendo la Comunidad Autónoma que más crece y con los impuestos más moderados de toda España, al seguir el Partido Popular. El tema económico es muy importante a la hora de votar: El pobre seguirá siendo pobre. Aquí hay que hacer referencia a cuando el General Lamela de Venezuela le pregunta a Chaves, por qué no se hacen ciertas reformas que favorecieran al pueblo; Chávez le responde: Usted no ha comprendido la revolución; la revolución se trata de que la gente tenga esperanza de que algún día dejará de ser pobres, pero si dejan de ser pobres, dejarán de votarnos y votarán a la derecha.
Los verdaderamente ricos, particulares y empresas, con cambiar el domicilio fiscal a Lisboa o Porto, ahí al lado, a la misma distancia de Madrid que Valencia, solo pagarían en España por la Sociedad en que convertirían sus negocios aquí, consolidando sus cuentas en el país en el que se establecieran.
Y, como siempre, sería la clase media la que pagaría los platos rotos. Esa que gana entre 25 y 60 mil euros anuales, que no tienen derecho a ninguna clase de subvención y es la que se levanta todos los días a las siete de la mañana para ir a trabajar, porque trabajo, hay, otra cosa son las ganas que se tienen de trabajar y pagar impuestos, mientras se cobre la subvención del paro y se hagan “chapucillas” de ocho horas diarias en dinero negro.
Confiemos en la moderación del Partido Socialista (ayer mismo Pedro Sánchez, en declaraciones posteriores a los resultados electorales, dijo que son la “socialdemocracia”) y no nos haga un “zapatero”, pues el panorama económico internacional está inquieto, El FMI, el BCE, el presidente chino y los indicadores generales advierten de la desaceleración, las bolsas sufren y se otea en el horizonte una nueva crisis global, en el que las ayudas externas serían mucho más difíciles de conseguir que la vez anterior.
Soy fiel seguidor de “El Arte de la Prudencia”, de Baltasar Gracián. Moderación, cautela, prudencia, en todos los aspectos, es lo que debe tener Pedro Sánchez para salir airoso, y junto a él toda España, de lo que está por venir.
Publicado en el Blog de Campos el 27-05-2019